El Campo Margarita • Caché (T...

Par cachehumor

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Después de pasar un año de melancolía en Medellín Poché regresa a Bogotá a alcanzar sus sueños, mientras Call... Plus

1. Bogotá, dulce Bogotá
2. Llámame Calle
3. Gomela millonaria
4. Cuidado con lo que sueñas
5. No me esperaba eso...
6. El cine a ciegas
7. Encuentros cercanos parte I
8. Encuentros cercanos parte II
9. Un vistazo al cielo
10. Grandes esperanzas
11. (Extra) Nuevo look, nueva Poché
12. Take me home
13. Con las ganas
14. Toma mi mano y nunca la sueltes
15. Algo nos está pasando
16. 50:50
17. Spa o Golf
18. Besos robados
19. Aquí vamos de nuevo
20. El viernes antes
21. LAX
22. Ohh Will
23. Pero la odiaba, pero la odiaba, pero la odiaba
24. Resacas y la casa común
25. Dura
26. Besos (a) extraños
27. UGH!
28. Un juego peligroso pt I
29. Un juego peligroso pt II
30. El inicio
31. Bye bye
32. ¿Panqueques?
33. El auto de Calle
34. Confundida
35. What's Going on?
36. Serendipia
37. Garzón
38. I'm only one call away
39. Ups
40. Sorpresas y más sorpresas
41. YOU DID NOT
42. El piano
43. Harina, huevos
44. Mi canción favorita
45. C DE CACHE
46. Rocas al lago
47. 10 años del campo margarita prt I
48. 10 años del campo margarita prt II
49. Esta soy yo
50. Tomando el sol
51. El picnic
52. I like it
53. El recital de Calle
54. Medellín prt I
55. Medellín prt II
56. Como hermana, como novia
57. La fiesta de Natalia
58. Si, si es contigo
59. Tres paredes
60. Caras nuevas y no tan nuevas
61. Sabía que eras problema cuando llegaste
62. BÉISBOL
63. La lluvia
64. Importantes desiciones
65. El cumpleaños de Poché I parte
66. Cumpleaños de Poché II parte
67. El cumpleaños de Poché III Parte
68. El Accidente
69. No, no es por eso
70. Ocurre algo
71. Desde aquí
72. ¿Cuál es la peor mentira?
73. Margarita
74. El baile
75. El baile prt II
76. Navidad con los Calle
77. Mi lado que no conoces
78. Un sábado en el Pub, lo vi empezar de nuevo
79. De nuevo tú
80. Como quién despierta el recuerdo
81. Todo me recuerda a ti
82. Recuérdame
83. Toda la verdad prt I
84. Toda la verdad prt. II
85. Toda la verdad prt III
86. Hasta aquí
87. Ayúdame
88. Aquí estoy yo
89. Trámites
90. Un año
91. Tal vez no estoy exagerando
92. Quizá fue un error
93. De vuelta a Bogotá
94. Retorno
96. Despedida
97. El campo margarita
Epílogo
Libro: El campo margarita

95. Todo esto era una obra maestra

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Par cachehumor

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Las manos de Poché comenzaron a bajar desde la espalda baja de la morena hasta su trasero sin despegar sus labios de los de la otra, el corazón de Daniela latía acelerado y sus manos temblaban un poco, sin embargo, eso no la inhibió de llevar su mano derecha a la parte trasera de la cabeza de Poché para atraerla más en el beso, Poché gimió un poco al sentir como la morena succionó su labio inferior para después morderlo con lujuria, Daniela no tardó en llevar su mano al broche del pantalón de la peli azul antes de bajar el zipper.

—¡Para! —Dijo Poché alejándose del beso, más quedándose a pocos centímetros de la cara de Daniela, quién respiraba agitada y no apartaba su mirada de los labios de la más pequeña —Calle yo... yo estoy comprometida —Daniela tragó en seco y sabía que en ese momento estaba muy encendida como para entrar en razón.

—Escúchame —Pronunció la morena mientras se acercaba más a los labios de Poché —Debiste haberlo pensado hace unos minutos antes de venir a besarme —añadió con la respiración entrecortada, Poché miraba sus labios deseosa por comerle la boca —Ahora vas a terminar lo que iniciaste —Dijo Calle rodeando el cuello de Poché con sus brazos, la peli azul tragó en seco antes de depositar un suave beso en los labios de Daniela, quién inmediatamente la miró con determinación —Si vas a hacerlo, hazlo bien –La desafió la morena y Poché dejó de pensar por un momento, ya estaba bastante cachonda y sus pensamientos solo se trataban de Daniela y nadie más que Daniela.

