โœ“DEMON'S FEARS โŽฏโŽฏ แด›แดกแด…

By OrdinaryRue

181K 16.8K 3.3K

๐˜๐—ต๐—ฒ ๐˜„๐—ฎ๐—น๐—ธ๐—ถ๐—ป๐—ด ๐—ฑ๐—ฒ๐—ฎ๐—ฑ ๐—ณ๐—ฎ๐—ป๐—ณ๐—ถ๐—ฐ๐˜๐—ถ๐—ผ๐—ป [TERMINADA] Riley apenas puede soportar su propia mente... More

Inicio
chapter I
chapter II
chapter III
chapter IV
chapter V
chapter VI
chapter VII
chapter IX
chapter X
chapter XI
chapter XII
chapter XIII
chapter XIV
chapter XV
chapter XVI
chapter XVII
chapter XVIII
chapter XIX
chapter XX
chapter XXI
chapter XXII
chapter XXIII
chapter XXIV
chapter XXV
chapter XXVI
chapter XXVII
chapter XXVIII
chapter XXIX
chapter XXX
chapter XXXI
chapter XXXII
chapter XXXIII
chapter XXXIV
chapter XXXV
chapter XXXVI
chapter XXXVII
chapter XXXVIII
chapter XXXIX
chapter XL
chapter XLI
chapter XLII
chapter XLIII
chapter XLIV
chapter XLV
chapter XLVI
chapter XLVII
chapter XLVIII
chapter XLIX
chapter L
chapter LI
chapter LII
chapter LIII
chapter LIV
chapter LV
chapter LVI
chapter LVII
chapter LVIII
chapter LIX
chapter LX
chapter LXI +18
chapter LXII
chapter LXIII +18
chapter LXIV
chapter LXV
chapter LXVI
chapter LXVII
chapter LXVIII
chapter LXIX
chapter LXX
the end?
epilogue I
epilogue II

chapter VIII

3.3K 339 27
By OrdinaryRue

Estaba ahí, simplemente subida al árbol, contemplando con el ceño fruncido la escena que se desarrollaba bajo mis pies.

— ¿Dónde está tu grupo? —preguntó por tercera vez sosteniendo de la camisa al anciano.

Este negó, como había hecho las anteriores veces que se le había preguntado lo mismo. Lo más probable es que los prisioneros fueran marido y mujer, y por las miradas que se daban, estaba casi segura de ello. Tenían la angustia brotando en sus ojos como lágrimas, pero a su vez, se contemplaban con un amor profundo.

¿Voy a arriesgar mi culo por esos dos?

Suspiré, manteniéndome atenta a lo que ocurría. 

No son mi problema.

Esos dos viejos no son tu jodido problema, Riley.

Cuando la pregunta fue formulada una cuarta vez, ambos volvieron a negar estar en un grupo. Y yo los habría creído, al igual que los atacantes, de no ser porque era imposible. Era jodidamente absurdo que, dos personas de tan avanzada edad, pudieran sobrevivir solas. No podían huir de una horda, y por el aspecto del hombre, él ni siquiera lograría caminar más de medio día. Se le notaba enfermo.

Un golpe cayó directamente en la mandíbula de la mujer, después, una patada en el abdomen de su esposo. La violencia creció a medida que la pregunta seguía sin ser respondida, no al menos con lo que se juzgaba verdad. 

Puede que no mientan. ¿Y si... y si están diciendo la verdad?

Exhalé todo el aire de mis pulmones, daba igual si era verdad o mentira, pronto los matarían a golpes. Experimenté la característica ira subirme desde la punta de los dedos, con cada sacudida y gemido de dolor de la pareja. Cuando una pistola encañonó a la mujer, justo en su sien, el hombre rompió en llanto. Pude alcanzar a ver como su pareja murmuraba un te quiero, lo que me hizo rememorar viejas heridas. Se me quebró la paciencia, una que ni siquiera habría de tener por personas tan repugnantes. 

