Hermosa Rendición

By Vanesa_Osoriio

14.9M 714K 329K

[COMPLETA] Ya esta disponible en físico A veces dejar el pasado atrás no es tan fácil como uno piensa. Y esc... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Especial de un millón de lecturas Capítulo 1 del punto de Diego
Capítulo 80 (Antepenúltimo)
Capítulo 81 (Penúltimo)
Capítulo 82 (Final)
Epílogo
Aviso Importante
Especial de 4 millones de lecturas cap. 46 y 47
Hermosa rendicion en físico

Capítulo 29

219K 8.5K 3.7K
By Vanesa_Osoriio

Sentí las pisadas de Diego y como se acercaba a mi habitación, pero cerré los ojos no quería despertar porque llegamos hace unas pocas horas de la fiesta de Dylan que como siempre se descontroló y hasta llegaron la policía para decir que la fiesta tenía que terminar.

Me removí en la cama y tomé mi celular y vi que era la una de la tarde del domingo. En ese momento la puerta se abrió y entró él sin polera con una bandeja en donde podía ver que había hecho el almuerzo.

—No era necesario que cocinaras, Diego.

Se sentó al lado mío y me puso mi plato que era pasta con verduras salteadas y la del tenía una hamburguesa. Mi estómago en ese momento rugió por comida ya que me había saltado el desayuno.

—Me gusta cocinar—se encoge de hombros—. Tuve que aprender a cocinar para no morirme de hambre, Anastasia—sonríe con un gesto torcido y recupera su expresión normal.

Deje mi tenedor suspendido en el aire y lo mire.

—Tuve que aprender muchas cosas que antes no sabía hacer cuando murieron mis padres. La cocina es algo que me gusta, supongo que se convirtió en un pasatiempo—confiesa con una triste sonrisa, que hace que mi corazón se rompa un poco más.

Nos quedamos callados porque no sabía qué decir. Dejé el tenedor de vuelta en el plato y le tomé su mano. Él arquea una ceja y mira mi mano, su mirada estaba algo triste, pero se recupera con rapidez y adopta una arrogante pose de regocijo, mientras se relame el labio inferior con un brillo de deleite en sus penetrantes ojos.

—Eres preciosa en todos los sentidos, Anastasia.

—Creo que me estoy muriendo—murmuro con una sonrisa, me pongo una mano en la frente y él achica sus ojos y me observa con curiosidad —. Porque creo que tú eres un ángel: ¡Dios deja de hacer eso! —Exclamó—: no te das cuenta de que cada día estoy más cautivada por ti.

Solté un bufido y me crucé de brazos porque era la verdad, incluso me molestaba a mí misma. Me miró divertido.

—No es mi culpa que sea una persona tan increíble y te cuento un secreto entre tú y yo—susurro mirando a todas partes como si hubiera alguien más en mi habitación—. Te atrape Anastasia, te cautive como tú lo hiciste conmigo.

Lo observo detenidamente y no sé cómo he llegado a este punto. Se supone que no tendría que haber puesto mis ojos en un chico. Yo no quería caer de nuevo en el estúpido amor, se supone que mi meta era volver a hacer libre y ahora estoy...retrasando todo. Y eso es peor ya que solo es cuestión de tiempo que explote todo y lastime de nuevo a Alejandra, Diego, mis gemelos, Jonathan y mi familia.

Solo es cuestión de semanas o meses para saber que mi tranquilidad se va a ir y que tarde o temprano le romperé el corazón a Diego y me pregunto si soy tan egoísta por seguir con él y seguir exponiéndolo.

—¿Qué te pasa, Anastasia? Has pasado de estar sonrojada a estar muy pálida.

—Nada—digo cortante.

—Me estás mintiendo—se cruza de brazo. Suelto una risa sarcástica.

—No te metas ¿Qué acaso no puedo pensar?

—No te seguiré en este juego.

Se paró de la cama y tomó la bandeja. Y me miro molesto.

—¿Cuál juego? No sé de qué hablas.

