El concierto era tan perfecto, que ni siquiera podía gritar de emoción.
Habían miradas fugaces entre ella y Jennie, junto a las sonrisas de ambas.
¿Cómo podía haber tanta química entre dos personas que se acababan de conocer?.
Bueno, para Lisa, Jennie era su novia, pero para Jennie no. Ella no sabía realmente lo que pasaba, y de eso, Lisa era consciente.
Debía decirle, cuando tenga nuevamente la oportunidad de hablar con ella, debe decirle la verdad.
La pregunta es...¿Jennie le creería?.
Esperó hasta el final del concierto, y luego se ganó por la parte de abajo del escenario, otra vez. Estaban todos tan emocionados, que no se dieron cuenta de que ella faltaba, incluso Rosé, que salió disparada al local de comidas, porque la emoción le había dado hambre.
Esperó...
- ¿Qué haces aquí de nuevo?.– Jennie hizo presencia, con una sonrisa.
- No terminé de decirte a lo que en realidad vine. Eres mi novia.– Lo dijo sin complicaciones.– Osea, eras mi novia en mi nuestra vida pasada.
La morena la miró en silencio, antes de soltar una carcajada inmensa.
- Oye, sé que eres fan, así que no importa si quieres creer que soy tu novia de mentiras o algo...– Le sonrió.– Debo irme...Ten.– Le tendió una tarjeta, la cual contenía su número.– Envíame un mensaje, y nos juntaremos, ¿Bien?.
Lisa asintió, un poco entristecida. Sabía que no iba a ser tan fácil, pero al menos tenía la certeza de que Jennie sentía eso en su corazón; esa punzada.
Cuando llegó hasta Rosé, luego de recibir un sermón por haberse separado, decidieron ir a casa.
La castaña estaba emocionada, y ansiosa por enviar aquel mensaje. ¿Cómo debería hacerlo?. ¿De qué manera lo escribiría?.
• Hola, soy Lalisa.
Estuvo unas dos horas esperando, hasta que finalmente respondió.
Hola.•
• ¿Cuando podemos juntarnos?.
El fin de semana. Tengo libre el sábado a las 19:30.•
• ¡Bien!. Nos vemos a esa hora en el hotel *****
La respuesta nunca llegó, pero al menos lo había visto.
Se sentía emocionada.
Jennie, por su parte, tenía aquella sensación en su pecho la cual no podía sacar. Era la primera vez que alguien llamaba su atención de esa manera. Era como si la hubiese conocido antes.
Sabía que rompió las reglas al haber hablado con ella, y lo único que podía hacer para enmendar su error, era platicar un día con ella, y ya.
Aunque realmente era complicado, porque por alguna razón, lo dicho por Lalisa, cobraba un poco de sentido...
- ¡No!. Debo estar volviéndome loca...¿Por qué me siento así?.– Preguntó a la nada, tocando su corazón.– ¿Quién es ella?...– No lo sabía, pero quería verla de nuevo. Necesitaba sacar aquel sentimiento de soledad que sintió desde que tiene memoria...
¿Será realmente que es una reencarnación?.
No podía creerlo sin pruebas, pero es que todo coincidía tan bien, que era imposible no creerlo.
Una cosa era que una fan creara esa historia, pero...¿Y ella?. ¿Qué razón tuvo para preguntarle si la conocía, en el escenario?. ¿Qué razón tuvo para jalar a Lalisa abajo del escenario?. ¿Qué razón tuvo para sentir aquello?.
Ese sábado aclararía todas sus dudas. Tenía que estar segura de que todo era una completa, y total locura; una mera coincidencia.