Deslicé mi machete fuera de su funda y, gateando como pude entre las ramas, me coloqué justo encima de uno los hombres. La hoja partió su cráneo cuando salté sobre su espalda, y antes de que el otro, el cual sostenía la pistola aún hacia la mujer, decidiera convertirme en un colador, lancé el machete incrustándolo en su abdomen. Faltaba uno.

Corrí, viendo como el último desenfundaba su arma, hasta el cuerpo que acababa de caer contra la tierra. De su estómago desencajé el machete cuando una bala pasó cerca de mi cabeza. No pudo apretar el gatillo por segunda vez cuando mi hoja seccionó su garganta. Y de nuevo, como cuando salvé a la pareja de la gasolinera, la sangre me cayó a chorretones por las mejillas.

Me encontré extrañamente tranquila, con el pulso estable. Sin duda, mucho más serena que hacía unos minutos tras mi pesadilla. 

Estoy jodidamente rota de la cabeza. Los he matado, acabo de matar a unos hombres y... ni siquiera sé si eran hombres de Negan. Joder, acabo de romper mi regla.

El agónico llanto masculino me puso los pies nuevamente en la realidad. Estaba frente a mí, así que me acerqué con cautela, esperando una respuesta por lo que acababa de hacer. Los había salvado, sin embargo, permanecí atenta. Imaginaba recibir una mirada llena de horror por parte de ambos, pero fue distinto, completamente distinto a lo que esperaba. El hombre estaba estático, con los ojos fijos a su derecha. Seguí el rumbo de su mirada vacía de toda emoción, encontrando finalmente el cuerpo de la mujer en el suelo. No respiraba.

¿¡Cómo?! ¿Cuándo cojones ha pasado esto?

Me tambaleé por el desconcierto.

No lo entiendo. He sido rápida, he sido muy rápida... Los he matado, no ha dado tiempo, no, no entiendo.

El viejo se levantó hasta volver a caer de rodillas frente a su mujer, y ahora, con los ojos inundados, me miró regalándome una mueca como intento de sonrisa. Por inercia me puse a su lado, enterrando mis manos en la tierra. Estaba cabreada, muy cabreada con todo. Sentí como apretaba con suavidad mi hombro, en un gesto que buscaba ser reconfortante. Miré al viejo con horror y desconcierto.

¿Por qué me calmas a mí? ¡Tu mujer acaba de morir! Y yo... yo no hice nada, deberías odiarme. 

Cuando su mano abandonó mi hombro y se deslizó hasta el abdomen de la mujer, levantando su camiseta en el proceso, fue cuando lo entendí. Un enorme mordisco debajo de sus costillas, era muy profundo y la sangre resbalaba de entre las hendiduras de las marcas de dientes.

— Que putada... —susurré inconscientemente. 

¡QUÉ JODIDA PUTADA!

Salté como un resorte producto de la rabia, sin saber incluso por qué tenía tanta almacenada en mi pecho. Solo necesitaba golpear algo, y lo primero que cruzó mi campo de visión fue uno de los hombres. Acabé con la distancia que nos separaba en dos largas zancadas, y antes de ser capaz de razonar, ya tenía mi cuchillo entrando y saliendo de su cabeza.

Todo es un asco. Uno intenta ser bueno y viene el puto mundo y...

Una mano agarró mi hombro con fuerza, por puro instinto de supervivencia puse el cuchillo sobre el cuello de quien me estaba molestando.  

— Tranquila, hija. 

Arrugué la nariz ante lo último, pero su dulce y algo quebrada voz, consiguió filtrarse entre toda mi rabia. Enfundé el arma en mi cintura y me levanté como si nada. Mi atención se puso sobre la mujer, que pronto se convertiría en una más del ejército de los muertos. Cosa que no iba a permitir, por lo que me acerqué hasta ella, y mis intenciones tuvieron que ser obvias porque su marido volvió a detenerme, esta vez, hablando.

