Todo lo que nunca quise

By VainillaRz

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Los Miller #3 Adam Miller es el mejor papá del mundo según sus adorables trillizos Jace, Jake y Jared. No ha... More

Dedicatoria
PREFACIO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo final 30
EPÍLOGO
EXTRA
Agradecimientos

Capítulo 24

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By VainillaRz

Adam

Amo a mis hermanos y no es un secreto para nadie, sin embargo, en momentos como estos me gustaría matar a Nico por la irresponsabilidad que cometió al firmar un contrato sin haberlo leído completo antes.

— No terminamos de salir de un problema cuando ya tenemos otro en puerta—el gruñido de Marcos es mal humorado, lleva todos estos así y ya no sé si estoy dispuesto a soportarlo más, es un buen hombre de negocios, pero un mal hombre en su vida personal.

— A ver, ya les pedí como mil disculpas ¡No sé que más quieren de mí! —nos dice un desesperado Nico, lo que sea de cada quién le concedo que ha estado con nosotros para intentar sacar todo esto adelante.

— ¡Que por una vez en la vida no seas un dolor en el culo para mí! —y Marcos volvió a explotar a diferencia que ahora Nico se pone de pie y lo confronta abiertamente, no soy un fanático de la violencia, pero me quedo viéndolos atentamente sin saber que hacer. Al ser el hermano mayor debo guiarlos por un buen camino el único problema es que coincido totalmente con Marcos, lo que más deseo en este momento es estar en la casa con Cassandra y los niños.

— ¡No te desquites conmigo! ¡Yo no tengo la culpa de que no seas lo suficientemente hombre para ir a decirle a la bonita señorita Santiago lo que sientes! ¿Te molesta que se vaya a casar? ¡Ve a decírselo cobarde de mierda! —Nico hace lo que menos esperé, le da un gancho derecho que manda a Marco al suelo en un abrir y cerrar de ojos, son los dos más pequeños de la familia cosa que siempre los unió y por eso sé que esto va a durar un rato.

— ¡Ya fui muy paciente contigo y tu estupidez! —veo como Marcos se levanta de una forma tan ágil y rápida que ni el propio y experto Nico alcanza a detener el golpe que le da en la mandíbula.

Ambos están sangrando y con la cara morada para este punto así que tal vez es mi momento para intervenir.

— Ya basta, se supone que son dos adultos que pagan sus impuestos, no dos adolescentes que se pelean por quién llegó a casa tarde. ¿Esta es su manera de resolver las cosas? Nico, Marcos tiene toda la razón, pero ese no es motivo para golpear a nuestro hermano, tampoco deberías mezclar sus problemas personales con los laborales y Marcos, Nico se quedó para ayudarnos concédele eso a su favor y si tu no quieres que se meta con tu vida privada aprende a no revolver las cosas personales con las laborales. Ya todos de acuerdo. A trabajar.

Los dos reaccionaron un poco frustrados por toda la situación, no los culpaba de nada, excepto a Nico, él tenía toda la responsabilidad por este contrato. Una vez ya limpios y con sus respectivos golpes curados por fin nos pudimos coordinar para comenzar con el boceto de la campaña publicitaria, estuve tentado tres veces de llamar a William para que nos ayudara él es muy bueno dirigiendo el periódico NewsTrouble, tal vez la opinión de alguien como él o su esposa nos ayudaría.

— Señores Miller, tengo al teléfono a la jefa de mercadotecnia de Farnham y asociados—nos interrumpe la secretaria de Marcos, la acaba de contratar hace poco porque tenía planeado irse de vacaciones, planes que ya no estarán en proceso para un futuro cercano.

— Muchas gracias, nosotros la atendemos—con una sonrisa cordial se despide y quedamos nuevamente solos— Pido seriedad ¿De acuerdo? —ambos me voltean los ojos, pero terminan de acuerdo.

— Adam Miller ¿En que puedo ayudarle?

¿Adam? —una voz femenina lejanamente familiar sonó a través del alta voz.

— Sí, ¿Con quién tengo el gusto?

¿Pero porque tanta formalidad? ¿Ya no recuerdas el apellido Farnham? ¡Soy Allison Farnham! Fuimos muy buenos amigos cuando viviste en Italia—la voz de la mujer era tan jovial que logró hacerme sentir culpable por no recordar mucho, miré a mis hermanos en busca de ayuda, pero estos solo levantaron sus manos sin saber que decir.

