Imagina... Una Vida Juntos. (...

By -_Beli_-

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¿Algún día te has imaginado ser la novia de Jungkook? ¿cómo sería celoso? ¿nervioso? aquí podrás ver e imagin... More

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23. Imagina... Él (parte 1)
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Feliz año nuevo ❤️ Y Aviso.
25. Imagina... Abrázame como nunca lo habías hecho.

24. Imagina... Él (parte 2)

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By -_Beli_-

El viento resoplaba más que nunca, el sol deslumbraba toda la ciudad, esta se encontraba en una completa paz, no se encontraba ni un auto en las calles y las personas se encontraban en sus casas descansando luego de una semana tan atareada.

Domingo, el día favorito de todos los ciudadanos, el día en que podías holgazanear sin que te reclamaran o se quejaran, los adultos dormían profundamente en sus camas, los adolescentes se encontraban saliendo con sus amigos y los niños jugaban en las calles de los vecindarios con toda la energía que estos contenían en sus pequeños cuerpos.

Muchos jugaban fútbol, otros a las escondidas y otros solo hablaban alegremente.

El vecindario Spring Water, uno de los vecindarios más seguros de toda la zona, el vecindario más agradable y pulcro de la ciudad, todos allí se tenían mucho cariño y aprecio... bueno, no todos, no generalicemos. Los niños en este vecindario eran buenos amigos, niños lindos e inocentes, siempre jugaban tranquilamente, pero... cambió completamente con la llegada de estos dos pillos, los niños más desastrosos de todo el vecindario, Choi y Jeon.

Desde la llegada de estos dos, el vecindario nunca volvió a tener la misma tranquilidad de antes. Todos los fines de semana era el mismo cuento, estos niños salían a jugar junto a los otros ocasionando desastres en todo lugar y sentido. Haciendo así que los niños del vecindario adquirieran una actitud mucho más rebelde al estar con estos dos demonios, siempre alguna de las propiedades de uno de los habitantes del vecindario salía destruida o uno de los niños que jugaban con ellos se lastimaba, ganándose el odio instantáneo de todos los padres de familia del lugar.

A pesar de todos los regaños y advertencias que le daban a estos dos, nunca hacían caso, seguían con su desastre y caos todos los fines de semana. Los padres de estos dos consideraban que sus niños eran como todos los demás niños, energéticos y problemáticos. Claro, que las otras personas no pensaban de la misma manera. Se mudaron muchas veces de diferentes vecindarios por las mismas quejas, pero estos siempre hacían caso omiso a estas, y cuando les tocaba irse, lo hacían juntos.

Las madres de estos dos niños eran muy amigas desde la secundaria, nunca llegaron a separarse desarrollando una amistad inquebrantable. Desde que nacieron los dos pequeños siempre los mantenían juntos, ocasionando así que al crecer estos de igual forma desarrollaran una amistad muy hermosa, considerándose hermanos. Las madres comenzaron a charlar de una relación en un futuro no tan lejano, mientras que los padres consideraban que solo era una inocente amistad entre dos niños, sin amor de por medio. De algo si tenían razón, era una inocente amistad, pero SI había amor de por medio.

Tal vez no era ese tipo de amor que todos pensamos, pero si era un amor de hermanos. Estos peleaban constantemente pero nunca dejaron de protegerse mutuamente, a pesar de todas las discusiones, siempre se reconciliaban y volvían a ser los mismos de antes.

-¡Tu las traes!- Gritó el pequeño, cuya edad era de 11 años.

-¡Eso no vale! ¡ni siquiera te vi!- La pequeña de tan solo 10 años de edad corrió rápidamente persiguiendo a su oponente.

-¡Claro que vale! ¡no es mi culpa que seas tan distraída!- Todos los niños del lugar se encontraban alentándolos desde la acera. Para ellos Jungkook y ____ eran ejemplos a seguir, los más populares entre ellos, cosa que estos dos nunca desaprovecharon, ordenandoles así que estos hicieran todas las travesuras que estos quisieran.

-¡No me vas a alcanzar!- Jungkook corrió aún más fuerte intentado librarse de su rival. Jungkook siempre había sido muy bueno en los deportes, ganándole en todas las actividades físicas a ____, también en arte, pues al pequeño le encantaba dibujar expresando todas sus emociones en una hoja de papel. Pero en cerebro ____ tenía mucha más ventaja, debido a que esta era muy inteligente para su edad, obteniendo así el mejor puntaje en su clase, pero nunca dejó sus travesuras de lado, esta quería ser una niña común y corriente sin pensar en su capacidad y enfermedad que la cual nadie sabía.