— Tengo que hacerlo yo. —dijo.

Me tomé el tiempo de analizarlo de pies a cabeza, ahora con la luz del amanecer colándose en el bosque. Era bajito, débil a simple vista. Con pelo corto y canoso, una enorme barba y sucias gafas bajo unos ojos ojerosos y verdes.

Se arrodilló frente a su mujer, sus manos temblaban mientras de la cintura de ella sacaba un pequeño cuchillo con restos de sangre. Tenía el mango rodeado por una llamativa cinta adhesiva naranja.

— Grace... —jadeó depositando un beso en su sien— Te quiero. —acto seguido hundió la hoja en su nuca.

Ahogó el llanto bajo sus manos cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer. Las lágrimas surcaban sus mejillas, caían con mucha rapidez...

— ¿Era tu mujer?

No seas gilipollas Riley, mejor cállate.

Tragó en grueso, y tras varios intentos por formular alguna palabra, terminó desistiendo y asintió.

Me mantuve tras él, simplemente deseando transmitir con mi presencia algo de apoyo, algo que pudiera reducir el dolor de su perdida. No supe si lo estaba consiguiendo o no. Cuando el sol impactó en mi cara, fue cuando caí en que esta estaba bañada de sangre. Me limpié con el borde de la camisa. 

Carraspeé incómoda. ¿Cuánto tiempo llevábamos ahí, en silencio los dos?

— Bueno... —apreté mis labios, inquieta. Debería callarme— ¿Y... —que alguien me calle joder— ... dónde está tu grupo?

Cerré los ojos, odiándome por unos instantes. Deseaba irme, toda la situación estaba siendo incómoda para mí. No sabía como actuar en un momento así, quería ayudarlo, pero también quería volver a estar sola.

Separó sus ojos del cuerpo de su mujer. Se me estrujó el corazón al ver que aún seguía llorando, y se veía que quería parar sus lágrimas, pero estas no le hacían el más mínimo caso. Estaba devastado, y aun así, me respondió negando con la cabeza.

No puedo creer que no tenga grupo.

— Ella... —añadió como si supiera de mis pensamientos— Mi Grace, mataba a esas cosas. —llevó sus dedos a la alianza en una de sus manos— Yo solo la seguía, ella es... —se detuvo.

Todo su mundo aparentaba haber caído a sus pies, destrozándole.

— Fue una mujer fuerte. —completé por él, a lo que asintió.

Ambos estamos solos ahora, viejo.

Puse una mueca cuando se alzó para dejar una mano sobre mi hombro, ya era la tercera vez que hacía eso.

— Gracias. —soltó exhausto, con su rostro perlado por el sudor y las lágrimas— Gracias, hija. —¿Hija? Intensifiqué mi mueca y no respondí. Él sonrió con pena y cariño a su vez— Por salvarme. —asentí— Por intentar salvarla a ella.

Lo último me tensó de pies a cabeza, y por su expresión supe que lo había notado, por lo que me hice a un lado ignorando lo ocurrido.

— La enterraré. —sentencié dándole la espalda.

No tengo que poner sobre mis hombros las vidas de otros. No son mi problema no... no puedo salvar a todos. 

Después de un par de horas conseguí cavar un hoyo, lo suficientemente grande para poder enterrar a Grace. Y aunque su marido intentó ayudarme, me negué. Le temblaban las manos, y caminaba arrastrando sus pies como si fuera a desmayarse en cualquier instante. Estaba sufriendo, todo lo que yo podía hacer era aliviarle la pena, aunque no supiera bien como. 

Sostuve sus piernas mientras él la aferraba de los brazos, y juntos, con las pocas fuerzas que nos restaban, la metimos en donde sería su sepultura. El gran montículo de tierra a un lado fue menguando a medida que dejaba caer la tierra sobre el cuerpo de Grace. Todavía se alcanzaba a ver su rostro cuando su marido rompió el silencio en un carraspeo nervioso.

