Narra Alba:
¿De verdad quería que volviese a ocurrir? ¿Quería volver a besarle? No me dio tiempo a encontrar una respuesta a mis tan ansiadas preguntas cuando veo que mueve su boca.
-Joan: si te beso, ¿estaría mal?
-Alba: estaría muy mal.
-Joan: pues si te digo la verdad -dice acercándose aún más- a mí siempre me ha gustado el riesgo- suelta juntando, finalmente, sus labios con los mios-
Puedo asegurar que en este momento he tocado el mismísimo cielo. Me mantengo en la misma posición hasta que nos separamos.
-Joan: lo siento, no he respetado tu...
-Alba: ¿ves que me moleste? No - suelto cortandolo-
-Joan: entonces...
No me da tiempo a reaccionar cuando siento sus labios contra los mios otra vez, y esta vez lo disfruto mucho más. Sin nervios ni presiones, dejándome llevar. Y es que repetiría eternamente esta sensación de sus labios moviéndose lenta pero firmemente encima de los míos. Este hombre lo hace todo bien. La rapidez aumenta y nuestras lenguas se encuentran, al principio tímidas pero después como si se conocieran de toda la vida. Y yo siento que en este momento me sobra todo.
Nos separamos para poder respirar, muy a nuestro pesar.
-Joan: ojalá dejarnos llevar siempre de esta manera...
-Alba: esta vez no te voy a llevar la contraria.
-Joan: se que estamos conociendonos pero, eso no quiere decir que no podamos hacer esto cuando nos apetezca, ¿no?
-Alba: si me prometes que van a ser tan geniales como ahora, por supuesto que sí.
-Joan: ¿así que te gusta como beso eh?
Menuda tontería de preguntas hace este chaval. ¿Qué si me gusta como besa? Joder. Me ha desarmado en un minuto y todavía no se ha dado cuenta. Intento no pensar en cuantas chicas ha tenido que besar para hacerlo así, aunque es evidente que a pocas no.
-Alba: bueno... me han dado mejores -digo intentando picarlo-
-Joan: ¿enserio? Voy a tener que desempatar esto -dice acercándose a mi cogiendo mi barbilla suavemente-
-Alba: desempata lo que quieras.
Y esta vez soy yo la que se lanza y le beso como si me fuera la vida en ello. Como si no hubiera gente mirándonos y pensando que hacíamos una bonita pareja. Lo que no saben es que hasta ahí todavía no hemos llegado. Aunque he de decir, que cada vez me muero más de ganas.