Capitulo 31
"Thanks"
Elijah confiándole Ameliia a su hermano salió con una semblante seria pero por dentro estaba enojado , enojado con la persona que le había hecho daño y con él mismo por no haber llegado antes y evitar que eso pasara. Aun era de noche y la luna iluminaba el lugar y no había encontrado ningún rastro del desconocido vampiro.
La cerradura no estaba forzada, ninguna ventana o puerta rota, todo estaba normal. Se había concentrado en el silencio tratando de captar algún sonido pero todo estaba callado, después de un tiempo se rindió y regreso a la mansión.
En el suelo había pequeños cristales y una mancha de sangre seca perteneciente a Ameliia, eso solo aumento su culpabilidad.
Estaba frente a la puerta de Ameliia y silenciosamente la abrió y vio a la chica tendida en su cama acurrucada junto a una almohada y una expresión tranquila en su rostro, la observó tratando de buscar heridas pero no encontró nada y se sorprendió pero a la vez se alegró de que haya aceptado sangre para curarse pero le incómodo que fuera la de su hermano la que estaba corriendo por su sistema en ese momento, aunque se lo supusiese al encargarle Ameliia a Niklaus.
Después de unas horas, cuando el sol empezó a asomarse Ameliia abrió los ojos, la sangre de Klaus y el haber descansado le ayudaron mucho y se sentía bien. Miró las sábanas tratando de que al verlas serían las mismas blancas que el día anterior pero en cambio eran unas rosa pastel y sabia que lo del ataque de aquel vampiro misterioso no había sido un sueño o mas bien una pesadilla, pero a pesar de eso se sentía bien.
Miró a su rodilla que solo estaba un poco sucia y se sonrojó al recordar que el camisón era lo único que tenia horas antes cuando Niklaus se la limpio. Toco su labio y estaba liso sin ninguna cicatriz, se levantó y se acercó al gran armario y tomo el vestido que usaba para ir a trabajar al bar, había faltado el día anterior y esperaba que no hubiera algún problema.
Tomo una rápida ducha, se vistió y cepillo su húmedo cabello y lo puso detrás de su espalda, salió cerrando la puerta tras ella.
Ambos vampiros, Klaus y Elijah no lograron conciliar el sueño porque estaban atentos a cualquier movimiento o sonido brusco pero nada ocurrió.
Antes de bajar para tomar el desayuno e irse, se encaminó hacia la habitación del vampiro y tocó ligeramente en la puerta de madera.
No se escucho ningún pestillo moverse como lo esperaba, eso era resultado del intento de abrir la puerta, pero hubo una fuerza que lo impidió. La puerta se abrió y se asomó el vampiro.
-Hola Klaus-saludó y se sintió extraña ya que rara vez lo llamaba por su nombre, claro las veces que lo llamaba.
El se sorprendió de verla ahí, era de las cosas que menos esperaría, pero que, secretamente, mas le gustaría. El seguía sin decir nada, solo dio unos pasos hacia atrás y abrió la puerta para permitirle el paso a la chica, ella nerviosa entró y entretenida observó su cuarto, que era del mismo tamaño que el de Elijah pero al estilo de Niklaus.
-Hey...-suspiró- gracias por lo que hiciste ayer.
Ameliia sentía que tenia que agradecerle pues no solo le dio su sangre, limpió sus heridas y ayudó a cambiar las sábanas sucias de su sangre.
-No fue nada-contestó Klaus con una pequeña sonrisa al ver cuán tímida era la chica.
-Si lo fue, así que gracias-se acercó a el y ni en sus pensamientos mas retorcidos de cuando conoció a Niklaus habría imaginado. Paso sus brazos sobre los hombros del vampiro y poniéndose de puntas por la diferencia lo abrazó, su cabeza quedando apoyada en su hombro derecho.
Al principio quedó bastante sorprendido, pero agradandole la cercanía de la chica puso una mano en su cintura, aspiraba el aroma que emanaba de su pelo aun húmedo. Los nervios de la chica aumentaron al sentir el contacto de Klaus.
-Gracias-repitió antes de separarse completamente de el y salir torpemente de la habitación,sin esperar una respuesta, sabría que la haría quedarse un poco más y ella se pondría más nerviosa. Y el inconscientemente se quedó anhelando su contacto.