—Crees que soy estúpido o ¿Qué? Quieres ser fría conmigo, pues yo también lo puedo hacer. Quieres jugar al gato y ratón, ambos podemos jugar.

—No estoy jugando a nada, Diego. Yo solo estaba pensando y se me cruzó un mal pensamiento, es que tengo que contar toda la mierda que pienso o ¿Qué? —Grito molesta. Una cosa es estar muy románticos y ser un poco cursi, pero no dejaré que nadie me diga nada.

Pues que se joda, no he pasado tanto para que alguien me vaya diciendo que tengo que hacer con mis mierdas.

—No. Joder, pero por lo menos podrías ser un poco más sincera conmigo y no estar a la defensiva todo el tiempo—Gritó molesto apretando demasiado la bandeja y añade—: tú, si sabes cómo arruinar un momento, no te he hecho nada.

Solté un gruñido.

—Es una lástima. Hombre soy así y punto. Son mis secretos y aún no estoy lista, Diego. Te lo he dicho muchas veces, no me siento lista para hablar contigo aún. Cada vez que yo...—Cerré los ojos y respiré hartas veces para no seguir cargándola—. Sabes que olvídalo...

—Joder, estaba bien Anastasia. No quiero pelear contigo por algo tan estúpido. Estaré abajo esperándote para que ambos nos tranquilicemos y después podamos hablar con calma. En serio que no quiero pelear contigo.

Me crucé de brazos y vi como salía con la bandeja. Me acerqué a la puerta y la cerré de un portazo.

«¡Mierda, joder!»—grite molesta.

Me acosté en la cama y miré al techo, ¿pero qué mierda había hecho? Me desquité con la primera persona que estaba ahí y solo por pensar en Nicolás es que acaso siempre será así. Mi odio por esa basura de hombre puede por encima de todo que hasta paguen las personas que no tienen la culpa como Diego.

A veces me pregunto cuánto rencor hay en mi corazón y si algún día podré soltarlo y no aferrarme a él como lo estoy haciendo ahora. Me pregunto cuándo será el día en que lo deje y comience a perdonar y sanar mi corazón, sé que no es sano, pero no puedo...Pienso en cómo fue todo y lo veo todo rojo. Siento que no podré, que una gran parte de mi vida está llena de odio, venganza y rencor.

Sé que él lo está dando todo por esta relación contándome sus miedos y secretos... y ¿Por qué yo no puedo? Y la respuesta es clara, tengo miedo...Miedo de cómo Diego pueda reaccionar. Me miró de reojo en el espejo que hay en mi cómoda y solo veo una persona jodida. ¿Diego merece a una persona mejor? —Me pregunté a mí misma—. Claro, eso era más que evidente.

Cuando bajé lo vi hablando por teléfono y me quedé quieta esperando que terminara su conversación.

—Bárbara, no, no. No volverá a pasar—gritó enojado.

Puse los ojos en blanco.

—Joder, no estoy en mi departamento. Vete maldita sea—gritó Diego, y cortó la llamada con demasiada brusquedad.

Se dio vuelta y abrió los ojos y frunció aún más el ceño.

—¿Estás mejor? Mira Anastasia, no quiero pelear contigo, no me gusta...tienes razón, no debo presionarte a nada. Quiero que tú me lo cuentes cuando esté lista y yo te escucharé y te apoyare, ¿vale?

Me quede quieta. Tenía ganas de llorar, pensé que iba estar enojado conmigo y más con la pelea que tuvo recién con Barbara, pero no, al contrario, me está entendiendo... No es fácil para mí.

—Perdón, me desquité contigo. Te lo contaré cuando me sienta lista, Diego, no es fácil para mí.

—Es evidente que no merecía tus palabras y tranquila, bella, te esperare todo el tiempo del mundo, pero al menos inténtalo. No te juzgaré ni nada, solo quiero tomar tu mano y apoyarte.

—Eres el mejor—me senté en la silla—. Podemos comer, por favor.

—Escúchame Anastasia, no tienes que sentir miedo nunca de mí, estoy aquí para ti, soy tu pareja y quiero apoyarte en lo que sea que te preocupa.

