- ¿qué? ¿Tenemos ciencias en las primeras?- preguntó incrédulo Sting con la boca bien abierta. Se había olvidado de que la Academia Fiore era un lugar para aprender, no para buscar rubias.
El muchacho simplemente se echó al suelo rendido, pensando en una buena excusa para saltearse las clases.
- tonto de ti creer que echarse al suelo y llorar solucionará tus problemas- dijo Rogue sin darle mucha importancia a su primo, mientras que en sus brazos estaba Frosch, su familiar. El azabache quería pasar un poco más de tiempo con el gato verde antes de que tuviesen que entrar a clases.
- Frosch piensa lo mismo
Lucy no podía negar que tampoco se encontraba interesada en tales clases, era como volver a primaria y ver que dos más dos era igual a cuatro; una pérdida total de su valioso tiempo.
- las clases de ciencias son mucho más interesantes que las de arte- declaró Gray soltando otro bostezo. Odiaba todo lo relacionado al arte, sobretodo al profesor de baile de salón, quien lo llamaba "Iceboy". Juraría que el muy maldito podría ser pariente de Natsu.
- a mí me dan lo mismo. Siempre se me ha dado bien memorizar y captar cosas rápidamente- comentó la única muchacha del grupo con la pura verdad.
Podía alardear de su inteligencia tranquilamente después de haber podido resolver el acetijo sobre la tumba de la primera maestra, el de la verdadera identidad de Loke y sobre el verdadero manuscrito de Daybreak.
- ¿es eso así? ¿Quisieras ayudarme a estudiar, Lucy?- el mago de las sombras aprovechó esa pequeña oportunidad para ser más cercano a ella.
- .... lo lamento- se disculpó ella mientras giraba su cabeza hacia otro lado. Tenía que evitar que los objetivos de captura terminaran sobre ella. Pero la cara de decepción de Rogue sosteniendo a un adorable gatito verde la hizo cambiar de opinión- .. pero no soy tan buena explicándolo, así que no te ilusiones tanto
- ...- su expresión cambió de una desanimada a una más feliz con sólo unas palabras de ella, creyó que le habían rechazado- es una cita, entonces
- Frosch cree lo mismo
- mejor no- dijeron el mago de hielo y la rubia al unísono, haciendo que cada uno se sorprendiese por la reacción del otro.
De repente, la cara de Gray se empezó a sonrojar de sobremanera, él no era alguien que se ilusionaba fácil, pero quiso creer que tenía más oportunidades de estar junto con la marquesa Heartifilia que el resto.
Lucy, sin poder controlar sus movimientos, sintió sus mejillas cambiaban a un color más rojizo, sólo por ver cómo él lo hacía.
- e-es mejor estudiar de a grupo, además yo tampoco sé mucho- se excusó el azabache intentando actuar relajado, cosa que no estaba logrando muy bien en ese momento.
- ¡c-claro!- estuvo ella de acuerdo, consciente de no querer mirarlo, le avergonzaba saber que justamente el gran demon slayer de hielo de su vida pasada sentía algo por ella.
Descubrir que el hermano mayor que tenías sentía amor por ti sin que él te lo dijera, era como un gran show de telenovela, el cual podría disfrutar junto a Mira pero no, no podía; ella era la antagonista.
O mejor dicho, la nueva protagonista de una extraña historia. Le pediría disculpas a la autora de Fairy Love, pero honestamente, no cambiaba que ella de por sí poseía una falacia de trama.
De repente, alguien la abrazó por detrás, y apoyó su mentón en el hombro de la muchacha. Ella alzó la vista pero se detuvo de repente cuando sintió la respiración de alguien erizando su piel.
- ... hablando de citas, tú me debes una- murmuró Sting con una sonrisa triundadora.
- ¿tienes... una cita con Sting?- preguntó sorprendido el marqués Cheney, sin decir nada más que aquello. Guardó a su familiar para sacar sus puños.
- no es una cita, quién dijo que era una cita?- replicó la villana de la novela con una gran mueca.
- ... yo también quiero una cita contigo, Lucy- murmuró Gray mientras se llevaba una mano para tapar su sonrojo.
- y-ya dije que no era una cita...- repitió ella llevándose su dedo índice a su sien. Sintió que cierto azabache amante de los gatos también la estaba mirando con unos ojos de cachorro abandonado, por lo que decidió mantener los suyos cerrados.
- no me ignores, Lucy- dijeron al mismo tiempo los dos nobles que provenían de Sabertooth, el rubio enderezando su agarre hacia ella mientras que el muchacho de ojos rojos la jaló hacia él, queriendo desprenderla del duque Eucliffe.
La maga se sentía acorralada por unos tigres hambrientos. Podría haberle pedido ayuda al heredero de los Fullbuster, pero este estaba algo... de mal humor? Congeló el suelo a su alrededor con una fina capa de hielo y con una mirada molesta.
Lucy creyó haber visto a Dan Straight resbalarse cerca del lugar.