— Gracias por todos estos años junto a mí, Grace. —jugueteó con sus manos a medida que las lágrimas volvían a empaparle el rostro— Yo no estaría aquí sin ti, incluso antes de todo esto. Mi amor... —lloró cubriendo sus ojos— Me salvaste tantas veces. —su voz se rompió y fui yo esta vez quien puso una mano sobre su hombro, él la aceptó, poniendo la suya encima y dando un suave apretón— Pero sobre todo, cariño, te debo a ti y a Dios este nuevo regalo.  —alcé una ceja cuando me miró de reojo— Gracias por poner en mi camino este ángel. —y para mi asombro, sonrió, aún llorando mantuvo una sonrisa que emanaba esperanza y amor.

Causó que mi corazón ardiera y, con dificultad, tuviera que retener unas molestas lágrimas que intentaban escaparse de mis ojos. 

Estuvimos los dos, en un silencio absoluto, durante largos minutos allí quietos, frente a la tumba de Grace. Sin embargo, a diferencia de antes, no fue incómodo.

Noté como en mi pecho brotaba un sentimiento de protección, algo que no quería y llevaba meses sin sentir por nadie. Era más fácil mantenerse vivo, si solo debías preocuparte por ti. Una vez dejabas entrar a alguien, era muy difícil sacarlo, y muy arriesgado mantenerlo. Porque, siempre, uno de los dos terminaría por morir.

Yo hubiera muerto por ti, hermano. Te echo tanto de menos...

— De acuerdo. —suspiré sin ganas— Nos vamos.

Él se giró de inmediato, atónito ante lo que estaba oyendo.

— ¿Vamos? —repitió sin creerlo— ¿Juntos? 

— Sí. —respondí obvia. Me señalé primero y después a él, solté un gruñido— Tú y yo, y no me hagas arrepentirme, viejo. 

Entonces, las comisuras de sus labios se estiraron en una sonrisa resplandeciente. 

¿Por Dios, es que este hombre no deja de sonreír nunca? 

Negué con la cabeza, poniendo los ojos en blanco en el proceso. 

Me recuerda a Jesús. Él siempre sonreía...

Cuando vi los ojos azules de mi hermano en mis recuerdos, sonreí yo también.

— Andando. —soltó dejando a un lado el tono de voz taciturno— Haremos un buen equipo, hija. —apoyó su mano en mi hombro.

Bufé.

Espero no arrepentirme de esto.

━ quise buscar un faceclaim para el ancianito

pero no encontré nada :( acepto sugerencias 

Gracias por leer y no olvides votar ♡ ━

Continue Reading

You'll Also Like

214K 12.2K 20
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ยฟQuรฉ suce...
34.8K 4.2K 20
๐ฆ๐ฒ ๐ช๐ฎ๐ž๐ž๐ง: ๐—ก๐—ข ๐— ๐—”๐—ง๐—ง๐—˜๐—ฅ ๐—ช๐—›๐—”๐—ง โ”€โ”€ ๐“›๐”‚๐“ป๐“ช ๐“‘๐“ป๐“ธ๐”€๐“ท (แตƒ สฒแตƒแถœแต หขแต–แตƒสณสณแต’สท แถ แตƒโฟแถ โฑแถœแต—โฑแต’โฟ) โ”€โ”€โ”€โ”€ โˆ— โ‹…โ—ˆโ‹… โˆ— โ”€โ”€โ”€โ”€ -Jack Sparrow -susurrรณ Lyra con una...
204K 17.5K 36
|๐€๐‘๐“๐ˆ๐’๐“๐’ ๐‹๐Ž๐•๐„| ยซEl amor es el arte de crear por la sensaciรณn misma, sin esperar nada a cambio,mรกs allรก del placer mismo del acto creativo...
61.5K 5.1K 33
Todo en la vida tiene un lรญmite. Lisa solo queria que su novia se quedara a su lado y dejara de salir con todas esas amigas que tenia. AU Blackpink...