Capítulo 26.
“Hija, no te preocupes por mí, me tuve que ir en un viaje de último minuto; hay comida y dinero suficiente para que compres cosas en mi ausencia, volveré en cuanto terminen las vacaciones de verano, con Travis tenemos que recorrer varios países por el lanzamiento de la nueva línea.
Cuídate mucho, no salgas a muchas fiestas, recuerda no llevar a ningún desconocido a casa, te deje nuevas cosas en tu habitación, estoy bien pero por lo que más quieras no me llames; no tengo mucho tiempo así que terminare esto aquí.
Te ama Mamá.”
Leí la carta unas veinte veces, no podía creerlo me había abandonado, cuando estaba empezando a confiar en ella, se fue; sentí un gran vacío en mi pecho y las lágrimas pedían a gritos salir pero no iba a permitir que salieran, subí a su habitación y comencé a tirar todo lo que había a mi paso, estaba herida, mi propia madre me había abandonado, mi única familia se había ido. Luke llego unos instantes después de que todo lo que estaba en la habitación fuera destrozado, las lágrimas caían por mi mejillas sin control, la idea de que no volvería hasta que comenzaran las clases no me entraba en la cabeza; por una de mis manos caían gotas de sangre, en mi pierna derecha había un corte al igual que en mi brazo izquierdo por todas las cosas de vidrio que había roto, no sé en qué momento Luke se sentó a mi lado y me abrazó pero tampoco me importaba.
-Jazz. –Me llamó. –Jazz, ¿Qué paso? ¿Qué decía la nota?
No conteste estaba demasiado cansada y recordé que me había cortado la pierna y el brazo con los vidrios, mire a Luke y sentí que me desvanecía.
*Narra Luke*
Cuando llegamos a la casa de Jazz, me invito a quedarme un rato; apenas cruzamos la puerta ella la cerró y se quitó las zapatillas, mientras que yo me sentaba en el sofá.
-¡Bárbara ya llegue! –Grito pero no hubo respuesta.
Subió al piso de arriba y yo fui a la cocina para buscar algo para tomar
-¿Bárbara? –Dijo entrando a la cocina.
-Eh no soy yo. –Dije mirándola.
Miro en toda cocina como buscando un indicio de algo que le dijera donde estaba su madre y reparo su mirada en una nota sobre la mesada, la tomo y comenzó a leer lo que decía, vi como su rostro se desfiguraba, dejo la nota tirada en el suelo y salió corriendo hacia las escaleras, después de unos segundos reaccione y corrí tras ella; subí corriendo las escaleras y escuche que algo se rompía en una de las habitaciones, mire dentro de esta y allí estaba Jazz tirada en el suelo llorando con unos cortes y todo roto a su alrededor, entre lo más cuidadoso posible, me senté a su lado y la abrace.
-Jazz. –La llamé. –Jazz, ¿Qué paso? ¿Qué decía la nota?
Ella no contesto, me miro y vi como sus ojos se cerraban y recordé que se había cortado, la levante cuidadosamente y la lleve lo más rápido que pude a su habitación, fui al baño y busque alcohol, gasas y algodón para curar sus heridas; tome el algodón una vez que lo moje en alcohol y lo pase por su nariz para que se despertara, después de pasarlo unas dos veces por su nariz comenzó a abrir los ojos.
-Qué suerte que despiertas, ya me estaba empezando a preocupar. –Dije mirándola con una sonrisa. –Te voy a curar los cortes, avísame si te duele.
Tome su brazo y comencé a pasar el algodón por el corte, lo que provoco que ella soltara un quejido, la mire pidiendo disculpas y continúe con lo que estaba haciendo, hice lo mismo con su pierna y cuando estaba limpiando su mano para luego envolverla con una gasa Jazz habló.
-Se fue. –Dijo apenas audible
-¿Qué? –Dije mirándola no estaba seguro si había escuchado bien.
-Me abandono Luke, se fue como si no le importara.
