IRRESISTIBLE ©️✔️

By Lucero_Paulino_

204K 22.6K 9.8K

[Completa] Odio y deseo de venganza dominaban los sentimientos de Ellie. Ella quería que Jayden el capitán... More

Antes de leer
Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capítulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capítulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20 1/2
Capitulo 20 2/2
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
EPILOGO

Capitulo 30

2.5K 338 162
By Lucero_Paulino_

Capítulo 30

12 de enero, 2017...

Hoy fue un día extraño.
Un chico con muchos tatuajes y vestimenta oscura me regaló su pulsera. Su sonrisa al decirme que la pulsera me quedaría mejor a mí, llegó a mi mente, haciéndome sonreír también. Parecía una tonta acariciando la pulsera. Sus ojos seguían clavados en mi mente, parecía como si él me hubiese hechizado.

Quería volver a verlo.

Luego de cenar con mi mamá, subí a mi habitación y me senté en la cama. Mi vista viajó nuevamente a la pulsera y esta vez me percaté de algo. Dentro de la misma en un pequeño hueco había un pedazo de papel blanco.

Con la curiosidad llenando mi cuerpo, saque el papel y lo abrí. Era un número de teléfono, me tomó varias segundos entender que ese era su número. Sonreí como una tonta.
Sin importarme nada, busque mi teléfono y guardé su número, luego de unos largos minutos en los que me debatí si era buena idea escribirle, al fin lo hice.

Esperé impacientemente que él respondiera, parecieron horas pero realmente él solo tardo dos minutos.
Su mensaje fue lindo de forma extraña.

«Fue una tonta idea, eso de escribir mi número ahí, pero valió la pena»,
Esa noche, duramos hasta tarde hablando, él me contó muchas cosas y yo igual, quedamos en vernos al día siguiente en el café del pueblo. Según lo que me contó estaba de pasada aquí y eso por alguna razón me disgusto.

Antes de cerrar los ojos y dormir, su sonrisa apareció en mi mente y supe realmente que estaba perdida.
Lo primero qué pasó por mi mente en cuanto terminé de leer fue que se conocieron en el café del pueblo y nadie podía decirme quién demonios era él.

De acuerdo. Recordaba a una Zoe muy desesperada, insistiendo que terminará la tarea porque ella debía ir a verse con alguien. También recordaba su rotundo no, cuando le pregunté que con quien se vería. En aquellos momentos todo de ella era enigmático como si aquel chico fuese su oscuro secreto. Terminó incluso con Zane por él, no sin antes ponerle los cuernos.

A mi mente entonces llegó Kania; ella era una pelirroja que había trabajo todos estos años en el café, simple y llanamente porque sus padres eran los dueños, quizá ella recordaba algo. Prometiendo ir mañana al café del pueblo repasé el cuaderno y me di cuenta entonces que solo tenía quince páginas escritas. Parecía un libro escrito mano. Porque tenía incluso diálogos.

Dejé el diario a un lado de mi cama y me levanté con la intención de buscar un cuaderno de cálculo porque la semana de exámenes finales había comenzado. Sostuve la mochila entre mis manos, entonces capté movimientos en mi ventana. Aún con la mochila en mis manos miré en esa dirección y no había nada allí. Con la intención de averiguar un poco más, caminé hasta la ventana, estaba abierta más que nada porque hacía calor y nunca acostumbrada a cerrarla. En cuanto baje la mirada grité. Sí, realmente grité. Por un momento me pasó por la cabeza que un ladrón estaba escalando mi ventana, después lo que pensé fue que el asesino de Zoe iba por mí. Respiré hondo cuando reconocí a la persona.

Carter. Su cabello negro estaba húmedo, llevaba puesto un pantalón de hacer ejercicio negro y una simple franela del mismo color. Mientras escalaba tipo algún chico de alguna historia romántica, no apartó ni un segundo sus ojos de los míos. Por un segundo él se detuvo como si estuviese esperando que le dijera algo, cuando de mi boca no salió nada, él continuó escalando.

