Pasaron horas antes de que Albus Dumbledore se enterara de las explosiones en Londres ese sábado por la mañana.
El grupo que había viajado a Londres regresó a Hogwarts ileso y completamente inconsciente de la llamada cercana que acababan de recibir. Hermione tenía trabajo que ver con la señora Longbottom y se excusó para dirigirse a la habitación que la mujer mayor había adoptado como su oficina mientras residía en Hogwarts. Arthur quería compartir su experiencia con la fotocopiadora con Molly, y Ron acordó acompañarlo para ver a su madre. Kingsley tenía trabajo que hacer en la oficina anexa al Ministerio, en preparación para la llegada de las brujas y magos extranjeros al día siguiente.
–Tengo que devolver algunos de los documentos en Parsel a los gabinetes protegidos de la oficina del Director, Severus. ¿Te veo luego en las mazmorras? –Pregunto Harry.
–Te acompañare y veré si Albus necesita algo de mí antes de la llegada de nuestros invitados mañana –Harry le sonrió a Severus, contento por la compañía, y los dos se fueron amigablemente. Había sido una mañana interesante, incluso razonablemente productiva, si uno aceptaba que era valioso tener la gran pila de papel muggle que Harry había encogido y que llevaba en un bolsillo.
Harry y Severus fueron recibidos calurosamente por el Director cuando llegaron a su oficina.
– ¿Cómo estuvo Londres, mis muchachos? ¿Silencioso? –preguntó el mago mayor.
–Yo solo he estado allí unas pocas veces, señor, pero Hermione parecía bastante molesta por lo vacías y tranquilas que estaban las cosas. Ella conocía muy bien esa área, y sabía cómo sería normalmente un sábado por la mañana. La vi mirando por la ventana a la calle un par de veces, y se veía, no sé, ¿molesta? ¿Triste? Algo estaba claramente mal, en sus ojos –dijo Harry afligido.
–Encontramos una serie de muggles en las oficinas de los Granger, Albus. Harry y yo los movimos para acostarnos en las áreas alfombradas de la oficina; algunos todavía estaban tumbados en las sillas, o sobre algunos de los muebles especializados en las oficinas. Sospecho que el Ministerio se centró en los muggles en las calles o en las áreas de reunión pública, pero debemos estar seguros de que el Ministerio es consciente de que hay muchos muggles en lugares que no han encontrado y que es probable que no encuentren.
–Ah, buen punto, Severus. Le mencionaré esto a la Ministra Bones la próxima vez que hablemos. Estoy de acuerdo, no hay mucho que podamos hacer para recoger muggles de lugares como sus hogares y oficinas, pero el Ministerio al menos puede estar al tanto de lo que está sucediendo. ¿Pudiste hacer las copias que necesitabas, Harry?
Harry sacó la pila de papeles de su bolsillo y con un golpecito de su varita, los desenrolló. Albus tomo el montón y lo reviso, maravillado por la replicación exacta de las extrañas palabras en el papel endeble. Severus se unió a él mientras inspeccionaban este producto de tecnología muggle.
–Fue bastante notable, Albus. La señorita Granger acababa de poner el pergamino en la máquina, presionó un botón y, segundos después, apareció una copia del pergamino. De lo más interesante
Harry escuchó mientras regresaba los preciosos pergaminos al pequeño gabinete, y sonrió mientras los dos hombres mayores continuaban comentando sobre la tecnología que era tan común para cualquier muggle.
–Director, ¿cuál es el plan para que los invitados que llegan mañana? –Preguntó Harry, de repente luciendo un poco incómodo y nervioso.
–Se les ha pedido a todos que vayan a tu oficina, Harry. Eso nos permite mantener una distancia suficiente del Ministerio. Con solo una excepción, tú y Severus serán los que los saludarán tan pronto como atraviesen la chimenea. Puedes darles la bienvenida, presentarles a Severus como tu compañero vinculado. Por cierto, te recomiendo que uses el título de Lord en lugar de Profesor. Luego puedes presentarme y usar mi título como Director, en lugar de cualquier otro título del mundo mágico. Si tienes algo que decirle a alguien y quiere hablar con él, está bien, pero no habrá presión sobre ti; puedes avisarnos Severus o a mí –Harry pareció respirar aliviado ante la noticia– Tendremos elfos domésticos esperando para escoltar a cada recién llegado a su habitación y acomodarlos. La mayoría de ellos llegarán un poco antes de la cena, así que tendré la mesa principal ampliada para que nos acompañen en el Gran Comedor.
– ¿Y cómo manejarás la excepción, Albus? ¿Asumo que es la faraona Nitocris?
–Ah, sí, la joven faraona. Vamos a ofrecerle la opción de ser seleccionada en una casa aquí en Hogwarts y pasar su tiempo en la casa a la que pertenezca, o la oportunidad de dividir su tiempo entre todas nuestras casas, pasando unos días en cada una.
Albus sonrió ampliamente cuando Harry asintió de acuerdo con la propuesta.
–Eso parece justo. Tengo que imaginar que sería muy interesante ver a Hogwarts desde la perspectiva de las diferentes Casas.
Ese comentario le valió a Harry una mirada muy pensativa de Severus. Una vez más, el Gryffindor lo había sorprendido. Si bien Severus no podía contemplar estar en Hogwarts en ninguna Casa excepto Slytherin, se dio cuenta de que alguien que no estuviera tan inmerso en los valores de las diferentes Casas podría encontrar la experiencia muy interesante. Estaba sorprendido de que Harry se sintiera así, y asintió con la cabeza al joven.
–Harry, ahora que tenemos todo este papeleo para ti, probablemente sea una buena idea comenzar con las traducciones. Albus, te veré en el almuerzo –Severus comentó, y tomó la resma de papel que Albus sostenía para llevárselas a Harry mientras caminaban hacia las mazmorras.
No fue hasta la madrugada que llegó una lechuza urgente del Ministerio con noticias de los acontecimientos de la mañana en el Londres muggle. Varios equipos del Ministerio que trabajaban en espacios públicos habían sido atacados y cuatro estaciones subterráneas habían explotado. Cuando llegaron equipos de Aurores para evaluar el daño y determinar la causa, descubrieron que todos los eventos fueron causados por magia, aunque con solo una excepción, cada incidente fue obra de la magia de un solo mago y no un poder unido. Parecía que una de las explosiones más grandes, que había derribado casi toda una línea de metro cuando estalló la estación en un extremo, había sido producto del lanzamiento en tándem, por no más de dos magos. Cuando toda la información fue reunida y transmitida a Albus, todo estaba claro. Los Mortífagos todavía estaban allí, volviendo y encontrándose uno al otro.
Albus activó la red flu para tener una conversación con la Ministra Bones sobre los angustiosos eventos del día. Decidió no mencionar la excursión que había autorizado esa mañana para visitar el Londres muggle; lo último que quería para Harry era la restricción del Ministerio en sus viajes.
–Albus, hemos discutido antes mi preocupación por la seguridad causada por la bienvenida de brujas y magos extranjeros a Hogwarts mañana. Estos eventos solo resaltan cuán preocupante es todo en este momento. ¿Estás seguro de que es aconsejable agregar el elemento de visitantes de países extranjeros en este momento?
