Hermosa Rendición

By Vanesa_Osoriio

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[COMPLETA] Ya esta disponible en físico A veces dejar el pasado atrás no es tan fácil como uno piensa. Y esc... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Especial de un millón de lecturas Capítulo 1 del punto de Diego
Capítulo 80 (Antepenúltimo)
Capítulo 81 (Penúltimo)
Capítulo 82 (Final)
Epílogo
Aviso Importante
Especial de 4 millones de lecturas cap. 46 y 47
Hermosa rendicion en físico

Capítulo 5

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By Vanesa_Osoriio

Ya habían pasado casi dos semanas desde que había entrado en la universidad. Mi relación con Alejandra iba también como antes de separarme de ella y mi relación con Diego iba bien ambos nos hemos seguido viendo a escondida de Alejandra y Cameron en plan de amigos, ya que, aunque tenía que admitir que Diego es guapo. Sigo con mi pensamiento de que no quiero una relación y nada con el amor. Y él parecía respetarlo, pero ya no se juntaba con casi ninguna chica solo Alejandra y conmigo.

—Adiós, Ricky—me despedí de mi entrenador.

Salí del gimnasio y una corriente de viento hizo que me abrazara a mí misma, el verano se estaba quedando atrás y daba inicio al otoño. Sentí que empezaba a caer pequeñas gotitas de agua del cielo —<<lo que me faltaba>>—. Me digo mentalmente. Caminé más rápido, pero la lluvia me alcanzó y aún me falta caminar mucho para llegar a mi departamento.

Caminé más rápido, pero la lluvia parecía un aguacero y estaba empapada. Un todoterreno negro se paró al lado mío, lo ignoré y caminé más rápido. El todoterreno me seguía lentamente. Miré de reojo y comencé a caminar más rápido...doble una esquina y me sigo <<mierda, no, no puede ser él>> La puerta del conductor se abrió.

Y salió la figura de un chico vestido todo negro, retrocedí hacia atrás y el chico me agarró del brazo, se sacó la capucha y me di cuenta de que era Diego. ¡Mierda! Pensé que era él.

—¡Joder! —le di un empujón a Diego—. Pensé que era otra persona, Diego, que susto me has dado, imbécil—digo enojada. Y le pegó en el pecho <<casi me da un infarto>> Diego tomó mis muñecas y me aprieta más contra el muro.

—Perdona, bella, iba de camino a tu departamento y te vi. Sube al coche, por favor—Me aparta el pelo mojado de la cara y mire a todas partes. Respiraba con dificultada, joder, odio esto—. Anastasia, ¿qué ocurre?

—Yo...no puedo, prefiero seguir caminando—tartamudeo.

—Porque eres tan cabezota a veces, Anastasia. Joder, me vuelves loco—él se acercó más a mí y puso su mano en mi mejilla—. Estás helada y puedes enfermarte grave, sube por favor.

Negué con la cabeza y él se acercó más a mí

—Eres consciente que la tormenta va empeorando, mira ya se están inundando las calles de agua—miré a la calle y era cierto—. Por favor solo trato de ayudarte.

—No me falta tanto Diego, además, mojaré tu coche y puedo correr rápido para llegar a mi departamento.

Soltó una risa fingida y me observo molesto. Lo estaba sacando de sus casillas al parecer, pero necesitaba llegar a mi departamento y comprobar que esa persona estuviera lo más lejos de mí.

—Déjame ir, Diego. —Estábamos tan cerca que nuestras narices se podrían rozar.

—Te caerás y te lastimaras antes de que llegues a tu departamento—él miró un momento al cielo y volvió a fijar su vista en mí—. Sube al coche, no te lo volveré a pedir, por favor.

—No en estos momentos no necesito de tu ayuda, Diego, entiéndelo.

—No. No, no es tu respuesta, solo déjame llevarte y punto. Te lo diré por última vez, sube al coche Anastasia.—negué con la cabeza y él soltó un gruñido molesto—. Es tu última respuesta—asentí con mi cabeza—. Pues entonces no me dejas más opción.

Lo que pasó en ese momento fue tan rápido y es que de un momento a otro tocaba el suelo y ahora está en el hombro de Diego. Me sentó en su coche y me puso el cinturón de seguridad. Corrió a la puerta del conductor y se metió adentro.

Me desabroché el cinturón y antes de que pudiera abrir la puerta aceleró su todoterreno y se puso en marcha.

—Déjame bajar Diego.

Él no me miró, tenía la vista fija en la carretera. Vi que la calle de mi departamento está inundada de agua. Diego empezó a refunfuñar y a decir cosas en voz baja. Dobló a la izquierda y se alejó de mi departamento.

—Déjame bajar—repetí.

Puso el seguro y volvió a fijar la visita en la carretera. Me callé, ya que sabía que estaba concentrado. Me quité el pelo de la cara y miré por la ventanilla y veía que cada vez estaba empeorando más la lluvia. Diego entró en un subterráneo y estacionó su todoterreno.

—Tendrás que quedarte hoy día en mi departamento. —Dice lo más calmado del mundo.

— ¡No, ni loca! —Exclame.