— Es la mujer de la que nos contó mamá—me susurra Nico como si hubiera tenido una revelación.

— ¡Oh, vaya! ¿Allison? Que bueno volverte a escuchar ¿Así que tu eres la jefa de mercadotecnia de Farnham y asociados?

Sí, ya sabes como es mi padre, a fuerza me quiso involucrar en su negocio. ¡Qué alegría que sean esos Miller! Ahora sé que nos darán un trabajo de excelencia.

— Sí... mi hermano Nico es muy aventurero por eso los aceptó sin pedir más información—era una confesión amarga y muy maquillada.

Y eso nos alegra a nosotros como empresa, no sé quién se vaya a hacer cargo de esto, pero necesito ver a alguno de los tres socios para hablar sobre todos los detalles del producto y lo que esperamos de la campaña ¿Crees que podamos vernos en unos veinte minutos?

— ¿Yo? —corregí mi torpe pregunta de inmediato— Quiero decir, está bien, ¿Quieres que nos veamos en algún lugar o con la pertinente formalidad vienes a la empresa?

¡Tienes que llevarme al mejor café de la ciudad! A cabo de instalarme en casa de tus padres e iba a ver todo el tema laboral ¡que afortunada me siento! ¡Todo queda en familia! —sí, demasiada emoción para que sea solo asunto de trabajo, es lógico que esté emocionada de ver un viejo amigo, pero su voz se escucha tan energética que no sé si nos llevemos igual de bien que cuando éramos adolescentes.

— Sí, te mando la ubicación de un buen lugar no tan lejos de la oficina.

¡Adiós Adam osito! —me quejo cuando cuelgo por el tonto apodo que me decía antes para burlarse.

— ¿Adam osito? —estallan en carcajadas los dos estúpidos que horas atrás estaban peleando.

— Definitivamente no la lleves para tomar ese café al lugar de Cassandra—me dice Marcos intentando contener la carcajada.

— ¿Por qué no? Ese es el mejor lugar para tomar café de la ciudad—les digo recordando lo que Allison me pidió, estoy tan orgulloso de todo lo que Cassandra y su amiga están logrando.

— Sí, sí, sí, estas orgulloso muy orgulloso y eso está bien, pero piensa un poco—comienza a hablar Nico— Marcos tiene razón, si la llevas a ese lugar y por algún motivo la princesa Mérida te ve ¿No crees que puede malinterpretar todo?

— No, porque la relación que tenemos Cassandra y yo está basada en la confianza y el amor. La confianza la hará no dudar y si llega a pensar algo que no es, el amor la hará hablar conmigo si algo le disgusta.

— Eso solo es basura cursi. Te lo digo hermano no la lleves a donde Cassandra y punto, porque recuerda que la confianza se pierde, el amor es de doble cara, lo bonito que tu dices y otra que a nadie le gusta, pero que ahí está esa parte que te ciega y hace dudar—Aunque las palabras de Marcos son más profundas de lo que cree lo dice recargado en su asiento de cuero negro como si le valiera lo que al final decida hacer.

Veinte minutos después estoy en un café cercano a las oficinas, le mandé la dirección a Allison con el número que proporcionó en los contactos directos y mientras espero su llegada solo quiero que esto acabe de una vez, Cassy me mandó una foto de los niños y ella comprando cortinas nuevas, cosas tan cotidianas o banales para algunos que yo desearía hacer con ellos.

— Espero que esa sonrisa sea por buenas noticias—levanto la vista del celular y me encuentro a una mujer alta y rubia que me sonríe.

— ¿Allison?

— ¡Pero por supuesto! Es bueno que haya visto una foto tuya en casa de tus padres o no te hubiera reconocido estás hecho todo un hombre muy atractivo, nada que ver con mi Adam osito—me pongo de pie para saludarla, pero me da un abrazo tan efusivo me hace sentir incomodo, pega demasiado su cuerpo al mío y solo la separo con una sonrisa leve.

— Tu también te ves muy bien Allison—digo por mera cortesía— Eres más alta de lo que recordaba—es solo como diez centímetros más pequeña que yo.

— Ya lo sé, por fin las cosas cambian. Y te digo un secreto—susurra acercándose a mí— Terminé con mi novio porque aparentemente no estaba a mi altura—se ríe escandalosamente y solo intento seguirle el juego.