–Amelia, están llegando a Hogwarts por invitación de Harry, y no por el Ministerio. He hablado con Harry sobre el programa y los riesgos para nosotros y los invitados en este momento. Él, Augusta Longbottom y yo acordamos que tenemos que hacer esto, y tenemos que hacerlo ahora. El programa de Augusta es una forma de ayudar a otros a mantener a quienes están en sus países a salvo de estos ataques. Sin duda, informaré a Harry, Severus y Augusta sobre los eventos en Londres hoy, y agradecería que me hiciera saber si el Ministerio se entera de incidentes similares en otros países, pero como saben, esta es la decisión de Harry.
La Ministra reconoció que era una causa perdida.
–Sé que no podemos insistir en que cancele el programa, aunque ciertamente te pido reconsiderar la decisión de hacerlo en este momento. Por favor, Albus, ten cuidado.
Albus asintió con la cabeza a su vieja amiga y le agradeció su preocupación, mientras terminaba su discusión.
Albus recordó que Severus había insistido en que muchos de los Mortífagos que habían estado en la mansión de Lucius Malfoy después de que Voldemort drenase su magia estaban horrorizados por lo que les habían hecho, y era muy poco probable que estuvieran dispuestos a aceptar la Marca Oscura por segunda vez. Por supuesto, había otros por ahí, como Bellatrix Lestrange, que estaban tan interesados en la visión de Voldemort que la obtuvieron nuevamente en un instante. Parecía que, al menos por ahora, los Mortífagos que permanecían leales a Voldemort necesitarían tiempo para unirse en un grupo lo suficientemente organizado como para hacer más que actos individuales de violencia al mismo tiempo.
El Ministerio había enviado equipos para reparar el daño de inmediato. Madame Bones compartió que más de un trabajador del Ministerio comentó lo fácil que era lidiar con cosas como esta en el mundo muggle ahora que no había necesidad de ocultar su magia. ¿En pleno día? ¿En medio de la ciudad? No hay problema. La limpieza y la reconstrucción, usando magia al aire libre, fue rápido y sorprendentemente simple. La mayor parte del daño fue reparado rápidamente, y las pocas personas que habían sido dañadas en los ataques fueron sanadas en St. Mungos.
La Ministra Bones había informado que el Ministerio ya había intensificado sus medidas de seguridad, enviando al menos a un Auror con cualquier grupo de equipos del Ministerio que trabajara para reparar, restaurar o mantener el mundo muggle. Ella recordó un largo y ruidoso debate sobre si era necesario establecer protectores alrededor de los edificios donde los muggles que se habían quedado dormidos al aire libre habían sido trasladados. Finalmente, se establecieron salas modestas alrededor de las escuelas, iglesias y centros comerciales donde se trasladaron a muchos de los muggles dormidos, y el Ministerio ahora estaba haciendo los arreglos para fortalecer a la mayor cantidad posible contra futuros ataques.
Desafortunadamente, la sensación de seguridad que algunos habían comenzado a sentir en este nuevo mundo se hizo añicos y no es probable que se repare pronto.
Después de su conversación con la Ministra, Albus llamo por la red flú, a regañadientes, a las mazmorras y preguntó si podía pasar. Se sorprendió de que no hubiera nadie en la sala de estar, aunque Severus respondió a su aparición unos momentos después, desde su laboratorio.
–Tengo algunas noticias inquietantes, me temo. ¿Puedo pasar a hablar contigo y con Harry?
Severus asintió y llamó a Harry para que se uniera a ellos cuando el Director salió de la chimenea a su sala de estar.
–Acabo de recibir una lechuza del Ministerio y he hablado con la Ministra Bones. Hubo una serie de ataques en el Londres muggle esta mañana. Claramente es trabajo de los Mortífagos, aunque aparentemente trabajan individualmente, en todos los casos excepto uno. Recuerdo sobre los lugares indicados que una de las calles que sufrió daños significativos es aquella en la que se encuentra el consultorio dental de los Granger. Debió haber sucedido momentos después de que se fueron, sino se habrían dado cuenta.
Severus se sorprendió de lo tranquilo que estaba Harry acerca de aquello. Harry estaba obviamente angustiado porque la actividad de los Mortífagos había comenzado, pero no demasiado preocupado por su cercanía el sábado por la mañana.
– ¿Hubo muchos heridos, Director? ¿Algún muerto?
–No sabemos de muertes, Harry. Hubo varios trabajadores del Ministerio heridos, pero todos están bien ahora. El Ministerio se encargó de reparar el daño causado, y deduzco que las reparaciones avanzan rápidamente.
Harry lo tomó con calma.
–Gracias por avisarnos, señor. Creo que deberíamos decirles a los demás; veré a Hermione y Ron en el almuerzo, y Severus, ¿podría hablar con el Sr. Weasley? ¿Y con Kingsley también?
Albus se sorprendió de que ni Harry ni Severus mencionaran el programa o que los invitados llegaran a la mañana siguiente.
–El Ministro nos advirtió nuevamente sobre la llegada de invitados extranjeros tan cerca de eventos como estos.
–Estamos ofreciendo ese programa para ayudar a otros a defenderse de ataques, como estos y peores. ¿Por qué querríamos cancelarlo ahora? En todo caso, estos ataques resaltan por qué es tan importante que todos asistan y aprendan –Protesto Harry.
Albus le sonrió cálidamente a Harry, asintiendo con aprobación. Por una vez, Severus tuvo que estar de acuerdo con Albus. ¿Cómo podría el Ministerio pensar que tiene sentido cancelar un programa de magia defensiva porque había ataques en curso, contra los cuales esa magia podría desplegarse? Nunca entendería a los políticos.
Cuando Harry regresó al laboratorio después del almuerzo para reanudar el trabajo en sus traducciones, informó que sus amigos no estaban angustiados por las noticias de su escape cercano de la violencia en Londres ese día. La noticia de los ataques apenas se abría camino a través del castillo, ya que algunas lechuzas ya habían llegado. Ron siempre estaba contento de tener una historia emocionante para compartir con sus amigos, ya que ansiaba la atención. La visita había sido excelente incluso sin la violencia, pero eso agregó una apariencia peligrosa a toda la experiencia. Hermione parecía satisfecha con los informes sobre el alcance del daño y su rápida reparación, aunque le mencionó a Harry que necesitaban elaborar un cronograma para comenzar a lanzar hechizos para disolver las Marcas Oscuras de forma regular, en caso de que Voldemort fuera empezando a usarlas de nuevo.
Por su parte, las conversaciones de Severus con los adultos no provocaron más reacción. Si bien a Molly le preocupaba que su esposo y su hijo hubieran estado tan cerca de tal peligro, era poco probable que Arthur dejara de hablar sobre su experiencia con la fotocopiadora en ese corto plazo. Los ataques fueron angustiantes, pero ocurrieron después de que se fueron, por lo que no sintió la necesidad de detenerse en ellos. Kingsley había tenido llamadas cercanas antes en su línea de trabajo, y siempre estaba más feliz de escuchar los eventos violentos que ocurrieron después de que él había dejado un lugar.
A medida que avanzaba el día, Albus recibió algunas lechuzas y llamadas de fuego de aquellos programados para llegar el domingo, en busca de confirmación de que las sesiones continuarían o preguntando por la seguridad en Hogwarts. Repitió el mensaje sobre que todavía se esperaban al día siguiente y que no había razón para preocuparse por su seguridad.