—Vamos, Anastasia, somos amigos y tu calle está inundada no se puede entrar, ven —. Él se bajó del todoterreno. Me quedé sentada adentro.

Él me abrió la puerta y me dio su mano para bajar, pero yo la rechacé. Diego caminó hacia el ascensor, esperamos en un silencio incomodo y aparte un mechón de mi cara, las puerta se abrieron y ambos entramos en el ascensor. Un escalofrío frío recorrió mi cuerpo y me abracé a mí misma para transmitir un poco de calor. Se acercó a mí y puso su mano en mi mejilla, me quedé quieta mirándolo.

—Estás muy helada, puedes darte un baño, te prestaré ropa y te haré una sopa para que entres en calor.

Me quede callada...en estos momentos me gustaría estar sola. Las puertas del ascensor se abrieron, me dejaron ver un pasillo café claro muy lujoso con alguna mesilla de noche con lámpara y flores. Se paró en una puerta y la abrió.

—Ohh...—Fue lo único que salió de mi boca.

El departamento Diego era enorme y su salón era todo blanco, con también algunas mesitas de noche con lámparas. Pasó por mi lado y se metió a su cocina. Me acerqué a los ventanales enormes y pude observar Barcelona, era una vista increíble.

Sentí ruido atrás mío y vi que Diego estaba sacando unas ollas. Miré más detenidamente su departamento y vi que tenía un piano en medio y tenía dos enormes sillones, uno negro y otro blanco. Al otro lado tenía un comedor que era una mesa excesivamente grande para una sola persona y al lado derecho había una escalera.

Diego se acercó a mí y me pasó su polerón. Negué con la cabeza.

—Póntelo por mientras.

Solté un suspiro y lo tomé, me saqué mi polerón delgado del deporte y me puse su polerón. Diego volvió a posar su mano en mi mejilla y me miró fijamente.

—Ya estás mejor. Ven, te mostraré la habitación para que puedas bañarte y cambiarte.

Subimos la escalera en completo en silencio y sus paredes eran todas blancas. Se paró en la puerta y entramos a una habitación oscura. Solo se escuchaba la lluvia caer.

—Espero que no estés tramando nada Don Juan —bromeo con él.

 —Muy graciosa, Anastasia —puso los ojos en blanco y luego me observó detenidamente y mire mi ropa estaba goteando —. Tendré que secar mi suelo porque una chica rebelde no quiso subir de inmediato mi coche y no solo mojo el asiento de mi todoterreno ahora lo hace por todo mi departamento.

—Ups...

—Si, ups, Anastasia —negó con su cabeza y dejo mi bolso en el suelo. Me quedé quieta porque quería causar más daño. Diego frunció el ceño y tomó mi mano —. Puedes caminar Anastasia, no me enojo.

—Eres tan raro, Diego —solté de repente —. Sigo pensando que está tramando algo.

—No soy como tú crees que yo soy, Anastasia, no te dejes llevar por los comentarios de la gente—camino a la puerta y me miró un momento—. Te traeré ropa, espera un momento aquí.

Me quedé en silencio y abrí la cortina. Era una habitación con un color crema, tenía una enorme cama como si fuera de hotel, una cómoda y dos pequeños sillones al lado de la ventana. Me senté en uno y esperé que Diego volviera.

—Te traje una polera, un buzo...Y también un bóxer—se rascó el cuello y me mordí el labio para no reírme de él, se veía tierno estando nervioso—. Voy a dejar aquí la ropa y también te traje dos toallas...Oye si quieres puedes lavar tu ropa.

Me levanté y saqué lo más importante de mi bolso, los guantes de boxeo, los examiné y no estaban mojados. Diego se paró al lado mío y miraba fijamente los guantes.

— ¿Tú haces boxeo? —Preguntó atónito.

—Sí.

Diego sonrió con emoción.

—Podríamos boxear juntos en la tarde —propuso con una sonrisa.

—¿Seguro? Es que recién estoy comenzando —le digo insegura. Diego tomó mis guantes y se acercó a mí —. No estoy tan segura.

 —Oh, tranquila, rarita, te dejaré que me ganes —se burla y tiene esa sonrisa malvada en sus labios.

—Valeee —digo mordiendo mi labio inferior para no reírme.

—Después de comer, no te eches para atrás, Anastasia —toma un mechón de mi pelo y lo pone detrás de la oreja —. Seré un buen maestro. Te dejo para que te bañes.

Caminó hacia la puerta y cuando estaba girando el picaporte de la puerta. Dije las siguientes palabras:

—Diego, muchas gracias. En serio, gracias.

Él sonrió coquetamente y salió por la puerta. Tomé las cosas y metí al baño para darme una relajante ducha, antes de bajar a comer con Diego y luego ir a entrenar.

******

Bajé la escalera y entré al salón en donde vi a un Diego sumido en lo que estaba cocinado. Me acerqué a él. Dios, eso huele muy bien. Él me miró de reojo y siguió revolviendo las verduras en la sartén.

—No sabía que supiera cocinar—digo con curiosidad.

