-¿Qué? -preguntó Miyeon retrocediendo de mí hasta topar con un casillero.
Lo había arruinado, era todo, ella había escuchado perfectamente, estaba totalmente jodido.
-Yo... Miyeon, tienes que calmarte un poco y...
-¿Acabas de decir que tú eres Mina? ¿Que clase de broma enferma es esta? -preguntó con el visible enojo en sus ojos, que estaban acompañados de lagrimas que amenazaban con salir.
-No dije eso -dije y ella negó riendo sarcásticamente.
-¡Eres un maldito enfermo! -escupió y salió corriendo por el pasillo a toda velocidad, iba a salir tras ella pero era muy tarde; lo había arruinado.
-
-¿¡Que hiciste qué!? -me gritaba Nayeon totalmente enojada, a su lado estaba Jihyo negando con la cabeza baja.
Estábamos en casa de Jihyo, después de lo que había pasado con Miyeon les había dicho a ambas que si podíamos hablar ahí para contarles lo que había sucedido.
-En verdad lo siento, ella gritaba un sin fin de cosas y yo...yo no supe lo que dije -jale levemente mi cabello en señal de frustración.
-Sabes lo que esto significa, ¿no es así? -se calmó un poco para hacerme la pregunta.
-Sé perfectamente lo que significa, pero debe de haber otra forma, podríamos explicarle a Namjoon que ella no parecía creerme y...
-No puedo creer que lo hicieras, esto es... ¡eres un idiota! -gritó de nuevo haciendo que Jihyo levantara su cabeza, ya que Nayeon nunca gritaba para nada.
-Calmémonos un poco, ¿de acuerdo? Mi mamá está abajo y puede escuchar todo esto -Jihyo se levantó de su cama para llamar nuestra atención- ¿Qué vamos a hacer? No puedes volver ahí, no ahora que Chaeyoung está mostrando interés en ti.
-Tenemos un día antes de que Namjoon tome las medidas correspondientes, puedes despedirte hoy en la fiesta -Nayeon se mostraba aún más decepcionada que yo, y con más razón, ella perdería sus alas para siempre.
-Tú puedes hablar con él, tú eres mi ángel guardián...
-Tenía que cuidarte, Minari, cuidarte de esas cosas, de que no metieras la pata, no soy un padrino mágico que se va cuando tú dices algo, nos vamos los dos -se dejó caer en la cama ruidosamente
-No puedo creerlo, realmente jodí todo, ¿no es así? -les pregunte a ambas
-No puedes irte Mina, te volví a tener y ahora te voy a volver a perder una vez más, no es justo -decía Jihyo apartando de sus ojos las pequeñas lágrimas que salían.
-No quise que esto pasara, estoy muy arrepentido, no sé... no sé qué hacer, tenía de nuevo a mi familia, a mis amigos -estaba conteniéndome de ponerme a llorar- A esta altura de seguro Miyeon ya le dijo todo a mis padres y a Chris.
-Vas a ir a tu casa, vas a pretender que no sabes nada, te cambiaras para la fiesta de hoy, y ahí te despedirás de todos, incluso de Chaeyoung... yo haré lo mismo.
-No puedo pasar por lo mismo de nuevo Nayeon, yo... solo no puedo... -Jihyo ya era un mar de lagrimas a este punto.
-Jihyo, en verdad lo siento -me levante de donde estaba sentado para ir a abrazarla pero ella se apartó rápidamente.
-No me abraces de nuevo si vas a volver a irte, no lo soportaría -con la manga de su blusa limpiaba las lágrimas que salían cada vez más rápido.
-No fue mi intención y bien lo sabes -le respondí ya sin vergüenza alguna de que me viesen llorar.
-De nada sirve disculparse, Minho, lo hecho, hecho está -decía Nayeon ya más calmada, asimilando un poco la situación.
-Si te vas a despedir de Chaeyoung, puedes decirle quién eres, ¿no es así? -preguntó Jihyo y mire rápidamente a Nayeon esperando que ella contestase.
-Seria muy arriesgado, nos pueden castigar aún peor en el cielo, será mejor que dejemos todo así -contestó.
-Deberíamos irnos y prepararnos para esta noche -les dije a ambas levantándome de donde estaba, secando mis lagrimas con la palma de mi mano- Espero verte ahí, Jihyo -le dije pero ella asintió sin mirarme.
-Conocemos la salida, no te levantes -Y salimos de su habitación al igual que de su casa.
-
Namjoon
Lo había hecho.
Lo había dicho.