Esa noche, después de la cena, Harry y Severus fueron al laboratorio, Harry para trabajar en sus traducciones y Severus para comenzar a preparar algunas de las bases para las pociones que quería probar de las notas de Ventus. Severus no había tenido tiempo de ir a los invernaderos para asegurar algunos de los brotes que debían agregarse, y aunque no era un experto en rosas mágicas, sabia lo suficiente al recordar el trabajo de su madre y las precauciones que vio que Neville tomó al tratar con ellas para saber que tenía que tener mucho cuidado con todo el asunto de cosechar los brotes, las flores y las hojas de las desagradables rosas. Había una base común para todas las pociones en las que esperaba trabajar, así que usó esta noche para preparar varias jarras grandes de mezclas para su uso posterior. Harry lo miraba con interés, claramente perplejo por la preparación muy básica.
–Severus, ¿qué estás haciendo? Eso no puede ser una poción, ¿verdad?
Severus sonrió ante el comentario.
–Estoy impresionado, Sr. Potter, de que reconozca el proceso por lo simple que es. Estoy preparando la base que necesitaré cuando encuentre el tiempo para recolectar las diversas partes de flores requeridas en los documentos de Ventus.
–Neville me estaba hablando de las rosas en el almuerzo. ¿Estás seguro de ellas? Suenan positivamente viciosas.
–Confío en la investigación de su amigo de que las plantas a las que se hace referencia en el trabajo de Ventus ahora se conocen por los nombres de las plantas que aseguramos. El hecho de que el propio trabajo de mi madre involucrara una de las plantas que identificó me hace confiar en sus conclusiones, ya que noté paralelismos entre los dos caminos de investigación. Vi cuán cuidadoso es Longbottom alrededor de las plantas, y le pediré su ayuda para cosechar lo que necesito.
Harry parecía complacido por los comentarios sobre Neville.
–Te lo dije, él realmente conoce sus plantas, Severus.
Cansado de discutir sobre uno de sus amigos menos favoritos de Harry, Severus llevo la conversación a algo en lo que había estado pensando toda la tarde.
–Estábamos alejados de las horribles explosiones que sacudieron el edificio en el que estábamos esta mañana. Arthur Weasley y Kingsley Shacklebolt no estaban demasiado preocupados por eso, y me dijiste que tus amigos reaccionaron de la misma manera. Ninguno de ustedes parece estar molesto por eso en absoluto. ¿Es este un rasgo Gryffindor, Harry?
Harry le sonrió a Severus. Estaba tan contento de que hubieran superado la mayor parte de los gruñidos y las disputas sobre los méritos relativos de los Gryffindors versus los Slytherins ¿Cuándo había sucedido eso?
– ¿Por qué perder tiempo y energía preocupándose por lo que no sucedió, Severus? Estuvimos a salvo.
Severus limpió la mesa sobre la que acababa de decantar la base de la poción, y se limpió las manos por última vez antes de desvanecer la tela que ahora estaba empapada, mientras mantenía sus ojos en Harry, quien lo observaba en silencio.
–Podría pasar un tiempo, una vez que comience el programa, hasta que tengamos otra tarde tranquila en nuestras habitaciones, Harry. ¿Puedo sugerir un baño relajante?
No tuvo que preguntar dos veces. Harry dejó a un lado sus papeles y saltó hacia Severus, quien había abierto los brazos para recibir al joven en un abrazo. Trabajando juntos su magia, Harry y Severus tenían una gran bañera llena de agua humeante y burbujeante en su habitación en solo unos momentos, y solo unos momentos más los vieron a ambos sumergidos en la bañera. Severus comenzó a trabajar suavemente en la tensión en los hombros de Harry, pero aprendió de su experiencia previa a no exagerar el masaje relajante para que su compañero no se durmiera. Esta vez, Harry no se durmió en el baño, y los masajes fueron mutuos y mucho más íntimos que la última vez.
Harry no estaba listo, tal vez, para experimentar toda la diversión que se podía tener en una bañera hecha para dos, pero estaba llegando allí.
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Harry estaba lleno de nervios cuando se acercaba el momento de la llegada de sus invitados el domingo por la tarde.
– ¿Qué me pongo para esto, Severus? No puedo imaginar que mi túnica escolar sea apropiada, pero no estoy muy seguro de lo que sería correcto –preguntó Harry mientras examinaba su guardarropa.
Severus se unió a Harry para admirar la selección de ropa. Eligió un atuendo simple pero elegante para el joven, algo que no era demasiado formal, pero nada que usaría un niño de escuela.
–No les estás dando exactamente la bienvenida a tu propia casa, pero creo que el efecto correcto sería algo apropiado en esa situación. Aquí, esto funcionará muy bien.
Harry sonrió en agradecimiento y tomó la selección de Severus, quien ya había elegido su propia ropa, también rechazó su atuendo de enseñanza diario por algo un poco más elegante y bastante más costoso.
Severus era muy consciente y no estaba del todo cómodo con su papel aquí. Tiene algo de experiencia (desde hace mucho tiempo) como el anfitrión que recibe invitados. Sería muy diferente estar detrás del hombre que era el anfitrión que daba la bienvenida a sus invitados. Intentando calmar las mariposas que sentía en el estómago, se dijo que se acostumbrara. Su papel en la vida de Harry le daría muchas oportunidades como esta, por lo que sería mejor que aprendiera a lidiar con eso. Parecía que se había estado diciendo eso durante demasiado tiempo de su vida, y la idea amenazó con darle un desagradable dolor de cabeza. Centró su atención en el joven absolutamente delicioso ahora casi vestido con un par de pantalones muy atractivos y ajustados con un doblete y una túnica elegantemente sobria en colores profundos que hacían brillar sus ojos verdes. Sonriendo mientras terminaba los toques finales de su propia ropa, se reconoció a sí mismo que estar con una criatura como su compañero vinculado era algo a lo que con gusto se acostumbraría en cualquier momento.
Para cuando los dos llegaron a la oficina del Director, los nervios de Severus se habían calmado, pero Harry estaba nervioso. Albus los saludó cuando se unieron a él y a la profesora McGonnagall.
– ¡Bienvenidos mis muchachos! ¡Justo a tiempo! La joven faraona debería llegar en unos minutos, por eso le pedí a la profesora McGonnagall que se uniera a nosotros. Dado que la joven se quedará en medio del cuerpo estudiantil aquí en Hogwarts, pensé que nuestra subdirectora debería conocerla y acompañarla al encuentro con el jefe de la casa en la que se alojará.
Harry había estado sosteniendo la mano de Severus mientras caminaban hacia la torre, pero la soltó torpemente en presencia de la profesora McGonnagall. Severus se dio cuenta de la razón de la acción de Harry, y empatizó con él: la anciana remilgada podía hacer que casi cualquier persona se sintiera incómoda, por varias razones. Sin embargo, Severus también creía que Harry necesitaba su apoyo en este momento, y no iba a negarle esa comodidad al joven. Mientras ocupaban sus lugares en la oficina de Harry junto a la chimenea, Severus puso una mano protectora (y posesiva) sobre el hombro de Harry mientras estaba de pie junto a él y ligeramente detrás de él.
Albus les sonrió a los dos. La informalidad con la que Severus extendió la mano para tocar a Harry, y la relajación de la tensión alrededor de los ojos de Harry mientras se relajaba con el toque, le mostraron que estaban desarrollando la relación que él creía que la Piedra del matrimonio tenía para estos dos magos especiales. A pesar de todos los desastres matrimoniales atribuidos a la Piedra del matrimonio a lo largo de los siglos, se alegró de ver que esta pareja tenía el potencial de ser uno de sus grandes éxitos.