—Lo sé, Diego, gracias por entenderme.

Caminó hacia la mesa y se sentó en la silla frente a mí.

—No me agradezca, Anastasia, quiero estar ahí para ti, así como lo has estado tú para mí en mis pesadillas.

—Diego—susurro.

Él sonrió y se levantó de la silla y caminó hacia la cocina en donde calentó de nuevo la cocina. Pasaron unos minutos y volvió con la bandeja, dejó mi plato y luego el suyo.

Se sentó al lado mío y comenzó a comer. Lo miré de reojo y podía ver que realmente lo había lastimado. Estire mi mano y tome su mano que quedó suspendida en el aire.

—Fui una tonta, en serio perdón, Diego, perdóname.

—Lo fuiste, pero ya paso, bella.

Lo observé detenidamente y giró su cabeza con una pequeña sonrisa.

—Deja de mirarme así—él puso su pulgar cerca de mi labio e hizo como que limpio—. Listo. Creo que se te estaba cayendo algo de baba por mí—se burló de mí y limpio su dedo en mi polera.

Le di un manotazo.

—¡Que imbécil! —Solté una risa porque sentía como el ambiente entre nosotros se iba relajando.

—No, no. Tú sabes que no lo soy—murmuró con una sonrisa presuntuosa y tomó mi tenedor y pincho un poco de verdura para después guiarlo a mi boca—. Ahora come que se va a volver a poner helada la comida.

Tomé el tenedor y comenzamos a comer al principio en un silencio y poco a poco fui tirando bromas para tratar de alivianar el ambiente y él también se unía a mí

******

Entré a mi pieza con un enorme plato lleno de palomitas y bebida para ver la siguiente película después de que habíamos peleado poco a poco las cosas se calmaron y decidimos ver películas ya que no queríamos salir tampoco. Tuvimos suficiente con la fiesta de anoche. Yo sabía que no teníamos que ir y aun así fuimos y la pasamos súper bien, el problema fue después cuando eran las seis de la mañana y Dylan no quería parar la fiesta aun cuando ya habían estado dos veces la policía y a la tercera nos querían llevar detenidos por causar caos.

—Lista mi bella para ver tu película.

Me acosté a su lado y no perdió el tiempo en rodearme con su brazo y atraerme más a su pecho.

—No. No, no me gusta esta película porque lloro mucho—digo haciendo un puchero.

Él me mira divertido por mi reacción.

—Yo quiero verla, quiero saber porque una estúpida película hace sufrir tanto a mi chica—murmura con una sonrisa ladeada y burlona porque él imbécil me quiere ver llorar—Si lloras te doy permiso de limpiar tus mocos en mi polera—se sigue burlando.

Solté una carcajada y tomé mi computador, busqué entre mis películas favoritas y le puse play a un amor para recordar: ¡Dios mío, por favor no me hagas llorar tanto con esta película! —Me dije a mi misma.

—Esta película es un clásico cliché—digo con una sonrisa—. Es obvio que él se iba a enamorar de Jamie, es hermoso.

Él me mira por un momento antes de mirar de nuevo la película. Cerré los ojos cuando Jamie le dice a Landon que está enferma. Joder, no puedo evitar que mis ojos se empañen de lágrimas.

—Odio esta película por ser tan jodidamente hermosa, en serio, siempre que la veo me rompe el corazón—digo entre enojada y triste.

—Estás muy sentimental, Anastasia—murmura con un tono juguetón y me aprieta el muslo—. Se cómo te puedo animar después y también como puede gritar fuerte—se burla maliciosamente, ladeando la cabeza.

Ignoro esa última parte y decido responder la primera parte de su frase.

—¡Oh, vamos! —Exclamó con una sonrisa y no puedo evitar emocionarme—. Este es el típico cliché de las historias del amor entre la chica inocente y él malo, pero aquí ahí cambio sincero de Landon e intento cumplir cada uno de sus sueños y Jamie no se merecía es final...No puedo con esta película.

—No llores, Anastasia. —Me abraza y me da un beso en el pelo.

