27 de Abril 2019
12:34 p.m.
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Aún me gusta verte
Aún eres mi linda niña de ojos azules
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Feliz cumpleaños a mí.
Claramente lo voy hacer. No hay forma en que deje pasar más el tiempo. Mi vientre ya esta un poco abultado y él se dará cuenta de mi embarazo.
La miro a esa chica — Quiero que me ayude con mi divorcio — suelto las palabras — Llevo más de un mes pidiéndole lo mismo , y él no me responde a lo que le dije. Yo necesito que estemos divorciados — Si , lo quiero ya. Mi embarazo no se retrasará o va a esperar.
Cierro mis ojos , esos dulces de la mesita me están dando apetito. Los quiero
Mis deseos son repentinos y todos los tengo ya que Miguel como Paúl me miman con ellos.
La mujer de unos 34 años creo toma nota. — Dime la razón de porqué quieres el divorcio — Paúl te mato , lo juro.
— Adulterio — Digo sin sentir nada — Lo descubrí y en el mismo momento le pedi los papeles del divorcio, pero hasta ahora no llegan — bien , los primeros pasos en este caso estan dados
Me mira pensativa — Dime algo — bien que me va a decir ahora ella — ¿Estás dispuesta a ir mañana dónde... Él trabaja ? — ¡Auch! Solo no quiero , he estado como dos semanas sin verlo y creo que me hacía bien...
Estás mintiendo, aún lo extrañas
Juraría que quise decir que no. — Claro, no tengo problema alguno — Bravo , bravo. Incomoda me muevo en este sillón. — No tengo problema — claro que lo tienes. Uno : estás embarazada. Dos : Sabes que si lo ves , vas a llorar. Tres : Aún lo amas.
Esas tres cositas, son tan ciertas.
Ahora ella agarra unos papeles — Bien, Paúl me habló del caso... Se donde tengo que ir. Dime la hora — Con la punta de su lápiz me mueve un papelito a mis manos
Piensa , dejo a las niñas y puedo ir. Tengo para elegir mi ropa. — A las 9:30 de la mañana ¿Le parece? — Espero , Miguel me tiene que ayudar.
La miro — Me parece genial. Mañana a esa hora , te digo una cosa. No puedes hablar con él. Está prohibido — Bien , eso tendremos que cumplir ambos.
No me niego — Claro...
Ella está por acercarse a un sillón de su despacho, pero se detiene ,— ¿Estás embarazada? — ahora ¿ Cómo me libro de ésto?
—No , claro que no licenciada — Bien. Solo niego nada más.
— Bueno parece — ¿Parezco? Estoy a sus tres meses y está panza ya ha crecido mucho.
Me levanto del sillón , me cubro el vientre — Nos vemos mañana... Licenciada... — Mierda , me he olvidado su nombre
Se ríe — Franco... Susan Franco — Bien.
.......
Bien , ahora que me pongo. Tengo algunos vestidos , que Paúl me ha comprado.
Eran innecesarios, pero ese hombre era muy persistente , no hay como decirle un no.
Miro todo el cuarto , Miguel y Paúl, son las personas más lindas en el mundo.
— ¿ Dónde dejamos el cemento ? — Me salgo de mis pensamientos al escuchar la voz del albañil
— Atrás , disculpé — Miguel habla.
Estás últimas tardes , Miguel como Paúl paran en mi casa y están asiendo unos dos cuartos más atrás de los dos cuartos y la cocina. Quieren vivir conmigo
Cuando me dijeron eso , lo tome a broma , ya que ambos viven en casas recidencial como Octavio.
Pero ellos no mentían, me prometieron varias cosas , que hoy en día se estan cumpliendo.
La ropita de bebé está en una esquina de mi pequeño cuarto y las cunas llegan dentro de tres días.
Estos tipos son una locura.
— ¿Qué te dijeron? — Miguel entra a mi habitación , me asusta pero me doy cuenta que viene sin polera.
Bravo , este hombre es muy suculento.