Siguieron unos minutos de nerviosa charla mientras esperaban las llamas verdes en la rejilla que indicaban una llegada a través del flú. Finalmente, aparecieron las llamas verdes, seguidas momentos después por la asombrosamente hermosa faraona Nitocris, y momentos después por un hombre que se parecía lo suficiente a la joven como para ser un pariente. La joven se compuso de inmediato cuando salió de la chimenea, pero Harry captó la expresión de angustia que cruzó momentáneamente su rostro cuando escuchó el woosh que señalaba la llegada del caballero. Recordó su conversación con ella en el Llamado y pensó que entendía lo que estaba sucediendo.
Dando un paso adelante y extendiendo su mano hacia la Faraona, la recibió.
–Faraona Nitocris, es maravilloso verte de nuevo. Estoy muy contento de que puedas unirte a nosotros para este programa –Nitocris aceptó la mano ofrecida y se acercó para besar a Harry en la mejilla.
–Me siento tan halagada de que me recuerdes, Harry Potter. Me encantó recibir su amable invitación, y estoy muy emocionada de participar. He estado trabajando para alcanzar los objetivos que discutimos cuando nos reunimos en el Llamado, pero pensé que tomar un descanso de ese trabajo para aprender las habilidades tan generosamente compartidas por la Sra. Longbottom sería lo mejor para Egipto.
Con una sonrisa y un asentimiento, Harry ofreció.
–Permíteme presentarte a mi compañero vinculado, Lord Severus Snape –Harry estaba enormemente complacido de ver una cierta cantidad de celos en la cara de Severus mientras observaba a Harry interactuar con esta joven y bella mujer, y luego se sintió lleno de orgullo interno y una sacudida de celos propios, cuando notó cómo Los ojos de Nitocris se abrieron de par en par al mirar más de cerca a Severus. Extendió su mano hacia Severus, quien la tomó y se inclinó sobre ella muy formalmente.
–Faraona Nitocris, es un placer conocerla. Harry la ha mencionado, y estaba muy contento de que se uniera a nosotros.
Ella sonrió cálidamente ante la bienvenida que recibió, pero su sonrisa perdió el calor cuando se volvió hacia el hombre que la había seguido a través de la red flú.
– ¿Puedo presentarle a mi tío mayor, el Príncipe Aktenat, quien consideró necesario acompañarme hoy? Tío, este es Lord Potter y su compañero vinculado, Lord Snape –Se intercambiaron apretones de manos, mientras Aktenat miraba a Harry y Severus con una mirada de desconfianza al borde de la hostilidad.
Severus sospechaba que el tío vino para asegurarse de que los arreglos apropiados estaban en su lugar para su sobrina, aunque claramente había algo más que eso. También podría darle a Albus la oportunidad de interpretar su papel de abuelo, y a Minerva la oportunidad de brillar como la invencible chaperona.
–Faraona Nitocris, Príncipe Aktenat, permíteme presentarte al Director de la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería, Albus Dumbledore, y a nuestra Subdirectora y Jefe de la Casa Gryffindor, Minerva McGonnagall –Se produjeron más apretones de manos.
El Director procedió a regalarlos con una de sus historias, esta de un viaje que hizo cuando era joven, a El Cairo, ofreciendo a la joven y a su tío sus mejores sonrisas de abuelo.
Minerva entendió una razón probable para la aparición del tío, y cuando la historia de Albus se desvaneció, se dirigió a Nitocris.
–Querida, estamos encantados de que quisieras experimentar Hogwarts entre nuestra población estudiantil. Estaremos encantados de alojarla en uno de nuestros dormitorios, donde se alojará con las niñas de séptimo año en cualquier casa donde se hospede. Tenemos un artefacto mágico, el Sombrero Seleccionador, que tradicionalmente clasifica a los recién llegados a Hogwarts en la Casa más adecuados para sus fortalezas y valores personales. Estaríamos encantados de clasificarla en una casa que luego sería su hogar durante las próximas dos semanas, o podemos organizar que pase unos días en cada casa, para experimentar Hogwarts desde todas nuestras diferentes perspectivas –Dirigiéndose luego al tío, agregó– Príncipe Aktenat, ciertamente puedo apreciar que su familia querrá estar segura de que una mujer joven será bien cuidada y adecuadamente acompañada mientras esté aquí en Hogwarts. Le aseguro que Hogwarts ofrece un entorno seguro para cualquier joven. Tenemos Jefes de Casa disponibles para proporcionar orientación y liderazgo, y Prefectos entre los estudiantes para asegurar un comportamiento apropiado.
La hostilidad disminuyó un poco en la cara del Príncipe, aunque no parecía muy feliz de dejar a su sobrina en Hogwarts. Harry decidió intervenir en ese punto.
–Lamento, Príncipe Aktenat, que no podamos acomodar a los invitados de los que asisten al programa aquí en Hogwarts. Si cree que debes permanecer cerca, es posible que puedas conseguir alojamiento en Hogsmead, a poca distancia de la escuela, pero durante las dos semanas del programa, la faraona Nitocris estará muy involucrado en los cursos y no estará disponible para reunirse con usted. Ella estará a salvo aquí, se lo aseguro.
La joven faraona finalmente pareció tranquila cuando su tío aceptó las garantías de Harry en cuanto a su seguridad y, con un gesto formal a todos, arrojó polvo flú en la rejilla y desapareció entre las llamas verdes. Harry la miró con una pregunta aparente en su rostro, y ella le ofreció un pequeño asentimiento a cambio. Severus apenas contuvo su mirada ante esta comunicación tácita entre su compañero vinculado y la impresionante joven.
–Conocí a la faraona Nitocris en el llamado. Ella me dijo que, a la muerte de su padre, sus tíos habían intervenido para gobernar el país en su nombre, insistiendo en que, como una simple niña, no tenía el poder para hacerlo. Se dio cuenta de que ella sola, y ninguno de ellos, fue llamada y me dijo en el llamado que las cosas serían diferentes una vez que regresara a Egipto.
Nitocris asintió ante la historia de Harry y continuó.
–Hice exactamente eso, Harry Potter. He eliminado a la mayoría de los hombres que mis tíos habían designado en el consejo que asesora a la faraona, y también he reducido los roles de los príncipes en el gobierno de Egipto. Han estado tratando de obligarme a casarme con uno de sus hijos, para recuperar el poder otra vez. Les ha enfurecido que haya elegido no seguir sus consejos, y me estoy afirmando donde había sido pasiva antes. Mi tío Aktenat estaba particularmente angustiado cuando recibí la invitación de Harry Potter para asistir a este programa, y luego cuando anuncié mi intención de asistir. Siempre se imaginó a sí mismo como el mago más poderoso de la familia, después de mi padre, y se había negado a creer que te había conocido y que había sido llamada. Sospecho que estaba más que molesto porque me recordabas y mencionabas haberme hablado en el Llamado. Me ha llamado mentirosa por sugerir que tal cosa había ocurrido.
Al darse cuenta de que tal vez esta joven no representaba la amenaza a su relación con Harry que inicialmente sospechaba, Severus preguntó:
– ¿Todo estará bien en su ausencia en Egipto, Faraona?