—No puedo evitarlo...—Suspiro, cuando escucho que Landon le pide matrimonio a Jamie—. Voy a llorar Diego, es tu culpa—digo entre enojada y triste.

—Recuérdame jamás ir al cine contigo—dice con una mueca burlona y le pego un codazo—. ¡Salvaje!

Lo miro por un segundo, antes de darle un pequeño beso. Me concentro de nuevo en la pantalla de mi computadora. Una hora después, termina la película. Suelto un suspiro, adoro esta película, es mi favorita y no me canso de verla.

—¿Qué te pareció, fue muy predecible para ti?

—No está mal, es una historia muy linda y puedo entender a Landon cuando se enamoró de Jamie, porque él se dio cuenta que era la chica indicada y me pongo en sus jodidos zapatos—se acerca a mí y me acaricia la mejilla.

Me levanto de la cama y me estiro un poco. Me peino con los dedos mi largo cabello castaño con ondas.

—Eres jodidamente bellísima—susurra.

Lo miro y veo que se puso rojo, sonrió y me acerco a él.

—Gracias, pero tú no te quedas atrás, ángel—lo pincho y tiro con fuerza su pelo.

Él quita mi mano de su pelo y tira de mí para que me siente en su regazo. Me quedo embobada mirando su perfecto rostro, si definitivamente cae en la categoría de un ángel que es entre un chico malo pero tierno y cursi. Muerdo mi labio inferior.

—Perdón Anastasia, pero escuche bien—tomó mis manos y las entrelazó con las suyas —. ¿Me llamaste ángel? —Pregunta con diversión.

—Mmm...Algo así, eres muy guapo y caes en la categoría de ángeles, así como Patch—bromeo.

Él pestañea varias veces desconcertado.

—¿Categoría de ángel? Y ¿Pacht? —Pregunto aún desconcertado. No puedo evitarlo y se me escapa una pequeña risa.

—Si, ya sabes hombres perfectos, jodidamente sexy, caliente y que siempre están diciendo cosas románticas y también que cuando duermen se ven aún mejor, porque se ven inocentes, pero a la vez ardientes y calientes—terminó de hablar con una sonrisa de boba y aguantando la risa.

Me miró por un segundo, antes de soltar una ruidosa carcajada, que se dobló hacia adelante. Me abrazó más fuerte y seguía riendo y de repente su frente cayó sobre mi hombro.

—¡Oh, oh, oh! ¡Estoy viendo a mi Anastasia tontita! —Dijo aun riéndose—. Categoría de ángeles ¿Es en serio?

—¡Oye! —Exclamé con una sonrisa—. Siente jodidamente afortunado, no cualquiera cae en esa categoría.

—¿Es en serio? —Preguntó con una enorme sonrisa.

Bufé molesta y me levanté de regazo. Camine hacia donde estaba mi repisa y saque el libro de Hush Hush y camine de nuevo en donde estaba él mirando con una sonrisa traviesa.

—Toma—me miró por un segundo a mí y luego a mi libro —. Vamos, tómalo, no te va a morder el pobre libro.

Él sonrió y tiró de mi mano tan rápido e hizo que me quedara acostada en mi cama. Sonrió maliciosamente y me miró fijamente. Mi respiración se alteró. Tomé con fuerza el libro y lo apoyé contra su pecho.

—Tú léelo—digo con una sonrisa inocente.

Tomó el libro y lo hojeó brevemente. Lo miré, era un hermoso espectáculo de ver cómo podía realizar una acción tan simple como mirar un libro y verse tan ardiente y guapo, ahora entiendo porque todas las chicas lo desean. Él ni siquiera se esfuerza en ser sexy o ardiente, le sale natural. Miro a Diego y veo que está con una sonrisa traviesa y concentrado leyendo.

Eres un espectáculo de ver, ángel sexy y ardiente—me digo a mí misma. Miro como él se sienta en la posición de indio y empieza a leer el libro con una sonrisa. Sabía que le iba a gustar o se iba a sentir identificado con Patch.

