Este es un libro que voy a traducir para ustedes yo NO soy la autora. Todos los derechos a thefreakoffreaks . Por si te lo preguntas... me dio permiso como a la ÚNICA traductora de su obra el día 21/02/2014
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Lea's POV
Como se me dijo, y después de despedirme de Marissa con un - Nos vemos al rato.- Tomo las llaves de la camioneta de River y reacia a soltar su mano, camino y salgo de la pequeña estación de servicio. Presiono el botón de seguridad y las luces parpadean dos veces anunciando que el carro no tiene seguro. Rodeo el capó, y abro la puerta del lado del conductor. Introduzco la llave en donde va y el automóvil cobra vida.
Dejando las llaves puestas, cierro la puerta y me impulso para moverme al asiento del copiloto. Una vez sentada cómodamente, con las piernas cruzadas sobre el asiento de cuero, enciendo la radio. Pero incluso con el sonido de la música, la voz de River hace eco a través de mi cabeza aun más fuerte.
Necesito decirte algo. En privado.
La oración se repite una y otra vez en mi cabeza por varios minutos. Y así como crece el tiempo de espera, la curiosidad crece y siento como si me fuera a matar. Después de 15 minutos, veo su figura salir atravesando las puertas automáticas. Con su mano derecha sostiene una bolsa de papel de color café, mientras que la izquierda se encuentra dentro de su bolsillo. Sus pasos se aceleran al verme dentro de la camioneta y se esfuerza por llegar más rápido hacia su camioneta, y a mi.
El es tan hermoso.
Se acerca lo suficiente y abre la puerta del conductor, pasándome la bolsa que contiene comida caliente y bebidas frías.
- Toma esto por un segundo.- El dice a la vez que tomo la comida.
Después veo como se quita la sudadera, primero estirando las mangas, después esta desaparece dejando a la vista una playera gris claro que cubre sus musculosos brazos. Avienta la chaqueta y esta cae en los asientos traseros, se sube al asiento del conductor cerrando la puerta.
- Estoy muriendo de hambre.- Declara, ansioso por tomar la comida que sostienen mis manos.
- Yo también.- Sonrío, mis ojos siguiendo estrictamente cada uno de sus movimientos, desde la manera en que sus largas y venosas manos toman la bolsa de comida que se encuentra sobre mi regazo hasta la manera en que se mueve tratando de acomodarse cómodamente en el asiento.
- Te traje un panini de tomate y pesto, Marissa dijo que te gustaría.- El dice sacando de la bolsa mi comida, después me la pasa.
- Y aquí esta tu bebida.- Dice , pasándome también una botella helada con jugo de manzana.
- Gracias.- Le digo, agarro la botella que me ofrece y la pongo en el porta vasos que se encuentra en medio de nosotros.
Abriendo el paquete para revelar la deliciosa comida, comienzo a disfrutar del caliente panini, River hace lo mismo y pienso en que es lo que me quiere decir. Y en porque tiene que ser en privado.
Pasas un par de minutos y escucho un suspiro de parte de River. Primero, toma un sorbo de su bebida, después, se queda viendo a la nada. Su comida aun sin terminar esta sobre su regazo, uno de sus brazos se apoya en la puerta del carro y con el otro presiona su muslo.
- Cuando pensabas que era un gilipollas, estabas en lo correcto.- El dice de la nada.
Mis cejas se fruncen, confundida pregunto: - ¿De que estas hablando, River?- Digo, también dejando mi comida sobre mi regazo.
Pasa sus dedos a través de su cabello, muerde sus labios y mira hacia el frente, como si el estacionamiento fuera lo más interesante del mundo.
-Créelo o no, pero Georgia es una de las mejores personas que he conocido. Ella era una de esas chicas a las que les podías decir cualquier cosa, y no tenias porque preocuparte de que en un par de días el resto de la gente se enteraría de ello. En parte es eso lo que hizo que me gustara en ese entonces.-
-Mucha gente la juzga por su nueva forma de ser, y a veces lo odio porque en parte es mi culpa que ahora ella sea así.- Su voz es tan baja, casi como un susurro.
-Hace aproximadamente dos años, ella se entero de lo que paso entre Flo y yo. Pensé que rompería conmigo, pero no lo hizo.- Sus ojos se encuentran fijos en el edifico que se encuentra frente a nosotros. Lentamente mueve sus manos hasta su regazo y entrelaza sus manos.
