¿Por qué rien tanto? Me pregunté a mi misma, viendo como Alexa y Tobin charlaban animadamente.
Luego de que terminaran de entrenar, fueron a las duchas y yo me quedé en las gradas hablando por WhatsApp con Dua, tratando de distraerme.
—¿Con quién hablas? - di un pequeño salto en mi lugar y lavante la vista, encontrándome con mi novia y su mirada poco amistosa, Rode los ojos y me levanté.
—¿Quieres pasar a comer algo o vamos directo a casa?. - pregunté tratando de desviar el tema, pero ella solo frunció ligeramente el ceño.
—¿Era Lipa? - asentí y su ceño se frunció más.
—No vayas a hacerme una escena de celos por eso, que yo no las hago cuando estás con Tobin. - empecé a camina
r fuera del campo y escuche sus pasos detrás de mí.
—Ya, lo siento. - se disculpo estando justo a mi lado y tomo mi mano, entrelazando nuestros dedos. No dije nada y seguí caminando. - Perdón, amor. - hizo que nos detuvieramos y tomo mi rostro entre sus suaves manos, me miro a los ojos y me perdí en ellos. - Voy a compensarlo, yo haré la cena de esta noche ¿Vale? - inevitablemente reí al ver su puchero, pero está cesó en cuanto los labios de Alexa chocaron con los míos, en un beso tierno y dulce, que revolucionó mi estómago.
—Trato hecho, espero que no quemes la comida - dije en cuanto nos separamos y así nos fuimos a casa.
La verdad es que a veces me gusta cuando se pone celosa, pero extrañamente detesto cuando en ocasiones, la celosa soy yo.