Con toda la agilidad del mundo, él entró en mi habitación. Su altura era algo a lo que nunca me acostumbraría, miré su rostro, un pequeño morado estaba formándose debajo de su ojo izquierdo, no pude evitar preocuparme. El aro que adornaba su labio inferior no estaba allí, tampoco los piercings de su oreja, él se veía desbastado, destruido. Trague fuerte, porque lo único qué pasó por mi mente fue Carter metiéndose en cosas turbias.
Dio dos pasos hacia mí, mirándome, entonces hizo algo  que me sorprendió.

Sé arrodilló. Se  arrastró hasta quedar a centímetros de mi cintura, y entonces,enroscó sus largos brazos alrededor de la misma, apoyó su cabeza sobre mi estómago y me apretó contra él. Miré hacia abajo confundida, un rio de emociones llenando todo mi cuerpo.

Mi corazón se aceleró, él se estaba mostrando vulnerable. No sabía describir cómo me sentía, mi corazón estaba corriendo demasiado rápido, me quedé quieta con mis brazos cayendo sobre mi costado. Parecía una muñequita allí, en algún momento después de aquello abrí la boca para hablar pero él lo hizo primero:

―Te necesito.

Su voz sonaba débil, cansada. Él estaba tan vulnerable que me daban ganas de echarme a llorar, yo nunca había sido buena manejando estas situaciones, esta no era la excepción, yo no sabía ni que decir, ni que hacer, yo solo estaba allí, dejando que él a cada segundo me apretara mucho más a él. Sus cambios de humor eran  algo que me molestaba y desconcertada al mismo tiempo, ¿cómo demonios una persona podía ser tan bipolar? no lo sabía. Lo único que sabía era que cada persona que me rodeaba tenía alguna clase de problema.

Segundos después él se levantó. Lo miré  con cautela. Esperando alguna reacción diferente aquella. Esperé pacientemente a que él me dijera que hacia allí.

Estaba mirando fijamente sus ojos, estaba en una clase de hechizo, miré sus labios húmedos y mojados y me dieron ganas de besarlo, olvidé lo que había pasado la última vez, olvidé que me prometí no volver a caer, olvidé que él había desaparecido por una semana, yo solo estaba mirando sus labios, yo en aquel momento solo quería besarlo.

Me aclaré la garganta y di un paso hacia adelante para estar más cerca de él.

― ¿Carter?

Sus ojos brillaron. Algo que no logre descifrar llenándolos. Trague fuerte otra vez. Pase una de mis manos por mi frente. Sabía que me arrepentiría luego de lo que diría, pero en aquel momento no estaba pensando con claridad, no cuando lo tenía allí delante de él, mirándome de esa forma. De esa forma que me desarmaba a cada segundo.

―Bésame.

Él no se negó, simplemente acortó la distancia que nos separaba y estampó sus labios contra los míos. Sabía que él había estado esperando mi petición. Suspiré toda soñadora cuando saboreé sus labios dulces y llenos. El beso no era para nada tierno, tampoco lento; era apasionado, deseoso. Sin darnos cuenta o quizá sí ―no estaba razonado― comenzamos a caminar hacia atrás, mi espalda chocó contra la pared. Carter me pego allí haciéndome soltar un gemido de dolor. Enredé mis manos alrededor de su cuello atrayéndolo mucho más a mí, su olor a colonia inundó mis fosas nasales.

Sé alejó un poco, sentí su respiración sobre mis labios, él sabía a vodka y a menta. Me derretí porque amaba aquella combinación, muchísimo más si él era quien la llevaba.

―Te necesito tanto.

Ni siquiera supe cómo, le quité el suéter y besé su cuello. Carter soltó un gruñido y luego alejó mis manos de él. Tomó el control de la situación, quitó mi suéter y con una urgencia increíble comenzó a desabotonar mi pantalón. Sus manos se movían a una velocidad impresionante. Dejó mi pantalón para tirar mi suéter al suelo. Sus ojos me miraron deseosos, brillantes. No sabía  cómo demonios pero él se las ingenió para enredar mis piernas alrededor de su cintura. De una forma rápida y extraña Carter utilizó sus manos para sacar mi pantalón, me alcé un poco aun pegada a la pared y saque por completo la pieza. Listo, estaba en ropa interior. Un tiempo después de besarnos como si no hubiese un mañana, apreté mis piernas alrededor su cintura solo para impulsarnos a ambos a retroceder en dirección a mi cama. No dejamos de besarnos en ningún momento, lo sentía completamente duro contra mi entrepierna. Mi cuerpo completo estaba ardiendo.

