Perfecto Engaño | Titanes III...

By RominaBlacksmith

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Skyle Dickens tiene tres razones por las cuales podría estar cerca de una chica: por trabajo, por familia, o... More

Dedicatoria
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By RominaBlacksmith

Diciembre 20, 2017
02:11 Am

Doy una vuelta en la cama, medio dormido y medio despierto y miro la hora; 2:12 Am. No estoy muy seguro de que me despertó, porque en la habitación ronda un silencio permanente. La cama en Alph así no es igual de grande que la de nuestra casa, pero si lo suficiente como para que nos acostemos ambos. Sin embargo cuando duermo junto a Evee, pareciera que no llega ni siquiera a una. Ella es de esa clase de personas que se mueve bastante, y en cuanto estas despistado, te azota con un manotazo. Mi forma más común de retenerla, es abrazarla por la cintura desde atrás, ya que suele quedarse tranquila. Sin embargo, llegado un punto el calor puede conmigo, y debo alejarme, porque comienzo a transpirar. Es completamente difícil volver a dormir en el departamento cuando ya nos hemos acostumbrado a nuestra suit en casa. Pero alguien debía quedarse con Jhon esta noche, y era nuestro turno.

Voy sintiendo ese bajón del sueño que da cuando sabes que estás a punto de caer dormido, y me entrego por completo a Morfeo, gustoso de que aún me quedan mas de cuatro horas para tener que levantarme. Y entonces el teléfono me interrumpe abruptamente. Lo tengo en silencio, así que lo único que molesta, es el sonido que produce la vibración en la mesa de noche. Evee suelta un gruñido y se gira en mi dirección en la cama.

—Anda, apaga ya eso, ¡Que me ha despertado dos veces!— se queja, sin despegar un ojo. Descubro entonces la razón de mi desvelo.

Me giro hasta la mesita y busco entre golpes y bostezos el objeto, tentado a lanzarlo por los aires para hacerlo callar. Abro un ojo medio enfadado, y solo por curiosidad, miro el remitente. Es Kylan.

Una llamada de cualquiera de los chicos a media noche puede significas solo dos cosas: están ebrios como una cuba, o están en problemas. Considerando que Kylan ya no forma parte de esa primera clase, contesto apresuradamente a la llamada, antes de que se vuelva a cortar.

—Hey— saludo. —¿Por qué llamas a esta hora? ¿Está todo bien?

—No...— Su voz al otro lado se corta.

Me siento en la cama de golpe y enciendo la lámpara; veo a Evee abrir los ojos con el ceño fruncido y medio dormida.

—¿Que dijiste? Tío, que se corta la comunicación.

—Debes venir al hospital...— repite, y entre sonidos su voz se vuelve a cortar. —...Jaden.

—¿Que? ¿Qué pasa con Jaden?

Su voz se demora en volver a escucharse. —Puto túnel— le escuchó gruñir.

—¿Kylan? ¿Qué mierda sucede?— presiono.

—Debes venir al hospital; le han disparado a Jaden.

Creo que mi corazón se detiene, o se me taponan los oídos, no estoy seguro, pero el silencio que siento entonces, es casi ensordecedor. Me cuesta volver a recuperar el aire y no estoy seguro de que comience a hacerlo nuevamente, porque comienza a dolerme el pecho.

—¿Co... como que le han disparado?— tartamudeo, Evee se comienza a sentar en la cama. —¡Eh Kylan! ¿Está Jaden bien?— lo único que escucho al otro lado, es silencio. El nerviosismo me obliga a ponerme de pie. —¡Kylan, joder!

—No lo sé— grita de vuelta. —No lo sé...— esta vez susurra y vuelve a quedarse en silencio. Escucho la voz de Tyee al otro lado pidiéndole que se calme. Toma una respiración. —Avísale a Jhon por mí.

Reviso la pantalla del teléfono y me doy cuenta de que esta vez me corto, pero lo hizo intencional, y lo hace para evitar romperse más de lo que ya debe estar.

—¿Que paso?— pregunta, en sus ojos brilla el nerviosismo.

—Le dispararon a Jaden—respondo moviéndome de un lado para otro. Se que tengo que comenzar a vestirme, pero el nerviosismo no me deja coordinar las ideas. —¡Joder!— gruño, arrojando el teléfono a la cama.

