Habian sido un par de dias tensos en la oficina desde lo ocurrido con Kara y, sinceramente, no sabia muy bien como catalogar lo ocurrido, aunque estaba segura que iría entre demasiado satisfactorio y un error fatal, nada profesional de seguro, y habian un par de cosas que aún no quedaba claras para la pelinegra.
Lena estaba poco y nada segura de si el tema con Kara estaba realmente zanjado, ya que la joven habia comenzado a tomarse pequeñas libertades con Lena, y según las propias palabras de Kara, debía aprovechar el tiempo que le quedaba antes de tener a Kieran de nuevo en sus brazos, a lo que Lena la golpeó en la cabeza y la mando a trabajar junto a Mike, 4 plantas abajo.
Las libertades no eran nada que no hubiera hecho hasta ese momento, las miradas y las provocaciones estaban a la orden del día, pero su mirada, su mirada le decia a Lena que estaba lista para gritarle a todo el mundo lo que Lena se habia dejado hacer y la forma en la que pedía por más como una chiquilla hormonal. No que Lena estuviera orgullosa de haber sido follada como una vil pasiva por su joven asistente que parecia ser tan ingeniosa a la hora de sacar gemidos de los labios de la pelinegra, no que se arrepintiera tampoco. Pero no podía vivir pensando en esos labios, o esos dedos, ni siquiera debía darse el lujo de pensar en ese cuerpo escultural que la traía ya varias noches en vela... pero por lo menos la mantenia distraída del otro asunto ocurriendo en su vida.
Con un suspiro dejo de pensar y volvió su vista al trabajo, hoy la esperaba un día larguísimo, tenia un par de conferencias telefónicas y un papeleo para repartir a 50 empresarios, pero suponía que no podía darse el lujo de atrasarse en su trabajo cuando acababa de lanzar un producto tan revolucionario como lo era el proyecto de Rojas-Corp, incluso si el proyecto se veía opacado por la amargura de saber que Andrea habia querido robarse a Kara. Con una sacudida más de cabeza volvió su vista a los papeles, sin dejar que su mente divagara esa vez, concentrandose en lo que debia hacer.
Por otro lado, 4 plantas abajo, Kara todavia consideraba si sería oportuno sacar a Mike de sus casillas para que la enviara arriba con Lena de nuevo, Matthews era aburrido, y no tenia tetas como su jefa. Con un suspiro penso que quizás lo mejor no sería quedar como idiota con el mejor amigo de la pelinegra, no que quisiera su aprobación tampoco, solo... no quería quedar como una chiquilla. Con un suspiro volvió su vista al trabajo, ya tendría tiempo para desvelarse pensando en su jefa.
Cuando comenzó a oír la voz de su hermana por el pasillo su frente se frunció, levantandose del escritorio que le habían dado cerca de la oficina de Mike se acercó hacia la mujer de cabello corto que la miraba con confusión.
-Este no es tu piso -dijo Alex mientras la saluda con un abrazo.
-Mi jefa no se toma bien las bromas -abrazo más fuerte antes de soltarla- ¿Qué haces aqui?
-Sam cumple años hoy -asintió como si Kara entendiera algo que no había dicho- me dijeron que estaba aqui, vamos a almorzar.
¿Ya era la hora del almuerzo?¿Como es que el día se habia pasado tan rápido? Miro a Alex de reojo antes de que sus ojos se desviaran al techo, pensando si Lena seguiría en su oficina, quizás si se lo pedia amablemente la dejaria volver a su oficina de nuevo.
-¿Qué miras? -Alex le siguió la mirada.
-Nada -volvió su vista hacia su hermana- ¿Debería ir a buscar a Sam por ti?
Pero no fue necesario, Samantha ya estaba caminando hacia ellas con una gran sonrisa, besó a Alex antes de dirigir su mirada hacia Kara.
-Uh, ¿Feliz cumpleaños? -murmuró la rubia, bajo el ceño fruncido de la castaña antes de que Alex se golpeara en la frente con una de sus manos.