Ella asintió con la cabeza a Severus, su largo cabello negro se balanceo sobre sus hombros mientras lo hacía.
–Sí, Lord Snape, he confiado los asuntos del día a día a un hombre que sirvió bien a mi padre durante años y que sé que mantendrá a mis tíos bajo control en mi ausencia. Fue el primero de los asesores de mi padre que eliminaron después de la muerte de mi padre, por lo que incluso ellos reconocen su poder.
Albus hizo un gesto al grupo para que abandonara la oficina de Harry y los condujo a través del pasillo hasta su propia oficina.
–Todos, vengan. Podemos lograr que nuestra joven faraona se establezca en Hogwarts mientras esperamos la llegada de los otros invitados al programa.
Dirigió a todos a los asientos cerca de la chimenea y apareció un servicio de té en la mesa baja frente a los asientos. Severus se sentó en un gran sillón y, para su sorpresa y placer secreto, Harry eligió sentarse en uno de los reposabrazos, con la mano apoyada en el hombro de Severus. La faraona se sentó enfrente, con su majestuosa postura. Severus miró bien a la joven y tuvo que admitir que era una belleza; todo lo que había leído sobre ella era verdad. Aparte de lo obvio, tenía unos ojos verdes asombrosamente brillantes, más claros incluso que los de Harry.
– ¿Me pueden decir sobre las diferentes Casas aquí en Hogwarts? – preguntó la joven mujer.
–Tenemos cuatro casas aquí, enfatizando los rasgos de valentía, lealtad, astucia e inteligencia –respondió Albus.
Ella reflexionó sobre esos valores.
–En realidad, señor, me imagino que cada uno de esos rasgos o fortalezas son esenciales en cada poderoso mago o bruja –Mirando a Harry, preguntó– ¿Y en qué casa te clasificaron, Harry Potter?
Harry sonrió
–El Sombrero Seleccionador inicialmente quería ponerme en la Casa Slytherin, que es la casa que enfatiza la astucia, pero le pedí que me clasificara en otra Casa, y me clasificó en la Casa Gryffindor, que valora la valentía. La profesora McGonnagall es la jefa de mi casa. Pero mi compañero vinculado es el profesor Snape, él es el jefe de la Casa Slytherin.
Nitocris tomó nota.
– ¿Puedes pedirle cambiar? ¿O decirle a dónde quieres ir?
Harry arqueó su ceja, un gesto que hizo que Albus sonriera, ya que se parecía mucho a un gesto que siempre había asociado con Severus.
–Bueno, no sabía que no debías pedir, así que lo hice.
Albus se rió por la respuesta de Harry.
–Sospechamos que dado que fue Harry Potter quien hizo la petición, el Sombrero Seleccionador podría haberse sentido obligado a tomar su solicitud más en serio,
– ¿Alguno de ustedes tenía alguna idea de la verdadera posición de Harry Potter en el mundo mágico antes de este año?
Severus frunció el ceño ligeramente. Esa fue una pregunta válida, pero muy impertinente. Harry, por supuesto, no dudó en ofrecer una respuesta en su habitual estilo discreto.
–No tengo idea alguna. El año pasado, una amiga quería ayudarme a aprender más sobre magia defensiva y hechizos, e investigó un poco sobre la historia de los hechizos. Encontró algunos hechizos antiguos y me los enseñó a mí y a otro amigo, aunque resultó que solo yo podía hacerlos funcionar. Asumimos que tenía un poco más de poder que ellos, y por eso las cosas funcionaron para mí. Nunca se me ocurrió que poder usar un hechizo como la Voz del Rey o el Destierro del Rey fuera algo especial o digno de mención. Tuve la oportunidad de usar los hechizos este año, y así es como se descubrió.
Severus sacudió la cabeza. Harry había compartido esa historia antes, pero parecía tan absurda cada vez que la contaba. Harry movió la enorme piedra con el hechizo Wingardium Leviosa, a pesar de que el hechizo tenía un límite de peso, muy sobrepasado por el de la piedra. Harry ordenó a la tierra que sostuviera la piedra rápidamente. Los Wyrms Oscuros se inclinaron hacia Harry cuando partieron. Nadie entendió completamente lo que estaba sucediendo, pero en retrospectiva, ciertamente debería haber sugerido algo. No iba a compartir esto con este grupo. Más tarde, cuando él y Harry estuvieran solos, lo mencionaría.
La profesora McGonnagall había regresado con el Sombrero Seleccionador, y Harry estaba divertido ante la expresión de disgusto que la Faraona tenía por la cosa de aspecto maltratado.
–Ponemos esto en tu cabeza, querida, y nos dirá la casa a la que perteneces.
–Me fascinaría saber lo que el Sombrero determina sobre mí, pero debo confesar que estaría muy emocionada de experimentar al menos las dos Casas con las que Harry Potter y Lord Snape están afiliados. ¿Podría ser seleccionada y seguir viviendo en otras casas?
La profesora McGonnagall parecía pensativa mientras estudiaba a la joven, y luego pareció decidirse por algo.
–No sería apropiado para usted residir en una casa para la que no fue seleccionada. Sin embargo, podríamos pedirle al Sombrero que la evalúe, pero no divulgue su decisión y, por lo tanto, la clasifique hasta que esté a punto de dejarnos. Mientras tanto, puedes quedarte varias noches en las diferentes casas. Director, ¿cree que el Sombrero Seleccionador estaría dispuesto a acomodar ala Faraona de esa manera?
Albus estaba sonriendo ante el inteligente enfoque de su ayudante para solucionar el problema. Por supuesto, si ninguno de ellos estaba al tanto de la casa en la que Nitocris estaba clasificada, permitirle residir por un tiempo en cada casa no era inapropiado en absoluto.
–Si el Sombrero Seleccionador está dispuesto a retrasar el anuncio de su decisión, creo que es una idea espléndida.
–En realidad, creo que es una buena idea –anunció el Sombrero. Se colocó en la cabeza de Nitocris, donde permaneció en silencio por unos momentos, antes de anunciar– Estoy listo para volver a mi estante.
– ¿Es todo? –Preguntó Nitocris.
La profesora McGonnagall devolvió el Sombrero Seleccionador a su estante e hizo un gesto a la joven faraona para que la siguiera.
–Ven, querida. Creo que comenzaremos por instalarte en mi casa, Gryffindor. Los amigos que Harry te mencionó están en mi casa, y estoy segura de que te darán una maravillosa bienvenida a Hogwarts.
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Unos momentos más tarde, era hora de que Harry, Severus y Albus regresaran a la red flu en la oficina de Harry para comenzar a dar la bienvenida a las brujas y magos extranjeros que llegaban a quienes había mandado invitaciones. En su mayor parte, estas llegadas se hicieron rápidamente. Harry había conocido a algunas brujas y magos en el Llamado, pero la mayoría no lo conocía. Se sorprendió al darse cuenta de que la mayoría de los recién llegados no solo sabían un poco sobre él, sino también sobre Severus y Albus. Su propia notoriedad era un hecho triste de su vida, pero Severus parecía tener un perfil tan alto como el suyo. De una manera divertida, a Harry le encantó ver a Severus preocupado por personas de todas partes. El hombre era notable en muchos sentidos, y había contribuido mucho a la sociedad mágica con su trabajo de pociones. Él merecía un reconocimiento por todas las cosas que había hecho. No fue ninguna sorpresa que Albus fuera muy conocido por brujas y magos de todo el mundo.