- Ella estaba enojada, no rompió conmigo y no tenia idea del porque... - Traga fuertemente, ahora viendo directamente hacia el volante. - Hasta que lo dijo, estaba embarazada.-
Puede que me haya ahogado con mi propia saliva.
¿Que? ¿¡Que!?
Me mira de reojo, la preocupación presente en sus ojos mientras que en los míos se encuentran abiertos en shock. Girando mi cabeza lejos de el, trato de relajarme, pero no puedo.
-¿Ella estaba embarazada con tu bebé?- Logro decir tras unos momentos de silencio.
- Sí.- Dice lentamente.
Presiono mis labios fuertemente, guardándome mis palabras. Mis ojos se encuentran fijos en mis manos, que se encuentran sobre mi regazo cerrándose y abriéndose de vez en cuando. Cosa que hago cuando estoy nerviosa o incomoda.
- En ese momento Georgia cambio, ella estaba asustada, cargaba un bebé en su vientre, y yo solo la engañe con su mejor amiga.- River revela, aprieta la mandíbula fuertemente.
En mi cabeza aparece una foto de Flo, misma que se encuentra en la habitación de River. La misma chica de la cual Georgia estaba hablando en el baño cuando me golpeo. La chica que pensaba era amigable y confiable. No alguien que pudiera hacerle eso a su mejor amiga. Y pienso, le acabo de hacer lo mismo a Georgia.
La culpabilidad crece dentro de mi con solo pensar en eso.
- Lea, la razón por la cual te digo esto es porque en el pasado la cague de distintas maneras y dañe a mucha gente en el proceso. Errores que deseo nunca haber hecho, era estúpido y creído.- Dice respirando agitadamente y temblando, probando lo nervioso que se encuentra. -Necesitas saber que ese River se fue hace tiempo, no volvería a cometer el mismo dos veces. Menos a ti Lea, no puedo herirte de tal manera, no a ti.-
Mi cabeza se gira y lo miro fijamente - Extrañamente confío en ti.- Las palabras salen de mi boca sin mi permiso, pero al menos lo dije de una manera en que se entiende.
Sus cejas se elevan -¿Confías en mi?-
- No estaría sentada aquí, contigo, si no confiara en ti.- Respondo.
Una pequeña sonrisa se asoma entre sus labios y baja la mirada a su regazo.
-¿Tu confías en mi?- Pregunto.
Se ríe y mueve su cabeza al hacerlo -¿En verdad crees que te estaría diciendo todo esto si no lo hiciera? Te conocí y ya te estaba hablando sobre Emily. Me tomo un año poder decirle a los chicos de ella, pero contigo... - Dice, viéndome fijamente.
- No lo se, contigo, siento que... Puedo hablar de cualquier cosa sin sentirme juzgado, o sin que me digas que sea un hombre de verdad.-
Sonrió y mis ojos dejan de verlo para mirar la estación de servicio. A través del parabrisas y a través del vidrio de la estación de servicio, me es posible ver tres figuras. Marissa, Ky y Jake.
-¿Jake te dijo que te dejaras de cosas y fueras un hombre de verdad?-
Sus labios se elevan y me dice -¿Como lo supiste?-
Me rió, y el hace lo mismo.
Sin embargo, algo crucial interrumpe mi risa, y las palabras le ruegan a mi lengua que las pronuncie.
-Entonces... ¿Eres papá?-
Su risa desaparece rápidamente y sus manos peinan su cabello y llegan hasta su cuello, lo sujeta con ambas manos y se queda callado, pensando en que decir.
-No.- Dice.
Oh gracias Dios.
Alto ahí Lea, no seas una completa perra.
- ¿Georgia aborto al bebé?- Mi voz es suave, no estando segura de si el quiere hablar de ello. Tal vez no debí de haber preguntado.
El sacude su cabeza, sus ojos aun en la nada, -No.- Dice y acaricia su cara por millonésima vez.
Creo que lo hace demasiado.
-Tuvo un aborto espontaneo.- Confiesa.
Cierro mis ojos, inhalando y procesando la información.
-Joder.- Respiro, no teniendo en cuenta lo que acabo de decir.