"Bueno, obviamente esto no se trata de un cumpleaños", pero después de ver como la mano de su hermana se acercaba peligrosamente hacia el trasero de la mujer en traje su conclusión fue otra, "aunque si van a tener la fiesta".
-Gracias -Sam graznó cuando comprendio la tapadera de su novia, si es que era su novia, Alex jamás le habia aclarado en que punto de la relación estaban, aunque sabia que salían justas con bastante frecuencia.
-Supongo que las dejare ir a... a almorzar -dijo intentando alejarse de su hermana y la charla incomoda.
-¿A donde vas? -preguntó Alex cuando se montó en el elevador.
-Yo... uh, tengo trabajo arriba.
Y asi cerro la puerta antes de que a su hermana y a su, muy seguramente, novia quisieran compartir el espacio. Nop, hasta que no arreglaran sus tapaderas para sexo Kara no queria verlas toqueteandose frente a ella.
En cuanto las puertas se abrieron pudo ver a Lena volviendo de la sala de copiado con hojas caminando tranquila hacia su oficina; bueno, solo se veía se espalda, pero no era un mal ángulo. Kara se apresuro a llegar cerca de ella, inclinadose sobre el marco de la puerta, evitando que la pelinegra volviera a encerrarse y saludo:
-Jefa -murmuró con una sonrisa en su rostro.
-Creí haber sido clara contigo Danvers, pasas tus dias abajo hasta que aprendas a comportarte -la empujó con tono severo golapeandola con las hojas en el brazo, antes de pasar.
-Creí que me comportaba como te gusta -la rubia la siguió dentro, bajo la mirada ceñuda de la mujer.
-Hablo en serio, se suponia que no saldria a la superficie de nuevo, lo prometiste -su voz sonaba en conflicto mientras dejaba las hojas en su escritorio y la sonrisa se borro inmediatamente de su rostro, volviéndose para cerrar la puerta tras ella.
-Bien, lo siento -Kara se acerco hacia ella- solo bromeaba contigo, no quise hacerte sentir mal.
Lena guardo silencio, como si estuviera pensando que decir.
-No te disculpes, quizás es que he estado demasiado nerviosa estos últimos días y...
-Okay no, jamás te disculpes por tener sentimientos -Kara la interrumpió frunciendo el ceño- puedes decirme si te he incomodado, soy un poco idiota, deberias saberlo -la señalo- me estaba burlando de ti, pero si lo prefieres ya no voy a hacerlo; es más, ni siquiera pasó -Kara declaró- yo no debería molestarte cuando tienes cosas más importantes en las que pensar.
Otro silencio apareció tras sus palabras y Kara pensó que quizas lo que habia dicho pudo malinterpretarse de alguna manera, pero Lena solo le sonrió levemente antes de asentir.
-Estas siendo muy considerada -Lena se acerco- quizás debí confiar en que no dirías nada -apoyo una mano en su hombro antes de caminar hacia la cafetera, Kara comenzaba a pensar si todo lo que esa mujer bebía era aquella asquerosa mezcla.
-Oh, no estes tan segura, después de tu tercer orgasmo estaba por gritar que mi jefa esta bueninisma y que además también sabe muy bien por el balcón -se encogió de hombros, por la mirada de Lena quizas estaba siendo demasiado sincera.
-Como decía... -Lena ignoró su comentario, posiblemente la mejor elección- lo estuve pensando por unos días y creó que no hay nada de malo, las aventuras de oficina han sido de lo más común desde que se iniciaron los negocios, no debería tener que estresarme por esto, y si, de casualidad, se te soltara la lengua siempre puedo secuestrarte y torturarte -dijo resueltamente.
-Bueno... no me molestaria ver que lo intentaras -Kara sonrió.
-Apuesto que no -Lena sonrió también- pero como dije, no quiero tener que estar preocupandome por lo que harás o no harás Kara -dijo sirviéndose un poco de café y señalandolo mientras miraba a Kara, ofreciéndole, a la negativa de la rubia ella solo se sentó tras su escritorio, una imagen quizas demasiado sensual para Kara en un movimiento tan mundano.
-No debes preocuparte por mi, si acostarte conmigo cada reunión por medio no es lo que esta en tus planes, o no es lo que tu quieres, esta bien y voy a respetar tu decisión -dijo apoyandose en su escritorio, como si ya fuera un movimiento reflejo- aunque me gustaria mucho más dejarte con las piernas temblando en cualquier momento y volver a casa con la mandíbula acalambrada -Lena la miro con reproche- pero que si alguna vez cambias de opinion lo unico que debes hacer es llamarme y prometo que estare donde quieras, aunque solo sea para algo casual -La mirada que Lena le otorgo fue dificil de leer- y en serio Lena, no debes preocuparte por mi, no voy a darte problemas, lo prometo.
Sorprendentemente la pelinegra se habia parado de su lugar y habia caminado hacia Kara, mirandola con los ojos entre cerrados.
-Lo prometes, ¿De verdad? -Kara asintió- ¿Ya no vas a molestar, ni a provocarme?... porque lo haces -Kara asintió no muy convencida de querer dejar de hacerlo- ¿Y vas a dejar de venir con esos escotes y trajes ajustados? -Kara frunció el ceño, maldito código de vestimenta- ¿Kara?
-Supongo que podría intentar -murmuró.
-Bien, me distraen demasiado y me cuesta concentrarme -dijo mientras le abría la puerta, echandola sutilmente- puede retirarse, señorita Danvers.
Kara abrió la boca, lista para molestarla pero Lena la interrumpió.
-No te atrevas a llamarme señora -vencida salio en silencio, hacia el elevador- ¿Kara? -preguntó su jefa, asomándose desde su oficina.
-¿Lena? -respondió con esperanza.
-Puedes... volver al piso despues del almuerzo, pero solo mientras te comportes.
-Si señora -dijo antes de desaparecer por si cambiaba de opinión.
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Tarde ese día, Kara se acerco a la oficina de Lena. Donde la vió sentada tras su escritorio con un par de gafas de pasta que la hacian lucir como esas madres sexys de las películas de acción, aclarandose la garganta se acercó hacía su jefa, que se bajaba las gafas solo un poco para darle una mirada por sobre ellas.
-¿Si Kara? -carajo eso no debería ser tan sexy, una vez más se sentía como entrando a la oficina del director esperando por su reprimenda.
-Se que prometí no insistir más con el tema, porque estas en una etapa complicada y tienes muy alto el estres -dijo retorciéndose los dedos, mientras buscaba la mejor manera de decirlo- y se que tienes el juicio mañana, oí a Mike hablar de eso con una tal Imra... uhm, en fin, quería que supieras que si, bueno, si necesitabas algo esta noche o te sientes muy sola, puedes llamarme... se que tienes mi número y que dijiste que no te gustaba estar sola mientras Kieran no estaba contigo -Lena se quitó las gafas, aún sin soltar un comentario- y se que posiblemente no sea la mejor compañía que puedas tener, pero quizás podría hacerte compañía, uhm, ya dije eso -sus mejillas se tiñeron de un adorable rojo y Lena sonrió.
-Lo tendre en cuenta, gracias por tu oferta Kara, pero no creo que sea una buena idea.
-Claro, seguro -Kara asintio una vez más- solo me parecio que deberías aprovechar tu ultima noche de desmadre -se rasco la nuca- ¿Entiendes? ¿Des-madre? -articulo.
-Muy ingenioso linda -Lena arrugó su nariz con el tono con el que le hablarias a un idiota.
-En fin, uhm, si sientes que la noche se te hace dificil... pues, me llamas y voy por ti.
Murmuró mientras escapaba por la puerta.
"Idiota, idiota, idiota" se maldecia mentalmente, mientras en la oficina Lena se preocupaba de que la muchacha hubiera comenzado a tener sentimientos por ella.
"No podría ser asi, es solo la excitación del momento" se dijo a si misma la pelinegra, mientras volvia al trabajo.
Ya era tarde cuando Kara se acosto en su sofá, aún avergonzada por su charla con Lena, sabia que iba a rechazarla pero no sabia que iba a doler tanto, habia sido una situación extraña. Con la pantalla del televisor apagada considero que hubiera pasado si no hubiera ofrecido su compañía, posiblemente su orgullo no estaria lastimado. Suspirando se levanto hacia la cocina, lista para comer algo rápido e irse a la cama, ni siquiera quería pensar como serían las cosas mañana en la empresa.