—¡Que se jodan! —Exclamó Poché en un susurro antes de tomar la mandíbula de Daniela y recostarla fuertemente contra la pared en un beso, ninguna pudo evitar devorar a la otra en un beso donde todo era válido, dejando de lado a cualquier persona que pudiera interrumpirlas o cualquier persona a quién pudieran traicionar continuaron con su profundo y necesitado beso, Poché la besaba con desesperación, pero lo hacía lento como solo ella sabía, mientras que Daniela no podía evitar profundizar el contacto de sus labios. Poché bajó su boca hacia el cuello de la morena y esta alzó su cabeza para permitirle un mejor acceso, la peli azul no perdió tiempo en recorrer cada centímetro del cuello de Calle, quién sujetaba su azul cabello.

El estéreo cambiaba de canción automáticamente mientras ambas chicas se besaban como si no hubiera un mañana, Daniela no pudo esperar un segundo más y procedió a quitar la camisa de Poché lentamente sin que sus labios se separaran, era como si cada una dependiera de ese beso para poder vivir; una vez Daniela lanzó la camisa de la peli azul por algún lugar de la enorme sala no pudo evitar mirar el torso de Poché semi descubierto, lucía un brasier negro que lo único que provocaba era que los pechos de la peli azul lucieran alucinantemente atractivos, la mirada de Calle era de lujuria y no pudo esperar a quitar el brasier de inmediato, su mirada permanecía clavada en el torso ahora desnudo de la peli azul, ¡vaya que la peli azul había madurado! Pensó para sí misma. Subió la mirada y se encontró con los penetrantes ojos verduzcos de María José los cuales nunca fallaban en acelerar su corazón, la morena no pudo evitar rodear de nuevo el cuello de Poché al mismo tiempo que la besaba con lujuria.

La peli azul procedió a hacer lo mismo con Daniela mientras profundizaban el beso, quitó su blusa salvajemente y ni siquiera se dio la oportunidad de observar su lencería, los pechos de Daniela estaban al descubierto y Poché no tardó en llevar su boca hacia uno de ellos. Daniela gimió ante la acción de la chica más pequeña, la lengua de Poché entró en acción y Daniela no podía si quiera pensar en todas las consecuencias que ese encuentro le iba a causar, simplemente se estaba dejando llevar por el deseo y la pasión del momento brindados por una Poché que realmente sabía lo que hacía y donde lo hacía.

—Eres hermosa —Dijo María José con dificultad al hablar, mirando los ojos avellana de la chica más alta desde el ángulo que se encontraba, realmente Daniela tenía el poder de hacer que todo en Poché se encendiera incluso después de todos estos años. La peli azul apartó la mirada de la morena y se enfocó en sus jeans, los cuales comenzó a desabrochar hasta bajarlos hacia sus tobillos.

—No lo pienses —Dijo Daniela mirándo a la menor algo indecisa –Solo hazlo –Poché sonrió un poco al escuchar esas palabras y no tardó en acariciar la zona de Daniela por encima de sus bragas, Calle sintió como todo en ella se había encendido e inmediatamente Poché supo que la otra niña estaba más que lista para recibirla. La mano de la peli azul no falló en seguir acariciando cada centímetro de sus bragas mientras que su boca se enfocaba en besar la parte baja de su abdomen. Daniela cerraba los ojos y sus manos intentaban sujetar algo, más estaba recostada en una fría pared, a María José le encantaba mirar las expresiones tan sensuales que hacía Calle cuando la lujuria invadía su cuerpo. Poché beso todo su abdomen antes de subir hacia el rostro de Daniela, plantar un beso suave en sus mejillas y luego en sus labios el cual comenzó como algo inocente, pero se profundizó en cuestión de segundos, Poché no fallaba en recostar la cabeza de Daniela contra la fría pared y llevarle sus brazos encima de su cuerpo sin soltarla de su agarre, no había parte del cuerpo de Calle que no hubiera sido besada por los labios de la peli azul y a ese punto ya era demasiada la tensión y la necesidad que sentían ambas. Poché tomó la parte de atrás de ambos muslos de Calle para levantarla, Daniela inmediatamente rodeó las piernas a la cintura de Poché mientras seguían en un beso y María José la dirigía al enorme sofá. –¡Adquiriste experiencia! –Expresó Daniela antes de que Poché la tendiera debajo suyo en el sofá.