Harry se presentó obedientemente a sí mismo y a Severus, y luego pasó cada nueva llegada al Director, quien parecía conocer a todos y tuvo una bienvenida personal para todos. Harry había notado que varios elfos domésticos se encontraban de pie alrededor del perímetro de la habitación, y cuando llegó el momento de que una nueva llegada fuera escoltada a su habitación, uno aparecería frente al grupo.
Entre los últimos en llegar se encontraba uno de los varios invitados de Francia, Henri Clovis. Severus se erizó cuando el hombre atravesó las llamas verdes, su mano se tensó involuntariamente sobre el hombro de Harry, causando que el joven se preocupara de inmediato. Severus asumió que Henri estaba relacionado de alguna manera con Philip Clovis, el hombre que le había arrojado el guante al Ministerio, y que no se arriesgaba. Severus gentilmente hizo retroceder a Harry y se colocó frente a él.
Albus notó la interacción entre Severus y Harry y se alarmó. No tenía idea de cuál podría ser el problema; Este hombre era un miembro de alto rango del equivalente francés del cuerpo de aurores de Inglaterra, que lo nominó para asistir a este programa, y era un pariente lejano del rey francés, Louis XXIII. Discretamente movió su varita hacia su mano derecha, por si acaso.
–Monsieur Clovis, creo que ya conocí a un miembro de su familia recientemente en el Ministerio en Londres –No había una pizca de calidez en ese saludo; las palabras prácticamente tenían carámbanos colgando de ellos.
Albus ahora recordó que había un hombre llamado Clovis de Francia que tenía fama de duelista, y lo entendió. Nunca había pedido las identidades de los hombres que habían desafiado a Severus a duelos en el Ministerio, pero ahora suponía que un pariente de Clovis era uno de ellos. Maldiciendo el descuido de no pedirle a Severus que revisara la lista de invitados, Albus se adelantó, para que los ánimos no se encendieran.
–Monsieur Clovis, ¿ha conocido a Lord Snape?
–No, señor Dumbledore. Creo que Lord Snape ha tenido la desgracia de conocer a mi hermano menor, Philip. Nunca he conocido a Lord Snape hasta hoy.
Albus no se relajó; su varita quedó en su mano, pero trató de disipar la tensión.
–Pido disculpas por cualquier malentendido, Monsieur Clovis –A Severus, hablando en voz más baja, agregó– Monsieur Clovis es un miembro muy respetado de la organización francesa Auror, que solicitó que se lo incluyera en esta clase. Él no es el hombre que te desafió en el Ministerio, Severus –Dirigiéndose de nuevo a Henri, continuó– Entiendes la aprensión de Lord Snape, estoy seguro. Sé que no habrá desafíos o duelos entre nuestros invitados. Supongo que, como miembro de la Casa de Borbón, tenemos su palabra de que cumplirá con los deseos de su anfitrión –No fueron las palabras de bienvenida más cálidas, pero fue mejor tener expectativas claras desde el principio.
Por su parte, esta no era la primera vez que Henri se encontraba con los brazos menos que abiertos por alguien que se había encontrado con su hermano menor. Siempre le sorprendió el tipo de personas con estatus en el mundo mágico que Philip había logrado molestar, especialmente con los constantes intrigas y aportes de Louis. Ciertamente extendió algunos desafíos muy desaconsejados, y parece que uno de esos desafíos fue emitido a Lord Snape.
–Por supuesto, Messieurs Snape y Dumbledore. ¡No quiero hacer daño a nadie dentro de los muros de Hogwarts! Como caballero, te doy mi palabra de que nadie tiene nada que temer de mí –Dirigiéndose luego a Harry con una reverencia muy formal, dijo– Monsieur Potter, es un honor.
Harry solo asintió, aún preocupado, dada la alarma de Severus. Un útil elfo doméstico apareció a la vista en ese momento, y Henri Clovis fue escoltado fuera de la habitación.
– ¿A qué se debió todo eso? –Harry preguntó tan pronto como el invitado se fue.
Severus estaba mirando al Director mientras respondía a Harry.
–Philip Clovis fue el primer mago que me arrojó el guante en el Ministerio el día que asististe al Wizengamot para ordenar las cosas.
–Henri Clovis fue propuesto por el jefe de la organización Auror francesa. Es uno de sus principales investigadores. Sabía que un miembro de su familia tenía fama de duelista, por supuesto, pero no tenía idea de que su hermano había sido uno de los que te asaltaron en el Ministerio –Harry parecía horrorizado por esa declaración.
Albus todavía tenía su varita en la mano y la agitó en un patrón complicado mientras entonaba suavemente un hechizo. Harry miró a Severus con una pregunta en su rostro. Cuando Albus terminó, Severus explicó.
–Ese fue un hechizo de intención. Si Clovis toma alguna acción contra alguien en Hogwarts, la persona a cuyo orden está actuando sufrirá el mismo destino.
Albus le sonrió a Severus.
–Bueno, lo hice un poco más fuerte que eso. Si él o alguno de nuestros invitados toma alguna acción contra alguien aquí, el destino que pretendía para su víctima aquí recaerá en su patrocinador, ya sea que el que está aquí realmente sufra o no. Realmente no espero ningún problema, pero es mejor estar seguro que arrepentido.
Harry estaba a punto de exigir un poco más de seguridad que eso cuando la llama de la rejilla se volvió verde nuevamente, y en poco tiempo, Remus Lupin había entrado, seguido por Sirius Black. Mientras que Harry estaba claramente feliz de verlos a ambos, y les dio un abrazo de bienvenida, todavía había un manto en el aire entre Severus y Albus.
– ¿Nos extrañaron? –Sirius preguntó.
Severus respiró hondo y respondió:
–Henri Clovis llegó justo antes que ustedes.
Sirius y Remus se miraron, Sirius preguntó:
– ¿Alguna relación con Philip?
–Es su hermano menor.
– ¡No! ¿Por qué demonios cualquier miembro de esa familia fue invitado a algo como esto? ¡Es una basura!
Albus trató de calmarlos a todos.
–Es uno de los aurores franceses más respetados. No puedo decir que no hubiera recomendado que Harry lo invitara si supiera de su familia, pero nadie se habría sorprendido, al menos. He lanzado hechizos para evitar que cualquier invitado en el castillo haga algo para dañar a otro durante las dos semanas que está aquí. No causará problemas.
Los otros tres parecían aplacados por las garantías del Director, pero Harry no estaba tan seguro. Esta fue definitivamente una de esas cosas que no tenía ningún sentido para él.
–Sirius, no sabía que vendrías. ¿Qué estás haciendo estos días?
Sirius y Remus intercambiaron una mirada, mientras el brillo de Albus regresó con venganza. Aunque algo curioso sobre lo que estaba haciendo el perro, Severus mantuvo cuidadosamente una mirada de aburrimiento ante el giro que había tomado la conversación.
–Bueno, Cornamenta, después de pasar un tiempo en el Ministerio, viendo lo que estaban haciendo y lo que podría hacer para ayudar a resolver las cosas, Remus sugirió que podría tener un mayor impacto si asumía un papel más formal. Lo sé, lo sé, no es lo que alguien esperaría de mí, pero me di cuenta de que esa es la única forma en que puedo hacer el tipo de contribución que quiero hacer –Respirando hondo y volviendo a mirar a Remus en busca de apoyo, agregó– He solicitado ser miembro de la Confederación Internacional de Hechiceros.
