Las charlas con su hermana eran siempre el mejor remedio cuando no sabía que pensar. Se estaba volviendo su pequeña tradición de los viernes por la noche desde su unión a la compañía de Lena, muchas cosas la confundían acerca de esa mujer, charlar de sus problemas y demás, con alguna que otra copa y una mesa llena de aperitivos, era por mucho la mejor solución.
-Déjame entender -la detuvo Alex- explícame de nuevo porque querías... seducirla, o lo que sea.
-No quería seducirla -se excusó Kara pobremente, tomando una fritura en su mano- yo sólo, no lo sé, estaba aburrida y ella, bueno, ella estaba ahí -explicó, como si eso lo respondiera todo.
-No lo entiendo, eres mucho mejor que una aventura de oficina.
-Alex...
-Habló en serio Kara, tú no eres así -la señalo con su cerveza- te gusta el trabajo, y eres buena en ello, la antigua Kara jamás entorpeceria el trabajo metiéndole mano a su jefa, mucho menos durante una junta -observó tranquilamente.
-Es solo que... Alex, deberías ver su rostro cuando la provocó, ella es... su rostro se torna de este adorable tono rosa, no estoy segura de que sepa lo mucho que muestra sus sentimientos -susurró Kara- tiene esta cosa, de querer ser esa jefa dura y complicada, pero en realidad solo es una mujer deseosa de alguien que la haga sentir viva.
-Por favor no me cuentes lo que han hecho, evita esa parte -dijó Alex fingiendo asco.
-No, no ha pasado a más de unos cuantos besos, ya te lo he dicho, ha estado ignorandome.
-Oh si, la paranoia de las puertas y esa cortina, ¿No? -la rubia asintió.
-Pero dijiste que la provocaste, ¿Como...?
-Dejó la puerta abierta.
-Error de novata -se burló su hermana, con lo que fuera a lo que se refería.
-Como sea -dijó sacudiendo su cabeza un poco- la cosa es que cuando pasé a su oficina fui capaz de hacerla enojar, solo hacerla enojar, me mandó a mi escritorio. Y se lo que dirás, "Será que no esta interesada" -imitó una falsa voz grave que no era ni por asomo parecida a la de su hermana mayor- pero Alex, nadie besa así porque sí, nadie te mira de la forma en la que ella lo hace si no estas ni siquiera un poco interesado -la señalo, como si lo que dijera fuera un hecho científico y no solo un rejunte de información- nadie actuaría como ella lo hace si no hay una razón para hacerlo, y no habló de una razón exterior, ella esta interesada en mí, puedo sentirlo.
-¿Y la razón por la que te llevo a su oficina fue...?
La joven pensó la respuesta, considerando la situación de ese día.
-Bueno... cuando dije que solo estuve coqueteando con ella, si... no fue tan así, ¿Recuerdas que te dije de esa reunión para la nueva socia de Lena? Puede que quizás también estuviera coqueteando con ella -contó culpable.
-Kara -se quejó Alex.
-Lo sé, pero no conseguía llamar su atención, y lo logre, ella me llevó a su oficina a solas.
-Y casi te despide.
-Pero no lo hizo -Kara metió la fritura en su boca- no lo hizo.
-Eres un asco -su hermana le recriminó- mastica, luego habla.
-Okay, escucha, ella no me despidió, y sí, puede que haya hecho un pequeño llamado de atención, pero Alex fue tan sexy.
-Iba a despedirte.
-Tu no sabes eso -Alex entre cerro sus ojos a la medida de "me estas jodiendo, nadie empuja a un empleado de esa forma a menos que piense en arrancarle la piel con sus propias manos"- si bueno, no lo hizo, y la cuestión es que aún no puede hacerlo, despedirme, y voy a probartelo, me desea, estoy segura, va a caer a mis pies lo juro. Todo lo que debo hacer es esperar que explote.
-No creo que seguir provocandola sea el camino correcto, Kar.
-Quizás no, quizás debería hacer lo que ella dijo, debería dejarla tranquila, no más provocaciones, solo una empleada, y esperar que ella se acerque a mi. Eso debería funcionar.
-Seguro que si, Kar, seguro que sí.
-Si, bueno... ¿Como van las cosas con Sam?
Pudo observar los ojos de su hermana volverse tan brillantes que casi pudo confundirlos con dos enormes faroles apuntando hacia ella. Obviamente esa cita habia ido más que bien, era quizás la tercera ese mes, y la rubia sabía que su hermana estaba esperando que Sam le diera una respuesta más que positiva, para ella poder llevar a cabo su plan de oficialización. La joven realmente esperaba que las cosas se dieran entre su hermana y la CFO de la empresa donde trabajaba, Alex se lo merecía después dw todas esas otras relaciones que no habían sido exactamente una ruptura amigable.