Cuando llegamos hasta mi cama, Carter se sentó en la esquina conmigo encima, en una posición extraña. Dejó de besar mis labios para atacar mi cuello, un pequeño gemido se escapó de mis labios. Su lengua hacia magia en aquella zona, demasiado sensible para mi gusto.

―Carter ―mi voz salió jadeante, necesitada; una sonrisa arrogante se formó en sus labios, él sabía el poder que tenía sobre mí y lo disfrutaba ―Dios...

Me senté mejor sobre él. Frotándome sobre su gran erección, un gruñido bajo salió de sus labios. Aquello estaba siendo demasiado rápido y no me disgustaba, así debía ser, nuestra necesidad era más fuerte que cualquier tiempo pre-terminado para tener sexo.

Carter separó sus labios de los míos y quitó mi sujetador, así fue como atacó mis senos sin piedad, para aquel punto yo era un ser gelatinoso, soltando sonoros gemidos. Baje una de las manos con las que me sostenía de los hombros de Carter hasta llegar a la cremallera de sus pantalones, los desabotoné y lo impulsé a que se los sacará, eso hizo.

―Ellie, necesito...

Lo interrumpí:

―Carter, solo follame.

Y exactamente eso hizo. Unos segundos después mis bragas estaban tiradas en el suelo. Gemí cuando me alce solo para sentirlo en mi entrada. De un tirón caí sobre su erecto miembro. Lo sentí dentro de mí: duro, palpitante, delicioso. Aquellas fueron las embestidas mas duras que alguna vez sentí, y me estaban volviendo loca. Sus mansos cayeron sobre mis caderas impulsándome a moverme sobre él. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y comencé a moverme sobre él como una loca desempernada. Sus gemidos y gruñidos me confirmaron que al igual que yo lo estaba disfrutando.

―Carter ―y dije su nombre en un suspiro de lo más tembloroso, no podía parar de gemir su nombre una y otra vez, al mismo tiempo que ambos nos movíamos, desenfrenados. Ambos estábamos a punto de llegar a nuestro punto máximo, lo sabia por los tensos que nuestros músculos estaban, por lo duro que el estaba en mi interior, por como apreté mi intimidad. 

Pero entonces sucedió.

Como un balde de agua fría y rompiendo todo el maldito fuego que allí había, alguien tocó la puerta una o tres veces, como si alguien se estuviese muriendo. Escuché a Carter maldecir.

― ¡Ellie!

Me separé de Carter de un saltó, salí de su interior de golpe. La voz de Zane realmente sonaba aterrorizada, no sabía que estaba pasando, rápidamente me puse de pie, caminé hasta donde estaba mi suéter y mis bragas y me los coloqué. Luego me puse un short que había tirado por allí.

Giré mi rostro hacia Carter, seguía sentado sobre la cama, con ambas manos sosteniendo su cabeza, desnudo. Casi babee pero me ordene mentalmente concentrarme. Abrí la boca para decirle algo pero la voz de Zane sonó de nuevo.

― ¡Ellie!

Salí rápidamente de la habitación, cerrando la puerta detrás de mí. Baje las escaleras como un rayo, pero no encontré nada.

― ¡Ellie, joder!

Miré hacia todos los lados y me di cuenta que el grito venía del techo de mi casa, comencé a correr y a subir las escaleras. Cuando estuve subiendo las escaleras que me llevarían al techo escuché la voz de Jayden.

― ¡Detente!