— Bueno, toma asiento ¿Quieres pedir algo? Hay que hablar de la campaña, estuve analizando los...—me interrumpe cuando llama al mesero.

— Perdón Adam osito, ¿me puede traer un café cortado y sin lactosa por favor? ¿Pedirás algo? —niego con la cabeza y el mesero va por la orden de Allison— Sé que estamos para discutir puntos del contrato, pero ¿Qué te parece si dejamos esto para mañana que conozca a tus otros dos socios? ¡Hay que ponernos al tanto de todo! ¿Qué haz hecho de tu vida? —me frustró un poco que no quisiera hablar de trabajo, por culpa de esto no estoy con Cass y los niños en la casa, tomé un suspiro para calmarme quizás por lo irritado que estoy no le estoy dando una oportunidad real a Allison así que puse mi mejor rostro sereno y decidí ser educado.

— Soy papá ahora—me vuelve a interrumpir cuando aplaude.

— ¡Seguramente es el niño más hermoso del mundo!

— Son tres en realidad, trillizos—la sorpresa en su rostro es imposible de disimular así que es mi turno de reírme.

— Vaya... te sacaste el premio gordo.

— Supongo que lo hice, sus nombres son Jace, Jake y Jared Miller. Tienen seis años y créeme que te sorprenderían lo inteligentes que son. Además de eso han ganado concursos a su corta edad que de verdad jamás dejan de maravillarte por lo que dicen o por lo que hace, Jace pinta de una forma que parece tan real o tan abstracto cuando se lo propone, Jake tiene una habilidad para la lectura y mejor ni hablemos de Jared es todo un genio de la ciencia—pensé que podía sonar como un papá loco sobreprotector, pero en lugar de eso ella sonríe y me presta toda su atención.

— Que bonito Adam. Yo nunca tuve hijos. Por lo que veo tu tampoco estás casado—dice tomando y acariciando mi mano izquierda.

— No estoy casado todavía—eso la hace levantar una ceja en mi dirección y soltarme afortunadamente.

— ¿Todavía?

— Tengo novia y ¡Que novia! Te lo digo Allison tuve tanta suerte de encontrarla. Se llama Cassandra y es la mujer más perfecta que he conocido, es hermosa, inteligente y trabaja tan duro por lo que quiere. Sé que es muy pronto para hablar de boda, pero tengo claro que en un futuro ella será la indicada para mí—llega el mesero con el pedido de Allison y aprovecho para ver la hora, realmente me quiero ir a casa ya.

— Bueno yo me casé dos veces—suspira triste— Y la verdad no pude hacer peor cosa, el matrimonio créeme Adam es muy complicado—me dice mientras bebe su café.

— Lamento eso recuerdo que te gusta el diseño de ropa ¿Cómo terminaste en la empresa de tu familia?

— Bueno, mercadotecnia fue lo más cercano. Me convencieron de que con eso no tendría una buena carrera y la no me arrepiento soy muy buena en lo que hago solamente que esta vez tenemos tantas cosas que hacer y por eso contratamos a Publicidad Miller.

— Pues gracias por la confianza, puede no parecerlo, pero agradecemos la oportunidad.

— Bueno Adam osito dime más de esta familia tuya, por un lado, no me sorprende siempre fuiste serio, incluso llegué a pensar que lo más lógico del mundo es que algún día terminaría siendo tu esposa. ¿Recuerdas toda esa química que teníamos? —sí eso no lo recuerdo, pero por lo que veo ella sí— Como siempre estábamos juntos, aunque, eso ya es pasado dime ¿Cuántos años tiene está mujer maravilla de la que me cuentas? —parece tan feliz que no quiero interrumpirla.

— Tiene veintidós...—no me deja terminar cuando pone una cara de preocupación que logra asustarme un poco.

— ¡Dios! ¡Adam osito no! —cuando nota que no le estoy entendiendo comienza a explicarse— Verás, esas mujeres nunca son buenas ¡Es prácticamente una niña! Te lo digo por tu bien, seguramente está contigo por la emoción de estar con alguien mayor, míranos Adam osito a nuestros veintinueve años no podemos ir por la vida jugando a la familia y menos tu con tus hijos. Que pena que yo te lo diga, pero soy mujer y sé de esto. Es la pura emoción, ella se va a cansar e irá a vivir su juventud con alguien de su edad después de que se aburra de jugar a la mamá.