Se encontraba caminando hacia el comedor, al pasar por el cuarto de Elijah no había nadie y supuso que el ya había bajado, al entrar al comedor tampoco lo vio pero se encontraba Vera y la invitó a sentarse y le dijo que en unos segundos le llevaría su desayuno. Ameliia se sentó y unos segundos después como lo dijo, Vera llego con su desayuno un plato con un huevo y dos rebanada de jamón.
La chica estaba hambrienta pues últimamente no había tenido oportunidad de comer así que tomo un tenedor y empezó a meter bocados medianos del huevo. Ya iba a la mitad del plato cuando Elijah llegó. Ella le sonrió, si se preguntaba porque al gritar su nombre en el ataque había tardado en llegar Elijah, pero no le culpaba a el ni a nadie.
Elijah le devolvió una sonrisa que no llego a sus ojos, pues se seguía sintiendo culpable. Se sentó al lado de la chica y seguía con su expresión seria y ella hablo primero.
-Buenos días- saludo sin saber que mas decir.
-Buenos días-respondió y le alegró un poco el ver a la chica tan tranquila.
Ella ya había acabado su plato y el lugar estaba en silencio, le llevó el plato a Vera insistiendo que debería lavarlo ella misma, pero como siempre se negó. Al regresar Elijah seguía sentado en el comedor.
-Aceptaste tomar sangre de vampiro-hablo por fin y al escuchar eso ella no lograba identificar la emoción de Elijah- de mi hermano.
Eso la confundió aun mas ¿que trataba de decir?.
-Si-dijo- pero estoy bien, estaba herida.
-No hubieras tenido la necesidad de llegar a eso, si hubiera llegado a tiempo.
En ese momento Ameliia entendió, Elijah se sentía culpable por lo ocurrido hace pocas horas atrás, pero ella estaba bien y los demás igual, no tendría porque sentirse culpable, pensó. Elijah se levantó pues pensaba que merecía que le reclamará pero sabia que ella nunca lo haría.
-Hey- lo llamo y el se detuvo quedando a espaldas de la chica. Ella se acercó y lo rodeo con sus delicados brazos recargando su rostro en su espalda-No tienes porque sentirte culpable, estoy bien, todos estamos bien.
Sentía como el abrazo había aflojado sus tensos músculos y su expresión se relajó, ella lograba calmarlo, tal vez no impedía que se sintiera culpable pero se sentía mejor.
Ameliia lo soltó y le dio la vuelta, quedando frente a el. Coloco sus delicadas manos en su rostro haciendo que el la mirara.
-Estoy bien Elijah-volvió a decir mirándolo a los ojos reflejando sus sentimientos, el vampiro miraba fijamente sus verdes ojos, ella acercó su rostro aun mas y unió sus labios en un suave y duradero beso. Elijah sentía como sus preocupaciones se iban, ahora estaba convencido de que estaba bien. Al acabar el beso ambos se sonrieron.
-Tengo que ir al bar-menciono la chica aun cerca del rostro del Original-¿Quisieras acompañarme?
El asintió y le sonrió ella volvió a depositar un corto beso en sus labios y dijo que en un momento bajaría. Subió a cepillarás los dientes y el cabello una vez mas antes de bajar.
Bajo y ahi estaba Elijah esperándola, salieron de la mansión y el tomo su mano y empezaron a caminar hacia el bar.
Ameliia le pregunto a Elijah de la mejor manera posible para evitar que la culpa regresara, que qué había ocurrido en la noche. El le explico que no podía abrir la puerta hasta después de un rato y ella entendió.
-Tu hermana y Kol-empezó- ¿no estaban ayer, cierto?.
-No, ambos están fuera-ella asintió, había preguntado porque supuso que si eran vampiros tuvieron que haber escuchado todo el escándalo.
-Llegamos-dijo ella cuando estaban frente al bar- yo iré por la puerta trasera tu puedes entrar por aquí-dijo señalando la puerta frontal.
-No te puedo dejar sola-dijo protector- en ningún momento.
-Solo esta a unos metros la entrada trasera, tu no puedes entrar porque no trabajas ahí- contestó- no me pasara nada.
Elijah la miro por un tiempo y asintió ,la tomo de la mejilla para besarla.
-Ten cuidado-ella sonrió pues no tardaría menos de un minuto en llegar a la puerta trasera del bar.
-Lo haré- volvió a besarlo y camino hacia la entrada del bar.
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