-¡Oh! ¡eso ya lo veremos!- ____ vio un espacio entre dos casas que llevaba a la otra calle, la cual Jungkook se dirigía, pero en un intento de poder pasar a través del jardín esta no vio un juguete atravesado en su camino y cayó en su rodilla.

AUCH!- Al escuchar este grito Jungkook paró inmediatamente fijándose así que ____ se encontraba en el suelo mientras unas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

-¡____!- Este corrió hasta ella agachándose a su altura al llegar a aquel lugar.

-¿Con qué te tropezaste?- Preguntó preocupado mientras intentaba hacer que ____ quitara la mano de la zona afectada.

-Con un tonto juguete... ¡auch!-

-¿Y no viste el juguete tonta?-

-¡Oh si, claro que lo vi! ¡por eso me tropecé con él! ¡y no me digas tonta!- A veces el sarcasmo de ____ podía llegar a cansar a Jungkook, pero dejó de discutir por eso luego de mucho tiempo.

-¡Déjame ver tu herida!- Jungkook muchas veces podía llegar a preocuparse por cosas sin sentido, llegando a exagerar la situación pero solo quería proteger a su amiga.

-Estoy bien, no tengo nada...siempre me caigo, no es nada nuevo- Jungkook dio un suspiro resignado, ____ era muy terca como para discutir con ella.

-Está bien, pero creo que tendremos que detener el juego...-

-¿¡Qué!? ¡no!-

-____ no soy tonto, sé que estás herida, no puedes continuar jugando así...-

-Ya te dije que estoy bien ¡puedo seguir jugando!-

-¡No, no puedes!-

-¡Claro que puedo!-

-¡Que no!-

-¡Que si!-

-¡Vamos ____ no seas tan teca!- Hubo un silencio un segundo, nadie habló en todo este tiempo, hasta que una pequeña risa se hizo escuchar.

-¿De qué te ríes?- La risa se hizo mucho más sonora haciendo que Jungkook se enojara aún más.

-¡HEY!-

-Es... JAJAJAJA... es... terca... JAJAJA...-

-¿Qué?-

-Dijiste teca... JAJAJAJA...-

-No le veo el chiste...- ____ seguía riéndose sin parar, Jungkook no sabe hablar muy bien a pesar de su edad y eso podía causar bastante burla por parte de la chica.

-Bueno, bueno... ya es suficiente...- La chica limpió las lágrimas que resbalaban por sus mejillas y luego observó a Jungkook quien la miraba enojado.

-Ay ya niño llorón, no te enojes...-

-¡No soy llorón!- ____ se levantó con ayuda de Jungkook para poder encaminarse a la casa de la antes nombrada.

-Como tu digas cariño...- Ese era el día a día de estos pillos, siempre se la pasaban bien y les encantaba estar el uno con el otro. Hacían sus días especiales.

De la nada ____ se mareó viendo su vista tan nublada haciéndole imposible ver.

-Hey... ¿te sientes bien?- Jungkook la miró preocupado.

-Y-yo... creo que...-

-¡____!-




















-____... vamos despierta... ____...-

-¡Jungkook!- tu cabeza daba vueltas, tu respiración estaba completamente agitada, estaba sudando por todos lados y tus ojos estaban llenos de lágrimas.

No comprendías lo que estaba sucediendo, estabas completamente confundida y tu cabeza dolía más que el infierno, hasta el punto que llegaste a pensar que podría explotar en cualquier momento. Sin muchas ganas te sentaste en el borde de la cama intentando mantenerte estable debido al fuerte mareo que acaba de atravesar tu cuerpo.

A los minutos de intentar recuperarte, lo lograste con éxito levantándote luego de esto. Pero, al intentar tomar tus pantuflas que siempre se encontraban a un lado de tu cama pudiste darte cuenta que estas no estaban, extrañándote completamente, tal vez tu madre las había tomado para poder lavarlas ya que estas no se encontraban tan limpias que digamos.

El frío suelo ocasionó en ti un fuerte escalofrío que pasó por tu espalda, mierda que frío hacía en ese momento.

No podías ver nada debido a que las ventanas de la habitación estaban cerradas impidiendo así el paso de la luz del sol. Espera... ¿por qué las ventanas de tu habitación estaban hacía la pared izquierda en vez de la derecha?

