Este es un libro que voy a traducir para ustedes, yo NO soy la autora. Todos los derechos a @thefreakoffreaks. Por si te lo preguntas... @thefreakoffreaks me dio permiso como la única traductora de su obra el día 21/02/2014
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Capitulo 25.
LEA'S POV.
Esto es más difícil de lo que pensé.
Y aquí me encuentro, sentada en silencio vulnerablemente, con los brazos cruzados sobre mi regazo, mi mirada se encuentra fija en la mesa de color caoba que hay enfrente de mí, no quiero levantar la mirada, porque temo ver a River directamente a los ojos.
Ah... ¿Olvide mencionarlo? River está sentado justo enfrente de mí, lo que para nada ayuda. Como sabrás, mi familia y yo nos mudamos a la casa de los Parker, y como no hemos tenido una cena en donde estemos todos (solo desayunamos todos juntos, lo hacemos súper rápido y casi no conversamos) y esa es la razón por la que me encuentro aquí sentada. Juro que no me atrevo siquiera a tocar la mesa, siento que en cualquier momento se puede romper debido a que estamos todos.
Oh... y por mí ya conocida torpeza.
Siento un codazo, y se que la que me lo dio fue Marissa. Quiero fulminarla con la mirada, pero al mirar hacia arriba lo primero que veo son los ojos de River. Después de unos cuantos segundos en los que quede paralizada (Dios ayúdame) volteo y miro a Marissa, quien se encuentra sentada a la derecha de Ky. Ella asiente hacia Malcolm con los ojos muy abiertos, como si tratara de decirme algo.
- Entonces Lea, ¿tú que piensas?- Malcolm pregunta.
- ¿Sobre que?- Le pregunto, ajena al hecho de que él ha estado tratando de llamar mi atención desde hace un par de minutos.
Deja escapar una pequeña risa, antes de preguntar lo mismo otra vez. - ¿Qué piensas de tu habitación?- Él sonríe, apoyando sus manos entrelazadas sobre la mesa que esta adornada con un centro de mesa color blanco con algunos toques de oro.
- Uh, es muy hermosa... - Le digo sinceramente.
Y por alguna razón, todos piensan que lo que he dicho es gracioso. Echo un vistazo alrededor de la mesa, tratando de esquivar la mirada de River. Todos continúan sonriendo.
Entonces, ¿Por qué me siento como la mierda?
Ah, si, por supuesto, ¿Cómo lo pude olvidar? River es un gilipollas.
Y hablando de, Malcolm lo menciona, provocando que mi sangre hierva. - ¿River te trata bien?- Malcolm sonríe aún más al preguntarme eso.
Mis ojos se enfocan en Malcolm antes de mirar a River, cuyos ojos estaban viéndome, anhelando una respuesta.
- Sí, él lo hace.- Forzó una sonrisa en mi cara mientras respondo a la inesperada y no deseada pregunta hecha por Malcolm.
Inhalo y bajo la mirada, poniendo mis manos sobre mi regazo, tratando de ocultar el ligero rubor que se esparce en mis mejillas, espero y nadie lo haya notado.
Sí, él me trata muy bien.
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La cena estuvo tranquila, sin embargo, mientras que mi padre hablaba con Malcolm, nosotros los ''niños'' nos quedamos callados dejando a los adultos hablar a gusto. Definitivamente no quiero participar en una plática de política, y creo que el resto piensa lo mismo.
Brenda hizo para la cena el mejor pollo asado que he probado en toda mi vida, y tengo que admitir, que su deliciosa comida casera me hizo sentir mejor.
Jaja, culo gordo.
Después de que todos terminaran de comer, Marissa y yo nos ofrecimos a lavar los platos. Así que, aquí me encuentro tratando de caminar equilibradamente con los platos más caros que he cargado en mi vida, y así sigo caminando hasta llegar a las puertas del pasillo.
Le ruego a Dios por que estos platos no se me caigan ni llegue a tirar las sobras de los platos en el suelo, porque si eso llega a pasar, me querré arrancar el cabello. Una vez que ya estoy dentro de la cocina, me apresuro y dejo todo en la isla de la cocina.
Satisfecha por no haber quebrado ningún plato, me dirijo a Marissa, que justamente viene entrando.
- Marissa, ¿tienes idea alguna de donde es que esta el lavavajillas?- Pregunto.
Bueno... no es lo que me esperaba encontrar. Solo puedo decir que unos ojos color chocolate me miran penetrantes, y que en las manos del dueño de esos ojos hay dos platos sucios. Cierro la boca al ver a River acercándose hacia mí, giro sobre mis talones y quedo frente a la isla de la cocina.