-Si, joder.- Me mira, antes de volver a tomar su cabello con ambas manos.
Esa es otra cosa que hace mucho.
- Lo siento, yo solo... - No se como terminar la oración. Todas esas veces las cuales insulte y me burle de Georgia pasan por mi mente, nunca pensé que ella tuviera momentos tan duros, como cada ser humano.
Lea ¿sabias que eres una perra juzgadora de mierda?
- No pasa nada, no tienes porque lamentarlo.- El me sonríe, pero esa es una de las sonrisas más tristes que he visto.
Mierda, esto duele.
-¿Es por eso... es esa la razón por la cual te has quedado a su lado durante tanto tiempo?-
Frunce sus cejas y responde -Si.-
Oh, mierda. -¿Rompiste con ella por mi culpa?- Pregunto, sintiendo asco de mi misma. No culparía a Georgia si quisiera matarme en este momento.
- No, Lea... Esto hubiera pasado aun si tu no estuvieras en la foto. Yo era infeliz. Ella ya no es la Georgia que del inicio, ella ha cambiado.- El traga y siento como mi estomago duele. - Cuando tuvo el aborto, me sentí culpable por todo lo que le hice. Me sentí culpable por dejar de amarla, por engañarla, por todo. Y, de una manera estúpida, quise remediar las cosas haciéndole promesas vacías. Le hice una que supe no podría mantener. Le prometí estar con ella sin importar lo que pasara.-
Respira profundamente antes de continuar - Pero después de abortar, el accidente de Emily paso y Flo desapareció. Fue un momento muy difícil para los dos, nos empezamos a distanciar. Georgia se empezó a convertir en alguien y a mi me empezó a gustar cada vez menos. Ella me fue infiel también, los dos estábamos en una relación toxica, muy mala para ambos.-
River suspira profunda y lentamente.
- Y después apareciste tu.-
Las esquinas de sus labios se elevan, levanta la mirada del volante y sus ojos se encuentran con los míos. Son suaves, el café resalta con la brillante luz del atardecer.
Alza su mano y me agarra delicadamente de la barbilla, logrando que nos enfrentemos el uno al otro completamente.
- Y estoy jodidamente agradecido, Lea.- Susurra rasposamente.
Su sonrisa se debilita, causando que sus labios formen una linea a la vez que me mira. Veo como su manzana de Adan se mueve de arriba hacia abajo cuando traga nerviosamente. Me mira fijamente, como si buscara algo en mis ojos, no estoy muy segura del que.
- Quiero besarte.- Admite y se acerca peligrosamente.
Soy tan feliz que puedo morir.
-¿Y que esperas para hacerlo?- Respondo suavemente.
- Yo.- Traga nuevamente - Quiero saber si sientes lo mismo, después de todo lo que he dicho.-
¿Que tan estúpido puede ser?
Me acerco, presionando mis labios con más fuerza de la necesaria, solo para afirmar mi punto. Probablemente me siento de la misma manera, incluso un poco más. Después de un momento, sus brazos rodean mi cuerpo, acercándome más a su cuerpo. Sus dedos acarician mi espina dorsal y llegan hasta mi espalda baja, enviando ondas de calor que atraviesan todo mi cuerpo.
Estos besos harán que mi corazón quede arrestado.
De repente, tres golpes se escuchan a través de su ventana, haciendo que nos separemos rápidamente. Sin embargo, gracias a nuestros brincos provocados por la sorpresa, River termina golpeando su codo con el volante, como resultado obteniendo que el claxon suene fuertemente. Y yo termino golpeándome la cabeza con el vidrio de mi lado.
- Maldición.- Murmuro, sobandome la cabeza.
- Mierda.- River dice a la vez, - ¿Estas bien?- Me mira preocupado e inspecciona mi cabeza en busca de algún chichón.
- Si, si, estoy bien. No te preocupes.- Miento y alejo mi mano de mi cabeza aun adolorida. -¿Quien hizo eso?-
Simultáneamente, nos giramos para enfrentar a quien esta parado detrás de la ventana afuera del auto. Jake, quien lo hubiera imaginado.