Dejo de mirar su abdomen — Mañana a las nueve y media en su trabajo de él — aunque hablo , mis mejillas las siento calientes. Son las hormonas , tranquila.
— Hay mujer — Me abraza — Coloradita como siempre — Si , gracias por hacerme pasar vergüenza.
Dejo que me abrace , lo necesito. — No se que haré mañana, estan más grandes , puede que se de cuenta o no
— Pero vas de vestido suelto... Si quieres vamos a comprar ahora — y sigue.
— Te he dicho que no. Bárbara no ha dejado de hablar que tú pretendes algo conmigo y por las redes sociales no dejan de pasar sus chismes. — Y era cierto. Bárbara es la mujer más insoportable que he conocido. Hace dos días que no deja a nadie de mi familia en paz , solo por querer preguntar si entre Miguel y yo hay algo.
La gente se a dado cuenta que al parecer si hay problemas con Octavio.
Tardaron mucho.
— Me vale — me doy la vuelta, lo miro — Se que no quieres más noticias. Pero no vas a ir con cualquier trapo a pelear por tu divorcio
— Te recuerdo... Que dejes de hablar así de mis cosas.
— Perdón... Estoy acostumbrado a verte con los lujos que Octavio te ha dado. — Y él piensa que eso me ha cambiado
— No he cambiado
— Lo sé... No toda mi vida voy a... Ser mantenida de él — Me molesta que piense eso de mí. Está bien , no nos hemos visto en varios años. Pero sigo siendo la niña orgullosa que no da el brazo a torcer tan fácil.
— Pero... — Me volteo y me hago hecha la que dobla ropa ignorando sus palabras — Ámbar... No te molestes — pero no respondí.
Y me pareció lo mejor.
......
— ¿Cómo los vas a llamar? — pregunta Hanna antes de morder la pizza que Paúl trajo. María me mira sonriente.
— Claro... — Dice ella recordando — ¿Cuándo te dirán el sexo de los bebés? — En mi último chequeo, tengo que esperar a los cinco meses.
— En el quinto mes , me dijo la doctora — Era cierto. Saco el queso de la pizza y dejo la rebanada en mi platillo.
— ¿No comerás más? — Pregunta Paúl.
Miro mi rebanada de pizza , niego con la cabeza — Quería queso — Miro la reacción de Paúl. Me mira molesto el pobre.
— Te compraba pa' tu kilo de queso puej — Miguel le dice que se calme — Ya sé... Mierda... Te lo paso por que llevas a mis ahijados ahí dentro — Me toco el vientre , siento un cosquilleo dentro.
— Están satisfechos — Digo en voz a mis hijos. — Llevo los sucios...
Paúl y Miguel dejan de comer pata levantarse — Nada de eso — Miguel me quita los vasos de la mano — Reposo hasta que pases los tres meses y medios dijo la doctora — Si , ahora ellos llevan al pie de la letra cada palabra de la ginecóloga.
Sin antes que los desafíe ya caminan a la cocina
— Son unos locos estos machos — Anahí se saca otra porción de pizza — Tanto...
— Tengo hambre — se defiende, Hanna hace lo mismo — Tú estas embarazada pero nosotras tenemos hambre — Bueno.
Sin decir más me siento en mi silla , Alexis trae la cara amargada desde que llego.
— ¿Pasa algo? — María se adelanta a preguntar. Mi hermano niega. Miro a María, está no entiende también esa actitud.
Toco su mano que estaba en la mesa — Dime... ¿Qué pasa hermano? — Su mano apreta a la mía.
Suspira con pesadez — No me alcanzó para el tercer libro — Lo entiendo — No quiero decir nada frente a ellos. Se que te ayudan en todo, el trabajo que tengo no me dará el sueldo para comprarlo — Bien , tengo que ver que hacer con ésto. — María... Será que tú no puedes prestarme 200 hasta dentro de un mes — María sonríe cuando la miro.
