Un ligero escalofrío hizo que el bello de mi cuerpo se erizara y mi cuerpo se extremeciera haciendo que mi suave mano zurda se deslizara con delicadeza para agarrar las finas sábanas blancas de la cama y volver a taparme con ellas.
Respiré de nuevo aquel ligero aroma que envolvía aquella habitación, haciendo que mis ojos comenzaran a abrirse poco a poco, hasta que un sutil rayo de luz entró por los estrechos huecos de las persianas, penetrando en aquella habitación haciendo un recorrido que finalizaba en mi rostro.
Simplemente me encontraba tapado, con poco más que una camiseta que no era mía y unos calzoncillos, en una habitación que tampoco era mía pero que en esos días parecía que sí.
La temperatura de la cama era fría, el lado en el que dormía Michael se había enfriado debido a que él ya se había levantado para ir a la universidad, a la cual yo no podía asistir debido a mis lesiones.
Me incorporé en aquella cama mirando a cada lado de la habitación, aún no me había acostumbrado a estar ahí, y volví a sentir el aroma de aquel lugar, el aroma de Michael.
Esos días fueron un descanso para mí, mi cuerpo poco a poco se iba encontrando mejor y no hacía tampoco mucho esfuerzo con el que poder causarme algún síntoma que hiciera que empeorara mi situación.
Eran poco más de las 11:00 y necesitaba aire fresco, hacía ya unos días que casi no salía al exterior y necesitaba desconectar de la misma rutina de siempre, a la que ya parecía haberme acostumbrado.
Tardé relativamente poco en desayunar y arreglarme para dar un paseo, tan solo llevaba ropa de deporte con la que poder sentirme cómodo y mis auriculares como siempre.
Cuando logré avistar el exterior, sentí una sensación de felicidad muy reconfortante. El cielo estaba despejado y azul claro, el sol brillaba y veía como la gente se movía de un lado a otro, en los diferentes bares y aceras, mientras en mi cabeza sonaba la canción "Maldición".
Poco a poco fui alejándome del lugar donde me estaba hospedando y fui adentrándome en zonas más céntricas, necesitaba ver a más personas.
Había muchísimas personas, cada una con diferente estilo y forma de pensar, era alucinante. Entre ellas deslumbraba una persona en concreto, la cual era un hombre con sombrero y gafas de sol y una chaqueta de un tono marrón claro. No destacaba por nada en especial, simplemente ya hacía un rato que estaba caminando en la misma dirección que yo.
Fue pasando el tiempo y poco a poco empecé a sentirme incómodo en aquella situación, aquel hombre seguía caminando en el mismo sentido que yo y no podía dejar de pensar que me estaba persiguiendo.
Para asegurar mi teoría decidí empezar a ir por diferentes calles , dando vueltas sobre una misma manzana que me llevaba al mismo sitio en el que había empezado.
Tras un tiempo deducí que definitivamente, aquel hombre desconocido estaba persiguiéndone, mi pulso comenzó a acelerarse y mi respiración era cada vez más agitada y descontrolada, lo que hacía que no terminara de respirar bien. No podía volver a pasarme esto a mí.
Mis pasos eran más rápidos y estaban encaminados hacia un lugar que estuviera lleno de gente. Aun así estábamos en zona céntrica, y había muchísima gente alrededor, la cual si este señor me hacia algo podía verlo, pero no me tranquilizaba de ninguna manera.
Pensé que lo mejor era avisar de mi posición a mis amigxs y a Michael, para que pudieran encontrarme, por lo que activé la ubicación de mi teléfono y empecé a enviarles a todos notificaciones.
Mi cabeza se giraba sin parar esperando que aquel anónimo ya no estuviera detrás, pero siempre estaba, el hombre se dió cuenta de que yo sospechaba algo, lo que creó que fue la razón por la que él empezó a correr en mi dirección.
Asustado y con las piernas temblando comencé a correr tan rápido como pude, pero aún me encontraba débil por las lesiones y no podía hacer mucho esfuerzo.
Mis fuerzas cada vez eran menos y la distancia entre el hombre y yo era más corta. No podía dejar que me alcanzara y me adentré en un bar lleno de gente.
Me senté en la barra del bar, toda ocupada y llena debido a la popularidad que parecía tener el mismo. Aquel hombre ya no estaba, o por lo menos no podía verlo entre tanta multitud, pero, lo importante es que ya había desaparecido.
Saqué mi móvil y abrí el chat de Michael compartiendo mi ubicación a través de una app para que pudiese rastrear mi posición y simplemente puse un "Te necesito".
Rápidamente lo guardé y sentí como una especie de círculo frío de metal se posaba en mi espalda haciendo que un escalofrío recorriese mi cuerpo.
- No te muevas.......- Dijo una voz grave y cálida susurrando a mi oído - O tendré que apretar el gatillo....- Continuó.
- ......- El silencio se hizo en mí, y mi cuerpo paralizado decidió obedecer sus órdenes. Tenía una pistola y estaba apuntándome, no sabía que hacer.
- Levántate y sigue andando en dirección a la salida, pero no hagas ningún gesto intentando pedir ayuda, o......- Aquel hombre me agarró fuertemente del brazo haciendo que me levantara del asiento y, tapándose la pistola con su chaqueta me llevo con él a la salida.
- ¿Q-Qué quieres de m-mí? - Dije con la voz temblorosa y bajita mientras seguía sus instrucciones.
- ¿Yo? No quiero nada, solo sigo órdenes - Contestó.
- ¿D-de quién? - Pregunté mientras llegábamos a la salida.
-¡Cállate! - Movió su rodilla haciendo que chocase con la mía para así tirarme al suelo. - Levanta- Prosiguió.
