Imagina que Wanda no quiere aceptar que gusta de ti.
—Brujita, por favor, acepta que estas enamorada de _____. - pidió Tony mirándola, pero ella te miraba a ti negando.
—¡No soy lesbiana, no me gusta _____!. - respondió Wanda con frustración haciendo que Tony rodará los ojos, y los demás se quedarán.
—Tengo cosas que hacer. - suspiraste poniéndote de pie, te acercaste a Wanda sintiendo la mirada de todos sobre ustedes. - No te preocupes, ya me quedo claro que no te intereso de manera sentimental. - miraste sus ojos, ella abrió la boca para decir algo pero no emitió sonido alguno.
Caminaste hasta tu habitación, entraste y cuando estabas a punto de cerrar la puerta, alguien lo impidió.
—¿Puedo entrar?. - pregunto Natt con una leve sonrisa.
—Adelante. - te hiciste a un lado dejando que ella pasará.
Ella se quedó contigo, tratando de consolarte, pero también pasó algo inesperado, Natasha te beso, pero no sentiste nada.
Al día siguiente, tu y Natt salieron de tu habitación, pues ella se había quedado a dormir contigo. Fueron a la cocina donde estaban todos desayunando y se quedaron en silencio, la pelirroja tenía puesta una camiseta tuya puesta.
—Bienos días. - les sonreiste.
—Okey... ¿Qué está pasando aquí?. - pregunto Tony intercambiando miradas con Steve.
—Nada, ¿Qué tendría que pasar?. - respondió Natt con un gran sonrisa.
Siguieron normal desayunando, pero sentías una mirada pesada, decidiste buscar quién te observaba y te tomaste con los ojos de Wanda. Quién te sostuvo la mirada durante unos segundos pero luego la bajo.
Por curiosidad, había entrado a tu mente para ver lo que habían hablando tu y Romanoff ayer, pero vaya sorpresa que se llevó cuando vio el beso.
Le dolió ver aquello, pero no sabía porque.