— No — la detengo ya que ella quiere sacar el dinero de su cartera — Tranquila , gracias... Hermano
Mi hermano se queja — Tengo que estudiar, como sea se lo devolveré a ella. Hermana , mañana tengo que comprar ese libro antes que se acabé y vuelva el próximo mes — Si , no lo estoy prohibiendo nada
— Te voy a dar mi tarjeta de crédito. — Hanna y Anahí me miran — Está en mi cartera blanca...
— ¿No qué se lo diste todo? — Si , cada joyita se lo deje en las cajitas que él me daba.
— Se lo di. Pero mi tarjeta como Ámbar Pirrie en el banco sigue intacto — Espero que él no se de cuenta que voy a sacar dinero de esa cuenta. — Ahí tengo dinero ahorrado , puedes sacar de un cajero y comprar lo que necesites...
— Te he dicho que siempre me pidas ayuda. ¿Por qué agobias a tu hermana? — cierro los ojos al escuchar como Paúl reclama — Ámbar... Tienes que decirme lo que necesites de mí.
— No necesito nada. — digo — Se que debo volver a trabajar, tengo que mantener a mi familia, de nuevo y como siempre debió ser — Paúl al parecer le dolió lo que dije. No quiero verlos.
Odio sus peleas , odio que siempre hablemos de dinero cuando todo marchaba bien en este lugar.
— Ámbar entiende amiga — miro a María e intento estar tranquila, relajada — Tienes que mantenerte en reposo. Si tú haces fuerzas puedes perder a los bebés... No vamos a dejar que hagas eso. Nadie dejaría que hagas eso,entendemos que tu urgencia de trabajar y pagar todo te está matando. Peor que mañana tienes que hacer todo , arreglar y vivir sola no te ayuda. Tienes que entender todos nos preocupamos por ti y tus hermanos, por tus hijos. — Hace una pausa. — Mírame — Lentamente abro mis ojos , ella sostiene mis manos entre las de ellas. — Quiero que estés tranquila... ¿Bien? — todos esperan mi respuesta — Todo es díficil, se entiende pero tienes que entender que no , no estás sola — No llores... Bien , intenta estar bien , hazlo por tus hijos , tus hermanos.
No hay mamá , no hay papá. No existe Octavio.
Asiento mientras mi cuerpo se mueve a abrazarla — Si , si perdón — Digo antes de que llore. La presión de mi garganta de querer gritar , otra vez, es tan fuerte.— Gracias por la torta de chocolate de la tarde
— Eso deseaste tú — Dice Hanna.
— Estaba riquísima — Alaga Anahí.
— Tengo gustos culinarios — Dice Paúl tocándose el pecho con cierto ego.
Sonso
— Lo sabemos — Dice María. Limpia mis lágrimas y me regala una sonrisa de tranquilidad — Tranquila... Tienes que concentrarte en que tus hijos esten bien lo demás te tiene que valer — si ,ella tiene razón.
.....
28 de abril 2019
09:23 a.m.
Me acomodo el vestido por sexta vez. Miro impaciente por la ventana del coche de Miguel esperando que llegue mi abogada.
Nada
No puedo decirle nada , simplemente ver como nuestro matrimonio termina en solo palabras de nuestros abogados.
— Deja de pensar... Vas a vomitar sino — Miguel toma mi mano y le da leves apretones. — Ya llego — Tiemblo. Los nervios se me ponen en las manos y la cabeza.
Ya llego.
— Dime que todo saldrá bien — Le pido a Miguel. Lo miro , me mira y me muestra una sonrisa, miro otra vez al asiento delante mío.
— todo irá bien , terminarás todo lo que no debió empezar y seguirás con tu vida , él no te hará falta , lo aseguro — Aunque sus palabras tienen sentido. Hay algo que no podré olvidar o dejar atrás.
Su amor
No podré olvidar que, aunque haya sido mentira , me enamoré de él. Me enamoré de todo lo que fue él conmigo.
Porqué lo amo , y duele pensar una y otra y otra vez que todo fue mentira.
Que realmente nunca existió nuestro amor.