-.....- Sin rechistar me levanté y le miré a los ojos.
- ¿Ves ese coche de ahí? Móntate en él - Dijo señalando un coche azul oscuro que estaba en frente.
No sabía como reaccionar ni que hacer, simplemente debía obedecer todo lo que me dijera.
- Llévame al lugar donde estás ahora mismo alojado- Dijo él ya montado en el coche, con el cinturón y las llaves puestas mientras yo estaba en el asiento del copiloto.
- Sí...sí - Dije yo, para seguidamente empezar a guiarle.
Él estaba mandado por alguien que quería saber qué persona me estaba ayudando y dónde me alojaba para destruirlo todo. Estaba seguro de que esto tenía algo que ver con lo que le ocurrió a mi casa la otra vez.
Poco a poco fuimos alejándonos de aquel lugar y adentrándonos en lugares más solitarios y menos llenos de gente.
- ¿Dónde me estás llevando? Aquí no hay nada - Dijo él a la par que conducía con una mano y me apuntaba con la otra.
Rápidamente moví bruscamente mi codo derecho haciendo que cayera en la muñeca de la mano con la cual me estaba apuntando, haciendo, a su vez, que este reaccionara al dolor soltando la pistola y un fuerte grito.
Cuando la pistola cayó al suelo del automóvil me puse de lado en mi asiento alzando una pierna asestándole un golpe en su rostro haciendo que este perdiera el control del coche, para abrir la puerta del mismo y saltar hacia la carretera por la cual no circulaba ningún coche.
Primero mis pies tocaron el suelo, pero al no aguantar la presión del impacto, hicieron que mi cuerpo cayera con el laterar para posteriormente rodar sobre sí mismo, mientras me extremecía del dolor al reabrir mis lesiones.
- ¡Ahhhhh!- Grité ya en el suelo mientras me intentaba levantar temblando del mismo alzando la vista viendo como el automóvil con el hombre dentro se estrellaba contra un gran árbol.
No pasaron ni 5 minutos cuando escuché una moto a una velocidad altísima acercándose a mi posición.
Al ver aquel accidente tocó el claxon y frenó tan rápido como pudo, para posteriormente bajar de la moto y acercarse a mí, era Michael.
- ¡JASON! - Dijo corriendo hacía mí , que me encontraba sentado sin poder moverme, para continuar levantándome poco a poco del suelo y abrazarme fuertemente.
-¡Duele joder! -Dije yo dolorido mientras me abrazaba.
-Perdón... ¿Qué ha pasado aquí? - Dijo separándose de mí.
Le expliqué todo lo que había ocurrido y enfadado se acercó hacia el coche dónde el anónimo se encontraba.
Aquel hombre estaba sentado en el asiento aún, inconsciente, mientras un hilo de sangre hacía un recorrido desde su frente hasta la barbilla.
- Uhh- Cogió aire Michael abriendo bruscamente los ojos apartándose de aquella escena.
- ¿Qué pasa? ¿Le conoces? - Pregunté mientras me acercaba lentamente a él.
- N-no...n-no.... - Me respondió mientras negaba con la cabeza.
- ¿Quién le habrá enviado? ¿Qué hace aquí?- Pregunté esperando impaciente una respuesta.
- No sé, pero hay que averiguarlo- Me respondió mientras cogía su teléfono y llamaba a un número. -¿Sí? ¿Miki eres tú? Necesitamos un sitio que este vacío y aislado de la gente durante unos cuantos días ¿Sabes de alguno?
- ¿Qué vamos a hacer? - Pregunté acercándome a él algo desconcertado al no saber manejar bien la situación.
- Miki dice que su padre tiene unos almacenes abandonados que ya no utilizan, están cerca de aquí, vamos a llevarlo allí hasta que nos diga todo lo que sabe, Miki viene con nosotros. - Respondió.
- ¿Vamos a secuestrarlo?....Ya puede decirnos algo... - Dije mirando al coche.
Tras 20 minutos de espera apareció Miki con su automóvil.
- ¿Ese es el hombre? - Dijo Miki saliendo del coche mirándolo mientras el hombre estaba sujeto por Michael.
- Sí......este es...- Dije yo.
- Muy bien, montadlo en el asiento de atrás junto contigo Jason, no te preocupes no te volverá a hacer nada, ahora os llevo al sitio - Me dijo Miki mientras le daba un arma a Michael.
- ¿Para qué son? No vamos a matar a nadie - Dije mirándolos serio.
- ¡No! No vamos a matar a nadie, pero si quieres que hable no podemos sentarlo así tal cual - Me respondió Michael mientras dejaba a aquel señor en el asiento de atrás y se acercaba a mí para moverme el pelo.
-¿Por qué querría ese hombre acerme algo a mí? ¿Tan malo fue aquello que vi? - Me pregunté en voz baja, intentando recordar los borrosos momentos que pasé cuando tuve el primer accidente. - ¿Y si había algo más a parte de Dulce y Smith? - Susurré de nuevo.
-¡Venga, subid ya! Que se puede despertar en cualquier momento. - Dijo Miki mientras subía al coche.
- ¡Ya vamos! - Contestó Michael que se encontraba cerca de la posición de Miki.
- ¡Vooooy! ¡Oye! ¿Desde cuándo sois vosotros tan amigos? - Le pregunté a Miki y Michael.
- Ayyyy.... Hay muchas cosas que no sabes - Suspiró mientras me contestaba Michael.
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Sentimos la tardanza por el capítulo, es que hemos estado algo ocupados y se nos ha echado el tiempo encima.
Muchas gracias por estar ahí para cada capítulo y esperemos que este os haya gustado
BESOS