-¿que...?- caminaste hasta la ventana con cautela para luego abrirlas rápidamente, cerrando tus ojos por impulso debido a la fuerte luz de día.

Al tus ojos por fin acostumbrarse pudiste observar con más claridad el exterior.

-¿pero que...? ¿donde...?- pudiste observar el mismo exterior que habías visto en tu sueño, la muralla que impedía el paso a todo aquel que quisiera entrar y un jardín extrañamente bonito y muy bien cuidado, también se podían ver bancos en el mismo donde personas se encontraban sentadas mientras otros caminaban, estaban vestidas con un conjunto celeste que cubría todo sus cuerpos, otras estaban vestidas de blanco mientras acompañaban a personas tomándolas del brazo, como... enfermeras ¿en donde estabas?

-espera...-

"-¿que hacen? SUELTENME-"

"-Lo siento...-"

No fue un sueño, realmente sucedió... tus padres... ellos te... vendieron... pero había algo que no encajaba, si te vendieron ¿por que a un psiquiátrico? ¿por qué mierda te llevaron allá?

Sin aviso alguno de tus ojos comenzaron a brotar lágrimas de desesperación, no querías estar ahí, ni siquiera lograbas entender porque estabas allí, lo único que paseaba por tu mente el porque tus padres harían tal cosa.

Tal vez no llevaban una relación seria de familia y no habían convivido del todo pero... jamás llegaste a pensar que estos querían deshacerse de ti y de solo pensarlo se te erizaba la piel. Miraste a tu al rededor buscando alguna puerta, la habitación era completamente blanca, las ventanas tenían mayas cubriendo así los vidrios, cerca de la pared había una cama extrañamente impecable, realmente todo estaba impecable pero tan... sombrío, sin una pizca de color, la puerta era de acero sólido donde se podía observar una pequeña ventana con barrotes en ella dejando ver el espeluznante exterior.

Dispuesta a conseguir respuestas comenzaste a golpear la puerta de aquella habitación intentando a toda costa que alguien escuchara tus gritos.

-¡Alguien! ¡Por favor ayudenme!- gritaste y gritaste pero lo único que lograste ocasionar fueron unas risas escalofriantes risas que empezaron a resonar por todo el lugar.

-¡por favor! ¡yo no debo estar aquí!- tu voz se cortó al escuchar como unos pasos se acercaban rápidamente hacia tu puerta haciendo que instantáneamente te alejaras de esta. El sonido de una llaves te hicieron estremecer, junto al sonido de estar al colocarse en la cerradura abriendo la puerta.

Lo que parecía ser un guardia de seguridad se encontraba frente a ti con una mirada completamente fría, sin ninguna expresión ocasionando un escalofrío de tu parte. Este se hizo a un lado sin decir palabra alguna dando a entender que salieras de la habitación. No querías moverte de tu lugar, no podías hacerlo, estabas paralizada y tu mente no estaba muy clara.

-o te mueves, o yo te muevo, tu decides...- aquellas fueron las primeras palabras de aquel guardia, una voz grave. No tuviste elección, debiste moverte antes de que eso se pusiera peor.

El pasillo de aquel lugar era igual o peor que la habitación, era tan blanco, tan sombrío, habían tantas puertas que era muy difícil de contar, el guardia iba enfrente tuyo mirando fijamente el frente. En cada una de las puertas se podía escuchar algún sollozo, risa o grito.

-Oh una chica... pero que linda, eres tan pequeñita... una pequeña zorra JAJAJAJAJAJAJAJA...- no querías seguir ahí, querías irte, querías huir.

-aquí es...- una puerta marrón nueva "Doctora López" se podía leer en una placa dorada y reluciente que presumía su majestuosidad . El guardia la abrió y se hizo a un lado inmediatamente.

-hola ____ me alegro mucho que por fin nos conozcamos...- era la misma mujer que te había inyectado el tranquilizador.

-¿quién es usted?-

-soy la Doctora López... soy yo quien te va a estar ayudando el tiempo que te hospedes aquí...-





























Blanco... blanco por todas partes. Ese es el único color que se podía distinguir en aquella peculiar habitación. Las cortinas estaban corridas impidiendo el paso de la luz solar, pero el foco de la habitación se encontraba encendido dejando ver todo a su alrededor.

La niña acostada en la camilla abrió los ojos lentamente con un poco de dificultad intentando acostumbrarse a la llamativa luz. Cuando por fin sus ojos pudieron acostumbrarse pudo distinguir a las personas que se encontraban a su lado sentados en un pequeño sillón durmiendo.

