*5 años después*
Otra arcada más y vuelvo a dejar todo lo que comí en el retrete. Cuando todo ha salido de mi cuerpo voy al lavamanos y me labo la boca, para quitar ese mal sabor.
—Sofía esto ya no es normal —dijo ¨la nerd¨— Vas para dos semanas vomitando...—se quedó callada,pensando- a menos que sea que.. ¡Vamos a comprar una prueba de embarazo! —dijo con demasiada efusividad.
Lo pensé por un momento, pero la idea se disipó a la misma velocidad.
-Sabes que es casi imposible que pueda estar embarazada, el doctor mismo confirmó que eran pocas las posibilidades. -dije con resignación mientras volvía a mi cama- Debo de tener alguna enfermedad o algo.
—Tu misma lo has dicho, pocas las posibilidades no imposible. Mi niña se quedará contigo, regreso un momento. —asentí, dicho esto llamó a mi hermosa sobrina.
—Ve con cuidado para donde sea que vayas, y dile a Abril que la estoy esperando aquí.—murmuré mientras la ví salir de mi habitación.
Sí, el idiota de mi hermano la había embarazado un mes antes de que nos graduaramos. Mi sobrina tenía cuatro bellos años. Al y Lucas se separaron cuando la niña tenía dos años. Un golpe duro para ambas, pero salieron adelante. Yo había estudiado repostería junto a ella y teníamos una famosa panadería y repostería. Mi sobrina era la luz de mis ojos, era mi consentida. Su voz me sacó de mis pensamientos.
—¡Tita! Vamos a vel una película —sonrió mostrándome una sonrisa sin un diente.
—Claro, ven acuestate aquí con tita —palpé a mi lado y ella corrió hasta treparse a la cama.
—Tita veamos una película de princesa —dijo.
Busqué el control del televisor y busqué hasta que encontré una que ella quiso ver.
—Mami dice que quizás vaya a tener un primito —su comentario me dejó pasmada.
Abril era una niña muy inteligente, y hablaba como un adulto algo por lo que muchos doctores quedaron asombrados.
—Tu mami dice muchas cosas, y alomejor en un futuro tengas a tu primito, pero ahora vamos a ver la película —dije mientras acariciaba su cabello.
No voy a mentir, tener un hijo me hacía mucha ilusión pero todo se esfumó cuando el doctor dijo que no podía tener niños.
¨Es algo raro, pues son jóvenes, pero dado a los estudios hay pocas posibilidades a que quedes embarazada, pero no es imposible¨
Sus palabras resonaban en mi cabeza, cada tanto que me emocionaba por ser madre. Y quizás sea cierto pero luego de cuatro años todavía no lo habíamos conseguido. Un ruido en la parte de abajo del apartamento donde vivía me sacó de mis pensamientos.
Miré a Ab sintiendo su respiración más profunda. Dejé un beso en su frente y salí de la habitación.
—¿Sof, eres tu?
—Al me has pegado tremendo susto —coloqué mi mano sobre mi pecho, sintiéndolo latir a toda prisa.
—Además de yo y tu pareja, quién mas tiene acceso al apartamento —dijo y soltó un bufido— Y no vengas con que pensaste que era algún ladrón o algo porque no iba a dejar la puerta abierta cuando aquí esta mi niña.
—Está bien, ya capté tu mensaje.
—Toma y ve al baño, estaré esperando aquí —me pasó una prueba de embarazo— No hay muchas posibilidades, 'pero no es imposible.
Bufé —Esta bien, pero verás que saldrá negativa como siempre sucede. —dije y me dirigí al baño.
Hice todo el procedimiento como decía la cagita, y salí del baño con la prueba en la mano.
—Ten, cuando diga negativo me avisas. —dejé la prueba en sus manos y me dirigí a la cocina.
Hoy cumplía cinco años de estar con Nícolas y quería realizar una celebración intima, eso dijo él antes de irse a trabajar. Le dije que yo haría los postres para no sentir que hacía nada. Estaba mezclando todos los ingredientes para hacer un pastel cuando Al soltó un grito que hasta Abril, lo tuvo que haber escuchado.
Salí de la cocina maldiciendo en voz baja. —Al, Abril está durmiendo deja de estar gritando —la fulminé con la mirada y volví a la cocina.
—Mira esto Sofía, vas a morir —dijo con una sonrisa— Toma —extendió su mano para pasarme la prueba.
—No quiero ver otro negativo —la cogí y la deposité en la basura—. No vuelvas a gritar.
Al no dijo nada, pero sentía su mirada clavada en mi.
—¡Sofía estas embarazada! —volvió a gritar.
—Te dije que ....— pensé en sus palabras nuevamente— ¿Qué acabas de decir?
—¡Voy a tener un sobrino, joder! —soltó una carcajada.
Cuando capté sus palabras corrí al zafacón y busqué la prueba. Mi respiración se atoró y sentí que todo daba vueltas.
—No... pu...ede ser —Murmuré como pude.
—¡Vas a ser mamá!