- bien, bien- dijo una voz familiar cerca del cuarteto mientras aplaudía de manera divertida- creo que es hora de que vayan a sus clases, chicos
Con un chasquido de sus dedos, atrapó al mago de las sombras con magia de luz mientras que el mago de luz fue atrapado con la de sombras.
- .... ¿qué?- murmuró molesto el rubio al ver que no podía liberarse. Intercambió una mirada con su primo antes de gruñir hacia el prefecto de las ciencias.
- Gray, mejor intenta relajarte, no es bueno que los estudiantes se tropiecen por tu culpa- dijo Zeref con una sonrisa, ignorando las quejas del joven Eucliffe.
- ... sí, lo siento- se disculpó el mencionado. Tragó sus quejas al ver que la persona que estaba delante suyo era el prefecto de las ciencias.
No le molestaría continuar si estuviesen Rufus, Jellal, o inclusive Erza. Pero el hijo mayor de los Dragneel conocía a sus padres, y la forma de disciplina de la duquesa Grandine Dragneel era monstruosa. Efectivamente su madre nunca lo castigaba de manera severa, es más, gracias a ella, su padre no lo hacía gran parte de las veces.
Pero para eso estaba la madre de Natsu. Silver Fullbuster decidió que la encargaría de los regaños del muchacho. El azabache era "los ojos y oídos" de su madre.
No quería terminar de vuelta en el bosque con Natsu, no otra vez.
- bien, podemos dirigirnos a la clase, no?- declaró Zeref mientras tomaba la mano de la rubia y la jalaba consigo hacia adelante- Lucy, no quieres llegar tarde a clases, no es así?
- .... no- respondió algo incómoda por cómo el mago oscuro más poderoso de su vida pasada estaba actuando de manera familiar con ella.
De repente, él se acercó a su oído y le susurró:
- Natsu está actuando raro... sabes qué le ocurre?
La villana de la novela negó de inmediato con su cabeza moviéndose de un lado hacia el otro.
- ¿por qué demonios lo sabría?- le replicó ella algo nerviosa, había presentido que algo iba mal con el muchacho de pelo rosa ya que no le había visto durante toda la mañana.
Él entrecerró sus ojos pero manteniendo su característica tranquila sonrisa.
En la noche anterior, abrazó a su hermano pero este no le apartó por tal gesto. Agradecía a los dioses por darle está oportunidad, claro que lo hacía ya que este casi nunca aceptaba sus demostraciones de afecto. Sin embargo, algo andaba mal con él, parecía estar atrapado en la novena nube pensando en ciertas cosas.
- ¡oye, suéltanos!- gritó Rogue, quien ya no le estaba quedando tanta paciencia. El hecho de que su primo estuviese al lado suyo mordisqueando la soga de magia de sombras que lo ataba, era irritante.
- ah, sí..- dijo Zeref mientras se giraba hacia los dos muchachos que había inmovilizado antes con una sonrisa que no mostraba arrepentimiento alguno- el hechizo se romperá después de que pase la primera hora, ese va a ser su castigo
- ¿no estás siendo algo cruel con ellos, Zeref?- preguntó Lucy algo preocupada por sus amigos, serían estatuas por dos horas cátedras.
- tranquila, no es lo peor por lo que han pasado- respondió Gray en lugar del prefecto de las ciencias mientras posaba sus manos sobre los hombros de la muchacha y la empujaba hacia el salón de clases.
- maldito desnudista, acaso esos días en el bosque no significaron nada para ti?- gruñó Sting mostrando sus colmillos, todavía intentando escaparse del hechizo del hijo mayor de los Dragneel.
- suenas como Natsu, no lo hagas- le pidió el muchacho del clan Cheney ya esperando algo de tranquilidad en toda esta situación.
- pero qué dices, Rogue? No hay nadie que se pueda comparar con mi hermanito- se rió Zeref llegándose una mano a su boca de manera divertida.
El mencionado sólo se limitó a fulminarle con la mirada. Nunca le había agradafo demasiado el azabache, al principio porque parecía demasiado irritante alrededor suyo, después por sólo rescatar a Natsu cuando Grandine los había lanzado a los cuatro a reflexionar sobre sus acciones en la montaña del bosque, y es más, acaso nadie había denunciado eso? Y ahora, por dejarlo en esta situación.
- no molestes, Zeref- ordenó con una mirada mortal el mago de las sombras mientras que el prefecto de las ciencias se retiraba a sus deberes.
- ojalá que algún día la tía Grandine lo tire al bosque- deseó el rubio haciendo un mohín.
Rogue lo miró por el rabillo de sus ojos y suspiró cansado, para luego decir:
- sí, yo también lo deseo
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- oye, Gray, estás seguro de que está bien que nos vayamos sin ellos?
- totalmente
Lucy se rió nerviosamente por las palabras del azabache, acaso no eran muy buenos amigos?