— No la conoces Allison y te pido de favor que no hables de ella así. Estoy seguro de que se llevarían bien. Y no es que quiera ser grosero solo te pido más respeto—me costó no prohibirle firmemente que dejara el tema por la paz, ya tenía suficiente con mis miedos como para que ella venga y abra su boca pintada exageradamente.

— Está bien Adam osito, siempre nos dijimos cuando estábamos cruzando la línea, solo te pido que lo pienses un poco con detenimiento ¿Crees que ella estará dispuesta a pensar en matrimonio? Y más a su corta edad ¿Y si quiere más hijos? digo, ella puede querer a tus niños, pero algún día querrá ser madre y se desplazará ese amor a los que serán los hijos de los dos ¿Tu querrás más niños? Porque ya tienes tres no creo que quieras todo un ejército de niños en casa. Piénsalo mejor Adam osito—ella no lo ve mal, pero no puedo con todas esas ideas basura así que me pongo de pie.

— ¿Ya viste la hora? Debo irme porque mis hijos salen en cualquier momento de sus clases de francés—era una completa mentira, pero necesito irme ya.

— Está bien Adam osito. Cuídate y salúdame a los niños—veo por su expresión que no se acuerda de sus nombres así que en lugar de eso me abraza antes de poder salir de ahí.

El sol apenas se está ocultando cuando salgo del café y durante todo el camino a la casa no dejo de pensar en las palabras de Allison, no creo que Cassandra sea como ella lo describió, pero tiene razón que ella es mujer y sabe como piensan, no es tan descabellado que Cassandra alguna vez quiera cumplir metas en las que no podemos estar mis campeones o yo y por supuesto que no sé su punto de vista del matrimonio es demasiado pronto incluso para mí tocar ese tema con ella, el problema ahora es que no me quiero quedar con esta duda. Incluso yo que no pensaba en eso sé que si alguna vez quiero casarme con alguien será con ella.

Todo el caos que eran mis pensamientos se detiene cuando entro y escucho las risas de los cuatro.

— ¡Uno, dos, tres por mí y por todos mis amigos! —ese es el pequeño Jace que festeja con la mano en el aire, Jared solo se queja de que hicieron trampa.

— Todo fue legal, ganamos a la buena—defiende Jake que está abrazando a Cassandra.

— ¿Y saben que me recuerda eso? —les dice Cass levantándose del suelo con Jake— ¡Es hora de ir a cenar!

Corren al baño y por algún motivo me quedo recargado en el pasillo sin atreverme a entrar en su pequeña burbuja de felicidad. No puedo evitar sentirme con el corazón inquieto por primera vez y no sé que hacer, solo sé que no quiero dudar, yo la amo. La amo tanto que si llego a perderla no sé cómo superaría algo de tal magnitud.

— ¿Qué preparaste esta vez mamá? —la pregunta de Jace me deja mortalmente quieto, al parecer también a Cassandra porque no se escucha la voz de nadie— Perdón, yo...—Jace suena arrepentido e incluso tímido hasta que los sollozos de Cass lo detienen.

— No mi amor, no pasa nada—después de que Cassandra lo calma, me paro y voy con ellos que están abrazados a mitad de la sala. Los cuatro me ven sin saber que decir.

— ¿Escuchaste? —me pregunta Cassandra entre sollozos— Mis chicos —ella los tiene abrazados muy fuerte y no creo que quiera soltarlos así que solo me uno a ese momento.

— Perdón Cassy, no quería ponerte triste. Solo salió—trata Jace de justificarse. Ahora Cassandra parece realmente mal porque no deja de llorar.

— No es eso—le dice con un hipido— Es que...—no la dejo terminar para agarrarla a ella solamente.

— Shhh... cariño, lo estás asustando ¿Quieres decirnos algo? —ella asiente besando mi mejilla.

— Debo admitir que a mi también casi se me ha salido llamarte mamá —confiesa Jake en voz baja.

— Igual a mí, por eso últimamente he tenido que pensar mucho en lo que te tenía que decir—ofrece también Jared. Saber esto solo aplasta mi ya mallugado corazón, mis chicos la aman como si fuera su mamá y no sé si Cassandra sepa que esto es muy grande.

— Yo estoy muy feliz—comienza mi precioso ángel de cabello rojo— Nunca sentí que encajé realmente en algún lugar y luego ustedes llegaron e hicieron estallar mi corazón con tanto amor. Por mi parte no pasa nada si a ustedes les nace decirme mamá, yo voy a intentar estar a la altura de tal honor, pero tampoco quiero que te enojes conmigo Adam—su confesión me detiene un momento ¿Enojarme porque ame a mis hijos como si fueran suyos?