—Sky— dice, pero estoy concentrado en el punto donde aterrizó mi teléfono. Evee se pone de pie y camina hasta mí. —Skyle mírame— repite, toma mi cara y me obliga a mirarla. —Está bien, estará bien, ¿Vale? Iremos a verlo.

—No es necesario que tú también vayas...

—Iré— me corta. —Me necesitas, y yo siempre estaré ahí cuando lo hagas. Todo saldrá bien.

Asiento con la cabeza aún un poco aturdido. Ella me libera y me acerca la camiseta que deje sobre la silla del escritorio antes de acostarme. Me la paso por la cabeza y comienzo a buscar mis zapatillas, ella se mueve también para comenzar a buscar algo.

—Iré por Jhon— repito, más para mí que para ella.

Casi me da miedo decírselo yo mismo; me siento como si le fuera a que está muerto y no en el hospital, porque a este punto, las malas noticias solo nos traen malos recuerdos. Sabíamos que esto era algo que podía pasar tarde o temprano, porque él fue el único que jamás dejó de estar en peligro. Pero supongo que siempre albergamos la posibilidad de no sucediera.

Camino hasta su habitación entre tambaleos nerviosos, y cuando abro su puerta, me doy cuenta de que la mano también me tiembla. Dentro domina la oscuridad, pero la luz de una lámpara se enciende cuando me siente abrir la puerta. Jhon está medio sentado en la cama, pero se acomoda rápidamente en cuanto me ve; su rostro sombrío y la mirada que me arroja, me hace saber de inmediato que él en parte ya lo sabe.

—¿Jaden o Kylan?— Pregunta

Trago saliva. —Jade.

—¿Está... vivo?

—Está en el hospital, tenemos que ir a verlo.

La respuesta inmediata de Jhon, es tomarse la cabeza como si un fuerte dolor repentino lo hubiera azotado, y gruñe fuertemente lleno de furia. Levanta la cabeza y se pone de pie de golpe, va a su armario y se pasa una de sus sudaderas por la cabeza.

—Los seguiré en mi auto.

—¿Estarás bien?

Asiente. —Nos vemos allá.

La pinta que todos llevamos encima cuando llegamos a la sala de espera, es justamente la que podrías esperar de personas despertadas de emergencia a las tres de la madrugada. Evee, Jhon y yo vamos con sudadera y shorts de pijama, Kylan con pantalones de buzo y una camiseta y Tyee va de bata de seda amarrada a la cintura. Los cinco tenemos la misma cara, entre sueño y preocupación, y todos hemos mantenido el silencio desde que llegamos aquí, porque ninguno sabe muy bien que mierda fue lo que sucedió. Llegamos acá porque Hellion llamo a Kylan para decirle que una pelea salió mal y terminó con un disparo en el estómago. ¿Quien? ¿Como? No es como que el jefe de la mafia tenga mucho tiempo para explicarnos, así que simplemente aquí estamos.

Un poco más allá, sentada en una esquina esta la chica que nos recibió; quien trajo a Jaden hasta acá; pero tampoco ha explicado nada. Se limitó a infórmanos los horarios de intervención de Jaden y dijo que el doctor sería quien se encargará de lo demás. A nosotros la verdad, tampoco nos quedan muchas ganas de presionarla. Es de piel pálida, pelo castaño dorado y unos ojos color miel, pero tiene cara de no ser muy amigable, y debo decir que esa vestimenta deportiva de negro completo, con unas vendas cubriendo sus nudillos bañadas en sangre, nos da una idea de que es lo que hace. No es que sea de mucho peligro, pero tampoco queremos salir de aquí con un ojo morado de alguien que realmente sabe boxear.

Jaden nos dio un susto del infierno, es la verdad y hay que decirla. A este punto de nuestras vidas, y después de tanto, venir al hospital como visita, no nos hace ninguna gracia. Tan solo nos hace recordar cuantas veces vimos las vidas de nuestros amigos pender de un hilo, y a todos aquellos a quienes perdimos.

Por suerte el diagnóstico fue mucho mejor que favorable, y no hay ningún peligro.

Lo vemos comenzar a abrir los ojos lentamente, y parpadea un par de veces mientras intenta adaptarse a la luminosidad de la habitación. Está medio recostado en la camilla, y cuando nos mira desde su posición, es casi como si nos mirara hacia abajo. Nos observa uno por uno en silencio, y al final nos sonríe.

