Pero es que ya no siento nada.
Mi pecho se ha vuelto un agujero negro. Pero no absorbe ni estalla. Se queda de pie, como esperando a que alguien vaya por él.
Sé que el corazón solo es un músculo que bombea sangre, pero quien diga que cuando ve a la persona que más ama llorar, y que no siente como el pecho se le estruja hasta el punto de no poder respirar, puede retirarse.
No confío en nadie que me diga que soy el único que realmente "siente" en el corazón.
Pero aquí es donde yace el problema: ya no tengo corazón. Llegué a esa conclusión porque mi respiración ya no se corta, los nudos en mi garganta ya no se sienten como cuerdas, y las mariposas en mi estómago son más bien polillas que revolotean entre todo el polvo y suciedad.
Me quedé estancado en este maldito vacío. Flotando entre mis lágrimas que lloré miles de poemas atrás. Y es que parece que me he quedado sin agua en mi sistema. Porque ya no puedo ni siquiera hablar.
Me he convertido en un cascarón sin vida. Blanco por fuera y oscuro por dentro. Pero oscuro por ausencia, no por no limpiar.
Quiero que alguien venga y que me haga sentir completo. Maldigo a los que dicen que yo ya estoy entero.
Que me diga alguien que le guste estar soltero, pero soltero de amistad, soltero de amor, soltero de todos esos sentimientos que te hacen sentir completo.
Porque si hay alguien así, se puede retirar. No confío en nadie que me diga que soy el único así en este lugar.