- Este idiota. Algún día terminare matándolo.- River murmura, echando humos. Desbloqueando la puerta, trepa fuera del auto listo para enfrentar a Jake. -¿Que mierda quieres?-
-Ya veo que ustedes estaban por comenzar a empañar los vidrios.- Dice riendo, subiendo y bajando sus cejas.
-¿Quieres un golpe?- River amenaza, acercándose peligrosamente a Jake.
- ¡Maldición, hijo!- Jake retrocede, lejos de River. - Estoy bromeando, tranquilízate hermano. Solo quería decirte que estamos listos para irnos.-
River suspira, masajeando ambos lados de su cabeza (nuevamente) con irritación. -Esta bien, vayámonos. Te sigo.-
- Cool.- Jake le sonríe y después se gira hacia mi - Lea, no lo distraigas de más.-
Rápidamente, la sangre sube y siento mis mejillas calientes, y no lo puedo evitar pero le sonrió tímidamente debido a su comentario. Bajo mi cabeza y me concentro en mi regazo, donde aun se encuentra mi Panini. Después, escucho un golpe.
-¡Maldición! ¿Que mierda?- Jake gime, y supongo que el golpe fue causado por River al darle una palmada en la cabeza.
-Ahora lárgate de aquí, conduce con cuidado y no andes por ahí molestando.- River le ordena a Jake, este se dirige a su BMW.
River es el jefe aquí.
Se sienta nuevamente en el asiento del conductor y cierra la puerta con seguro, dejando entrar una corriente de aire. Se gira para mirarme y una sonrisa aparece en sus labios. Introduce la llave en donde corresponde, brindándole vida al auto, su mirada aun en mi.
- Me distraes demasiado, incluso si solo estas sentada ahí.- Sonríe de la misma manera que lo hizo Jake.
No digo nada. Solo me río, y vaya que lo hago.
- Y maldición, mira lo sonrojada que estas.- Agrega, admirando mis mejillas, lo suficiente como para lograr que me avergüence.
-¡Para ya!- Me río, - ¡Conduce!- Señalo hacia el estacionamiento casi vació frente a nosotros.
Sin embargo, toma mi mano, que aun sigue señalando el estacionamiento, me empuja hacia el , y me da un rápido beso en la mejilla.
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Llegamos a Graceland alrededor de las seis de la tarde. El sol casi desaparece, dejando el cielo pintado de naranja y rosa. Graceland es una ciudad rica y de clase alta, con un río que corre por el medio de esta, hoteles de cinco estrellas por todas las calles.
Obviamente ellos vacacionarian en un lugar así, tiene los recursos suficientes, y este lugar luce caro hasta para respirar en el.
No es mucho de mi estilo, pero no puedo negar que me encuentro un poco emocionada. Bien, puede que mucho, no, mucho mucho mucho demasiado.
Después de encontrar nuestro gigantesco y monstruoso hotel, estacionamos los carros en donde corresponde y salimos del auto.
-Ah, es bueno estar de vuelta.- Jake dice, admirando la Victoriana arquitectura del hotel. Plantas verdes que trepan de la pared, haciendo que esto parezca alguna película de hadas.
- ¡Hola! Bienvenidos al Hotel Amberlin.- Un pequeño y calvo hombre nos recibe vestido con el uniforme rojo del hotel, su entusiasmo resalta. - ¡Es bueno verlo de nuevo, Sr. Parker!-
Seguro vienen demasiado.
- Hey, Frederic. Es bueno verte también.- River sonríe de vuelta.
-Entonces, ¿Donde esta su equipaje?- Frederic nos mira y sonríe a cada uno, con sus manos cruzadas sobre su barriga.
- Están en la cajuela de los carros ¿Te molestaría enviar a alguien por ellas para que las lleve a nuestras habitaciones?- Ky pregunta amablemente, sonriendole de vuelta.
- ¡No, para nada!- Identifico el acento francés de Frederic. - ¡Váyanse! ¡Disfruten mucho! Bueno no demasiado porque se pueden meter en problemas.- Les guiña un ojo a los chicos, después presiona un botón de su radio, que se encuentra sujeto a su uniforme y habla. Ky le da las llaves y le asiente amablemente.
No alcanzo a escuchar lo que Frederic dice por su radio, ya que River toma mi mano y me jala para acercarnos a la entrada del hotel. Marissa camina a mi lado, Jake y Ky dirigen el camino.