—¡Voy a ser mamá! —grité
—¡Voy a ser tití! —gritó ella
—¿Voy a tener un primito? —la dulce voz de Abril, nos sacó de nuestra emoción.
—Mi princesa, vas a tener un primito con el que jugar —dijo su madre cargándola en sus brazos.
—No podemos decirle nada a Tio Nícolas, hasta que no estemos seguras —dije y metí todo nuevamente al refrigerador. —Vamos al hospital, tenemos que estar seguras. Puede ser una falsa alarma. —dije y me apresure a subir a mi habitación.
(*)
—Felicidades señora Ritchford, está usted embarazada. —dijo el doctor con una sonrisa— Vamos a mirar de cuanto tiempo está, pase a la camilla.
Estaba muda, tantos años esperando quedar embarazada y hoy precisamente me entero de que lo estoy. El doctor vierte un líquido sobre mi vientre aún plano y luego enciende la máquina de los ultra sonidos.
—Esta manchita que ve usted aquí es el feto, —dice y sonrío como tonta al ver a mi bebé— Tienes como unas cuatro semanas. ¿Desea una foto?
Asentí con lágrimas en mis ojos.
(*)
Luego de que me explicara, todo lo que tenía que hacer y me diera unas pastillas, paso por la panadería con una sonrisa de oreja a oreja.
—Jefa, desea algo en especial —pregunta una de mis empleadas, al ver que estoy en la fila como una cliente más.
—Quiero un pastel grande, y hermoso para hoy en la noche. —dije con una sonrisa— Los quiero a todos allí, estamos de celebración.
—¿Alguna decoración en específica? —preguntó
—Hagan lo mejor que saben que hacer —dije y salí de la panadería.
Estaba emocionada, sentía una felicidad tan grande que desde el espacio la podían ver. Ví un hermoso traje color rojo, largo y pensé en que podía utilizarlo hoy.
(*)
Volví a mirar mi reflejo en el espejo, mis ojos se veían con un brillo especial. Nícolas ya había llegado de trabajar y se encontraba recibiendo a los empleados.
Pegué el vestido a mi vientre y sonreí.
—Estoy feliz bebé. pensé para mi misma.
Salí de la habitación con una sonrisa enorme.
—Cielo, que hermosa estás —dijo mi madre desde el final de las escaleras.
—Gracias mamá, tu también estas hermosa. —cuando llegué a su lado la abrazé— Vas a morir con lo que te contaré hoy —susurré en su oído.
—¿Qué sucede? —preguntó alejándome de ella.
—Tendrás que esperar un rato más. Ahora me voy junto a mi marido. —dije y le guiñe un ojo, la escuché soltar una maldición a mis espaldas —Te he escuchado madre.
—Sofía que bueno que bajas, no puedo con tanta gente. —Nícolas llegó a mi lado.
—Hola amor, tu también te ves guapo, gracias —dije divertida.
—Perdone bella damisela, pero usted se ve hermosa siempre, aún cuando duerme y ronca. —rió
—Oh, gracias humilde caballero, pero usted es peor que Sherk —le guiñe un ojo divertida.
Luego de unas horas, entre comidas, risas y bailes, llegó la hora en que les anunciara mi pequeño secreto. Mis manos sudaban, estaba nerviosa y Al sabía el porqué de ello. Me dedicó una sonrisa, y me armé de valor para hablar.
Bajaron la música y todos los ojos se fijaron en mi. Bien, respira Sofía.
—Um.. bueno..—tartamudé, aclaré mi garganta— Además de estar aquí celebrando estos cinco años junto a Nícolas —trague, y seque mi mano derecha en el traje— Hay algo más que quiero decirles. Nícolas, mamá, papá —pensé en mis próximas palabras— Estoy embarazada.
La habitación rompió en aplausos y Nícolas junto a mis padres seguía en estado de petrificación. Mostré mi mano izquierda, donde estaba la foto del sonograma y el primero en reaccionar fue mi esposo.
—Mi amor —besó mis labios— estoy —beso— tan feliz— beso— gracias por hacerme feliz. —tomó la foto en sus manos y me abrazó por la cintura y gritó— ¡VOY A SER PAPÁ! —soltó una carcajada y todos llegaron a abrazarnos y felicitarnos.
Mis padres fueron los últimos en llegar a donde estaba.
—¡O mi Dios, me estoy volviendo vieja! ¡Voy a ser abuela! —mi mamá gritó, algo poco común en una mujer como ella.
Luego de un rato de fiesta, todos se fueron y yo me sentía más cansada de lo normal.
—Este era el momento de ser padres, no en los años atrás era ahora. —dijo Nícolas mientras besaba mi vientre— Hola pequeño, soy tu papá. Te Amo. —volvió a besar mi vientre— Los amo —ahora besó mis labios.
—Nosotros también te amamos.—besé sus labios.
—Son mi vida —murmuró.
FIN
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Sí, es el FIN. Oficialmente.
VOTEN Y COMENTEN.
Espero que les haya gustado, tanto o mas que a mi escribirlo.
Me pueden hablar, por imbox. ✌
Alguna falta ortográfica, lo arreglo más tarde. (:
-M. (: