Viviendo con el Nerd | vkook.

De gguktaebae

3.4M 409K 387K

Kim Taehyung es el chico más estúpido, pito alegre, popular y guapo de la escuela. Jeon Jungkook es el chico... Mais

Prólogo
Booktrailer
#1: ¿Mi madre no había pagado la renta?
#2: Dime que esto no es real
#3: Kim Taehyung es un simio idiota
#4: Rival
#5: ¡Garfield!
#6: Y aquí íbamos otra vez
#7: ¿Caballero?
#8: El auto lo vale
#9: Perfecto yerno
#10: Jung Hoseok
#11: Problemas
#12: "¿Me vas a violar?"
#13: "Está lloviendo"
#14: Momento de película
#15: Quiere volverme loco
#16: Su preciada Beyoncé
#17: Intentando mantener la calma
#18: Borremos la tristeza
#19: ¿Qué había sido todo eso?
#20: Él es la razón
#21: Un amigo
#22: Hay fiesta, y pizza
#23: Borrachera
#24: Limpiar el desastre
#25: Vayamos al cine
#26: Complicado
#27: Parque
#28: Cementerio
#29: Contigo
#30: Te quiero
#31: "¿Las palabras mágicas?"
#32: ¿La verdad?
#33: Desconfianza
#34: Un malentendido
#35: El perdedor del juego
#36: Para eso están los amigos
#37: Actuemos por instintos
#38: No te vayas [Final]
Epílogo
¡SEGUNDA TEMPORADA!
Prólogo
#1: Cómo empezó todo
#2: Para llegar a la cima
#3: Sufrir, por separado
#4: Es Seúl
#6: Dejado de lado
#7: El precio de la fama
#8: Nuestra conversacion
#9: Te tengo una propuesta
#10: El romanticismo
#11: El club
#12: Amo tus besos
#13: Lo que quería
#14: Plan actuación
#15: Mal presentimiento
#16: Me hizo la vida imposible
#17: Perder
#18: Piedad
#19: Momentos con él
#20: Cayendo por ti
#21: Mi propio monstruo
#22: Su novio
#23: Actos del karma
#24: Destrucción de una relación
#25: Arrepentimiento
#26: Resolver y crear problemas
#27: El amor está en el aire
#28: Pequeñeces
#29: Despiértame
#30: Avanzando
#31: "Llámame"
#32: Alguien mejor
#33: Jamas podré olvidarte
#34: Dejar de amarlo
#35: Aeropuerto
#36: Déjate caer
Epílogo
Especial navideño
El gran día Pt.1
El gran día Pt.2

#5: Bajo la nieve

36.4K 4.4K 3.7K
De gguktaebae

—¿Y cómo has estado?— preguntó Namjoon mientras caminábamos por el parque.

Sonreí evitando su mirada, intentando desviarme o encontrar una buena respuesta a esa pregunta desprevenida.

¿Que cómo había estado hasta ese entonces? Pues además de querer colgar a Mino de una cuerda, lanzar a mi madre por la borda y darle un tiro a mi propio manager, mi vida iba bastante bien.

Tenía dinero, tenía una casa tenía fama... Sí, todo lo que nunca quise, pero al parecer el destino se esmeró por hacerme tener.

—Pues todo bien— sonreí ahorrándome más detalles—. ¿Y qué hay de tu vida?

—Oh, todo bien...— respondió—. Sólo un poco... ya sabes, triste por enterarme luego de unas semanas que te habías ido a Nueva York y ni si quiera te habías despedido de mí.

Sonreí torcidamente mirándolo con ternura. Era cierto, por poco se me olvidaba que la última vez que nos vimos no tuve si quiera la decencia de despedirme correctamente, al menos aquella vez pasamos todo el día juntos y eso me tranquilizaba un poco la culpa.

—Lo siento— dije pasando un brazo mío por encima de sus hombros atrayéndolo hacia mí—. No me pude despedir porque fue algo... imprevisto. Sólo quería irme, alejarme de... ya sabes quién— suspiré y él asintió—. Finalmente mi madre me ofreció irnos a Nueva York.

Volqué los ojos recordando los últimos años. Quizás haberme ido a Nueva York no había sido la mejor idea, en definitiva. Pero quién sabía, luego de pensarlo un poco, a veces no me arrepentía de haberlo hecho.

—Y así en Nueva York te convertiste en un modelo famoso— concluyó Namjoon.

Volví mi brazo a su lugar correcto, dejando de abrazar a Namjoon por encima de los hombros y asentí con una pequeña sonrisa melancólica.

—Así es— afirmé—. Un modelo famoso, arrogante y vanidoso. Joder, Namjoon, soy un asco— reí con ironía.

Era increíble cómo había cambiado esos últimos dos años por una simple agencia de modelos. Antes de irme a Nueva York era el chico inseguro, del corazón roto, invisible y completamente nerd. Ahora al verme al espejo era ver el reflejo de un chico vanidoso y "perfecto".

—No eres así— dijo él arqueando una ceja, sonriéndome con aquella adorable sonrisa que había extrañado tanto en America—. Eres dulce, alegre y hermoso, Jungkook— dijo acariciando mi mejilla. Ambos nos detuvimos al momento en el cual él hizo ese acto.

Eh... vale, las cosas se estaban tornando un poco incómodas y apenas nos habíamos reencontrado.

—Hey— dijo él dejando viajar su mano desde mi rostro hacia mi cabello—. Te teñiste el pelo.

Reí levemente al notar cómo inspeccionaba mi cabello tan detalladamente, cómo si tener el cabello castaño fuera lo más raro del mundo.

—Hey— dije imitando lo que había dicho antes—. Deja mi hermosa y sexy cabellera en paz— reí con sarcasmo en lo último, provocando que Namjoon riera volcando los ojos.

—De todas formas, ¿qué me cuentas? ¿Cómo se siente ser el feo entre todos los modelos hermosos?— preguntó él rascando casualmente una de sus patillas. Yo fingí estar ofendido le di un digno golpe en la nuca.

—¿Qué te sucede? Yo soy hermoso— dije pestañeando reiteradas veces, haciendo que Namjoon soltara una sonora y contagiosa carcajada.

—Ya, tú, hermoso— dijo irónico, únicamente logrando recibir otro golpe de mi parte—. Ya, calma, la violencia no es la solución a tu fealdad— agregó riendo hasta que vió la dirá mirada que le dirigí haciéndolo tragar saliva—. Digo, ¿love yourself?

Volqué los ojos y reí un poco volviendo a tomar el camino, empezando a caminar de brazos cruzados y pateando algunas piedras que se encontraban en el piso.

Namjoon se limitó a caminar junto a mí y a reír alegremente. Cuando íbamos a retomar la conversación el sonido de mi celular nos interrumpió. Cogí mi celular que había guardado en el bolsillo trasero de mi pantalón y contesté la llamada excusándome de Namjoon.

—¿Hola?— pregunté sin ver quién llamaba.

—¡Jungkook!— exclamó la voz familiar e irritante del hombre al que deseaba su oreo saliera sin cremita: Mino—. ¿Dónde estás? Debes volver al taxi.

Oh cierto, el taxi.

—Ya voy— dije de mala gana, dando media vuelta para regresar por donde venía.

—Más te vale, porque no queremos llegar tarde por tu culpa. Eres un irresponsable...— dijo Mino.

Y siguió y siguió hablando. Sin embargo luego de esa última palabra, "irresponsable", sólo fui capaz de escuchar "blah, blah, blah, blah" y demás. Solamente no colgaba la llamada por no ser irrespetuoso y... vale, no colgaba la llamada porque quería que el viejo feo gastara todo su saldo de teléfono en una llamada inútil. ¿Qué más daba?

La llamada se cortó por parte de Mino y yo volví a guardar mi celular en su lugar. Un suspiro frustrado salió de mis labios.

—¿Quién era?— preguntó Namjoon mirándome atentamente mientras caminábamos hacia la entrada del parque.

"Mino, el nuevo y feo interiormente novio de mi madre. Lo quiero matar, ¿me ayudas? Sólo necesito de tú cerebro para hacer un plan perfecto y desaparecerlo sin que nadie lo note, ya sabes, lo que hacen los amigos".

Mi manager— dije mintiendo, pero no del todo—. Debo regresar, me hospedaré en un hotel y toda esa bobería.

—Podríamos juntarnos de nuevo— brincó sonriente.

Me encogí de hombros con una sonrisa.

—Claro— respondí. Intercambiamos números, nos despedimos con un abrazo y me devolví por mi camino rogando a Yisus hyung para que no me diera fuerzas.

Porque si me las daba partía a Mino por la mitad en pleno taxi.

Llegué frente a la casa Kim, donde seguía estacionado el taxi y saludé con una sonrisa falsa a mi madre, quien parecía despedirse de los padres de T...

Tragué saliva.

Quien parecía despedirse de los señores Kim, quise decir.

Mejor evitar infartos, fiebre, desmayos o muertes prematuras.