-¿Porque lo hiciste idiota? -murmuró para si misma- ya te lo ha dicho, esta más que bien con el niño, no necesita de una imbecil que le ponga los pelos de punta -interrumpió su chachara al oír como la puerta era golpeada suavemente- Alex te he dicho un millón de veces que dejes de perder la maldita llave, yo... -se tragó sus palabras, no era Alex.
Frente a sus ojos tenia a Lena, vestida con la ropa que llevaba en la oficina, y una sonrisa incómoda.
-Lena -dijo sorprendida, comenzando a arrepentirse de haberse puesto un pijama tan mundano e infantil, si contabas con los dibujos de Korra y Asami del pantalón.
-Hola -sacudió ligeramentesu mano.
-Sabes dónde vivo -asintió.
-Tome la dirección de tus datos personales en la empresa -se disculpo- quería hablar contigo, y una llamada telefónica parecia un poco impersonal, solo quería asegurarme de no haber lastimado tus sentimientos con lo que dije Kara -susurró la última parte mientras se acercaba a ella y apretaba su muñeca con dulzura.
-Pff -bufó la joven- ¿Yo herida? No, no, sólo quería asegurarme de que tu noche antes del juicio fuese una noche tranquila, y creí que un poco de compañía no te haría mal, sin rencores Lena -le sonrió intentando ocultar los sentimientos encontrados por tener a la mujer en la puerta de su apartamento preguntando por sus sentimientos.
Lena agrando sus ojos, quizás no esperando que la rubia se lo tomara tan a la ligera. Asintiendo señaló detrás de ella.
-Entonces supongo que yo... uhm, te dejare descansar. Ya nos veremos en la oficina, supongo.
Lena se giró y avanzo unos pasos antes de que Kara se maldijera a si misma y le gritara, posiblemente enfadando a todos sus vecinos.
-¿Quieres pasar? -ofrecio- pondríamos tomarnos un café o algo -aclaro cuando Lena la miro con dudas.
-Uhm, yo, Kara... -dijo sin realmente confirmar o denegar nada.
-Me lo debes -dijo con un puchero que Lena creyo muy adorable- después de todo heriste mis sentimientos.
Lena la miró con reproche, un "no juegues esa carta" escapandose de su mirada. Con un suspiro y una caminata dramática se paro frente a Kara.
-Supongo que podría tomar un café -la joven le sonrió antes de hacerle espacio para que pasara dentro- bonito departamento.
-Gracias, mi hermana diceña interiores asique... si, no tengo permiso para vivir en un lugar que parezca un basurero -sonrió bajo la risa de Lena.
-Bueno tienes suerte, el lugar luce increíble.
-No es lo único que luce increíble -murmuró la rubia, bajo la mirada de Lena.
Poco después, sin una razón logica para ninguna de las dos, estaban besandose, con Lena apoyada contra la pared y tirando de la camiseta de Kara.
-¿Y el café? -murmuró en el extraño segundo en el que sus labios no se tocaban.
-¿Qué tal si lo dejamos para mañana en la mañana? Este tu último día antes de recuperar lo que es tuyo, quizás si te froto como corresponde incluso hasta das suerte.
-Eres una grosera -murmuró volviendola a besar, sin importarle realmente la conversación.
Después de una sesión de besos larga, donde Lena por poco le suplicó que la tocara, y donde Kara solo se limitó a explorar su boca bajo un "Si esto es lo último que obtengo de ti, lo voy a hacer bien" que por poco la derritio.
Kara la besaba con firmeza, sus labios firmes contra la boca de Lena, sus lenguas acariciandose suavemente, era un contraste enloquecedor, pero no tanto como el hecho de que la rubia habia empezado a tocarla suavemente, por el camino de sus costillas mientras Lena mantenia las manos clavadas en su cabello, pidiendo más.
