Minho (Mina)
Jihyo y yo salimos de aquella cafetería en busca de Nayeon, se había ido de ahí casi corriendo, como si hubiese visto un fantasma o incluso algo peor, buscamos en las calles que daban hacia ahí, pero nada, pareciera que hubiese querido desaparecer de la tierra.
-¿Hace esto muy seguido? -me preguntó Jihyo mientras caminábamos por la acera buscando algún rastro de ella.
-¿Hacer qué?
-El irse así de la nada -me miró como si fuera obvio- Sé qué dijiste que era un ángel y todo eso, pero, eso no fue muy amable de su parte.
-Ella no es así, Jihyo, le pasa algo y no quiere decírmelo -me rasque el cabello como forma de estrés.
-¿No crees que se sienta culpable?
-¿Por qué se sentiría culpable? -pregunte de nuevo sin entender a qué se refería mi amiga.
-Tú sabes, por su culpa estás de esta manera, ella te...
-No lo digas -la interrumpí antes de que dijera lo que está evitando. Era obvio que Nayeon no lo hizo intencionalmente, ella era el ser más puro que había conocido jamás.
-Solo piénsalo por un momento, ella es muy tierna y todo eso, pero se siente culpable por lo que te hizo.
Podía ser una posibilidad, siempre le había dicho que no era su culpa, pero, no conocía sus pensamientos ni nada de eso, ¿qué más podría ser?
-¿Podemos ir con Chaeyoung, por favor? -pregunte a Jihyo tratando de cambiar de tema.
-Pero, ¿y Nayeon? ¿Qué hay de ella? -se paró en medio de la banqueta para esperar mi respuesta.
-Ya aparecerá, siempre lo hace -conteste no muy seguro con mi respuesta.
-
Nayeon
Todo era muy gracioso. Alguien me había arrebatado la vida a mi, y yo le había hecho lo mismo a otra persona, pero en diferentes circunstancias.
¿Cómo pude haber cometido algo así? El castigo de haberme quitado las alas fue algo muy ligero, merecía algo peor, le había arruinado la vida a alguien de la peor manera. Eres muy inteligente, Im Nayeon.
Trataba de pensar en lo que sentía Mina, ¿cómo es que no está odiándome con cada parte de su ser? ¿Cómo es que no quiere golpearme cada vez que me ve? Arruiné todo para ella, para todos sus amigos y familiares también.
Cuando una persona muere no se pone a pensar lo mucho que le afecta a las demás personas, tú puedes morir hoy y no te va a importar, después de todo, ya estás muerto, ¿no es así?
Pero a las personas con las que convivías diariamente si.
Ellos son los que se llevan la peor parte, tú ya no estás, pero ellos se quedan.
No podía dejar de pensar en lo que hice, nunca me había detenido a verlo con claridad; soy un monstruo.
Le conseguí a Mina la oportunidad de decirle a quien ella quisiera sobre ella y Minho, pero lo que no le dije fue que Namjoon me prohibió intervenir en su decisión.
Tenía que decirle a Chaeyoung. Eso haría las cosas aún más fáciles.
Era la única manera, pero ella decidió escoger a Jihyo, y hasta ahora no lo logro comprender.
Salí corriendo de la cafetería para poder tomar un poco de aire y aclarar mis ideas, me sentía sofocada al escuchar como Minho le decía a Jihyo que Mina estaba muerta. Ya no existía, literalmente.
Ahora estaba sentada en la casa del Waffle con un Sandwich de tocino y queso al estilo Texas mientras pensaba que hacer con ella.
Existía algo... podía hacer algo, pero era muy arriesgado, y ya había metido la pata lo suficiente.
Dios, ayúdame a saber qué hacer.
-
Minho (Mina)
Chaeyoung se había alegrado demasiado cuando me había visto, como dije, empezaba a tomar confianza conmigo, aunque a veces la mirada la delataba.
Seguía mandando mensajes a mi antiguo Facebook que usaba cuando era Mina, pero estos no me decían nada, no hablaba de Minho, solo hablaba de cómo había sido su día, nada fuera de lo normal.
Ya no se le miraba tan triste como otras veces, en el transcurso hacia su casa, Jihyo me había contado que estaba tratando de superarlo poco a poco, por supuesto, nunca le preguntaba sobre eso. No quería incomodarla.
-¿Quieren comer algo? -nos preguntó Chaeyoung a Jihyo y a mí, que estábamos sentados en la cama de su habitación. Sus padres no estaban, así que no podía ser raro que un chico estuviera encerrado con dos chicas.