Caminaba por el jardín viendo a Momo jugar con algunos niños en la fuente, ella no parecía darse cuenta de todo lo que estaba pasando en la tierra ahora mismo, ¿tenía que decirle?
La única que quería a Mina en el cielo era ella, ya que El Jefe no parecía tomarle importancia, siempre y cuando ella mantuviera su boca cerrada, cosa que no hizo. La decisión estaba en mi, a menos que Momo se enterara que Mina lo había confesado.
Había dos cosas;
Si la dejaba en la tierra, todos se darían cuenta de lo que pasaba aquí arriba, a menos que Mina pueda llegar a un acuerdo con su hermana, un acuerdo de silencio.
Si eso pasaba, podía dejarla ahí, y nadie tendría que enterarse de nada.
Y si la traía de vuelta al cielo, ella pasaría toda su eternidad arrepintiéndose por su error, sin contar que Nayeon perdería sus alas para siempre y se le quitaría el título de Angel, sin oportunidad de convertirse algún día en Arcángel.
¿Que debía hacer?
Minho tenía la oportunidad de hablar de nuevo con Miyeon y llegar a un acuerdo que no ponga en riesgo las creencias del cielo y el reino de los cielos. Esperaba que él fuese un poco más listo y se pueda dar cuenta del poder que tenía en sus manos.
No había hablado con Nayeon, podía aconsejarla sobre qué hacer pero, ella no daba ni sus luces por aquí desde que dejamos que los mortales la vieran.
Por qué para ser sinceros, no podía pensar en otra persona que mereciera más vivir que Im Nayeon, y Myoui Mina, incluso si no era a la manera que ellas quisieran.
-
Miyeon
¿Quién se creía ese tipo? ¿Qué clase de enfermo era?
No había querido salir de mi cuarto desde que llegue de la escuela, mi mente parecía una laguna.
Él tenía todos los rasgos físicos de Mina, sus ojos, sus cejas, la pequeña cicatriz en la ceja, incluso su voz era parecida.
A simple vista no te darías cuenta si él fuese ella, pero cuando lo piensas, tiene todo para serlo.
Tome una de las fotos que tenía con Mina en mi tocador y me dediqué a mirarla por un buen rato.
-Dame una maldita señal, Dios, ¿por qué no puedes descansar en paz? -le hablaba a la foto como si ella fuese a responderme.
Escuche que tocaban la puerta y me levante de la cama rápidamente secando mis lagrimas.
-Hija, la cena ya está... -paro de hablar al verme con los ojos rojos- ¿estás bien? -negué con la cabeza empezando a llorar de nuevo- ¿Qué es lo que pasa, amor?
-Mamá... -me aclare la garganta- ¿Crees que Mina siga entre nosotros? -le pregunte entre lágrimas haciendo que ella fuese a sentarse junto a mí en mi cama.
-Por supuesto hija, Mina siempre va a estar con nosotros, cuidándonos -me acarició la cabeza dándome un beso en la frente- ¿por qué lo preguntas?
-No lo sé, a veces siento como si ella nunca se hubiese ido y la voy a ver en su habitación leyendo, como siempre.
-Siempre va a estar contigo, mi amor; solo que tú no la puedes ver.
-En realidad tengo algo que contarte...
-
Minho
Nayeon y yo estábamos demasiado asustados como para ir a casa para vestirnos para la fiesta, así que compramos ropa con la tarjeta de crédito que me habían dado desde el principio.
Habíamos pasado por Chaeyoung , Jihyo y Dahyun, el silencio en el coche era bastante incomodo, ya que ninguno de nosotros hablaba. Quería salir de ahí corriendo.
-¿Por qué no ponemos algo de música? Vamos a una fiesta, no a un funeral -dijo Chaeyoung encendiendo el estéreo del coche, para mí suerte la primera canción que había salido parecía salida de una película de terror.
-Es verdad chicos, ¿qué les pasa? Vienen muy callados -decía Dahyun que venía en el asiento de atrás junto con Jihyo y Nayeon.
-Es solo que estamos guardando energías para la fiesta, como tú dices -Nayeon dijo mirándome por el retrovisor.
-¿Van a beber? -les pregunto Chaeyoung a las chicas.
-Por supuesto, esta vez lo necesito -decía Jihyo sin mirar a un punto en específico.
-Es a lo que venimos, Chae, una fiesta sin alcohol no es fiesta.
-¿Saben? Escuche que estará ahí el chico nuevo de primer grado, todas están muriendo por él - Dahyun trataba de sacar platica
-¿Chico nuevo? ¿Por qué no he escuchado nada de él? -preguntaba Jihyo con un tono de voz ofendido.