—Bueno, espero verlos de nuevo. ¡Adiós!— se despidió alegremente mi madre, cerrando la puerta, alejándose de la puerta y caminando hacia el taxi.

Los señores Kim se despidieron de regreso y entraron a la casa, cerrando la puerta. Mientras, mi madre y yo nos subíamos al taxi. Ella en el asiento de copiloto y yo atrás, justo al lado de Mino.

No lo mates, Jungkook, sólo te llamó antes para recordarte que debías volver al taxi, esa es una buena acción, él es una buena persona.

Además matar a alguien frente a otros sería tener testigos en contra y eso no será bueno en la corte.

Pero luego recordé cuando me dijo "irresponsable".

Oh, a la mierda, él era una mala y cruel persona. Valdrá la pena ir a la cárcel si libraba al mundo de tremenda escoria que me trataba como su títere.

—¿En qué hotel nos vamos a quedar?— pregunté sin siquiera mirarlo a los ojos.

—En uno que queda unas pocas calles lejos de aquí— se limitó a responder el hombre gorila uniceja.

¿Yo? ¿Insultarlo? Que va, pues sí, sin pelos en la lengua.

—Y mañana es Navidad— comentó mi madre alegremente luego, sonriendo mientras miraba cómo una niña pequeña por la ventana.

Y lo más terrorífico que pudo haber ocurrido en la historia del mundo mundial ocurrió.

—¿Qué?— preguntamos Mino y yo al unísono, para luego mirarnos con tanto horror que estaba seguro de que el mismo taxista se había dado cuenta de nuestro profundo y sincero odio mutuo.

¿Qué? ¡Había sido terrorífico! Hablar al mismo tiempo que el novio de tu madre al cual le habías deseado que pisara un lego, era horrible y bastante digno de asustarte y sentirte decepcionado de ti mismo.

—Mañana es Navidad— repitió mi madre sin dejar de sonreír—. Y hoy noche buena.

Veía poco su rostro desde mi posición, pero estaba seguro de que sus ojos irradiaban felicidad y más aún su sonrisa. Ella era una emocionada por estas cosas navideñas, desde siempre.

Era sólo que... el último año no habíamos podido celebrarlo.

Ser un modelo conllevaba responsabilidades, entre ellas ser alguien que estuviera dispuesto a todo. En esa ocasión, Navidad del año anterior para ser exactos, no la habíamos podido celebrar porque yo estaba en el tema de la pasarela, que había un desfile y todo eso, mientras que mi madre sólo se quedó en casa, rehusándose rotundamente a acompañarme esa vez, porque quería pasar la Navidad en casa.

Ese día fue uno en realidad muy triste. Yo no tenía el apoyo de mi madre en el desfile y ella no tenía mi apoyo en Navidad. Al menos habíamos arreglado ese pequeño gran problema luego de una semana.

—¿Esta navidad la vamos a celebrar?— preguntó mi madre volteando a verme con una sonrisa esperanzada.

Yo esbocé una pequeña sonrisa.

—Sí, mamá— respondí—. Esta Navidad la vamos a celebrar.

Sinceramente quería celebrar la Navidad con ella. Como he mencionado antes, la Navidad pasada nos peleamos por todo ese tema de haberlo pasado separados.

—Llegamos— dijo mi madre bajándose del taxi de repente.

Me bajé del taxi igualmente y rodeé el vehículo sin quitar mi mirada del gran hotel, al cual antes no le había prestado la suficiente atención o nunca había visto antes.

—Vamos— me dijo Mino bruscamente bajando las maletas, siendo ayudado por unos de los chicos que trabajaban ahí en el hotel.

Asentí sin prestarle mucha atención al novio de mi madre y me adentré en el hotel rápidamente, queriendo llegar pronto a mi respectiva habitación.

Mino se dirigió a recepción luego de bajar todas las maletas del taxi y después de unas cuantas palabras intercambiadas entre él y la señorita que atendía, ya cada uno tenía la llave respectiva de su habitación.

Las indicaciones eran simples. Hoy no habría trabajo según Mino, por Noche Buena al parecer, el hombre ese se ponía muy suave cuando se trataba de una petición de mi madre. Y la otra era que mi cuarto, junto al de mi manager, eran los únicos que quedaban en un diferente piso al de mi madre y al de Mino.

Qué cochinadas habrían de hacer esos dos mientras yo dormía, no quería saberlo ni pensarlo.

—Bueno, nos vemos para la cena— dijo Mino cuando mi manager y yo íbamos a nuestro respectivo piso.

Salimos y las puertas del ascensor se cerraron, dejándome como última imagen a Mino tomando la mano de mi madre suavemente.