Entramos al lujoso lobby del hotel, tenuemente iluminado por lámparas. Después de que los chicos tomaran las llaves de nuestros cuartos, entramos a un elevador color caoba. En la esquina de este, nos encontramos River y yo. Siento en mi espalda el pecho de River, nuestras manos entrelazadas por el frente mío.
Sus manos dejan las mias y se dirigen a mis caderas mientras el elevador sube. Y siento como si ya hubiera vivido esto, un déjà vu.
Mi primer beso, con River, en un hospital, Dentro de un elevador.
Muerdo mi labio superior tratando de ocultar mi sonrisa al recordar nuestro beso. River me aprieta de las caderas ligeramente cuando el elevador se abre.
Con Jake dirigiendo el camino, caminamos por el pasillo. Una lujosa alfombra cubre a lo largo y ancho el suelo. Casi me siento mal por pisarla con mis sucios zapatos. Pequeños y delicados candelabros cuelga del techo, iluminando nuestro camino.
Finalmente llegamos y Jake se detiene frente a la habitación 404.
- Ky, tu puedes tener este cuarto.- Jake dice, dándole a Ky la llave de la habitación, una simple tarjeta blanca. -La habitación de River es la 405; Marissa tiene la 407; Lea la 406; y yo tengo la 408.- Termina dándonos nuestras llaves.
- Los veo después, perdedores.- Dice y hace un gesto de despedida con su mano mientras camina a su habitación.
-¿Cada quien tiene su propia habitación?- Marissa y yo decimos al mismo tiempo, la confusión se hace presente en nuestros rostros. Cada quien tiene una habitación ¿tanto dinero tienen como para gastarlo de esta forma?
- Sí.- River responde, nosotras lo miramos perplejas. y se burla de nosotras.
- Los veremos en un momento.- River les dice a Marissa y Ky, me toma de la mano y se dirige a la habitación con el número 406. La que esta al lado de la suya.
- Dame tu llave.- Extiende su mano frente a el, esperando que le pase la llave rectangular.
La pasa por el identificador y se oye un clic. Con la punta de sus dedos empuja ligeramente la puerta para abrirla. Entro detrás de el y mentiría si dijera que no me sorprendí al ver lo bonita que era la decoración.
Es muy grande. Una gran cama se encuentra pegada a la pared, con una cabecera decorada con grandes y esponjosas almohadas. Frente a esta hay un vestidor color caoba con un gran espejo. A la derecha esta el baño, decorado con negro y rojo.
Esto es lo más extravagante que he visto.
- ¿Te gusta?- River me pregunta al bajar el switch, logrando que se aprecie mejor la decoración de la habitación.
- ¿Que si me gusta?- Repito, sorprendida por su pregunta, - Me siento como una princesa, la amo.-
- Agradezco por ello.- River se ríe y camina hacia mi. -En verdad quería que te gustara.-
- ¿Cuanto gastaste en esta habitación?- Pregunto al estar a solo unos pies de distancia.
Niega y me dice, - No te preocupes por eso, solo quiero que disfrutes este fin de semana. No pienses en dinero.- Dice tomándome de las manos, acercándome a él.
Una gran sonrisa aparece en mis labios cuando me acerca aun más tomándome por las caderas.
- Olvidaste cerrar la puerta.- Dice y asiente hacia esta.
- Tu puedes cerrarla cuando te vayas.- Digo y pongo mis manos sobre su pecho, sintiendo sus músculos. Cada que me presiona más hacia el, los siento mejor.
- Ouch, ¿ya tan rápido te quieres deshacer de mi?- Se ríe y acerca su cara a la mía.
Y antes de que sus labios se presionen con los míos, retrocedo ligeramente. El no me suelta por completo, solo un poco.
- Salte, necesito estar lista para antes de salir esta noche.- Le digo riéndome y empujándome fuera de su brazos.
- Espera.- Dice y me toma de las caderas nuevamente, acercándome a el. No trato de alejarme porque no quiero. Sus brazos se sienten tan bien alrededor de mi. - No puedo irme sin nada.-
Después, presiona sus labios suavemente con los míos.
Y nuevamente, siento como mi corazón se acelera y una guerra comienza en mi estomago.
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02/06/2019
Diana Issabel