naked - james arthur
Tomo el brazo de Vicent cuando veo que está demasiado cerca de su padre, conozco lo impulsivo que es el comentario que ha hecho, ha desatado más que la furia en los ojos de su padre.
- Yo amaba a tu madre, era el amor de mi vida.
- Tanto así que la dejaste en su lecho de muerte. Mientras buscabas a otra para desahogar tus penas, eres patético padre.
- Bella no quería que la viera en ese estado - se apoya en el escritorio-. Fueron años difíciles Vicent. Para los dos...
- ¿No quería que la vieras así? ¿Entonces porque buscaste a otra mujer? ¿Porque dejaste a la mujer que amabas en una cama mientras su vida se iba?
Las palabras despiertan el dolor en el rostro del señor Estaban, sólo deja escapar sus lágrimas.
- ¡Contesta maldita sea! Me he hecho esa pregunta por años. Quiero que la respondas.
- Ella se rindió - limpia sus lágrimas-. Tu madre se rindió después de que supo que el tratamiento no surtía efecto. Ella no quería a nadie a su lado.
- Debiste quedarte con ella.
- Tú madre tuvo un aborto cuando nos dieron la mala noticia de su tratamiento. Se rindió en ese instante. Te quería con todo su corazón, pero yo.. tal vez fui el que se rindió más fácil. Conocí a Lisbeth y ella fue mi soporte, mi amiga, y cuando quedó embarazada de tu hermano, me dijo que se iría con el bebé, yo era un hombre aún casado y ella no quería que vieran a Leonardo como un bastardo. Estaba dispuesta a ser madre soltera.
- Mamá nunca me dijo eso - articula Leonardo-. Demostro lo contrario.
- Porque sabía que no sería suficiente con decir que era la nueva mujer, todos la seguirían viendo como una amante. Incluso tú.
- Ya ha sido suficiente. Jazmín y yo vamos a iniciar una vida juntos. Incluso le he pedido que venga aquí cuando debería estar descansando por el embarazo. La amo como sólo se puede amar una vez, y nuestro hijo es el producto de nuestros sentimientos.
- Vis... escucha a tu padre.
- Ya lo escuche, no quiere a mi hijo, no voy a quedarme en el mismo lugar que él. He trabajado fuerte todos estos años y tengo mis propios socios. Que me quites el apoyo no va a lograr a acabar con mi estatus.
- Vicent. Olvida lo que he dicho - murmura su padre.
- Ya has dicho mucho papá. No necesito que me pidas disculpas - me ha tomado de la mano mientras me conduce a la salida de allí.
Sólo puedo ver esa expresión de ira y frustración en sus ojos. Como si hubiese sido esta una verdad que quiso saber desde hace mucho y que ahora que la sabe sea lo peor que ha escuchado.
- No puedo creer lo que ha dicho mi padre ¿Lo escuchaste? Estaba justificando su amorío con esa mujer.
- Detén esto - suelto su mano mientras veo que hemos atravesado el jardín principal-. ¿No te das cuenta? Tú hermano se ha distanciado todo este tiempo porque se siente culpable de ser el hijo de un amorío entre dos personas.
- ¿Quién te ha dicho tal cosa?
- Leonardo me lo confesó, quiero de todo corazón que olvides lo que alguna vez te hizo daño. Pero eres tú el que se empeña en seguir tocando temas del pasado.
Da un suspiro largo.
- Jas..
- Sé que eres un hombre inteligente y buscaras una solución a todo esto – tomo su rostro en mis manos y sonrío.
- Tienes esa facilidad de hacerme cambiar de parecer con rapidez – responde.
- Un punto a mi favor – rodeo su cuello con mis brazos y me apoyo en su hombro.
Una voz se aclara a mis espaldas.
- Hola tortolitos – Leonardo sonríe mientras se acerca a donde estamos-. Lo lamento mucho hermano, por como mi padre ha actuado.
- No es tu culpa Leonardo –Vicent se separa de mí y se acerca a él-. Soy yo el que te debe una disculpa, debí darme cuenta de lo que sucedía en tu vida con los problemas que habían en casa. No actué como el mejor hermano mayor.
- Te trasferiré mis acciones, así no quedas sin nada.
- No es necesario – Vicent me da un leve vistazo-. Desde que no me falte Jazmín todo en mi vida marchara de maravilla.
