Quiero tomarme estos momentos para estar triste. Sí. Así es.
Y al que ose venir a molestarme con sucia palabrería motivacional, que mejor ni se me acerque. Cuando estoy triste suelo escribir poemas como mecanismo de defensa, y a veces mis palabras no son tan dulces como suenan.
Quiero tomarme una semana para sobrepensar. Quiero dedicarle todo un año a mi tristeza, toda mi vida si es posible.
Quiero sentirme destrozado por dentro. Quiero sentir que el mundo y sus tragedias me han tragado por completo. Quiero sentirme como el muro de Berlín. Erguido y destruído, todo al mismo tiempo.
Déjenme quedarme dos minutos en silencio: quiero ver que tan vacío puedo sentir el pecho. Que tan pesado puedo respirar y hasta dónde puedo llegar a pensar.
Llévenme a las nubes grises. Tráiganme las noches sin luna. O los atardeceres del campo. Que no. Que los odio. Pero hoy me quiero sentir mal. Hoy quiero sentir que me quiero suicidar.
Ya mañana la muerte me volverá a dar miedo, y querré vivir la vida a mi manera, pero hoy no. Hoy me quiero matar.
Así que rómpeme el corazón, Gran Experto en el Amor, Que este es tu momento de brillar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