Una hora después, tenía su cabeza apoyada en mi estómago y aún seguía leyendo Hush Hush. Cerré los ojos por unos minutos, pero sentí los labios de Diego.

—Despierta Anastasia—abrí los ojos y él estaba sentado mirándome—. Te están llamando.

Me pasó mi celular y vi que era un número desconocido. Me levanté de la cama y salí de mi habitación.

—¿Quién eres? —Pregunté con desconfianza.

—Soy Simón, tenemos que vernos hoy, puedes a las dos de la mañana—dijo tan rápido que apenas lo puede entender.

Me alejé aún más de la puerta de mi habitación y entré a otra que estaba vacía.

—Simón—, digo molesta—. Si es algún truco para pasar más tiempo conmigo o algo por el estilo, olvídalo.

—¡Que no! —Exclamó—. Tenemos que vernos, quiero mostrarte algo.

Negué con la cabeza.

—No puedo hoy, tengo mejores cosas que hacer.

—Anastasia, es importante—soltó un suspiro—. ¿Puedes mañana a las cinco? —pregunto.

—Simón, no confío en ti.

—Anastasia: solo quiero ayudarte, es muy importante que nos veamos.

—Mira te aviso si puedo, adiós—corté la llamada y salí de la habitación en donde estaba Diego cruzado de brazos y tenía el ceño fruncido. Oh no, joder otra maldita pelea, veo venir—me digo a mí misma y más cuando Diego me está tirando dagas con su mirada.

—¿Qué estás haciendo? —Digo molesta.

—¿Qué me ocultas Anastasia? —Pregunto serio.

—Nada.

—¡Nada! —Exclamó molesto y enojado—. Te viniste a encerrar a esta habitación para que no escuchara tu conversación, ¿por qué? Tan grave son tus secretos y miedo que no puedo saber nada de ti.

Caminé de nuevo hacia mi habitación y él me siguió.

—¿Por qué no confías en mí? —Dice enojado—. Porque eres tan misteriosa, Anastasia, sé que te dije que no te iba a presionar a nada y lo mantengo. Pero por favor, Anastasia, me preocupas tú. —Solté un bufido y me tomó de la cintura—. Mírame, Anastasia, estoy aquí contigo. Confía en mí, por favor.

Lo miré por un segundo y me solté de su agarre.

—No te metas Diego, es mi vida, por favor. Es mejor que estés lejos de esto es por tu bien—le di la espalda.

—Vale, no meto en tu vida—dijo decepcionado. Lo miré de reojo—, eso significa una cosa para mí—se puso frente a mí—. Que no pertenezco a tu vida Anastasia, tú no me quieres en ella, solo quieres pasar un buen rato conmigo.

Lo miré fijamente y sus ojos expresaban decepción

—Para las mujeres solo soy un buen polvo, ¿verdad? Soy el chico sin compromiso. Para las mujeres solo soy el que puedo complacerlas con el sexo, ¿verdad? Me duele que tú pienses así de mí que solo me estés utilizando. Eso me duele jodidamente en mi corazón, pensé que íbamos en serio.

Mi corazón se rompió cuando escuché eso, porque yo no lo veía así, solo que no quería que se mezclara con mi pasado turbulento. Me acerqué a Diego, pero él dio un paso atrás.

—Supongo que después de todo, yo mismo me busqué esa reputación, pero pensé que íbamos por un buen camino, pero soy un imbécil.

—Diego, yo no...

—Tú solo me querías para pasar un buen rato, Anastasia, ¿verdad? —Insistió—. Recuerda cariño, sin sentimientos.

Él pasó por mi lado rápidamente y me quedé quieta en donde estaba y negué con la cabeza, salí detrás de él, porque estaba sacando todo de contexto. Llegué rápidamente a donde estaba él y tomé su brazo.

—Diego, espera un poco por favor—frunció el ceño y se cruzó de brazo—. No te cuento de mi vida, porque mi vida está jodida, quiero mantener lo nuestro limpio...Tengo demonios que aún tengo que enfrentar, pero tengo que hacerlo sola, porque es parte del pasado, pero tú eres parte de mi presente.