Iugh.

—Si quieres te ayudo con las maletas— dijo dulcemente Yoongi, mi manager de lindos ojos gatunos.

—No, gracias— me negué con una sonrisa—. Estaré bien.

—De verdad, no te preocupes, yo puedo...

—Yoongi— lo corté—. Es sólo llevar mis maletas hasta mi habitación, tranquilo.

Él suspiró, mirándome con una mueca, como si yo o él estuviera haciendo algo incorrecto.

—De acuerdo— accedió—. Pero al menos déjame ayudarte a encontrar tu habitación.

Asentí. No tenía problemas con eso, es más, necesitaría bastante ayuda para encontrar mi respectiva habitación, era bastante distraído en esos temas, además de dejarme ser tragado por mis propios pensamientos.

—Aquí está— la voz de Yoongi me hizo dar un respingón. Miré hacia el frente y el número de la llave que me habían entregado era el mismo, pero de una placa plateada.

—Gracias, Yoongi— sonreí abriendo mi puerta.

—Fue todo un placer— sonrió, para luego irse a su respectiva habitación.

Entré las maletas, las subí a la cama y cerré mi puerta. De acuerdo, ahora sólo debía desempacar, esto sería complicado y agotador. Pensé en lo que Yoongi me había dicho, él lucía ser bastante simpático y parecía estar dispuesto a ayudarme en cualquier cosa.

Me reí de mí mismo. Pero qué cosas, era un aprovechador, no lo llamaría para que me ayudara a hacer algo que yo mismo debía hacer.

Aunque sabiendo que sufro de flojera crónica... no, no iba a poner a Yoongi a hacer de todo, podía ser perezoso, pero no abusador... creo.

Volví a ver mis maletas sobre la cama.

Ah, ya tendría tiempo de desempacar después. Lo único que quería en ese momento era tomar una siesta, salir a comer algo y luego volver a arreglarme y poder pasar una linda Noche Buena.

Todavía quedaban un par de días para que fuera mi desfile, debía aprovechar mis mini vacaciones en Seúl.

Lancé mis maletas al suelo sin cuidado y me dejé caer en mi nueva cama. Últimamente lo único que quería esa dormir, eso era cierto. Pero... el viaje había sido agotador, había pasado la mayoría de un avión para otro, tenía derecho a dormir sin quedar con tortícolis.

Y sin darme cuenta, ya estaba prácticamente roncando en mi nueva cama de hotel.

<...>

Desperté gracias al sonido irritante y molesto de mi celular. Me dieron ganas de golpearlo brutalmente para que dejara de molestar pero al ver la hora que era, o sea las diez de la noche, y quién llamaba era Namjoon, agradecí mentalmente que mi celular haya sonado, si no probablemente seguiría de largo y despertaría después de unas veinte cuatro horas de sueño reparador y otras veinte cuatro de sueño embellecedor.

Respondí la llamada rápidamente y llevé mi móvil a mi oído.

—¿Namjoon?— pregunté inmediatamente.

—Hola, Jungkook— dijo alegremente él. Suspiré mientras sonreía.

—¿Qué pasa?— le dije casualmente—. Feliz Noche Buena por cierto.

—Feliz Noche Buena para ti también. Te quería proponer salir por un rato— me respondió.

—Me encantaría— dije emocionado, para luego recordar que mi madre quería pasarlo conmigo por ser Noche Buena—. Ay, espera, mi madre parece que quiere pasar esta noche conmigo— me quejé.

—Oh, ya veo— dijo él—. Bueno, llámame si no es así. Me encantaría verte, te tengo un regalo.

—¿Soy el único que no tiene regalos hoy o qué cosa?— me reí provocando su risa también—. De acuerdo, ya le pregunto yo. Bye.

—Adiós— canturreó él, para después ambos cortar la llamada al mismo tiempo.

Ahora a preguntarle a la novia del hombre más odiado por mí si podía salir con un amigo por un rato.

Saqué las llaves de mi habitación antes de salir y me dirigí al ascensor, dispuesto a ir al piso de Mino y mi madre. El ascensor abrió sus puertas en el piso de ese par de "tórtolos" y cuando pensé que yo tendría que ser el que buscara a mi madre, ella me pilló desprevenido, encontrándose esperando el ascensor.

—Oh. ¡Hola, Kukito!— me saludó entrando junto a mí al pequeño cubo en el cual consistía el elevador.

Le eché un vistazo de pies a cabeza. Vestido dorado, collar de diamantes, anillo brillante, zapatos de tacón y un cabello sedoso.

—Hola, mamá— dije mirándole extrañado.