Se dio la vuelta y me miró de arriba y abajo, su ropa me quedaba terriblemente grande. Él sonrió y me hizo una señal para que me acercara. Me acerqué a él con cautela aún no sabía qué estaba tramando, ya que Diego es un chico que me da entender que él no acepta un no como respuesta y yo solo puedo ofrecer pasar tiempo como amigo.

—Estoy cocinando patatas con carne—hice una mueca, él no sabe que soy vegetariana. Él me miró y me guiñó el ojo—. La carne es para mí y para ti es con verduras.

— ¿Cómo sabes que soy vegetariana?

—Alejandra me contó, además le avisé para que no se preocupara y por supuesto me amenazó con que, si te tocaba un solo pelo, me mataba, Anastasia, dile algo — dice como niño pequeño.

—Yo ya le dije que solo estamos pasando tiempo como amigos, pero no me cree seguro que ahora piensa que estamos follando —le respondo.

Diego se atora con una verdura comienza a toser y no puede evitar soltar risa, Le pasó un vaso de agua y golpeó con fuerza su espalda.

—¡Eres una bruta! —dice cuando recupera su voz —. Créeme que, si estuviéramos follando hasta Alejandra, escucharía tus gritos de placer, Anastasia.

Abrí los ojos y di un paso atrás.

—Eso sonó feo, sonó mejor en mi mente.

—Tu mente pervertida —aclaró con una risa —. Si fue de mal gusto, la verdad. Entre tú y yo no va a pasar nada, guapo, por mucho que lo desees.

—Sabes que es malo escupir para cielo —dijo con una sonrisa traviesa y tomando los dos platos —. No deberías decir nunca a nada por qué después te puedes arrepentir.

—Claro, se me olvida que eres el amor de mi vida, pero como soy algo lenta aún no me he dado cuenta, ¿verdad?

 —Exacto —él se rió y me senté en la silla frente a él. Mmm...huele delicioso. Levante la mirada y me estaba observando con una sonrisa deslumbrante —. Pruébalo, por favor es la primera vez que cocino algo vegetariano—me anima.

—¿En serio?

—Aja, vamos pruébalo —me anima con sonrisa.

Tomo el tenedor y lo clavó en una pata con varias verduras, me lo llevo la boca y suelto un pequeño gemido, está delicioso. Él suelta una risa y comienza a comer. ¡Dios está muy bueno! —digo en mi mente, cuando me llevo otro pedazo a mi boca.

*****

Diego me dio un breve empujón para que entrara en el GYM de su edificio. Observó que no hay nada en GYM solamente estamos nosotros, Diego camina por un pasillo y abre una habitación que tiene un pequeño ring de boxeo. Cierra la puerta detrás de mí y observo como comienza a quitarse la camiseta.

—¿Disfrutando de la vista, bella? —pregunta con una sonrisa malvada. Mi vista recorre su marcado torso. ¡Dios! Vuelvo a mirarlo a los ojos y él tiene una ceja alzada. Me encojo de hombros.

—No estás mal —murmuró.

Me quito el polerón y me hago una cola alta en mi cabeza, cuando termino Diego me está mirando fijamente de arriba y abajo. Hombre —me digo a mí misma. Me aclaro la garganta y me mira a los ojos y se acerca a mí.

—¿Estás lista?

Asiento con mi cabeza y meto dentro el ring de pelea al igual que Diego quien deja unas botellas y toallas en una esquina, después se acerca a mi comienza a explicarme las posiciones y asiento a todo lo que dice. Comenzamos y como siempre Diego me deja que le gane, aunque yo también finjo que no sé muchos sobre las peleas.

—Muy bien, ahora vamos a ir en serio —me dice.

Asiento con mi cabeza y él viene rápidamente a mí y esquivo su golpe y le doy un golpe en el torso que lo hace retroceder y lanzo mi segundo golpe que le da directo a su mejilla. Diego me mira y yo me acerco a él, pero me saco los guantes.

—Diego, te estaba tomando el pelo, sé boxear muy bien y no quiero hacerte daño en esa cara de niño bueno que tienes.

Tomó una botella de agua y le doy un sorbo bajo la atenta mirada de él. Le tiró su botella y la atrapó.

—Sé defenderme muy bien, Diego.

—Chica inteligente —murmura con una sonrisa —. En serio que cada segundo me sorprendes más, Anastasia.

Hola criaturitas hermosa🦋❤

Hoy les traigo nuevo capítulo espero que le guste😍🦋

Un beso enorme y que tengas un hermoso día❤🤗

No se le olvide votar si le gusta la historia 📖🤗💪

Y también comentar la historia sus comentarios son muy importantes para mi, espero que tenga una muy buena semana y que siempre sean feliz y positvos🙌🙋💃

Un abrazo gigante de oso 🐼💕😍
Otra cosita estoy subiendo los capítulos los sábados y domingos 🥰😍

No se le olvide seguirme en las redes sociales, en donde siempre estoy avisando cuando subire capítulo y últimamente wattpad ya no avisa, cuando subo capítulo 🤦‍♀️🤦‍♀️😭💕

Instagram:Vanesa Osorio Guerrero

Aqui les dejo fraces de mi Instagram que subo de mi libro 💕🦋

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