-No lo sé, ¿qué dices tú Minari? -dijo Jihyo arrepintiéndose al instante por usar aquel apodo que ella usaba cuando era Mina. Por suerte, Chaeyoung estaba algo distraída como para escuchar.
-Podemos ir a algún lugar, yo invito -sugerí a ambas para ahorrarle la molestia a Chaeyoung de cocinar algo.
-¿Saben? Acabo de recordar que hoy... Tengo que cuidar a Yeji -empezó a decir Jihyo levantándose de la cama guiñándome un ojo, sabía lo que estaba haciendo -Pueden ir ustedes dos, solos.
-¿Estás segura? -preguntó Chaeyoung- Nunca rechazas una invitación a comer.
-Lo sé, pero el patrimonio de la familia es más importante -empezó a tomar su bolso y sus cosas. Me acerqué a su oreja mientras Chaeyoung se distraía de nuevo encogiéndose de hombros.
-Sé lo que estás haciendo, Park Jihyo, no es justo -susurre en su oído.
-Ahora eres un chico, actúa como uno -dijo en el mismo tono de voz.
-Te odio -volví a decir.
-Nunca debiste de haberme dicho, haré lo posible para que estés con Chaeyoung, al menos en esta nueva vida -termino de decir susurrándome guiñándome el ojo y dirigiéndose a la puerta- Nos vemos chicos, los veo mañana en la escuela.
-¿Quieres que te acompañe a la puerta de abajo? -le preguntó Chaeyoung.
-Oh no -negó rápidamente con la cabeza- conozco el camino hasta la puerta, cuídense -nos guiño el ojo de nuevo para después salir de la habitación dejándonos a Chaeyoung y a mí solos.
-¿A dónde iremos? -preguntó ella una vez que Jihyo se había ido.
-A donde tú quieras -me encogí de hombros- podemos ir por pizza, sé que te gusta mucho.
-¿Cómo es que lo sabes? -me miró extrañada- Nunca lo mencione -demonios, la maldita bocota de nuevo.
-Oh, Jihyo me lo dijo -rasque mi cabeza para disimular lo nervioso que me ponían estas situaciones- ¿eso está bien?
-Seguro, pizza está bien -me sonrió levemente- ¿Puedes esperar abajo mientras me cambio y eso?
-Seguro -le devolví la sonrisa levantándome de su cama para ir hacia su sala.
-
20 minutos después, estábamos ambos sentados en la pizzería favorita de Chaeyoung, por supuesto ella creía que yo no lo sabía.
-Amo este lugar -dijo después de unos minutos de estar sentados- Siempre me gustó venir aquí con...
-¿Con Mina? -complete la frase por ella y asintió- ¿Quieres que vayamos a otro lugar? -le pregunte haciéndome el desentendido.
-No, no, no -negó rápidamente- tengo que empezar a asimilarlo, no puedo estar triste por ver cada cosa que me recuerde a ella.
-Supongo que tienes razón -di un suspiro muy profundo.
Por qué aunque me dolía en lo más profundo de mi alma, era la verdad, Chaeyoung tenía que superarme, yo no iba a volver a ser Mina y no podía hacer nada para evitarlo.
-¿Sabes que he estado pensando? -me preguntó mientras esperábamos la comida que ya habíamos ordenado al entrar.
-¿En qué? -tome de mi bebida esperando a que hablara.
-Quiero ver a un médium.
-¿Un qué? -le pregunte al ver la calma con lo que lo había dicho.
-Un médium, tú sabes, de esas personas con las que hablan los muertos -lo decía con tal tranquilidad que me dejaba inquieto.
-¿Para que quieres hacer eso? -que no fuese lo que estaba pensando.
-Para hablar con Mina, el día que murió ella iba a decirme algo importante... Y he querido saber que es con toda mi alma.
-¿estás segura? A veces los médiums mienten, tú sabes, solo lo hacen por dinero -sentía como mis manos empezaban a sudar por el miedo que tenía de que Chaeyoung fuese con una de esas personas.
-Estoy segura, e incluso quería que tú me acompañaras.
-¿Yo? ¿Yo por qué? -dije casi gritando debido a la sorpresa, por qué me quería a mi, ¿dónde diablos estás, Nayeon? Te necesito.
-Si le pido a alguien más me tacharan de loca, eres la única persona que no me ha juzgado por seguir recordando a Mina -agacho la mirada, no tenía otra opción.
-Esta bien -suspire pesadamente- iremos los dos.
-¿Puede ser mañana? -en su mirada se veía las ganas que tenía de saber lo que le tenía que decir el día que morí.
-Seguro.
-
[1/05/20]