La cara de Harry se iluminó. Se había dado cuenta de que todos los que conoció en el Llamado podían convertirse en miembros de la Confederación Internacional, aunque aparentemente solo unos pocos estaban interesados. Estaba enormemente orgulloso de Sirius por hacer esto, y una gran sonrisa apareció en su rostro.
– ¡Eso es fantástico, Canuto! –Pensando en la explicación de Remus de todo esto en la cena con los Weasley en Nochebuena, se dio cuenta de que la membresía en la Confederación también significaba que un mago podía reclamar un asiento en el Wizengamot por derecho mágico. Añadió– ¿Esto significa que te unirás a Remus y tomarás asiento en el Wizengamot?
Severus miró bruscamente a Harry. Una vez más, el joven lo sorprendió, recordando cómo funcionaba y apreciando la magnitud del paso que estaba dando el más irresponsable de los Merodeadores.
Sirius asintió, mientras Albus le sonreía, y Remus lo miró con orgullo.
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La presencia de la gran cantidad de hombres y mujeres en la mesa principal en el Gran Comedor durante la cena, muchos vestidos con atuendos muy exóticos, causó un gran revuelo en la cena. Sin embargo, eso palideció en comparación con la conmoción cuando Ron y Hermione llegaron en compañía de una joven de cabello oscuro con asombrosos ojos verdes y vestida, encima del mismo tipo de suéter que usaban todas las jóvenes, un gran Ankh dorado. No cabía duda de que esta era la faraona legendariamente hermosa de Egipto. Los cuellos se estiraron en todas las mesas mientras todos trataban de verla.
Nitocris se había instalado rápidamente en el dormitorio asignado en la torre de Gryffindor, y la profesora McGonnagall la acompañó a la Sala Común, donde encontró a Hermione e hizo las presentaciones.
– ¡Hermione Granger, la persona que le enseñó a Harry Potter los hechizos que nos mostraron que él era el rey! ¡Estoy tan feliz de conocerte! –empezó ella.
Hermione estaba nerviosa, sin saber nada acerca de esta joven que claramente sabía de ella, pero las dos descubrieron rápidamente una serie de intereses comunes y la conversación fluyó fácilmente. Nitocris era una joven muy genuina y reflexiva, y Hermione descubrió que le gustaba.
Hubo un momento en que Hermione se sintió muy insegura, cuando Ron llegó a la Sala Común y se acercó para encontrarse con la Faraona. Estaba prácticamente babeando cuando lo presentaron, pero Nitocris era encantadora y lo suficientemente distante como para desalentar gentilmente cualquier esperanza inapropiada. No pasó mucho tiempo antes de que un gran grupo se hubiera reunido para encontrarse con la recién llegada y, finalmente, el grupo de Gryffindor llegó al Gran Comedor para cenar a toda voz, atrayendo la atención incluso antes de que alguien notara la hermosa nueva llegada en medio de él.
Cuando Harry llegó de las mazmorras y fue a tomar su asiento habitual entre Hermione y Ron, Nitocris se maniobró entre Hermione y Harry. Una rápida mirada a la mesa principal confirmó a Harry que Severus estaba viendo todo esto como un halcón, y no un halcón particularmente feliz por eso. Recordaba muy claramente las discusiones en voz alta sobre los coqueteos e indirectas. Si bien nunca quiso repetir esa conversación en particular, Harry apreció los pequeños signos de celos que encontró en Severus de vez en cuando, como lo hizo hoy.
Cuando Nitocris se unió a la charla que sucedía a su alrededor, Harry se alegró de notar que ella no hizo ningún gesto hacia él, ni ningún esfuerzo por tocarlo, a lo que Severus podría oponerse más tarde. Harry tenía una media sonrisa en su rostro mientras se servía comida, recordando la mirada que había visto en la cara de Severus esa misma tarde al ver a Harry saludar a Nitocris. Intentó parecer interesado en la conversación que tenía lugar a su alrededor, pero su mente estaba repitiendo esa escena una y otra vez.
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Harry y Severus caminaron hacia las mazmorras después de la cena del domingo; habían estado en la comida más tiempo de lo habitual debido a toda la conversación con los recién llegados. Varias de las brujas y magos extranjeros que estaban sentados en la mesa principal buscaron a Severus para discutir su trabajo de pociones. Hubo cierto interés en su cura para la licantropía y curiosidad sobre su trabajo en el material de Ventus con respecto a los vampiros, aunque sospechaba que la atención realmente derivaba de su condición de compañero vinculado de Harry Potter. Se entregó a los pocos que parecían tener un interés genuino en su trabajo de pociones, y fue algo menos cordial con los que sospechaba que buscaba ganarse el favor de Harry. Abajo, en las mesas de los estudiantes, hubo un cambio significativo de asientos y moviéndose cerca de la mesa de Gryffindor, ya que todos querían hablar con la joven faraona, incluidos, observó Severus, Draco y varios otros Slytherins. Parecía tan fascinada por los estudiantes como lo estaban con ella.
Severus de repente sintió el hombro de Harry chocar contra su brazo, con bastante fuerza.
–Es una persona muy amable, Severus. A todos parecía gustarles, incluso Hermione y las otras chicas. A veces, cuando las chicas están cerca de alguien tan atractiva como Nitocris, pueden ponerse un poco irritables, pero todas se llevan bien con ella. Los chicos actuaron un poco raro al principio, pero como dije, ella es agradable. ¿Qué te parece?
Severus lanzó una mirada de reojo a Harry, no muy seguro de a dónde iba la conversación.
–Ella parece ser una joven muy exitosa –Ahí, una respuesta vaga y no comprometida.
Mientras los dos saludaban con la cabeza al retrato de Salazar y su serpiente y entraban a sus habitaciones, Harry continuó.
– ¿Sabes, no creo que ella haya conocido a tantos jóvenes como hoy? Ella es hija única y sus padres insistieron en que la eduquen en casa, por lo que nunca estuvo con otras personas de su misma edad. Solo unos pocos primos y algunos sirvientes. Ella nos contó sobre eso en la cena.
Severus no podía pensar en una réplica a eso, aunque explicaba en gran medida el sorprendente interés que había mostrado en la cena en algunas brujas y magos bastante poco notables. Este era un mundo completamente nuevo para ella. Se preguntó a dónde iría toda esta charla sobre Nitocris. De repente se dio cuenta de que Harry había experimentado una educación bastante aislada antes de llegar a Hogwarts. Por supuesto, fue enviado a la escuela y, por lo tanto, conoció a otros de su misma edad, pero en muchos sentidos, esos malditos Dursley se encargaron de mantenerlo socialmente aislado. ¿Era este paralelismo a su propia situación lo que le molestaba? ¿O era la razón por la que seguía hablando de la joven?
–Estabas celoso de ella, lo sabes.
Aparentemente, Harry no estaba enfocado en los desafortunados paralelos entre las deficiencias en su propia educación y la de la crianza de la faraona. Sin embargo, esa fue una declaración que no podía dejarse sin respuesta.
– ¡Qué tontería estás diciendo ahora, Harry!
Hubo una pequeña sonrisa en la cara de Harry cuando una vez más empujó el brazo de Severus con su hombro.