Él seguía mirando seriamente.

—Tienes que confiar en mí. No quiero que te involucres en algo de mi pasado, solo pensemos en el presente, por favor.

Me acerqué a él y me puse de puntitas, mis manos rodearon su cuello.

—Confía en mí—le digo en un susurro.

—Confío en ti Anastasia, solo que tengo miedo de que esté en peligro y también de que me rompas el corazón, no lo hagas, por favor. —me suplica.

—Diego: yo confío en ti y es por esa razón por lo que te mantengo al margen de mi pasado porque si te enteras de él, lo más probable es que rompa tu corazón—murmure.

—¿Qué es lo que esconde Anastasia? ¿De qué huyes, Anastasia?

Me mordí el labio inferior y negué con la cabeza

—La persona que me llamó antes era mi amigo, pero ya no, solo quería decirme algo, pero no confió en él—solté de repente e intentando cambiar el tema.

Pestañeó varias veces y asintió.

—Mi hermano murió por salvar mi vida—cierro los ojos fuertemente—. Fue mi culpa que muriera.

Me abrazó más fuerte y me agarró con fuerza a su polera. Él me acarició la espalda y me dio un beso en el pelo.

—No es tu culpa, bella—dijo en un susurro.

Claro que fue mi culpa, pero no me sentía todavía preparada para contarle a Diego cómo sucedieron las cosas porque aún me cuesta asimilar todo, me cuesta aún creer que mi hermano murió, que mi exnovio me traicionó y todo para alcanzar su objetivo.

Me separé de él y entrelacé mi mano con la suya y caminé en donde estaba el sofá.

—Quiero que confíes en mí—suelto de repente—, pero no siempre te contaré lo que hago, porque como te dije antes tengo demonios del pasado que debo enfrentarme yo sola.

—Confío en ti, Anastasia, pero no necesita dar esa pelea sola, podemos hacerlo juntos—dice.

Lo observé fijamente y me quedé callada, antes muerta. No dejaré que Diego se involucre en esto, no dejaré que nadie jamás le toque un solo pelo y menos Nicolás y si tengo que seguir mintiéndole sobre mi pasado, engañarlo y evadir sus preguntas lo haré. Soy lo peor como puedo mentirle en la cara y seguir viéndolo a los ojos, esos ojos que solo miran con amor, pasión y deseo.

«Soy la peor. Miento a la gente que amo y no siento remordimiento al momento de hacerlo y menos si así me aseguro de que ellos estarán bien»—me repito una y otra vez tratando de calmarme.

Mmm... no pensé que este capitulo iba a quedar tan largo, pero espero que les guste. Les daré un pista por ahora las cosas esta muy calmada pero pronto pasara algo y bueno, me callo un mes... A no ser... 

Hola Hermosa criaturitas, por cierto soy fans de ElRubius ¿como están? ¿como le ha ido últimamente en estos ultimos días?

Hoy les traigo nuevo capítulo espero que le guste😍🦋

Un beso enorme y que tengas un hermoso día❤🤗

No se le olvide votar si le gusta la historia 📖🤗💪 Y también comentar la historia sus comentarios son muy importantes para mi, espero que tenga una muy buena semana y que siempre sean feliz y positivos🙌🙋💃

Un abrazo gigante de oso 🐼💕😍

No se le olvide seguirme en las redes sociales, en donde siempre estoy avisando cuando subiré capítulo y últimamente wattpad ya no avisa, cuando subo capítulo 🤦‍♀️🤦‍♀️😭💕

Instagram: Vanesa Osorio Guerrero

Aquí les dejo fases de mi Instagram que subo de mi libro 💕🦋

Continue Reading

You'll Also Like

623 58 10
Nahomi una chica común y corriente por alguna razón se encuentra vinculada a unas criaturas extrañas que acaban de invadir la tierra destruyendo y ma...
53K 4.7K 24
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...
3.3K 173 34
"Indeleble como aquel sentimiento que creció entre ambos y triunfó por sobre todo"
5.1M 444K 82
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...