El recorrido de los dedos de la joven caminaba lentamente por su columna vertebral, desde los omóplatos hasta el inicio de su trasero pero sin pasarse, sabiendo que la pelinegra queria sus manos justo alli, su otra mano se encontraba apretando suavemente su cintura para pegar a la hermosa mujer que besaba más hacia ella.
Con rudeza la arrinconó, entre la pared y sus brazos, y juró por Dios que quería que todos sus vecinos oyeran el gemido que se habia escapado de los labios de su jefa cuando lo hizo. Volviendo la mano que aún mantenía en su cintura, la rubia comenzo a acariciar el abdomen de Lena por sobre la ropa, escuchando su respiración desigual y viendola concentrada en sus movimientos, subiendola poco a poco acarició los pechos, pero solo los alrededores, sin pasar ni siquiera cerca de los pezones, viendo a Lena desinflarse cuando los esquivaba.
-Creo que deberíamos quitarte esta ropa, ¿No crees? -murmuró mientras se inclinaba sobre ella, besando su cuello.
No hizo falta más qué que la mujer comenzara a tirar de la ropa de ambas para que la rubia casi arrancara la ropa de sus cuerpos en la prisa por sacarlas de ellas. Aunque Lena se encontraba básicamente desnuda, tan solo cubierta por su ropa interior, un hermoso conjunto de un bello coral oscuro se extendía alrededor de se cuerpo, pero no le hacía falta quitarlo para recordar lo que habia debajo de ellos. Kara, tan solo con su camiseta fuera y sus pechos al aire, volvió sus labios a Lena, sentia que no podía tener suficiente de ella.
En cuanto las manos de la pelinegra comenzaron a bajar por su abdomen girando en dirección a su trasero, la joven se apreto más contra ella, pudo sentir la sonrisa de Lena a través del beso, casi combinanda con la de ella, dificultando sus besos. Comenzó a besar la mandíbula de la mujer dirigiéndose hacia su cuello, chupando y dando pequeños mordiscos cerca de su pulso.
Con la mano que acariciaba su espalda lentamente busco por el broche del sostén, quitandolo de su camino rápidamente y enterrando la cara en los grandes pechos de la pelinegra, comenzando a besar. Una de las manos de Lena voló a su cabeza mientras que la otra se dirigió mas lentamente camino arriba hacia su espalda. Pudo sentir como guiaba su cabeza, donde la tenia tomada por el cabello, hacia uno de sus pezones, que ya se encontraban duros, en puntas firmes. Los jadeos que podía escuchar salir de los labios de ella eran música en los oidos de Kara, quién tomandola por las caderas la pego aún más a ella queriendola fundir en ella.
-Kara -gimio Lena buscando por más, cuando la rubia se levanto para buscar sus labios, no podía mantenerse alejada de ellos.
Bajo la pregunta de Lena de como carajo hazo para levantarla con tal facilidad, Kara las guió a ambas hacia lo que Lena supuso era su habitación, con sus bocas aún pegadas en un intenso beso. Sin molestarse en cerrar la puerta de la habitación, la rubia la dejó caer sobre la cama y se posicionó sobre ella, a horcajadas.
-Ahora voy a tomarme mi tiempo -dijo mientras acariciaba su cuerpo, donde terminó acariciando su cuello y volvió a bajar, amasando sus pechos, bajo la atenta mirada de la pelinegra, la sonrisa confiada y coqueta de Kara casi habian logrado condenarla a admirarla para siempre, era hermosa- ahora no habrá nadie que interrumpa, te hare venir una y otra vez -se acerco más a ella, sus labios rozando juntos- hasta que no consiga una sola reacción más de ti, pero mientras aún puedas rogar un poco más -sonrió, tomando la mejilla de Lena y acariciando su labio inferior- creerme, cariño, no voy a dejarte ir.
-Parece un trato justo -murmuró Lena volviendo a unir sus labios- quítate esto, quiero sentirte Kara -le susurró mientras tiraba de la tela de sus pantalones.
Por lo que Kara, muy al pesar de Lena, que habia perdido su calor, se levanto de la cama, clavando su mirada en ella mientras se bajaba los pantalones junto con su ropa interior, bajo la atenta mirada de la pelinegra, incluso creyo escuchar un quejido salir de sus labios. Escalando por la cama se situó entre las piernas de Lena, acariciandolas con anelo, mientras subia con cariñosos movimientos hacia sus caderas.
-Igualdad de condiciones, señora Luthor -murmuró mientras tiraba de la ultima prenda, sonriendo a Lena que había alzado sus caderas para facilitarle la tarea- tu, Lena Luthor, tienes un cuerpo muy bonito y no sabes cuánto he estado esperando para degustarlo de nuevo -dijo, bajo el sutil sonrojo que Lena esperaba que ella no pudiera ver.
-Obviamente no has pasado mucho tiempo viendote al espejo, porque juro que va a darme un ataque con solo mirarte.
-He estado demasiado ocupada mirando a mi jefa, pero supongo que eso no importa porque he encontrado algo con lo que entretenerme por el momento.
Bajo la mirada atenta que la mujer aún le regalaba, tomó las piernas de Lena, dejando las plantas de los pies bien apoyadas contra el edredón en su cama, las rodillas de la pelinegra estaban cerca de su rostro cuando se agachó para besar una de ellas. Agachandose, y guiando besos y pequeños mordiscos, Kara se acerco hasta el centro de la pelinegra, donde dió una mirada a Lena y se agacho dejando un duro beso sobre su monte, la rubia incluso logro ver como se preparaba para lo que sabia que venía, dió una sueve lamida a todo el largo de su abertura, bajo la atenta mirada de la mujer y oyendo los jadeos que escapaban de su garganta cada vez que su lengua golpeaba en el centro de sus nervios.
Con Lena tomandola del cabello, tan tirante y fuerte como lo hacia, cosa que Kara amaba que hiciera, su movimiento se limitaba en poco y nada a satisfacer su clitoris, chupando y lamiendo con dureza, tal como a Lena parecia encantarle.
En momentos, cuando oía a Lena maldecir y tirar más fuerte de su cabello, como si intentara fundirla con ella, la rubia solo seguia la corriente, chupando el pequeño botón lenta y duramente, y cuando estaba segura de que Lena estaba por acabar, se alejó.
Pero no le dió a la pelinegra ni un segundo para protestar antes de estar cabalgando uno de sus muslos, enredando sus piernas juntas y comenzando a rozar sus clitoris juntos, clavando su mirada intensa en la mujer bajo ella, quien casi no podía respirar a causa de las sensaciones, apretandose con firmeza en un ritmo constante Kara se limitaba a montarla y oír los gemidos apremiantes que la garganta de Lena dejaba salir. La pelinegra tenia los dedos clavado en su cintura, ayudandola a hacer más presión entre ellas, la rubia supo el momento exacto en el que Lena habia llegado, cuando sus dedos se tenzaron sobre su piel, apretando y apremiando con más entusiasmo, hasta que se soltó de ella y la pelinegra se rindió bajo ella, dejandola amasarse contra ella en busca de su orgasmo.
Sin perder el tiempo, la rubia se inclinó a besarla, con la respiración agitada y aún moviéndose sobre ella, los jadeos le impedían besarla como queria, sobre todo cuando tuvo que separarse de sus labios cuando el orgasmo la golpeo, duro, con los ojos de la pelinegra recorriendo su rostro mientras lo hacia.
Juntas en la posición que estaban, con Kara tendida sobre Lena, buscando sus labios y con las manos de la pelinegra de nuevo acariciando sus caderas, se mantuvieron en una sesion de besos tranquila, hasta que la rubia estuvo segura de que era seguro moverse sin que su cuerpo le fallara después de ese orgasmo demoledor. Posicionándose más paralela con el cuerpo de Lena, Kara comenzó a jugar con sus dedos sobre el pecho de la pelinegra, retorciendo y tirando de los pezones, mientras su otra mano impedia que aplastara a la mujer bajo ella.