—No tienes idea —Respondió Poché antes de ponerse a horcadas de Daniela y comenzar a besarla, la espalda descubierta de la peli azul servía como pizarrón para las uñas de Daniela, quién la rasguñaba mientras el beso se profundizaba cada vez más. Daniela no tardó en quitar las bragas de la peli azul mientras sus labios se movían al ritmo de la otra. Poché sabía exactamente cuando Daniela ya no podía aguantar más y eso era cuando en medio de los besos comenzaba a gemir un poco.

La peli azul comenzó a bajar poco a poco plantando besos por todo el torso, abdomen y pelvis de Daniela, hasta llegar a su clítoris, Calle no pudo evitar soltar un gemido y cerrar sus ojos, no podía aguantar más, necesitaba a Poché dentro suyo, la más pequeña comenzó a lamer estratégicamente el clítoris de la chica más alta, de arriba hacia abajo y los dedos ayudaban a estimularla también, ni siquiera estaba dentro suyo y ya Calle podía sentir como su centro estaba tan húmedo que podía explotar de lujuria. Poché continuó lamiendo a Daniela muy despacio, la morena se retorcía ante el placer, sabía que estaba más que lista, comenzó a subir poco a poco hacia el rostro de Calle antes de depositar un beso en sus labios.

Poché se apartó un poco del beso para mirar a una Daniela más necesitada que nunca.

—¿Lista? —Preguntó e inmediatamente asintió la morena, Poché sonrió un poco y procedió a llevar sus dedos a la boca de Calle, quien los lubricó con su saliva. María José plantó un pequeño beso en los labios de la morena antes de indiscretamente llevar sus dedos hacia la entrada de la otra chica, Daniela llevó sus manos hacia la espalda de Poché como de costumbre antes de sentir como la peli azul introdujo uno de sus dedos en ella, soltó un gemido por toda la sala y Poché no dudo en besarla mientras se movía poco a poco dentro de ella. Algún tema de los Arctic Monkeys sonaba de fondo mientras que ambas chicas descargaban toda la tensión sexual acumulada que había en el ambiente desde que se miraron aquel día en el pub, no sabían que hora era ni quién podría llegar en cualquier momento, solo se besaban y hacían el amor como si solo ellas existieran en el universo, como si no existieran los demás como si no existiera el tiempo ni el espacio, como si ellas dependieran de la otra. Daniela continuaba disfrutando el placer que le estaba brindando la peli azul, quién introdujo otro dedo más al notar que Calle ya se había acostumbrado al movimiento, Daniela no quería correrse, no ahora, no tan rápido, sin embargo, Poché hacía algo que nadie más hacia y eso era volverla loca en todos los sentidos humanamente posibles.

—Si te sigues moviendo así, no pasará mucho tiempo para que me corra —Dijo Daniela entre gemidos, la más pequeña sonreía un poco antes de besarla y susurrarle en el oído.

—Eso no es problema para mí —Poché guiñó y los pelos de la morena se pusieron de punta al escuchar esas palabras en su oído, como si necesitara algo más excitante en ese momento.

Poché continuó con su labor y Daniela se limitaba a rasguñar la espalda de la peli azul como mecanismo de defensa hacia el placer que estaba sintiendo, continuó unos minutos más así antes de sentir como sus paredes se cerraban cada vez más y sabía que en cualquier momento llegaría al orgasmo, Poché también lo sintió e inmediatamente intensificó sus movimientos, la morena no podía respirar normal ni pronunciar nada, era demasiado el deseo que estaba experimentando en ese momento. Pasaron un par de minutos más hasta que Daniela Calle había llegado al clímax del placer, Poché escuchó como gimió al llegar al orgasmo y sonrió pícaramente.

La peli azul se acostó encima de la más alta, ambas descansaron mientras sus pechos bajaban y subían por culpa de su respiración agitada, la música continuaba sonando de fondo y probablemente habían roto una que otra cortina o almohada en el proceso de sus travesuras. Daniela comenzó a acariciar el cabello de la menor, quien tenía la cabeza recostada en su pecho.

—Eres increíble —Susurró Calle y Poché sonrió desde donde estaba, esas fueron las últimas palabras que escuchó antes de sentir que algo picó su oreja.

—¡Ay! —Exclamó Poché asustada, dando una vuelta entera antes de caer al suelo y una bandada de aves salieran rápidamente de la sala. Daniela se despertó de pronto al escuchar todo el escándalo.