Mierda, mierda, mierda. Marissa, es mejor que te des prisa porque sé que no seré capaz de hablar con él sin soltar ninguna lágrima o gritar, tal vez y me llegue a desmayar. No se... Todo puede pasar.
- El lavavajillas.- Él responde mi pregunta que era dirigida para Marissa. River camina y deja los platos en la isla, acercándose demasiado. Después se gira y rodea la isla para caminar por enfrente de algunos armarios, al caminar deja su aroma por la cocina y mi nariz se las arregla para aspirar todo el aroma, así como un perro con la heroína, - Es aquí.- Dice y abre un armario dejando a la vista el lavavajillas.
Me aclaro la garganta y trato de no mirarlo - Gracias.- Le digo débilmente.
Paso la legua por mis labios y cojo un par de platos, los tomo cuidadosamente y me encamino hacia el al lavavajillas. Cuando estoy casi llegando, River abre las puertas y coloco cuidadosamente los platos. Luego, retrocede hasta la isla y toma el resto de los platos, para volver a caminar hacia mí. Con cuidado, se agacha y coloca todos los platos dentro del lavavajillas.
Una vez que ha terminado, se levanta y me mira. Y gracias a que desde que el retrocedió no pude dejar de mirarlo, el atrapa mi mirada de inmediato.
¿Cómo puede alguien como River ser tan atractivo? ¿Y por qué alguien como él me tiene que gustar?
Perdida en mis propios pensamientos, me sorprendo cuando el dice mi nombre en voz baja, literalmente, puedo sentir las vibraciones que hace su manzana de Adán (el hueso que tienen los hombres en el cuello, es como una bola).
- Lea.- Él dice.
Me concentro en él, escapando de mis pensamientos - ¿Qué?- Respondo no tan duramente, como me habría gustado responderle borde y fríamente.
- Creo que tenemos que hablar.-
- ¿Acerca de qué?-
- Acerca de... nosotros.-
- ¿Qué hay de nosotros?-
- ¿Estás hablando en serio, Lea?- Él resopla, exasperado.
- ¿Qué? ¿Qué es exactamente lo que quieres que diga? Nos besamos, si, gran cosa. Como sea, me da igual. Eso no debió de haber pasado, debemos olvidarlo, hacer como si eso nunca hubiera pasado.- Le digo, estoy tratando lo mejor que puedo para que él no se dé cuenta de lo que en verdad pienso respecto al beso.
El beso fue una de las malditas mejores cosas que he hecho en mi vida, pero también es lo peor que pudo haber pasado. Pero yo sé que ese beso no significó nada para él, así que, ¿cuál es el punto?
- ¿Por qué tiene que ser tan perra a veces?-
- ¿Yo? ¿Una perra? ¿Acaso estas fuera de tu jodida mente, River?- Le respondo muy cabreada, antes de tratar de pasar por delante de él. Sin embargo, como el gran idiota que es, bloquea mi camino al extender su brazo y tomarme de la cintura.
Mi corazón aumenta su ritmo.
Tira suavemente de mí y me empuja contra el borde de la isla de la cocina, así quedamos de frente. Y como si ahorita no me encontrara sufriendo un ataque cardiaco (resultado de un simple toque) el da un paso hacia adelante y cierra la distancia que hay entre nosotros con su cuerpo. Mi espalda baja choca contra el borde de la isla mientras que River me sostiene con suma delicadeza.
Sin calor alguno, el ritmo de mi respiración disminuye cuando lo miro a los ojos. No lo sé, había algo en sus ojos que me hizo sentir como si no hubiera nadie en la puerta derecha de la cocina.
Mierda, hay gente en la puerta derecha de la cocina.
Mierda, ellos nos están mirando.
Mierda.
Avergonzada y con las mejillas sonrojadas, le di un codazo a River en su pecho-piedra. El dio un paso atrás, aun sin darse cuenta de que Brenda, mi madre, y Marissa estaban de pie en la puerta. Lo mire y apunte con la mirada hacia a puerta como una loca, hasta que finalmente él entendió mi mensaje y giro la cabeza en dirección a la amplia puerta.
Sorprendido, y tal vez un poco avergonzado, abrió sus ojos más de lo normal. Miro su perfecto rostro (esto es para los padres biológicos de River: Hicieron muy bien su trabajo, él es guapísimo) y después me giro para ver los otros tres rostros desencajados que destacan en la cocina. Juro que podrían ser confundidas con estatuas.
Marissa parece estar diciendo una y otra vez ''Oh mi Dios'' mientras nos mira a River y a mí. Mi madre... bueno, ella solo nos mira como si hubiese visto un fantasma. Supongo que la expresión de su rostro se debe a que ella jamás pensó que yo sería capaz de estar en esta posición con alguien como River.