¿A qué se debía su gran arreglo? ¡Oh, por Yisus hyung, que me dijera que no era para nuestra inesperada cena madre e hijo de Noche Buena!

—Es para la cena que tengo con Mino— respondió mordiendo su labio inferior.

A veces esta mujer parecía una adolescente.

—¿Vas a cenas con Mino?— pregunté frunciendo el ceño.

Ella asintió emocionada.

—Ah vale, ¿entonces no te molesta que yo salga, cierto?— dije arqueando una ceja.

—¡Oh, claro que no!— chilló ella—. Ve, diviértete. Ya pasaremos mañana juntos por ser Navidad. Te debo dar tu regalo por cierto.

Jeje, desde aquí ya podía escuchar los gritos de agonía de mi billetera al sumar otro regalo a la lista de compras.

Las puertas del ascensor se abrieron cuando llegamos a la primera planta del hotel.

—Hasta luego, Kukito— se despidió mi madre sonriendo coqueta, para luego irse en dirección a Mino que la esperaba al lado de la recepción.

Se ven tan bien juntos, pensé. Y luego tan sólo pensé: ¡Maldita soledad de mierda!

Ah y claro, también pensé: ¡Noche Buena con mi mejor amigo!

Saqué el móvil y llamé al chico impaciente. Le informé que mi madre no pasaría esa noche conmigo y él tan sólo me dijo que estaría esperándome en el parque. Asentí y luego cortamos la llamada.

De acuerdo, no debía ser tan complicado llegar al parque, después de todo el hotel sólo quedaba unas cuadras más lejos, ¿no?

Salí del hotel deseando poder ver a Namjoon pronto nuevamente y justo cuando ya me hallaba fuera, noté una pequeña pizca de nieve cayó en la nariz.

No mamen.

Miré a mi alrededor y, efectivamente, estaba nevando. No podía ser cierto.

¡Era hermoso!

Amaba la nieve, era perfecta y blanca. Y verla caer justo frente a mí era aún mejor.

Parecía un sueño, un completo sueño, perfecto y fascinante. Pocas veces había visto nieve caer y cuando lo hacía me emocionaba y bastante. Sin embargo, en Seúl era diferente, era...

Era la perfección.

Salí de mi trance de fascinación por la nieve y empecé a caminar en dirección a donde se debería ubicar el parque. Habían varias personas aquella noche, muchas caminaban abrigados. Mientras que yo ahí, con apenas un chaleco delgado puesto.

Hipotermia: 1; Jungkook: 0.

Pero bueno, no importaba porque... ¡era nieve! Reí para mí mismo. Parecía un niño pequeño. Aunque no me importaba en absoluto, me gustaba la nieve, más las cintas y al fin de cuentas no me avergonzaba admitirlo. Todo lo contrario.

Ahora sólo quería disfrutar de la vida.

Un hombro pesado que chocó contra mi brazo bruscamente me hizo salir de mis pensamientos infantiles. Mierda, eso había dolido, ¡¿pero quién se creía ese idiota?!

Volteé a ver a la persona que me había golpeado, bastante enfadado por mi parte y al hacerlo... sentí que mi corazón daba un vuelco completamente.

Muchas veces me había preguntado "¿Cómo sería encontrarme con Kim Taehyung de nuevo?". Emocionante quizás. Tal vez sólo querría golpearlo hasta desfallecer. Hasta estaba la posibilidad de llorar y salir corriendo despavorido.

Sin embargo, nunca imaginé las ganas que tendría de lanzarme a sus labios y besarlo hasta olvidar mi propio nombre.

Y ahí estaba él.

El chico que había logrado enamorarme en menos de una semana.

Kim Taehyung, justo frente a mí.

Continue lendo

Você também vai gostar

565K 56.3K 50
"¿Ves esa caja en sus manos? Significa: ¡Que Es Una Emergencia!" Kim Taehyung nunca, ¡Jamás! Ha dado algún indicio de que alguien le guste, el chico...
326K 13.2K 28
Eres mi sueño. Eres mi tragedia y mi final feliz. Tú eres mi única. Solo traduzco el AU, NO ES MIO, NO ME PERTENECE. Autor: @HMNLVR Twt del autor: ht...
744K 51.3K 140
Kim taehyung, un cantante coreano con gran reconocimiento a nivel mundial, cuyo nombre artístico es Vante. Jeon jungkook, un joven estudiante de la...
33.1K 1.8K 39
Jungkook tiene14 años,perdió a sus padres en un accidente y queda en custodia de su "padrastro"pero un día este se va de viaje dejando a Jungkook en...