—Linda camiseta— dice hacia Kylan, quien en su camiseta lleva un Mickey enojado con la frase "Don't fuck me up", pero que resulta muy tierno para ser de él.

—Cierra el pico— Le gruñe de vuelta.

— ¿En serio vas a casarte con el?— Le pregunta a Tyee. —¿Tu, que apuesto que llevas un babydoll debajo de esa bata?

—Te dije que te pusieras algo más— Le gruñe Kylan, Tyee simplemente lo ignora cruzándose de brazos.

—Yo le regale esa camiseta.

Cuando Jaden se queda en silencio, todos los demás estallamos en risa. Todos, menos Kylan, quien ya se dio cuenta que la bata de Tyee no ha pasado desapercibida para nadie. Y la verdad, no es que sea la gran cosa. Es simplemente una bata de levantarse, color rosa palo con bordes negros, atada a la cintura sobre su panza, y que le llega a la mitad de las rodillas. No es como si se le viera la mitad del culo o tuviera un gran escote. Más que todo, el alboroto es porque no es algo con lo que esperas encontrarte a alguien vistiendo en un lugar público, pero considerando la situación, la verdad no hay mucho más que esperar. Llegamos aquí a mitad de la noche, asustados y a prisa. Si yo fuera ella, ni tiempo de ponerme la bata encima hubiera tenido.

—Hay una chica esperando afuera, iré a avisarle que despertaste; y a ti— le dice a Tyee, —te traeré algo con que cubrirte.

Kylan comienza a salir de la habitación a paso decidido, la sonrisa que forma Tyee es aún más grande. —Aún cree que puede controlarme.

—Te escuche.

—¡Esa era la idea!— le grita Tyee de vuelta, Kylan desaparece cerrando la puerta tras de él.

—¿Como estas?— pregunto.

Jaden sonríe a medias. —Mejor de lo que esperaba cuando comencé a desangrarme.

La puerta de la habitación se abre y detrás de ella aparece la misma chica que estaba en la sala de espera. Tyee toma asiento en una de las sillas junto a la camilla y vuelve la vista a Jaden otra vez —Así que don musculitos no estaba hecho de roca, ¿Eh?

Él rodea los ojos. —Si hablamos de disparos, te llevas el premio, muñeca.

—Yo soy indestructible.

—Apuesto que con esa panza no tanto— Ella baja la mirada hasta su vientre y luego vuelve a Jaden con una sonrisa más ancha.

—Detallas. No cambia nada.

Jade resopla. —Era mi turno de llamar la atención; no crean que solo ustedes tienen derecho.

—Intenta para la otra al menos ganar la pelea antes de llegar al hospital— dice la chica, llamando la atención de todos.

Jhon suelta un «Uuh» —Vale, ósea que además de un llorón, eres realmente malo boxeando— comento, poniéndome del lado de la nueva desconocida.

Jaden le envía una mirada fulminante a la tía. —Lo hubiera hecho si no me hubieran disparado.

—¿En serio? Porque a mí me parecía que te estaban golpeando.

—¿Y qué hay de ti? Porque tu si perdiste— en seguida la sonrisa de la desconocida se le baja de la cara.

—Se suponía que pasara— reclama.

—Si, ya— Jaden rodea los ojos.

—¿Qué es esto?— interrumpe Tyee alzando las cejas. —¿Dónde están tus modales, Jaden? ¿No piensas presentarnos a la chica?

A Jaden no parece hacerle mucha gracia la idea. —Ella es Astra— Dice sin ningún ánimo.

—¿Y..?— Tyee alza las cejas.

—Astra, ellos son mi familia— presenta de vuelta.

—¿Y..?— insiste Tyee abriendo los ojos.

—¿Y qué? ¿Qué más se supone que tenga que decir?

—¿Quien se supone que es?

—No esperen que le diga que es mi novia o algo. Es Astra, su apodo de BlackHand. Y ya está, es todo lo que se.

Astra rodea los ojos y se cruza de brazos. —Soy quien le salvó el culo. Lo traje acá mientras decía que se iba a morir.

—Interesante dato, querida. Ya tengo con que atormentarlo el resto de la vida— Jaden le envía una mirada fulminante a Jhon, pero a este no se le baja ni un poco la burla.