-No te preocupes, casi nadie sabe nada de él, es un poco misterioso, según dicen, está repitiendo la preparatoria después de años, tiene casi 23 o algo así -seguían hablando mientras yo las veía por el retrovisor perdido en mis propios pensamientos
-¿Y cómo es su nombre? -preguntó Chaeyoung.
-Kyungsoo. Do Kyungsoo.
-
Chaeyoung.
Era el día. Hoy haría lo posible para poder hacer que Minho me besara o me invitara a salir de nuevo.
Había decidido que tenía que continuar con mi vida, no podía seguir de la manera en la que estaba, incluso Tzuyu lo había dicho; "ella te está cuidando", refiriéndose a Mina.
Por eso, esta noche, era la noche y tenía varias expectativas junto con eso.
Llegamos a la casa donde sería la fiesta, la gran parte de toda la cuadra estaba repleta de coches estacionados, gente que ya estaba ahí junto con sus vasos y sus amigos; la noche prometía mucho.
Me sostuve del brazo de Minho y entramos, junto con Dahyun, Jihyo y Nayeon, a estas dos ultimas las notaba más extrañas de lo acostumbrado, se veían incluso incómodas.
-¿Quieren quitar sus caras de aguafiestas? -les dije a mis dos amigas que solo miraban a un punto sin específico.
-Solo sé que necesitamos un trago -dijo Jihyo yendo a la cocina a empezar a preparar las bebidas. Había todo tipo de botellas ahí, Jackson nunca decepcionaba en cuanto al alcohol.
-No creo que deba de tomar hoy -Nayeon miraba para todos lados como si estuviera buscando algo o alguien.
-Oh, vamos, en nuestra pijamada parecía no importante si tomabas o no -le decía Dahyun a la más bajita.
-Esta vez es diferente -agacho la mirada mirando sus pies- No creo que quiera estar aquí.
-¿Estás bien? -le preguntó Minho preocupado, pero yo no entendía nada- ¿quieres que nos vayamos? No creo que a las demás les importe -me miró a mí y a las demás, estaba rogando internamente para que Nayeon decidiera quedarse.
-No, no, no hace falta, chicos, es solo que... -le dio una mirada cómplice a Minho, y él asintió.
-No entiendo nada, ¿qué pasa? Te veías muy convencida de venir hoy en la escuela -le dije frunciendo el ceño al igual que Dahyun, Jihyo seguía mezclando alcohol en su vaso.
-No es nada, lo juro -me dio una sonrisa que identifique como falsa.
-Si Nayeon no quiere tomar, es su decisión, vamos a pasarla bien -Jihyo levantó su vaso llevándose con ella a Dahyun y a Nayeon, dejándome sola con Minho.
-¿Qué es lo que le pasa, Minho? -le pregunte al oído ya que la música empezaba a soñar más fuerte:
-Casi no sale a fiestas, está un poco preocupada, no es nada grave -me pasó un vaso y él tomó el suyo- Salud.
-Te ves algo distraído, ¿todo está en orden?
-De hecho, no -me tomo de la mano para sentarnos en las escaleras que daban al piso de arriba de la casa de Jackson, para que la música no interrumpiera- Tengo algo que contarte.
-¿Está todo bien?
-No sé si tenga que regresar a Corea -dijo simplemente haciendo que no entendiera al principio.
-¿Cómo dices?
-Tengo que regresar... -hizo una pausa- Mi mamá... ella, ella está enferma y no hay nadie que pueda cuidarla.
-¿Cuándo te vas? -fue lo único que pude preguntar.
-Hoy en la noche, es lo más seguro -agacho la mirada- En verdad lo siento Chaeyoung, fue el mejor rato el que tuve contigo y... -no pude dejar que terminase y lo calle con un beso.
Podría describir sus besos como, dulces, suaves, todo lo que una chica pudiese querer.
Esperaba que él me apartara, pero no lo hizo, me correspondió.
Fue un beso lento, con la euforia de la gente bebiendo, bailando y gritando no se podía escuchar nuestra respiración acelerada.
Me aleje del beso y pude ver que él seguía con los ojos cerrados.
-Chaeyoung, eso fue... -negó riendo con la cabeza- Maravilloso, Chaengie.
-No quisiera que te fuese, Minho, no sé cómo decirlo, pero...
-¡Chaeyoung, Mina! Nayeon se fue llorando, -llegaba Jihyo gritando con algo de sudor en su frente y con la euforia a todo. Me exalte al igual que él y... Espera...
¿Lo acababa de llamar Mina?
-
[1/05/20]