—¡Ya amaneció! —Dijo Calle preocupada al mirar la luz de la mañana entrar por las puertas de vidrio, Poché llevó la mano a su oreja para limpiarse el poco de sangre que el ave le había sacado al picarla —¿Cómo es que nos quedamos dormidas tan rápido? —

—¿Cómo es que esas aves entraron a la sala? —Añadió Poché molesta llevando su hombro a su oreja, Daniela rió al ver lo bebé que lucía Poché enfadada con las aves.

—Dejamos la puerta semi abierta anoche —Confesó Daniela riendo antes de caer en cuenta que estaba desnuda, ambas estaban desnudas. La miró y pensó en que Poché era hermosa, y hacía todo bien, una sonrisa no falló en salir de su boca. Un sonido hizo que ambas se miran velozmente con preocupación.

—¡Demonios! —Exclamó Poché poniéndose en pie inmediatamente para ir en busca de su ropa por toda la habitación, Daniela realizó la misma acción —Esto es tuyo —Dijo la más pequeña lanzándole un zapato a Daniela, ambas comenzaron a vestirse lo más rápido posible.

—¿Lista? —Preguntó Calle mientras Poché terminaba de ponerse su blusa

—Si, si, si ¡vámonos! —Exclamó la peli azul tomando la mano de Daniela para ir afuera de la sala y esconderse en medio de unos árboles —¡Acércate! —Dijo Poché en un susurro antes de atraerla y quedar a centímetros de la otra.

—¿Quién es? —Preguntó Daniela susurrando, ambas estaban detrás del mismo árbol, el cual tenía una vista directa hacia la sala, debido a sus puertas de vidrio que permitían la vista completa hacia adentro.

—No lo sé, no logro alcanzar a mirar bien —Dijo Poché forzando la mirada, antes de sentir que la persona de adentro la miró, apartó su cabeza de la vista y colocó su dedo índice en los labios de la morena —Shhh —Daniela observó lo linda que se veía al estar nerviosa.

—Deberíamos irnos —Susurró Daniela y Poché la miró con sus ojos verduzcos profundos

—Nos verán si nos vamos —Admitió Poché también susurrando, ambas estaban muy cerca de la otra.

—¿Desde cuando te ha importado que te descubran? —Dijo Daniela frunciendo el ceño con humor, Poché la miró antes de hacerle muecas —¡Vámonos! ¿A quién le importa si nos descubren o no? —

—No nos podemos... —Trató de decir la peli azul, pero Daniela comenzó a caminar, la morena rio al ver la expresión de sorpresa en el rostro de Poché.

—¿Qué haces? —Susurró Poché desde detrás del árbol, Daniela simplemente siguió caminando, ya estaba comenzando a ponerse nerviosa, asomó su mirada hacia la sala y lo vio, se trataba nada más y nada menos que de Iván, el tipo estaba acompañado de unos hombres, Poché sintió como sus puños se presionaron por inercia, quería ir a golpearlo y decirle todas las cosas que se había callado todo este tiempo, sin embargo ¿cómo iba a explicar que se encontraba en terreno ajeno?, "mierda" pensó la peli azul antes de cerrar los ojos, suspirar y hacer lo mismo que había hecho Daniela: caminar.

Ambas chicas caminaron por todo el bosque, Daniela iba más adelantada por supuesto, Poché solo la seguía, después de un rato se encontraron con la gran malla por donde habían entrado en la noche.

—¡Déjame ayudarte! —Dijo Poché, pero Daniela ya había encontrado el valor para comenzar a escalar, Poché la miró con una sonrisa de oreja a oreja, realmente había comenzado a despertar los sentimientos viejos que tenía hacia Daniela, aunque no quisiera admitirlo.

—¡Ahora ven tú! —Exclamó Daniela cuando ya había llegado al otro lado de la malla, Poché no se había percatado de eso por estar pensando en la noche anterior.

La peli azul comenzó a escalar también, no pasó más de un minuto cuando ya estaba del otro lado junto a Daniela, comenzaron a caminar por la orilla de la carretera y miraron el auto a lo lejos, Poché cerró los ojos en alivio cuando recordó que había dejado el auto ahí toda la noche sin percatarse que lo pudieron haber hurtado.

—Vamos a la casa, necesito ducharme cuanto antes posible —Dijo Daniela acomodando su cabello con una pequeña liga.

—No podemos ir a casa, Gordon nos está esperando ¿recuerdas? —Preguntó Poché mirando la hora en su celular, Daniela rodó los ojos como una niña pequeña.

—Después de eso iremos a casa, te lo prometo —Dijo la peli azul, ambas chicas mirándose mientras caminaban y una pequeña sonrisa dibujándose en ambos rostros hasta que el sonido del teléfono de Poché las interrumpió.