- Por poco lo olvido, felicidades por su boda – Leonardo levanta una copa llena de champagne y después la bebe de un solo sorbo.
- Gracias – articulo con una sonrisa boba.
- No me dejen por fuera de ella – guiña un ojo-. Y tampoco cuando nazca mi sobrino.
- Vas a estar ahí. Porque eres parte de la familia – Vicent le da un abrazo mientras le susurra algo a su oído.
Ambos me miran y se ríen. ¿Que han dicho esos hombres entre sí? La duda asalta mi cabeza.
- Seré el tío favorito de ese niño – dice orgulloso Leonardo.
- Eres el único que tiene – Vicent rueda los ojos como si fuera lo más obvio.
**
Sostengo la mano de Vicent al mismo tiempo en que observo por la ventana el hermoso paisaje de las montañas. Estamos camino a la casa de Manuel. Y me siento feliz de haber salido por fin de aquel pent-house. El médico me dio el permiso de poder realizar un viaje en carretera, y lo estoy disfrutando como nunca. El bebé nacerá un poco más grande, y es posible que el parto se adelante, pero no estoy asustada, estoy tranquila. Porque eso es lo que experimento cada vez que estoy al lado de Vicent.
Paz.
- Una vaca, una vaca, un ternero, una gallina – digo mientras el auto sigue avanzando por la carretera-. Un toro..
- ¿Qué haces? – Vicent me mira como una loca.
- Cuento los animales que veo por el camino, lo hacía de niña.
Suelta una risa.
- Sigues actuando como una – esboza una sonrisa.
- Lamento ser una infantil – gruño.
- Una vaca con su ternero, un caballo, un perro .. – escucho su voz y suelto una carcajada.
- Y me llamas infantil – me apoyo en sus piernas mientras él desordena mis cabellos con sus manos.
- Eres la más bonita casualidad que llego a mi vida Jazmín.
- Tú también lo eres – sonrío y me dejo caer dormida.
El golpe de la puerta cerrarse me hace despertar, rasco mis ojos con mis manos y veo como Vicent me levanta para poder bajar del auto.
- No era necesario que me alzaras – digo apenada por la escenita que estamos montando.
- Señor Lasserre – Manuel aparece en medio de los dos.
- Hola Manuel – Vicent le sonríe-. Tenemos algo que contarles – me mira y me hago la loca.
- Debe ser algo muy bueno para que vengan y tomen la cabaña por cerca de un mes.
- Es lo mejor que nos ha pasado – me da una sonrisa.
- Adelante, Florencia preparo la comida deben estar agotados.
- Jas no puede caminar mucho pero..
- Si puedo caminar – refuto como si no estuviera allí-.¿Puedes bajarme?
- No – niega con su cabeza-. Vas a hacer lo que diga.
- Controlador.
- Necia.
- Enamorados – responde Manuel y nos hace pasar.
Vicent finalmente me deja en el comedor y Florencia me mira mientras me guiña un ojo. Creo que ella sospecha que estoy embarazada. Tengo cerca de los cinco meses y mi panza ha crecido un poco. Pero ahora por el saco de lana que llevo puesto no es muy notoria.
- Acá están sus chocolates – Florencia los coloca a ambos lados y Manuel se sienta en una de las sillas.
- Bueno, los señores Lasserre tienen una noticia que darnos – dice Manuel entusiasmado.
- ¿Les dices tú o le digo yo? – pregunta Vicent mientras da un sorbo a su chocolate.
- Creo que le vas a decir tú.
- Jazmin y yo vamos a ser padres – lo dice con emoción en sus ojos-. Estamos aquí como lo dijiste Manuel.
- ¡Qué felicidad! – grita Florencia.
- Cálmate querida, felicidades señores – dice Manuel mientras le da un abrazo-. Son efectivas las cabañas ¿eh mujer? – mira a su esposa y esta le arrima un codazo.
- Como puedes decir eso Manuel – gruñe molesta.
- Bueno en eso tiene razón – se carcajea Vicent.
- A ver si no resulto con gemelos – sonrío.
- ¿Y que va a ser niño o niña?
Vicent me mira con enojo.
- Jas no me ha querido decir – frunce el ceño.
- No tengo la culpa de que tu hijo se oculte cada vez que me hacen una ecografía – me encojo de hombros, eso lo ha mantenido en una completa duda. Yo lo he tomado con calma.