Su mano comenzo a bajar lentamente, con pereza, hacia la parte sur de la pelinegra jadeante bajo ella. Metiendo la mano entre ellas, llego hasta el centro de Lena, logrando que soltara un pequeño gemido cuando acarició su abertura con dos dedos, pasandolos suavente por los labios. Kara movía su mano ociosamente, queriendo ver que reacción sacaba de Lena. La miraba a los ojos con mirada espectante, las mejillas sonrojadas y la boca abierta en un suspiro jadeante, como si estuviera también al pendiente de que era lo que haria con ella. Con los ojos clavados con firmeza en su mirada, Kara introdujo un dedo, lentamente sobre la pelinegra, creando un pequeño ritmo mientras lo hacia, sonriendo Kara se acerco a besar la mandíbula de Lena. Cuando metió un segundo dedo poco después, en esa gloriosa humedad puso oir perfectamente como la respiración de Lena cambiaba, haciendose más pesada, y mientras más pesada se hacia, Kara más aumentaba el ritmo de sus dedos, tanto hasta que tuvo a Lena suplicando y jadeando cada vez que golpeaba el punto delicado que habia dentro de ella.
Con la boca Kara se limito a explorar, bajando por su cuello, se mantuvo un tiempo jugando con sus pezones, devorandolos y degustando tanto como pudo antes de seguir bajando pacientemente por su abdomen en una serie de besos y mordidas, incluso se habia dado el gusto se dejar una pequeña marquita cerca de las costillas de Lena mientras bajaba, de nuevo lista para poner su boca de nuevo sobre ella. No paso mucho tiempo antes de Lena se corriera esa vez, y después de unas cuantas lentas y pesadas lamidas, cuando se aseguro de que lo habia tomado todo, Kara se inclino hacia arriba, mirando a Lena con una sonrisa. Mientras se sentaba a horcajadas sobre su abdomen, y se movia, mojandola con sus jugos, las manos de Lena habian volado inmediatamente a su cadera, solo acariciando la zona, como si le gustara tener sus manos allí.
-¿Crees que podrías ayudarme a llegar, Len? -la vio asentir efusivamente, mientras Kara le acariciaba el pecho, subiendo lentamente hasta que toco sus labios- ¿Cómo te sentirias si te digo que quiero tu boca en mi?
-Te diria que he estado esperando que te sientes sobre ella desde hace bastante -dijo, su mirada completamente oscura, el verde de sus ojos absorbido por el deseo.
-Oh, asique si fantaseabas con la niña, ¿Uh? -bromeó mientras Lena se sonrojaba limitándose a darle una mirada apremiante para que escalara más en ella.
Cuando Kara dejo ir su cuerpo para que rozara los suaves labios de Lena pudo jurar que habia visto las estrellas, Lena la sujetaba de los muslos y la ayudaba a moverse sobre ella, pasando la lengua con maestría por su abertura, incluso algunas veces introducia esa deliciosa lengua que tenia dentro de ella, Kara juraba que iba a deshacerse sobre ella incluso antes del orgasmo.
Y asi se mantuvieron gran parte de la noche, cambiando sus posturas y moviéndose por la cama mientras intentaban fundirse una con la otra, hasta que ambas estuvieron agotadas sobre el borde de la cama. Mientras Kara la miraba desde la altura de sus muslos acaricio su cintura cuando pregunto:
-¿Entonces, café mañana? -murmuró con la esperanza de que Lena no se fuera en cuanto recuperara la energia o la cordura, lo que llegara primero.
-Pero solo si me lo traes a la cama -murmuró mientras le acariciaba el cabello.
-Consideralo hecho Luthor.
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Bien, hasta aqui el capitulo de hoy, espero que les haya gustado, diganme que les parecio, es mucho más largo de lo que suelo hacer, intente hacer un capitulo con smut medianamente aceptable espero que sea de su agrado, como dije no es realmente lo mio. El próximo capítulo se llama Custodia 2.0 es el capitulo para cerrar el arco de el juicio de Kieran y aún no estoy muy decidida a quien quiero que lo gane por muchas razones que no puedo explicar porque serian spoiler dependiendo de cual elija.
En fin, espero que les haya gustado, cuídense, intenten salir de casa solo lo necesario y los quiero ❤ nos leemos pronto.