— Vamos , bajemos — solo muevo mi cabeza. El chofer baja del auto y abre mi puerta.
Solo susurro un breve gracias. Acomodo el vestido, no deja ver nada de mi pequeño vientre abultado.
Miguel toma mi mano la aprieta y luego me la suelta.
— Querida... Buen día amor — nos damos dos besos en cada mejilla. Viene de un hermoso traje rojo que le queda bien para su edad. Unos papeles en mano y su teléfono — Pasemos — Asiento , no tengo palabras por el nudo en la garganta que traigo. Caminamos juntas hasta la entrada de la empresa.
Varias caras que ya había visto en la empresa se quedan mirándome.
— Buenos días — Saluda mi abogada a María, sus ojos conectan con los míos.
Lo tengo que hacer
Me decían ellos — Buenos días señora — Dice María a mi abogada , ganando la mirada de los que pasan — Señora Black... — Baje la mirada porqué... Porqué me gustó escuchar eso.
— Buenos días... Vengo a hablar con Octavio ¿Puedo pasar?
— No tiene que preguntar... Pase. — mi abogada me lleva hasta los ascensores y nos subimos.
Esperar a que lleguemos al piso 20 me estaba matando. El aire me falta lentamente , al veces la vista se me hace nublosa y un dolor de cabeza muy fuerte.
Llegamos al piso indicado , el último. Camino tras mi abogada esperando ver a otra muchacha no a ella.
¿Pero qué mierda?
Lorena se sorprende al verme y se levanta con una sonrisa en la cara.
— No digas nada, voy a hablar por ti — Me dice ella viendo como reaccioné al ver a esa mujer.
No digas nada , el nudo en la garganta es más fuerte. Si... Ella me provoca no sé qué le haré a está.
— Buenos días... El señor Black se encuentra...
Mi abogada levanta y muestra su palma de la mano derecha — Sabemos que el dueño de esta empresa está aquí... Dígale que queremos hablar con él.
— ¿Por qué? — y Todavía pregunta. Maldita.
— No es de tu incumbencia — Espeta mi abogada — Sabes que no , yo voy a ver. — En eso, me sorprende la actitud de mi abogada. Sin esperar, toca la puerta con golpes fuertes — ¡Señor Black! — Grita ganándose la mirada de las otras Secretaria del piso.
— Señora... No puede...
— Cállate zorra — Le digo en tono amenazante — Sabes porque mierda estoy aquí — su mirada pasa de una chica estúpida a una orgullosa.
— Ya era hora — levanto mi mano con la intención de golpearla. Pero mi abogada detiene mi golpe — No te creas mucho.
— Lo soy — evito soltar un calificativo para Lorena ya que la puerta que tocaba mi abogada es abierta.
No lo hagas
Miro a esa dirección , vestido de su típico traje negro , camisa blanca. Pero algo adorna a esa ropa.
El collar que le devolví cuelga de su cuello. Aquella piedra azul cuelga y brilla a casi cerca de su corazón.
Sus ojos estaban cansados , y tenía más ojeras. Había una sonrisa al verme , había porqué al darse cuenta de como me tiene agarrada mi abogada le cae la realidad.
Tiene como su secretaria a la perra con la que me engaño por última vez , a la que se tiró cuando yo estaba luchando por salir del agujero que me metió Ricardo.
¿Dónde están los "Te amo"?
¡¿Dónde?!
Con brusquedad , me suelto de mi abogada, acomodo mi vestido con disimulo y empieza la actuación de ser una mujer fría y sin corazón. Lo que debí ser desde ese puto día.
Hago lo posible de no llorar , las emociones se me estan mezclando y quiero llorar, es lo único.
Mi abogada a notado como me afecta él. Y habla — Buenos días señor Octavio Black , ¿podemos pasar? — dice mi abogada con cierto profesionalismo.
— Cla...Claro — Él tartamudea. Sigo a mi abogada quien se adentra sin más a su despacho.
Nos sentamos en los sillones frente a su mesa del despacho. Escuchó leves murmuros de esa.