-Mamá... Papá...- La niña confundida observó el lugar en el que se encontraba, para ella era un lugar muy común por lo que lo pudo reconocer con facilidad. Aquel lugar al que frecuentaba muchas veces y en el que ya se sabía de memoria.

A su lado una máquina se encontraba observando sus ritmos cardíacos con cables conectados a su cuerpo, mientras que una aguja clavada en su piel le proporcionaba líquidos. Otra vez había ocurrido... otra vez.

La puerta de la habitación rechinó advirtiendo que alguien estaba entrando. Un pequeño susto hizo sobresaltar a la pequeña al escuchar el horrible chirrido. Al abrirse completamente pudo observarse a aquella persona quien quería entrar. Y ahí estaba él, tan horrible como siempre.

-Jungkook...- El antes nombrado al escuchar su llamado levantó su mirada buscando al dueño de aquella voz, así pudo observar a su mejor amiga quien por fin después de muchos días estaba despierta.

-¡____!- El niño corrió entusiasmado a la camilla donde se encontraba la antes nombrada, donde la abrazó con fuerza mientras reía y lloraba del alivio. Los padres de la pequeña al escuchar aquel grito despertaron de inmediato encontrándose con tan conmovedora escena.

-¡Cielo! ¡Estás despierta!- Los padres de la niña igual entusiasmados se unieron al abrazo llorando de la felicidad de que su pequeña estuviera despierta.

La niña alegre recibió todos aquellos abrazos, pero ya se le hacía costumbre que todos se preocuparan y terminaran llorando en una habitación de hospital.

Al darse por acabado el abrazo la niña suspiró y miró a sus padres directamente a los ojos.

-¿Cómo ocurrió de nuevo?- Preguntó.

-Sabes muy bien como ocurrió... no te hagas la inocente...- No era mentira, sabía perfectamente la causa de otro problema a su corazón.

Sus padres a pesar de estar completamente aliviados de que su hija estuviera bien estaban tan enojados con ella puesto que la niña estaba consciente de su enfermedad y a pesar de esto siempre terminaba volviendo al mismo lugar de siempre. Era muy inteligente y sabía las consecuencias que traerían sus actos pero aún así nunca dejó de hacerlo.

-¡Sabes muy bien que no puedes correr! ¡te podría haber matado!-

-No sean exagerados, solo quería jugar un poco...- Había una razón por la cual los dos demonios del vecindario siempre ordenaban a otros niños hacer sus travesuras por ellos pues la pequeña Choi ____ había nacido con problemas del corazón graves, que solo se podían sanar con un trasplante. Esta condición impedía que la niña corriera o jugara como lo hacían otros niños, pero ella estaba harta de todo esto, solo quería ser una niña normal como todos los demás, solo quería divertirse.

La madre suspiró intentando calmarse, esta conversación la habían tenido muchas veces pero como dicen, entra por un oído y sale por el otro.

-Cariño, sé muy bien lo que sientes, sé que quieres jugar al igual que los otros niños pero... es algo que no se puede evitar, si corres o te excedes mucho, te cansas, tu corazón no podrá soportarlo, es muy...-

-¿Débil?- La madre calló y miró a su hija con melancolía. La niña miró el suelo y apretó con sus puños la cobija que cubría sus cuerpo.

-Eso ya lo sé... no tienes porque recordarmelo... sé que soy débil, sé que nunca podré ser cómo los otros niños, sé que aún no pueden pagar mi cirugía...- Los padres sorprendidos abrieron sus ojos más de lo normal.

-¿Q-qué? ¿D-donde...?-

-Los escuché hablando... sé que tienen muchas deudas que pagar... sé que la cirugía está mucho más allá de su presupuesto... sé que nunca voy a jugar como los demás...- El silencio se apoderó de la habitación, nadie decía nada, solo se miraban a los ojos demostrando aquellos sentimientos que tenían resguardados desde hace mucho tiempo.

-Tal vez sea cierto...- ____ levantó su mirada sorprendida y observó a Jungkook parado frente suyo.