- pero ustedes no son cercanos?- preguntó ella más bien para darle una indirecta de que debería de ayudarlos.
- estoy seguro de que ellos velan más por nuestra seguridad que por la suya, cumplamos sus deseos- inventó él una gran mentira mostrando una expresión totalmente seria.
La rubia suspiró rendida y abrió la puerta del salón de ciencias. Cuando se percató de que todos adentro los estaban mirando a ellos con expresiones curiosas, se llevó ambas manos a la cara para taparse su sonrojo.
- lamento llegar tarde, tuve unos pequeños problemas
Gray se asomó por encima de ella para ver qué le había causado eso, sólo para provocar exclamaciones por parte de sus compañeros.
- lo siento, yo fui el problema- se disculpó por ella, ya que en realidad fueron todos sus amigos y él los que la hicieron llegar tarde al salón.
- ¡oh dios mío! No sólo entraron tarde sino que también acompañados- chilló una de las estudiantes.
- ¡¿ehh?! Creí que ella era más cercana a Sting-sama, él no habla conmigo desde que siempre está al tanto de Lucy-san...- exclamó otra de las muchachas.
- creo que es novia del marqués Cheney...
- ¿acaso está en una relación poligámica?- murmuró una muy por debajo, a pesar de que sus palabras llegaron a los oídos de la rubia.
- no, definitivamente es novia de Gray, acaban de entrar juntos, además... Recuerden el incidente de aquella vez...- esta vez fue un muchacho el que negó esas acusaciones, creyendo firmemente en una relación entre el azabache y la rubia.
- pero Sting también estuvo ahí- contestó su amigo, también muy enterado de lo que había ocurrido en las escaleras.
- pero Erza-sama y Jellal-sama también están muy pendientes de ella, como si la pareja favorita de la academia se hubiese roto por ella- dijo alguien más- y para variar, Rufus-sama escribió una obra sobre ella y Zeref-sama también se lleva muy bien con ella
- ¡es cierto! ¡El otro día me contaron que el prefecto de las ciencias y el de la magia estaban luchando por una rubia pero de repente, Rufus-sama se la había llevado consigo!
- ¿eh? ¿Creen que si Zeref-sama fuese la pareja de Lucy Heartfilia, dejará de estar tan al pendiente de su hermano?- pensó en voz alta otro estudiante.
- pobre Natsu, no creen? Todos sus amigos ya no tienen tiempo para él...
Todas las miradas se posaron en el recién mencionado, quien sólo estaba mirando a sus dos amigos con una expresión conflictiva.
- pobre Natsu...
- sí... pobre de él, seguramente será la tercera rueda en algún momento...
- todo por culpa de Lucy...- suspiró una muchacha. Y ante ese último comentario, una gran vena apareció en la frente de Gray.
- cállense, podríamos continuar con la clase?- sentenció con una voz helada y la temperatura del lugar bajó gradualmente, sin necesidad de que este use su magia. Entonces, el lugar entró en silencio, de vuelta.
- bien- dijo el profesor con una tos nerviosa, inclusive él estaba algo al tanto de la situación- señorita Heartfilia, señor Fullbuster, tomen asiento
- s-sí- murmuró ella escondiendo un chillido- perdón por llegar tarde
Al terminar de hablar, se dirigió hacia donde se encontraba el mago de fuego, y el mago de hielo sólo decidió seguirla, no sin antes darle una advertencia al resto. La clase continuó con una incomodidad implícita durante lo que duró.
Lucy era muy consciente de ello, pero decidió ignorarlo, su atención se había concentrado en la persona la estaba observando sin delicadeza, era muy incómodo.
Miró por su rabillo al muchacho que estaba manteniendo una mirada persistente en su persona. Y se llevó una gran sorpresa al ver que era Natsu.
El muchacho de pelo rosa la examinaba tanto que le daba algo de ansiedad.
- ¿Natsu? ¿Ocurre algo?- preguntó la rubia con una sonrisa nerviosa, sudando demasiado para su gusto. Parecía que la iba a asesinar en cualquier momento, según ella.
Él se sobresaltó cuando supo que había sido descubierto y se dio la vuelta de manera inmediata.
- n-no es nada....
- ¿e-es eso así? Bueno, está bien- dijo no muy convencida Lucy con su típica sonrisa nerviosa antes de volver a centrarse en la clase. ¿Acaso tenía a la familia Dragneel como enemiga? No le había hecho nada malo según recordaba. ¡Lo trataría bien para que lo que sea que haya hecho fuese perdonado! ¡¿Quién querría ser enemigo de la familia Dragneel?!
A excepción de ella, todos los estudiantes que estaban por arriba de ellos en las gradas, pudieron ver el gran sonrojo del hijo de los Dragneel, al igual que cómo este estaba derritiendo el material de su lapicera.
- ¿recuerdas cuando dije que Natsu sería la tercera rueda? Ahora ya no sé quién sería la tercera rueda- susurró alguien que había visto todo a su amiga.
Continuará....