Detrás de nosotros la puerta vuelve a abrirse, y pese que todos esperamos encontrarnos con Kylan y un traje de monja sobre los hombros para Tyee, el caballero de traje y corbata que aparece, ni se le acerca. Hellion se nos queda mirando con rostro aburrido, casi espero que nos suelte un «¿Que me ven?», como si el transitara por la habitación de los hospitales todos los días, y los únicos intrusos fuéramos nosotros. Viste con un terno gris ajustado que le resalta el cuerpo musculoso y lo hace lucir más joven. Pasa la mirada por sobre todos nosotros y finalmente clava sus ojos celestes en Jaden.

—Hey— dice. —Veo que estas bien.

—Adolorido, pero supongo que bien es la palabra correcta— se encoge de hombros. —¿Cuál fue mi diagnóstico?— Pregunta volviendo la mirada a mí, como si yo fuera su cirujano.

—La bala entro por tu espalda y salió limpiamente sin dañar ningún órgano. Te cocieron de vuelta y listo.

—¿Ya está?— alza las cejas.

—Si, para que veas que hiciste berrinche de sobra— Jaden decide volver a ignorarla y se gira hasta Hellion nuevamente.

—¿Ya saben quién fue?— él se apoya en la pared a su lado y se cruza de brazos.

—Si. Pero no dijo mucho.

Jaeden parece confundido. —¿Como que no dijo mucho?

—Prefirió morir. Sea quien sea que pertenezca, tiene buenos hombres.

—¿Qué fue lo que paso?— pregunta Tyee poniéndose de pie nuevamente, y rodeando la camilla para acercase sutilmente a Hellion. Él le dedica una mirada de arriba a abajo, y en estos momentos apuesto que todos los hombres de la sala nos vemos tentados a taparla con la sabana de la camilla.

—Estaba en una pelea con un sujeto y alguien me disparó— responde Jaden.

—¿Una pelea por qué?

—Apuestas— está vez Hellion sí que habla. —Entretención— responde sencillamente.

—¿En eso lo has transformado? ¿En tu mono de circo?

—Tyee...— dice Jaden con un tono de advertencia. Hellion levanta la barbilla y se toma su tiempo para responder

—También es un placer verte de nuevo, Wesson.

Ella asiente lentamente, analizándolo. En la sala todos los demás guardan silencio, y creo que se debe, principalmente, a que ella es de las pocas personas que tiene los huevos suficientes para enfrentarlo.

Si no tienes nada que perder, no hay nada que te detenga.

Tyee está embarazada, pero incluso si sus críos ya estuvieran crecidos, ella estaría igual de segura de que no hay manera en el infierno de que alguien los toque. Y díganme, ¿Que van a hacerle? ¿Matarla? así no podrías hacerla sufrir. ¿Matar a Kylan? Eso si no los mata él antes.

Al final frunce el ceño. —¿Entonces de que va todo esto?

—¿Tiene importancia?

Ella suelta algo parecido a una risa. —¿Me estás jodiendo?

Honey, no— Le susurra Jhon.

—¡No, y una mierda!— gruñe, volteándose a mirarlo. Luego dirige la mirada nuevamente hasta Hellion. —Jaden está arriesgando su vida, y saber si vale la pena no es una puta broma.

—Es entrenamiento, Honey— lo veo apretar los labios, ella lo ignora.

Hellion se aclara la garganta, se pone derecho otra vez y da un paso al frente. —Creo habértelo explicado una vez. Necesito probarlos antes de meterlos a manejar mis negocios.

—Pues para la próxima intenta que tus entrenamientos al menos no le cuesten las costillas.

Finalmente en la sala todos guardan silencio. Ella lo fulmina con la mirada una última vez y se pone en marcha, pasando por delante de nosotros disponiéndose a salir de la habitación; sin embargo la puerta se abre antes de que ella alcance a tocarla, y tras de ella aparece Kylan con una de sus sudaderas en las manos. Hace ademán de querer decir algo, totalmente inconsciente de la grande que se armó aquí dentro en su ausencia. Tyee se echa hacia atrás como si su tacto quemara, y alza las manos para poner distancia.

—Y tu ni me toques— dice. —No voy a ponerme una mierda... ¿Y sabes qué más? Si la bata es la que hace tanto escándalo, pues me la quito— se desabrocha la bata y se la entrega a Kylan, golpeándole el pecho. —¿Ya veis?, ni siquiera un puto babydoll.