-Tal vez es cierto que no puedes jugar con los otros niños, tal vez es cierto que no puedes correr o divertirte como los demás. ¿Qué pasa si los doctores te dieron un tiempo límite de vida? Eso no es impedimento para poder divertirte a tu manera como lo has hecho todos estos años... todo eso solo son obstáculos que no puedes dejar que arruinen tu buen humor... Porque a pesar de que no puedas jugar con los otros niños me tienes a mi, yo voy a estar siempre para ti, en las buenas y en las malas, sin importar que... no hay que perder la esperanza, sé que juntos saldremos de esta, porque somos fuertes.... tu eres fuerte. Tu eres la niña que ha vivido una vida feliz a pesar de su enfermedad, eres una guerrera que no se deja caer por los problemas... y eso te hace especial... para mi ya eres especial...- Las lágrimas no se hacían esperar en aquella habitación, los padres estaban completamente conmovidos con las dulces palabras de aquel niño, agradeciendo que su hija tuviera la mejor compañía de todas.

____ conmovida por aquellas palabras lloraba a mares mientras intentaba secar sus lágrimas rápidamente.

Otro abrazo, ese hermoso abrazo que transmitía calidez y amor familiar, porque a pesar de que Jungkook no fuese lazo de sangre, lo consideraban parte de su familia.






































































-¿y cómo te encuentras el día de hoy?- la mujer se encontraba sentada en un sillón de terciopelo negro, era bastante bonito. En sus piernas habían una libreta junto a un bolígrafo y su mirada contenía una expresión neutra pero su boca demostraba una sonrisa... falsa.

-¿cómo cree que me encuentro? no entiendo que hago aquí...- la doctora abrió la libreta e inmediatamente comenzó a anotar algo haciendote desesperar.

-¿¡Podría dejar por una puta vez esa maldita libreta y decirme que mierda hago aquí!?- esta vez alzaste la voz exasperada intentando buscar respuestas a todas tus preguntas pero aquella doctora no parecía interesada en cooperar.

Al escuchar tu grito la mano de la Doctora López dejó de moverse por encima de la libreta para poder alzar su mirada hacia ti con esa misma expresión seria pero esta vez sin aquella sonrisa.

-No hace falta las malas palabras... de hecho, te iba a explicar todo solo tienes que relajarte y tomar asiento para-...-

-¡A la mierda la silla! ¡dígame ya que está pasando!- el silencio se apoderó de la habitación, mirabas a la Doctora sin poder guardar el control, estabas a punto de explotar. La señora suspiró fuertemente mientras ponía su libreta en la mesita que se encontraba a su lado para luego poder levantarse de su cómodo sillón vía a su escritorio.

-Quise decírtelo delicadamente pero... veo que no me diste otra opción...- Cuando la Doctora encontró lo que buscaba se acercó a ti lentamente para poder extendertelo. Una carpeta amarilla colgaba de sus manos donde se podía leer claramente:

"Paciente 658, Choi ____.

Doctora a cargo del caso: Carolina López.

Caso a tratar: Esquizofrenia y depresión severa."

Tu cuerpo se paralizó a leer lo último puesto en aquella carpeta. Tus manos comenzaron a temblar inevitablemente y tu respiración se hizo aún más agitada, eso no podía estar pasando, es una pesadilla... ¡DESPIERTA YA!

-Sé que debe ser difícil de entender, tus padres nunca quisieron aceptar esto por lo cual nunca hicieron seguimiento a tu caso aportando más a tus alucinaciones y comportamientos violentos-

-¿Alu... cinaciones?- La doctora te miró fijamente a los ojos apretando la mandíbula por un momento para luego señalar con sus dedos la carpeta que ahora se encontraba en tus manos.

-Ahí se encuentra la respuesta a todas tus preguntas...- confusa e indecisa miraste a la doctora con el ceño fruncido mientras abrías con cuidado la carpeta.

La hoja de un periódico se encontraba arrancada con lo que parecía ser la foto de un vecindario lleno de policías y ambulancias alrededor, y lo que parecía ser un... cuerpo cubierto por una manta que impedía ver de quien se trataba. El suelo donde se encontraba el cadáver estaba lleno de sangre y los que parecían ser conocidos de la víctima lloraban a su lado desesperados, entre ellos estaba... una niña, quien asustada y desesperada lloraba a moco suelto abrazada del que parecía ser su padre.

-¿Esto qué es?-

-Lee la descripción...- así hiciste, debajo de la imagen se encontraba un párrafo describiendo aquel trágico suceso.