- Pero debes tener una intuición.
- No te la voy a decir – le saco la lengua.
Florencia y yo dejamos a los dos hombres conversando en la mesa mientras nos metemos a la cocina.
- Ya sabía que estaba embarazada señora – dice mientras lava la vajilla.
- ¿Por mi cara de tonta? – suelto una risita.
- Porque se ve cambiada, ese bebé será la alegría de su hogar.
- Vicent es muy protector, estábamos nerviosos por el viaje pero por fortuna todo ha salido bien.
- Debería descansar en la habitación – Florencia me detiene a seguir lavando los platos.
- Pero estoy bien.
- Señora disfrute de su estadía – señala con su quijada a mis espaldas y veo a Vicent apoyado en el marco de la puerta.
- Voy a subir a darme un baño – paso de largo intentado ignorarlo porque me gusta lograr esa impresión en él.
- ¿A dónde vas? – enarca una ceja.
- Al darme una ducha – digo obvia.
- No vas a subir escaleras sin mi ayuda – me toma a modo en que me apoya sobre su espalda.
- Vicent ¡bájame!
- Shhh.., bulliciosa.
- Tonto.
- Necia.
Me sostengo fuerte de sus brazos y recuerdo que la última vez en que estuvimos aquí nos despedimos el uno del otro.
- ¿Qué sucede? – dice una vez mira que oculto mi rostro.
- No pasa nada.
- Dime, ¿te duele algo?
- No, es solo que no quiero que volvamos a separarnos de la manera en que lo hicimos.
- ¿Porque piensas que hare eso? – hace a un lado un mechón de mi cabello.
- Porque no quiero pasar por lo mismo.
- No voy a dejarte ir – sonríe y le devuelvo la sonrisa.
Me dirijo al baño mientras él se queda acomodando las cosas en la despensa que hay a un lado. Giro el grifo de la regadera hasta que regulo la temperatura, enjabono cada parte de mi piel y cuando llego a mi vientre solo me quedo pensando en nuestro bebé. En cómo serán sus ojos, si será como el o como yo.
Seco mis cabellos y aplico desenredante en este y me coloco un babydoll que había comprado hace un tiempo atrás, ha resultado la cosa más cómoda al momento de dormir. Salgo del cuarto de baño y lo encuentro de espaldas mirando por la ventana.
- ¿No tienes frio? – pregunto cuando lo veo sin camisa.
- Manuel me dijo que lo acompañara a las seis a... - no termina de hablar cuando clava su vista en mí.
- ¿Que? – levanto una ceja.
- Te ves hermosa.
- Me duelen los senos, antes era copa A ahora soy copa B – me meto entre las sabanas y el al poco tiempo hace lo mismo.
Sonrío al sentir sus manos alrededor de mi cintura.
- Mi niña.. – susurra cuando coloca su nariz en mi cabello.
- Te amo Vis.. – giro mi rostro hacia él y le doy un beso, uno que él sigue de la misma forma dulce y tierna. Esperamos lo suficiente para volver a hacer el amor. Y ahora solo quiero sentirme amada en sus brazos.
Sus manos suben lentamente por mi espalda y llegan hasta las tiras de mi ropa. Las baja y deja al descubierto mis senos que ahora son redondos y grandes. Mis manos por el contrario juegan con la cremallera de su pantalón hasta que lo dejan sin este. Me ayuda con su ropa interior y su pene erguido se asoma en medio de mis piernas.
Lo acaricio con mis manos y las suyas se adueñan de mis bragas.
- Si te sientes incomoda – lo callo con un beso.
- El bebé me está volviendo loca, o tal vez sean las hormonas.
- Jas, hablo enserio.
- Cállate y déjame subirme encima de ti – me siento a horcajadas sobre él y bajo lentamente por su erección.
- Joder... - susurra cuando clavo mis uñas en su espalda.
- Oh Vis.. – jadeo mientras me sostengo de sus hombros-. ¿Me ibas a castigar sin esto?
- Jamás lo haría – susurra mientras me besa con suavidad en los labios-. Aunque ahora hay un infiltrado.
- Nuestro renacuajo.
- Nuestro renacuajo – dice de la misma manera.
**Creo que está chica se ajusta más al personaje de Jas ¿que opinan ustedes?**