Lo que dije acerca de que no tenía contacto físico con hombres era cierto, no bromearía con algo así.
River pone una mano sobre su boca y tose suavemente, mira al suelo, no es capaz de ver a su madre a los ojos. Su madre nos ve con una emoción exagerada. Las comisuras de sus labios se encuentran extendidas, formando una dulce sonrisa y en los bordes de sus ojos se marcan unas pequeñas arrugas.
¿Acaso me estoy perdiendo de algo? ¿Brenda Parker sonríe así debido a la comprometedora posición en la que nos encontraron? Pues, casi... nos besamos.
¿Y ella está de acuerdo con eso? ¿Eh?
- Uhm... creo que deberíamos de volver más tarde.- Brenda rompe el incómodo silencio. – Ustedes pueden tomarse el tiempo que quieran para... limpiar.- Ella termina de hablar y empuja a mi madre y a Marissa fuera de la cocina, cerrando la puerta detrás de ella.
Mi mandíbula, literalmente, no puede abrirse más.
La madre de River solo nos dijo 'go-go' (vamos-vamos) antes de salir. Oh mi Dios.
Mis ojos se abren exageradamente y levanto la mirada para ver a River, que se encuentra igual o peor que yo. ¿Es enserio es de que Brenda quiere que River y yo... uhm...?
No, eso no puede ser cierto.
Sin embargo, River y yo estamos igual de sorprendidos y sabemos lo que acaba de pasar.
River pasa la legua sobre sus labios, lubricándolos antes de tragar. Me mira y comienza a hablar.
- ¿Vas a escucharme?- Él me pregunta sin rodeos, muy fuerte y claro.
Suspiro y trago nerviosamente, - Sí.-
- ¿Y tu mente estará abierta para escuchar todo lo que diga?-
- Vamos, habla ya.- Digo, ignorando su pregunta
Él ser humano demasiado guapo para su propio bien que hay frente a mí, inhala profundamente y exhala varias veces antes de comenzar a hablar, cierra sus ojos al hacerlo. Siento mucha excitación en este momento. Abre la boca, listo para comenzar a hablar.
Pero no pasa nada, seguimos en silencio por unos cuantos minutos.
- Yo...- Dice sin perder el contacto visual conmigo.
- River, ¿tú que?-
- Mira...- Respira y tira de su cabello con sus manos. Su mirada abandona la mía por un segundo para posarse en el suelo, después me mira nuevamente.
- Lea, no sé si esto es raro, loco o como quieras llamarlo, pero para ser honesto, esto me ha estado molestando desde que te mudaste. No se por qué, pero el viernes yo quería llevarte a la escuela y si, sé que fui un idiota, pero yo quería caminar contigo hasta las puertas de la escuela. Y quería asegurarme de que no fueras a la fiesta de Nick, porque bueno, yo sé cómo es él y sé que no es bueno para ti, tú no te mereces a alguien como Nick.- Termina de decir e inhala, y yo quiero colapsar. Ahora mismo.
- Te lleve a mi cabaña, y te lleve a ver a Emily porque confió en ti. Y lo que me molesta y es lo peor de todo es que no sé por qué.- Una vez más, pasa su mano por su sedoso pelo y creo que ya olvide como respirar, y se que en estos momentos mi sonrojo es evidente e incluso divertido.
- Yo te bese... porque quería hacerlo. Eres diferente Lea, y he descubierto que eres la única chica que no ha dormido con toda la escuela, y confía en mí, yo respeto eso. Lo que quiero decir es que no te bese con la intención de acostarme contigo, no te use. Yo te bese porque necesitaba hacerlo.- Dice y suspira al decir la última palabra, y es ahí cuando me doy cuenta de que está muy cerca de mí, cada palabra que decía era un centímetro que el avanzaba hacia mí, acercando sus tentadores y carnosos labios.
- Y mira Lea, yo soy River Parker; puedo conseguir a la chica que quiera, y tú lo sabes.- Él dice de una forma muy engreída y egocéntrica. – Tú y yo sabemos que cualquier chica desearía estar en tu lugar en este momento.- Él sonríe, sabiendo que lo dicho, es absolutamente cierto.
- Pero, tu no eres como todas esas chicas.- Él se ríe al decir aquello, incrédulo del hecho. –Y eso es lo que no entiendo.- Suspira y deja de verme a los ojos.
- Pero eso es bueno, eso está bien. Yo respeto eso de que no seas como las otras chicas.- Dice.
Creo que moriré.
- Y por eso me gustas, Lea.-
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Hola:)))
Primero que nada les quiero agradecer por leer MPAI y por apoyarme en esto, otra cosa... YA PASAMOS LOS 12.4M de lecturas!! MUCHÍSIMAS GRACIAS!! :)))
DianaIssabel