–Vi la expresión de tu rostro cuando ella llegó. Cuando me besó a modo de saludo, en particular. Me di cuenta de que estabas muy molesto por eso.
–Tal vez esa poción Oculus Reparium Infinitas que te di para Navidad no se preparó correctamente y está empezando a fallar ahora. ¡No viste tal cosa!
– ¡Oh, lo hice, y esa no fue la única vez, también lo vi cuando estuvimos todos juntos arriba! Realmente no estabas feliz.
Severus no quería ceder en este punto, aunque sí recordaba claramente la punzada de molestia (¡NO celos!) Que había sentido al ver a Harry interactuar con Nitocris. Entonces recordó...
–Disculpe, señor Potter, pero creo que capté una mirada interesante en su rostro cuando me presentó a la faraona Nitocris. No creo que le haya gustado la mirada que ella me dio cuando nos presentó –Severus también estaba sonriendo ahora.
Harry se quejó ante esa observación. La verdad era que, de hecho, se sintió un poco celoso cuando vio la mirada de admiración otorgada a su compañero vinculado. No le gustó en absoluto.
Harry empujando a Severus con su hombro para mostrar su disgusto lo había dejado justo al alcance del brazo de Severus, y Severus sintió que esta conversación había durado lo suficiente. Extendió sus brazos alrededor de los hombros de Harry y giró al joven sonriente para mirarlo. En silencio, los dos se miraron, todavía sonriendo, mientras se encontraban a pocos centímetros de distancia.
–En realidad, estaba muy interesada en saber que nuestra unión fue sugerida por la Piedra del Matrimonio. Si bien la Piedra del matrimonio no funcionó demasiado bien para Cleopatra, creo que otros miembros de la realeza egipcia lo hicieron bien a lo largo de los siglos. ¿Cómo es que un artefacto tan legendario llegó a estar en Hogwarts, en posesión del Director de la escuela? –Esa pregunta le fue planteada originalmente por Nitocris, pero era una muy buena pregunta, así que Harry la adoptó.
Mientras Severus consideraba una respuesta, tomó la cara de Harry en sus manos y se inclinó para besarlo. Después de un breve y dulce beso, se separó.
–No tengo idea. Sobre cómo llegó a Hogwarts o a manos de Albus –Otro beso– Dada la historia de la Piedra, podría haber sido rescatada de la destrucción por una víctima de un evento desafortunado, o podría haber estado en posesión de un Fundador y haber sido colocada aquí para su custodia como un artefacto antiguo –Un beso más– O tal vez el propio Albus se apoderó de ella en algún momento.
El siguiente beso no fue interrumpido por teorías adicionales sobre cómo la Piedra del Matrimonio llegó a Hogwarts. Comenzó suave y gentilmente, pero rápidamente pasó a una conexión más necesaria y que acelera el pulso. Los dos se pararon en el centro de su sala de estar, abrazados, en silencio. Mientras estaban parados allí, Harry sintió un tremendo remolino de emociones corriendo a través de él. Le encantaba pasar por esos momentos y que lo abrazaran así, sentir el cuerpo de Severus presionarse con fuerza contra el suyo, sentir la excitación de Severus y la suya también.
Las emociones aún eran nuevas para él, pero se sentían bien. Sin embargo, había algo diferente hoy. Harry sintió la necesidad de afirmarse, de reclamar a Severus como SU compañero vinculado, fuera del alcance de todos los demás. Fue más allá del aleteo de lo que probablemente eran celos que había notado cuando Nitocris lanzó su mirada de evaluación a Severus antes; sintió esto profundamente en sus huesos, corriendo por su sangre, destellando en su magia. Se dio cuenta de que Severus los guiaba suavemente para que se dirigieran hacia el dormitorio, y se dejó guiar a la habitación más privada.
Sin embargo, una vez que pasaron el umbral, comenzó a tirar de las túnicas y botones de Severus, apenas resistiendo la tentación de desterrar sin varita toda su ropa. Probablemente podrían haberse quitado la ropa más rápidamente si hubieran estado dispuestos a romper el beso, pero incluso en medio de un beso apasionado, finalmente lo lograron.
Severus no sabía qué había sucedido con Harry, pero no iba a romper el ambiente. Siempre se preocupa cuando Harry se retira o se pone huraño, y disfrutó al ver al más joven tomar un papel tan activo en el aspecto físico de su relación. Permitió que Harry los guiara a la cama, y se dejó empujar hacia atrás mientras Harry se arrodillaba a horcajadas sobre sus caderas y se inclinaba para continuar el beso.
Cuando las manos de Harry se movieron sobre su cuerpo, Severus comenzó a sentir el cosquilleo de la magia de Harry acariciándolo, no solo en la superficie de su piel, sino a través de él y se estremeció de placer. Cada toque, en todas partes de su cuerpo, llevaba una sacudida de placer erótico. Aparentemente fue una experiencia mutua, ya que Harry se retorcía y gemía tal como estaba. Cuando llegaron, se unieron con una liberación que no era solo física, sino emocional, mental, total.
Descansaron uno al lado del otro, con las manos entrelazadas, mientras recuperaban su fuerza, sin tener palabras para describir lo que acababa de ocurrir. Harry se movió primero, sentándose de rodillas mientras miraba a Severus, quien estaba maldiciendo silenciosamente la fuerza de la juventud por la que Harry se recuperó tan rápido. Harry se maravilló del hombre asombroso que era suyo, y solo suyo. Era increíblemente guapo, y su cuerpo era más que increíble. Le había encantado tocar a Severus. Ellos se habían manoseado, apretado y acariciado. Nunca había imaginado que algo podría darle tanto placer como lo que acababa de experimentar.
Harry rodó suavemente a Severus para que se recostara sobre su estómago y saltó a horcajadas sobre sus piernas. Severus estuvo momentáneamente confundido, pero se relajó cuando sintió los dedos sorprendentemente fuertes de Harry pinchando y amasando los músculos de sus hombros y luego a través de su espalda. Había un calor relajante, no un zumbido eléctrico, en la magia transmitida en estos toques, al menos mientras el masaje se enfocaba en la parte superior de la espalda de Severus. Harry estaba lentamente bajando por el torso de Severus, y cuando comenzó a apretar y presionar los músculos del trasero de Severus, la magia cambió. O tal vez la magia no cambió, pero la proximidad de las manos de Harry a la próstata de Severus mientras impartía su magia ciertamente cambió la reacción de Severus. Las sacudidas de placer que fueron directamente a su próstata hicieron que Severus se sacudiera y gimiera. En el fondo de su mente, Severus se preguntó, en un pequeño lugar que logró no sentirse totalmente abrumado por las sensaciones que recorrían su cuerpo, por todo su cuidado y preocupación por no iniciar el sexo penetrante hasta que estuviera seguro de que Harry quería y estaba listo para ello. ¿Harry estaba a punto de resolver el asunto por ellos de una manera muy inesperada?
Harry parecía no darse cuenta del diálogo interno de Severus y continuó su masaje por las piernas de Severus, mientras el hombre mayor se recuperaba de otra liberación inesperada en el colchón.
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holi volví :3 saben aun que no conteste me gusta que pongan mensajes
bueño aquí les muestro lo que es un Ankh, yo no sabia que se llamara así XD lo eh visto varias veces en mi vida y nunca supe su nombre
:3 nos vemos pronto.... no, perdón, nos LEEMOS pronto :3