Vi como sus ojos se llenaban de lágrimas pero su orgullo no dejaría que las derramara, termine de vendar su mano y la abrace, ella se acurruco en mi pecho y así nos quedamos unos cuantos minutos.
-Luke. –Me llamó. –Por favor tú no me dejes.
-No lo haré, tranquila. –Dije acariciando su pelo mientras la atraía más hacia mí
-Quédate conmigo esta noche, no quiero estar sola.
-Está bien. –La separe un poco de mí. -¿Quieres comer algo?
-Hay milanesas. –Dijo sonriendo.
-Bien comeremos esa comida rara que tanto te gusta. –Dije devolviéndole la sonrisa.
Me levante de la cama y la ayude a ella, bajamos las escaleras y se fue directamente a la cocina para preparar la cena, una vez que ya estuvo preparada nos sentamos en la mesa del comedor y cenamos; vimos un par de películas y fuimos a su habitación para dormir, Jazz busco algo de ropa en su closet y se metió en el baño para cambiarse mientras que yo me saque la remera y me puse el pantalón que Jazz me había dado, cuando salió me miro de arriba abajo y pensé que se pondría incomoda pero no lo hizo.
-Bueno vamos a dormir. –Dijo metiéndose entre las sabanas.
-Vamos. –Dije imitando su acción.
Jazz me abrazo por la cintura y yo pase uno de mis brazos por su espalda atrayéndola más hacia mí, ella se durmió enseguida mientras que yo me quede mirando el techo por unos cuantos minutos, pensé en todo lo que pasaba con Jazz, pensé en cómo nos conocimos, recordé la primera salida en la que fuimos a tomar un helado, ¿Qué me has hecho Dawson? Por mi mente pasaron varias imágenes de Jazz sonriendo, enojada, llorando, seria, su risa paso por mi mente y la mire, mire cada detalle de su rostro, mire como se aferraba a mi como si su vida dependiese de ello, mire sus labios, tan deseables e irresistibles; sentí un cosquilleo dentro de mi estómago, acaricie su espalda con mi mano, se sentía bien y entonces entendí me había enamorado de Jazz.
La mire durante varios minutos, era realmente perfecta, bueno para mí lo era.
*Narra Hanna*
-¡Hanna Rives, que ni se te ocurra cruzar esa puerta! –Fue lo último que escuche que dijo Sarah.
Salí dando un portazo, no soportaba a nadie en esa casa, Sarah estaba cada vez más loca. Eran las 7:00 p.m. ya no había casi nadie en las calles de Paris, pero me importó muy poco; seguí andando en mi skate hasta las rampas, iba totalmente ajena a lo que pasaba a mi alrededor y en un abrir y cerrar de ojos estaba tirada en el suelo sobre un chico.
-Esto se está volviendo costumbre entre nosotros. –Dijo, no lo veía a la cara pero sabía que estaba sonriendo.
De todas las personas con las que me podía cruzar fue justo con él, la vida me odiaba.
Me levante rápidamente y tomé mi skate para seguir mi camino pero me tomo del brazo impidiéndome huir.
-Suéltame teñido. –Dije sin darme vuelta.
-¡Que no soy teñido carajo! –Gritó.
-¡Que me sueltes mierda! –Grite girándome a verlo.
Lo mire fijamente esperando que me soltara pero no lo hizo, solo se quedó ahí mirándome con esos ojos celestes claro, esos hermosos ojos celestes claro ¿Pero qué mierda? Hanna contrólate, es el estúpido amigo del estúpido de Zachary, pero no voy a negar que era demasiado lindo; los minutos parecieron horas y ninguno despegaba la mirada del otro, era una especie de guerra, marrón contra celeste pero solo habría un ganador y esa iba a ser yo.
-Suéltame. –Dije en un susurro aunque me hubiera encantado gritarlo no pude.
Su agarre se aflojo pero en ningún momento aparto su mirada de mí.
-¿Podemos hablar? –Dijo después de unos cuantos segundos.
-¿De qué? –Dije aun mirándolo.