Y es cierto; debajo lleva una pijama completamente normal; una camiseta de tirantes y shorts que incluso llevan unos dibujitos. Tyee hace una reverencia en nuestra dirección y finalmente abandona la habitación, cerrando de portazo y todo. Jaden gruñe y se restriega la cara; Kylan totalmente perdido, ni siquiera es capaz de hablar.

—¿Que mierda paso?

—Se alteró por esto de la bala— responde Jhon. —¿Las hormonas, quizá?

—Joder— dice Evee interrumpiendo por primera vez. —¿Podéis dejar de culpar a las hormonas por todas las mierdas que hacéis mal?

Lo más gracioso de todo, es que sin haber hecho o dicho nada, Evee también se enoja conmigo. Me lanza una mirada de odio y decide seguir a Tyee, dando otro portazo.

—Ella tiene razón— dice Astra apuntando la dirección por la que acaba de irse Evee.

—Tu punto de vista, lo que nos faltaba— Jaden se voltea a mirarla frunciendo el ceño. —¿Qué es esto? ¿Mujeres contra hombres?

—Claro que no. No me rebajaría a tu nivel— y la chica nueva es la tercera en abandonar la habitación, dando portazo también. Apuesto que si Vike y Heaven estuvieran aquí, le siguen. Dentro, los cinco nos quedamos mirando entre nosotros aún medios aturdidos con la reciente situación.

—Eso ha sido interesante de ver— comenta Hellion, casi riendo. —Ni con dos críos dentro deja de ser tan... intensa— Kylan lo fulmina con la mirada.

—Lo haces a posta— comenta Jaden sin ningún tono de broma. —La provocas.

—Jamás sabes que es lo próximo que va a soltar. La verdad creo que cualquiera podría generar una adición a llevarla al límite.

—Yo te recomendaría que no la probaras— Jhon se voltea a mirarlo. —No creo que te guste su verdadero límite.

—¿A qué has venido?— dice Kylan entrecerrando lo ojos mientras se cruza de brazos. —Aparte de formar caos, por supuesto.

—Así que mi presencia los atormenta— 

Kylan menea la cabeza. —Entre otras cosas, sí.

—Interesante— murmura. —Y aunque la idea de joderlos un poco es bastante atractiva, lamentablemente no tengo tiempo para cosas tan infantiles.

Jhon y yo guardamos silencio, con toda la intención de dejarlo continuar; sin embargo aquí dentro las bestias llamadas Kylan y Jaden, jamás han sido muy cooperativos a la hora bajarle grados a los asuntos tensos. Les gusta presionar. Estamos todos muy quietos en nuestros puestos, pero todos y cada uno, vamos cargados hasta los dientes en armas. Sobre todo Hellion. Si aquí de verdad hubiera tanta tensión como se aparenta, en cualquier momento podría saltar la grande. Sin embargo, que el mismo jefe de la mafia más grande del país esté parado solo entre un grupo ex mafiosos, deja ver claramente, que hace tiempo pasamos esa etapa. ¿Qué razones tenemos ahora si ya ni siquiera estamos divididos? Podríamos ser rivales, pero solo en una cosa de orgullo, de ver quien es mejor o más fuerte que el otro, ¿Pero matarnos? Ya no.

—He venido a advertirles— dice simplemente encogiéndose de hombros. —No los creo tan estúpidos como para no tenerlo en cuenta, pero quiero irme a casa tranquilo, sabiendo que he hecho mi buena acción del día.

—Tienes toda mi atención— Kylan levanta la barbilla.

—Haber acabado con Edén no fue el fin de todo— baja las manos y las mete dentro de sus bolsillos. —Y este no ha sido un simple accidente. Las cosas están lejos de acabar, y yo en su lugar no guardaría las armas tan pronto. Porque podrían necesitarlas.

Solo quería decir que si a veces ya no respondo toooooodooooos sus comentarios, es porque:
1- se pierden entre tantas notificaciones.
2- a veces son muchos comentarios y no tengo muchos tiempos para responderlos todos.

Pero conste que si las leo, en la bandeja fe notificaciones ❤️ Respondo los más grandes.

No subí el fin de semana, porque me fui a Nueva York y pues no tuve tiempo.
Reponiendo.

Noviembre 27, 2019.

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