Canción "Corre", Jesse y Joy.
*Narra Valeria*
-¿Valeria, lo tienes todo?- me pregunta Pablo desde el baño.
-Me faltan un par de cosas- digo cogiendo el vestido que me puse ayer y guardándolo en la bolsa en la que venía, cuando volvamos a Málaga se lo devolveré.
Ayer no se que me pasó, no sé por qué me comporté así en la playa con Pablo, estaba lo demasiado sobria como para acordarme perfectamente de todo lo que le dije, y de todo lo que me dijo él. Cuando terminamos nuestra extraña conversación, volvimos a la pista de baile y estuvimos bailando con Sofía, y con los recién casados. Cuando volvimos a casa de Salva, Pablo y yo dormimos juntos, no me importó, ya que sabía que no iba a hacer nada, él no me desea, no al menos de esa forma. Supongo que eso debería de aliviarme, pero sinceramente, no creo que lo haga.
-Voy a despedirme de los demás, te espero abajo- dice dándome un beso en la cabeza y llevando las maletas con él.
Después de haberme aseado y vestido, le echo un último vistazo a las cuatro paredes donde había dormido estos días y bajo al salón.
Todos están en el salón, todos menos Pablo y sus padres, que seguramente estaban en el coche. Iba a echar de menos a la familia de Pablo, había hecho bien al ayudar a Pablo en la apuesta con su hermano, aunque ahora cuando volviéramos a casa, le tocaría cumplir con su parte, dejarme en paz, aunque no estoy segura de si quiero que cumpla su parte...
Casilda es la primera en venir a despedirse, junto con Sofía.
-A ver si quedamos por Malaga cuñadaaaa- la sonrío asintiendo, cuando la vuelva a ver, ya no seré su "cuñada", pero me encantará quedar con ella, en estos días nos hemos hecho muy amigas, ella es genial.
-Cuando quieras me envías un whatsapp- sonrío abrazándola, habíamos intercambiado números de teléfono y estaba deseando quedar con ella.
-Cuídame a Pablete, se ve que te quiere mucho- si ella supiera que en realidad no somos nada-
-Lo haré- prometo, aunque no vaya a cumplir mi promesa.
-Pero no le deis mucho al sexo, que no quiero tener sobrinos de momento- me dice al oído. Empezamos a reírnos, esta mujer esta loca, lo que la hace genial. Me da el último abrazo. Supongo que cuando esté en Málaga quedaré con ella, ya que no tengo muchas amigas ahí, aparte de Natalia.
-Te quiero tía Val- me dice la pequeñaja. Me agacho para estar a su altura.
-Yo a ti también pequeña-
-Lo sé- la doy un beso en la mejilla y Casilda se despide por última vez y se van a la cocina.
-Me ha encantado conocerte- dice Alejandra abrazándome.
-Lo mismo digo, gracias por invitarme, y enhorabuena de nuevo.
-A ver si te veo otra vez- dice limpiándose las lagrimas- perdona, te pareceré tonta, es que soy muy sensible- la sonrío, ya que yo solía serlo, mientras sale de la habitación. Que pena que no la vaya a volver a ver. Aunque quizá la vea en Benalmádena. Salva y yo somos los únicos que quedamos en el salón.
-Pablo tiene muy buen gusto, siempre lo he dicho- me sonríe- que pena que no seáis novios.
-¿Cómo...?
-Venga, sé que no sois novios, no es que se note mucho...-
-Ya...- lo raro es que Salva sea el único que se haya dado cuenta.
-Lo que no entiendo, es como que te ha traído...
-Hombre, fue idea tuya.
-¿Idea mía? ¿Cómo que fue idea mía?
-Yo vine a la boda con Pablo, para hacerle un favor, me dijo que hizo una apuesta contigo y...
-¿Qué?- Salva empieza a reír, esto estaba siendo muy lioso- nosotros no hicimos ninguna apuesta.
Mi primera acción es abrir la boca. "Será capullo"
-Igualmente, se ve que le gustas, deberías darle una oportunidad- dice.
-¿Qué le de una oportunidad? Vine aquí, para hacerle un favor por "la apuesta" -hago el gesto de las comillas con las manos- cuando él, lo único que quería era, no lo sé, ¿quizás pasar mas tiempo para que me acabe gustando? Sólo espero que cumpla su parte de todo este asunto.
-¿Y cual es su parte?
-No volver a hablarme.
-Pablo es un buen chico, te lo digo enserio- me da un abrazo y se va.
El viaje de vuelta fue igual que el de ida, reinaba el silencio en el coche, aunque estaba más enfadada de lo que había llegado.
El padre de Pablo aparca enfrente de su casa y saca todas las maletas del maletero. Cojo mi maleta de la carretera y la bolsa con mi vestido.
-Voy a acompañar a Valeria a su casa- Avisa Pablo, sus padres asienten y se despiden de mi.
-¿Te pasa algo? - pregunta en el camino a mi casa.
-No- abro la puerta de fuera, y él sube detrás de mí las escaleras hasta la puerta de mi casa.
-Valeria...
Hasta aquí habíamos llegado
-Has jodido todo esto. Iba a decirte que olvidaras tu parte, que podríamos quedar cuando volviéramos de Córdoba, que podríamos intentar ser amigos o lo que sea. Maldita sea Pablo, has mandado todo a la mierda.
-¿Qué te pasa? ¿Qué he hecho?
-¿Qué que me pasa? Que sé que no había ninguna maldita apuesta, que te lo inventaste todo para llevarme a Córdoba con tu familia, la cosa es ¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso? ¿Querías que me enamorara de ti, para luego joderme? PORQUE LO HAS CONSEGUIDO.- mierda, no sé porque he dicho eso.
-Pero Valeria...
La puerta detrás de mi se abre, y al segundo Hugo sale de ella. Estoy segura de que estoy montando un escándalo, ya que son mas de las doce de la noche, pero me da exactamente igual.
-¿Por qué gritas Val, que pasa?- pregunta mirando de Pablo a mi, y de mi a Pablo.
-Toma- digo dándole la bolsa con el vestido a Pablo- Solo te pido una cosa, no te quiero volver a ver- cojo la maleta y subo corriendo a mi habitación, sin mirar atrás, cuando llego cierro la puerta detrás de mi de un golpe y me siento en el suelo. Noto como las lágrimas caen por mis mejillas, me prometí que no iba a volver a llorar por ningún tío después de lo de Mario, y aquí estoy, llorando por él, porque todo lo que había intentado para no enamorarme de él, no había funcionado.