-No lo sé, quiero conocerte.
Di un largo suspiro y me encamine hacia una de las bancas que estaban cerca, él rubio me siguió y nos sentamos para comenzar a hablar.
-Dispara. –Dije mirándolo una vez que se sentó a mi lado.
-¿Qué?
Este chico sí que era idiota.
-Que empieces con las preguntas. –Dije un poco fastidiada.
-Ah okey, okey. –Dijo mirándome. -¿Cómo es tu nombre? Quiero decir completo sé que te llamas Hanna.
-Hanna Rives ¿Tú?
-Niall Horan ¿Eres amiga de la ex de Zack?
-Si vas a hacer preguntas idiotas me voy. –Dije preparándome para irme.
-No espera, lo sé fue una pregunta estúpida ¿Tienes novio? –Dijo tomándome del brazo para que no me fuera.
Suspiré resignada y volví a sentarme.
-No. –Dije mirando al frente.
-Te toca.
-No tengo ninguna pregunta.
-¿Segura?
-Sí, porque ya me sé el cuento. –Dije seria.
-¿Qué cuento? ¿De qué hablas? –Pregunto realmente confundido.
-Es así, te pregunto si tienes novia tú me dices que no, yo me lo creo, pasamos lindos momentos, me prometes la luna, el sol y las estrellas, comienzo a sentir cosas por ti y luego boom dejas de ser tierno y atento conmigo; me entero que tienes novia y todo lo que viví contigo fue una mentira. –Digo haciendo como si algo explotara con mis manos cuando digo la palabra “Boom”.
-Hanna, no tengo novia. –Dijo mirándome serio.
-Si claro. –Dije revoleando los ojos.
-¿Qué tengo que hacer para que me creas? –Pregunto con el ceño fruncido.
-Nada, ya no creo en las palabras ni en los hechos. –Dije parándome para irme, pero Niall me lo impidió.
-Vamos dime cómo puedo demostrarte que no estoy jugando contigo. –Dijo mirándome fijamente con su mano en mi muñeca.
-Simplemente demuéstramelo. –Fue lo último que dije, Niall me estaba besando.
Mis ojos estaban abiertos como platos, al principio me quede quieta pero luego mis ojos se fueron cerrando y correspondí su beso, mis manos viajaron a su cuello atrayéndolo más hacia mí, sus manos se colocaron en mi cintura intensificando el beso, no sabía que estaba haciendo simplemente lo hacía, se sentía bien; todos mis problemas habían desaparecido solo éramos él y yo, nadie más.
Me separe lentamente de él, nuestras respiraciones eran agitadas, abrí lentamente mis ojos para encontrarme con los suyos que me miraban atentamente, inconscientemente sonreí; su mirada viajo a mis labios y la mía a los suyos, lentamente nos fuimos acercando para besarnos nuevamente.
-¿Ahora me crees? –Dijo separándose un poco de mí.
Pensé un poco la respuesta.
-No. –Dije sonriendo.
Me separe de él y tome mi skate para irme rápido a donde fuera, pero antes de irme mire a Niall y su cara era de confusión total, era mi turno de dejar confundido a alguien, ya no me van a lastimar; seguí andando con una sonrisa en el rostro, Niall venía detrás de mí.
-Te atrape. –Dijo y sentí sus brazos rodearme por la cintura.
Pero esperen un segundo, ese no era Niall; no puede ser él…
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Holiii
Bueno vengo a decirles que solamente faltan diez capitulos para el final, sin contar el epilogo, y que los capitulos que siguen trate de hacerlos lo más interesantes que pude porque mucha imaginación no tengo que digamos, espero que les guste como va la historia tanto como a mí.
Gracias por darle una oportinidad porque sé que no empezo muy bien la historia pero era porque no tenía una idea fija de que queria hacer y con el tiempo fui teniendo una idea clara de como quería hacer.
Los amodoro mucho y gracias por leerla, la verdad no le tenía muchas esperanzas y de verdad les doy las gracias por leerla.
-Flor