— Es una sorpresa ver a mi esposa con usted aquí — Irónico, me habla como .... No llores , mis manos las pongo en mi vientre por miedo a algo
— Mi clienta , la señorita Ámbar... Dice que lleva más de un mes en pedirle el divorcio ¿Eso es cierto? — Debo ser fuerte. Cuando él se sienta en su lugar , lo miro. Era sabido que me vería a mí.
— Eh... Si — acepta él — Pero... Yo , bueno no — ¿No?
— La señorita me habló de la causa señor. El adulterio es algo que no se perdona en el caso de las mujeres — Asiento , quiero decirle frente a ella detalle a detalle que pasó. Pero me mantengo en silencio.
— No quiero el divorcio — basta.
— No quieres el divorcio. Te lo pedí y no me lo diste , ahora yo te lo pido , acepta que nos vamos a separar de una vez por todas — Le suelto a él. Siento como la mirada de mi abogada quema mi piel — ¿Ahora qué? Tienes con la que me engañaste de secretaria... De seguro todas que están aquí te las has tirado
— es mentira — ¿Y cree que le voy a creer ? — Es algo...
— No quiero explicaciones — las quiero. Pero alarga a más dolor. — Dame el divorcio... Dámelo y no habrá ningún vínculo entre tú y yo. — Le digo. Pongo las manos en la mesa — No lo habrá. Llama a tu abogado. Llegamos a un acuerdo de lo que sea que quieras. No quiero seguir casada contigo — No quise decir eso , sus ojos se apagaron. Había una pizca de paz , alegría al verme, pero apagué esa ilusión — Estoy dispuesta a de...
— Déjame que lo explique... — Niego.
— No tienes nada que explicarme... Nada — la vena de su frente sobresale. Miro como sus manos apreta un lápiz de la mesa — Me engañaste y punto. No hay justificación a lo que hiciste... No las hay — le reprocho.
— Mierda — Se levanta y sale de su despacho.
Me siento agitada, como si hubiera corrido como loca
— ¿Por qué lo hiciste?
— Necesitaba dañarlo. Lo necesitaba.
.....
— Mi cliente no quiere.
— Ella si — ambos abogados se miraban , nos miramos con Octavio y pongo los ojos en blanco , tanto show por él.
— No quiero su dinero señor Sánchez. Quiero que empiecen los tramites de divorcio, no le estoy pidiendo plata , casa o autos. Nada solo quiero que el firme los malditos papeles cuando se los traigan — Golpeo con mi puño la mesa y me doy la vuelta para caminar en círculo y respirar.
Me estoy sofocando.
— Podemos arreglarlo... Podemos
— ¡Que no! ¡No quiero! ¡ No quiero — Le grito — ¡No quiero! — grito una vez más. — No más... ¡Basta! — Una punzada en el vientre. Respira.
— Yo que sepa señorita no llevan más de dos meses y pico de casados.
— ya llevamos más de tres meses de casados. ¡Quiero el divorcio! Me vale Octavio, no pienso arreglar nada contigo porqué no hay. Tienes a la zorra que te tiraste de secretaria , quieres que arreglemos todo. Tú y yo sabemos como mierda empezamos todo. Mas te vale que aceptes y firmes en los papeles que te... — inhaló y exhaló — que te mandaré. No quiero problemas. Vamos — Hablo a mi abogada. Ella me abre la puerta y salimos. — No digas nada. — Veo como esa quería decir algo. Salgo apurada.
Necesito ir a mi médica, rápido. Los dolores son fuertes , de verdad duele mucho y eso es problema para ambos.
Camino con rapidez al despacho de Paúl.
Sin esperar nada , me entro y él me ve.
— Llévame al médico... Por favor — Como puedo me agarro de las paredes, clavo las uñas porqué el dolor si que es fuerte. — Paúl. — Tengo miedo. Respiro mientras el pide que me calme
Tengo miedo
No
Por favor, no quiero que mueran , no.
No debí venir.
No debí hablar.
No debí renegar
No debí hacer nada