Calcule cuál de las dos casas estaba más cerca. Decidí ir a la que estaba arriba de la montaña.
Toque el timbre y espere.
-¿si?- Un adorable chico había salido de la casa. Era un poco más alto que yo, vestía una sudadera negra, unos jeans de mezclilla y unos tenis negros. Sonreí para que notara que era buena persona.
-Hola, soy tu vecino. Me llamo Auron. - extendí mi mano.
-Oh, ¡Hola! Yo soy luzu, ¡es un gusto conocerte! - tomo mi mano sonriendo. La alegría y la cordialidad rebosaba en ese chico.- Perdón por no haber ido antes a darte la bienvenida, pero he tenido algunos problemillas -
Sacudí mi mano restándole importancia.
-no te preocupes. Oye, quería ver si tienes una etiqueta que me vendas-
-tsssss pides objetos bastantes caros- escuche su risa- pero como alcanzo a ver que tu casa es una mierdecilla, ten, te regalo una.- dijo sonriendo. Que bonita sonrisa tenia.
Saco una de su bolsillo y me la entrego. Ignore su insulto hacia mi casa, prefería centrarme en lo importante: mi pollo.
-¡Muchas gracias, luzu!- Me fui a ponerle nombre a mi pollo. Dejando al hombre solo. Forje las letras en la etiqueta llamando así a mi primera mascota: Frederick.
Lo primero que hice fue invitar a Luzu a conocer a Frederick. Ambos se llevaron muy bien, lo que me lleno de alegría.
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