—¿Hola? —Dijo la peli azul al contestar la llamada, Daniela simplemente apartó la mirada para continuar caminando.

—Bebi, ¿Por qué no respondes el maldito teléfono? —Se trataba de Miranda al otro lado de la línea, el corazón de Poché se detuvo al escuchar su voz, se había olvidado por completo de ella y ahora toda la culpa de la noche anterior había caído sobre ella.

—Perdón... es... estaba ocupada —Dijo la pequeña con nervios, su voz estaba entrecortada, aunque no quería parecer sospechosa. Se detuvo en medio del camino, Daniela lo notó y la miró con el ceño fruncido, Poché le indicó con gestos que siguiera caminando hasta el auto.

—¿Ocupada haciendo qué? —Preguntó Miranda molesta —Te llamé como veinte veces anoche y no respondiste ninguna de mis llamadas, incluso llamé a Juan Carlos y me dijo que habías salido, ¿Dónde te habías metido? —

—Es una... es una larga historia —Respondió Poché cerrando sus ojos, Daniela había continuado su camino poco a poco, dejando atrás a la peli azul —Estaba ocupada, es lo único que te puedo decir por ahora —

—¡Vaya que estabas ocupada! —Dijo la otra chica en la línea. En ese momento Poché no sabía qué decir ni como actuar, realmente nunca le había sido infiel a nadie, mucho menos tenía planeado serle infiel a la chica con quien tenía planeado contraer casamiento en unos pocos meses. Todo parecía irreal, porque estaba en un momento en el que su compromiso con Miranda era lo que más le importaba, pero también estaba Daniela que, aunque no lo quería aceptar la volvía loca.

—¿Para que me llamas? —Preguntó la peli azul saliendo de sus pensamientos

—¿Es que ahora no puedo llamarte? —Reclamó su prometida y Poché suspiró

—Si, perdóname, es que tengo mucho en la cabeza en este momento —Confesó María José, sabía que en cualquier momento la batería de su celular iba a acabarse y eso iba a significar problemas si no le explicaba a Miranda —Oye en cualquier momento muere mi celular, entonces si te dejo hablando sola ya sabes por qué es —

—Estás muy extraña María José —Confesó Miranda, Poché tragó en seco, sabía que Miranda nunca la llamaba por su nombre completo a no ser que estuviera enojada.

—Te dije que te iba a explicar luego ¿Entiendes? —Dijo Poché con algo de disconformidad y culpa, Miranda lo interpretó de mala manera.

—¿Cómo vas ayudando a esa tal Daniela? —Preguntó la chica desde España —Porque al parecer lo único que estás aprendiendo allá en Colombia es a ignorarme y apuesto a que andas con otras —Poché sintió algo en su corazón, sabía que decía la verdad, realmente le estaba siendo infiel y ella no se lo merecía.

—En unos momentos tendremos una reunión con Gordon, mi abogado —Explicó la peli azul en un suspiro —Te prometo que pronto estaré ahí —

—Me prometes que pronto estarás aquí no, María José —Dijo Miranda con determinación en sus palabras –Cuando termine esa reunión que tendrán con el tal Gordon, tomarás el primer vuelo hacia Madrid –Poché abrió los ojos como platos, no podía creer que Miranda estuviera así de molesta.

—Bebi pero... —Intentó decir la peli azul pero se vio interrumpida

—Bebi pero nada, lo digo en serio, si aún quieres casarte conmigo y quieres que todo funcione después de esa reunión te vas a venir a Madrid y punto —Exigió su prometida antes de que el celular se apagara.

Poché suspiró y miró hacia el cielo, todo se le estaba juntando en el peor momento de todos, realmente si quería casarse con Miranda, pero no quería dejar a Daniela sola en esta situación.

Caminó hacia el auto, Daniela la estaba esperando afuera, recostada a una puerta con los brazos cruzados, la peli azul abrió la puerta del conductor, para ser seguida de Calle, quién hizo lo mismo.

—Era ella, ¿No? —Preguntó Daniela mientras abrochaba su cinturón, Poché asintió, tragando en seco, no quería mirar a Calle ni hablar con ella mucho menos, encendió el motor y se dirigió a la oficina de Gordon, donde las esperaba para darles una respuesta definitiva a la situación de Daniela.


__________

*NOTA AUTORA*

Hola, gracias por leer.

Faltan solo 3 capitulos más para que acabe ECM :(

Vayan a twitter a votar!

un abrazo siempre, Mars.

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