Mi corazón empezó a correr demasiado rápido, presentía que lo que estaba a punto de ver no era algo bueno, abrí la puerta de metal y la fría brisa de la noche me recibió. Ahogué un grito cuando miré que Natalie estaba de pie, mirando al vacío. Jayden estaba detrás de ella diciendo cosas y Zane intentaba tomar su mano.

Caminé hacia ellos, cuando Zane me miró el alivio cruzó por su rostro.

―Mira, aquí está ―Él le dijo a Natalie, ella giró su rostro hacia mí, lágrimas corriendo por sus mejilla.

― Ay Dios mío, lo maté ―ella admitió mirándome. Abrí muchísimo los ojos porque no la entendía. No entendía nada de lo que estaba sucediendo.

― ¿A quién mataste? ―pregunté asustada. Todos allí estaban el silencio. Caminé hacia Natalie y miré hacia el vacío. Me di cuenta entonces que ella no estaba pensando suicidarse como los chicos pensaban, ella solo estaba allí. Natalie me miró con los ojos llenos de lágrimas. Un tiempo después ella murmuró:

Algunas noches soñaba que moría, que algo oscuro y poderoso se llevaba mi alma. Despertaba sudada para comprender que solo había sido una pesadilla, una de tantas. Recordaba otra vez al monstruo del lago, sus ojos y sus horribles manos, lo veía sonriendo en mi dirección. Lo veía amenazándome nuevamente.

Reconocí al instante el poema de la clase de literatura. La miré arrugando las cejas.

―El monstruo del lago es mi papá. Mi papá me golpea, Dios, me golpea mucho. Hoy no aguanté y lo golpeé con un jarrón, creo que lo maté. Salí corriendo de casa.

Parpadeé varias veces. La tomé por la mano y la atraje hacia mí. La abracé y le susurré que todo estaría bien. Por encima de su hombro le di una rápida mirada a Jayden. El asintió entendiendo lo que quería decir y luego se alejó un poco con el celular entre manos.

―Lo mejor es que te tranquilices. De acuerdo. Calma.

Escuché pasos, cuando giré la cabeza me encontré con Parker. La confusión se expandió por su rostro al ver la situación. De hecho, yo también estaba confundida de verlo allí. Después, miré a Jayden y supuse que él lo había llamado porque estaban metidos en los mismos líos y por ende tenían los mismos contactos. Jayden se unió unos segundos después. Miró el celular y luego dijo:

―No está muerto. Se pondrá bien.
Pensé que con aquella noticia Natalie se pondría bien porque no había matado  a nadie pero ella hizo todo lo contrario. Lloró.

―Me va a buscar y me va a matar.

―Nadie te hará daño ―Zane le dijo, lo dijo con tanta seguridad y determinación ―No lo permitiremos.

Natalie asintió. Se limpió las lágrimas y en un tono más calmado dijo:

―Mejor busquemos ese asesino.

Todos minutos después volvimos a la casa. Natalie no quiso volver a la suya así que se quedó en la mía. Jayden y Zane también se quedaron allí. Parker se fue argumentando que volvería luego, no sin antes ver mi aspecto que gritaba: estuve follando. Subí corriendo a mi habitación con la esperanza de que allí encontraría a Carter pero cuando abrí la puerta lo único que encontré fue su franela encima de la cama junto a una nota.
Me acerqué y la abrí. Decía:

«No olvides que en las películas el asesino es quien menos crees»

Continue Reading

You'll Also Like

247K 34.7K 20
Un crimen. Un coche. Una carretera. "Solo nos rodea la oscuridad, una gasolinera cerrada y las estrellas. Ellas siguen siendo los únicos testigos del...
570K 47.9K 100
Jungkook es fan número uno de Vante un famoso cantante, ¿que pasaría si Taehyung contesta el comentario más vergonzoso que Jungkook le ha dicho ? ☆No...
26.5K 830 4
Catherine no cree en los chicos malos, hasta que llega Drew a su vida. Él jura ser, y como en boca de todos, una mala influencia para ella. Pero Drew...
2.1K 397 36
Segunda parte de amor prohibido. Tu amor prohibido se convirtió en tu gran amor, pero no todo va a ser tan sencillo... Sin darte cuenta le estás haci...