— Cariño no, ustedes mis hijos—les digo dirigiéndome a mis tres campeones— Siempre tienen la libertad de amar a quien quieran y si Cassandra es la mujer que se ha ganado sus corazones y quieren llamarla mamá por mí no hay ningún problema. Solo recuerda cariño que ese amor es para siempre—digo besando la coronilla de la cabeza de Cassandra, está todavía está tan impactada que los cuatro nos acercamos a ella y la llenamos de besos hasta que vuelve a reír.

— No me voy a enojar si quieren decirme mamá o Cassandra y si por algún motivo mi relación con su padre no prospera tiene que saber que como él dijo este amor que tengo por ustedes nunca se irá a ningún lado, siempre serán mis increíbles tres, mis tres pequeños hijos que la vida me dio la fortuna de encontrar—aunque me molestó su leve insinuación de que lo nuestro no funcionaría me mordí la lengua para no decir nada.

Después de eso fue muy complicado cenar en familia, el primero en romper el hielo fue Jake que le dijo a Cassandra tímidamente "Mamá ¿Puedo tener doble porción?" y de ahí no pararon de llamarla mamá y por supuesto que no pase desapercibida la sonrisa que ponía Cassandra cada que eso sucedía.

— ¿Puedes quedarte esta noche? —le pregunté a Cassandra abrazándola por detrás mientras lavaba unos platos.

— No quiero molestarte, todavía estoy muy conmocionada con lo que pasó—el ir a dormirlos en su habitación es de las cosas más difíciles que hemos hecho porque ninguno de los tres quería dormir estaban irradiando felicidad.

— Cariño... sé que te dije que no me importaba si ellos te decían mamá y es verdad, solo te pido que no les rompas su corazón—ella se gira y sonríe tiernamente abrazando mi torso, es tan pequeña que puedo poner mi barbilla en su cabeza, amo esto con ella no quiero que el momento termine.

— Jamás Adam, lo que dije en la sala es verdad. Los quiero como si fueran míos y ten por seguro que no les voy a fallar.

— Cass, no quiero que un día voltees atrás y te des cuenta de que has perdido todos estos años en tu vida por estar con nosotros—eso la hizo alejarse de mí con un movimiento brusco odié la sensación vacía que me dejó.

— ¿Estás dudando de mi amor Adam? —ahora estaba a la defensiva y lamenté tanto haber dicho esas palabras de esa forma.

— No, Cassandra es real que eres joven y...

— Y no sabes si puedo ser una mamá para tus hijos ¿Es eso lo que me estás diciendo? Ya hablamos de esto Adam, no me iré—comienza a llorar otra vez solo que a diferencia ahora parece enojada y frustrada— No los voy a dejar porque los amo, a ti y los chicos, los amo con cada fibra de mi ser ¿Qué quieres que haga para que me creas? ¿Por qué mi palabra no es suficiente para ti? ¿O quieres dejarme? ¿es eso? —iba a interrumpirla hasta que alejó mi última duda con su confesión— ¿Necesito ser tu esposa para que me creas? Porque si es así ¡Casémonos!

No iba a tomar su oferta cuando era presa del coraje, pero si llamó mi atención su propuesta y no pude evitar preguntar— ¿Eso quiere decir que te casarías conmigo?

— Si es lo que necesito para que me creas sí, sí porque te amo y sí porque amo a tus hijos que quiero como míos y porque sé que si alguna vez llegara a pensar en casarme no puedo imaginarme a otro hombre esperándome en el altar más que a ti.

Con eso basta para que la agarre en un beso brusco y desesperado, mi lengua choca con sus labios pidiendo permiso para entrar y cuando ella me da un acceso total sé que debo detenerme, solo así me doy cuenta que tiene sus piernas alrededor de mí para no caerse.

— ¿Vamos a estar bien verdad cariño? —le pregunto respirando con dificultad.

Ella me sonríe y asiente con su hermosa cabecita— Perfectamente Adam.

............................................................

¡Sé que ya lo voy a decir en mi tablero de mensaje pero no puedo evitarlo! ¡Amé escribir este capítulo!

Vane, un terrible intento de escritora MUY emocionada.

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