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Esto no podia estar pasando. Esta parada en una esquina, con Mike a su lado, viendo a su secretaria y a su nueva socia casi tirarse una sobre la otra, ¿Como mierda habian llegado a eso? Bueno... si lo sabia, lo recordaba como si hubiera sido ayer. Desde hacia dos semanas la relación tentativa que tenia con Kara habia quedado en la nada, ya no más provocaciones, bueno... no a ella por lo menos, era como si Kara la estuviera castigando de alguna forma, ya no la miraba, no le sonreía, solo trabajo. Era como si estuviera aplicando el método de Lena para alejarse de ella. Y Lena lo odiaba.
Lena no podía dejar de querer comerse sus palabras, porque no iba a admitirlo pero esto no le gustaba nada. Era la tercera vez en dos semanas que veía a Andrea rondando a su secretaria como un buitre. Un viejo buitre en busca de carne joven.
-Quizás si evitas mirar tan directo no se den cuenta de que las espías.
-No las espió, solo me preocupa la integridad física de una de mis empleadas, debo asegurarme de que mi personal este siempre a salvo cuando se encuentre relacionadose con gente de otras empresas.
Se giró a mirar a su amigo, quien se encontraba en el sofa de su oficina recostado.
-Creí que dijiste que iriamos a almorzar -Mike ni siquiera estaba prestando atención, solo estaba allí, arrojando su teléfono al aire e intentando atraparlo.
Lena se alejo de la ventana junto a su puerta, moviendo la pequeña cortina de nuevo s su lugar.
-Y lo haremos, solo estoy esperando que mi asistente y mi ex-futura-socia se largen de mi edificio.
-¿No vamos a seguirlas verdad?
-Claro que no, ¿Qué es lo que somos, unos raritos?
Mike se encongio de hombros, no realmente interesado en la charla. Lena volvió a su posición en la ventana.
-Lee, tengo hambre -se quejó.
La pelinegra no contesto, solo se mantuvo atenta a las acciones al otro lado de la ventana, en el escritorio de Kara, a unos tres metros, se encontraban las mujeres en cuestión, riendo y cuchicheando, tal como si eso fuera normal, Kara estaba tan cerca de esa mujer que Lena podia asegurar que si la chica asentía le sacaría la mierda a Andrea de un golpe. La rubia acarició la mejilla de Andrea y Lena estaba lista para repartir golpes, ¡Relaciones personales en su empresa!¡No, por supuesto que no!
-Okay, Mike levanta -lo empujó fuera del sofá- vamos a intervenir.
-Lena -se quejó, estirando la ultima vocal mientras su amiga caminaba tomandolo con su brazo hasta la puerta.
-Shh, estas feliz, iremos a almorzar -lo señalo Lena.
-Bueno, no estoy muy feliz si me utilizas para darle celos a tu amor prohibido.
-No es un amor prohibido -bufo- es una empleada, que esta siendo acosada por una lagarta, y debo ayudarla... porque soy su jefa.
Mike rodó los ojos, y caminando directamente hacia Kara.
-Mike, ¡Mike! -intento inútilmente llamar su atención, con estupidos susurros.
-¡Andrea! -exclamó el hombre, con un tono realmente emocionado- ha pasado tanto tiempo, cariño -dijo extendiendo sus brazos para recibir el abrazo de Andrea- Y... dime, ¿Cómo has estado? -Mike era una verdadero chismoso.
Andrea tomó solo un segundo en abrazar a el sujeto frente a ella, pero fue el tiempo suficiente para que Mike la alejara de Kara, y ese fue el momento en el que Lena decidió acercarse.
-Kara... -saludó con un asentimiento.
-Señora Luthor -saludo de vuelta, con su mirada clavada en Mike.
-Creo haberle mencionado que las relaciones personales en horario de trabajo estan prohibidas.
-Lo hizó -le aseguro la rubia- pero es la hora del almuerzo, así que no es realmente una regla que aplique ahora.
-Sigue en la oficina -señalo la pelinegra.
-Porque su atractivo amigo interrumpió nuestra salida -la rubia apunto con el mentón a el hombre con las manos sobre Andrea.
Con una exhalación molesta Lena se giro hacia ella.
-Solo evite traer sus citas a la oficina, Danvers, estoy pidiendo profesionalidad -se alejo caminando al ascensor- Mike, nos vamos -avisó.
-Compartamos el elevador, vamos todos de salida, ¿No es así? -su socia exclamó.
Y Lena podia jurar que un viaje en elevador jamás habia sido tan incomodo.