"Ayer, martes 11 de septiembre, ocurrió un suceso muy trágico en el Vecindario Spring Water. Los niños Jeon Jungkook y Choi ____ jugaban mientras los padres de ambos se encontraban en su patio hablando tranquilamente mientras cocinaban algo. Lo siguiente que pudieron escuchar fue a Choi ____ gritando mientras pedía ayuda desesperadamente alarmando a los adultos quienes la fueron a buscar de inmediato encontrándose con la trágica escena del niño Jeon Jungkook en el jardín con una herida en la cabeza que no paraba de sangrar, a su lado estaba una roca la cual contenía gran parte de la sangre del niño, al parecer se había golpeado con ella al caer. Cuando las ambulancias llegaron no pudieron hacer mucho, la herida era tan grande y profunda que ocasionó el fallecimiento del niño minutos antes de que llegara la ayuda. Aún no se han revelado detalles de lo que realmente sucedió, al parecer la niña no quiere dar ninguna declaración por el momento."




















-¿Estás bien?- preguntó el pequeño Jungkook mientras se acercaba a la ventana en la cual se encontraba ____ viendo el atardecer del vecindario y a los niños jugando en la calle de la misma, corriendo y gritando por todas partes.

-Supongo... ya estoy un poco mejor de la respiración- a la pequeña le habían dado de alta apenas ayer en la mañana, la obligaron a estar en casa y descansar sin ningún tipo de ajetreo, pero era muy aburrido.

-No me refería a eso...- ____ volteó a ver a su amigo quien la miraba fijamente parado a su lado con una mirada penetrante.

-¿Entonces a que te refieres?- La niña cerró las cortinas de las ventanas para poder prestarle más atención a lo que quería decir Jungkook.

-Me refiero a ti, a cómo estás, a cómo te sientes luego de lo de la semana pasada que hablamos con tus padres-

-Jungkook, estoy bien, ya entendí todo lo que me dijeron y que no puedo darme el lujo de ser como los otros niños pero que soy especial y esas cosas- sin darse cuenta la niña había utilizado un tono sarcástico. A pesar de todas las lindas palabras que Jungkook le había otorgado a su persona parecía que no le importaba en absoluto.

-Pues parece que todo eso no sirvió de nada- ____ observó a Jungkook sin expresión alguna en su rostro, ella amaba mucho a su amigo pero... Todas las palabras que le dijo no iban a cambiar el hecho de que ella podría morir en cualquier momento y estaba encerrada en su casa sin hacer nada, pudriéndose en su cama creando raíces en la misma por el tiempo que lleva ahí sin moverse, sin poder jugar.

Estaba harta de que todas las personas a su alrededor sintieran pena por ella, que siempre que sacaban el tema de la enfermedad dijeran una y otra vez que rezarían por ella y por su familia. La habitación blanca se había vuelta una costumbre de ver, y que las agujas y píldoras fueran costumbre de dolor.

-Piensa lo que quieras...- La niña quien se disponía ir a su habitación a lo que siempre hacía, dormir fue retenida del brazo por Jungkook quien estaba decidido a hablar de una vez por todas.

-¡No!- ____ volteó sorprendida hacia su amigo quien tenía los ojos hechos un mar de lágrimas, se esperaba todo menos esta reacción.

-¡Deja de ser tan egoísta!- La fuerza que otorgaba al brazo aumentaba a la vez que pasaban los segundos.

-¿De qué...?-

-¡Siempre piensas en ti nada más! ¡Piensas que es lo que crees mejor para ti y haces lo que te de la gana! ¡Pero nunca piensas en los demás!- ____ no decía nada solo observaba sorprendida a Jungkook quien lloraba y gritaba apretando su brazo con más fuerza pero... no sentía ningún dolor en este.

-¡Crees que si piensas en los demás cuando no es así!... ¡Si de verdad lo hicieras entenderías por que te decimos todo lo que te decimos!- El ambiente era cada vez más tenso, y las palabras que salían de la boca de Jungkook dolían más que mil agujas.

-¡Sabemos que quieres jugar y ser como los demás niños! ¿¡Pero y nosotros qué!? ¿¡Acaso no tenemos voz ni voto en todo esto!? ¿¡Sabes cuanto nos afectaría que te sucediera algo!?- Otra vez silencio total, nadie decía nada, solo se escuchaba la respiración de cada uno de los niños de aquella habitación.

Jungkook soltó el brazo de ____ y miró al suelo limpiándose las lágrimas con la manga de su camisa.

-Ya veo que no entiendes nada... a pesar de todo el esfuerzo que tus padres ponen para que no te suceda nada pero... nunca obedeces y arriesgas tu vida en el acto...- Jungkook se dirigió a la puerta a pasos lentos y arrastrados para cuando estuviera ahí voltear su mirada a su mejor amiga.

-Que te mejores pronto...-Abrió la puerta de entrada y salió dando un fuerte golpe al cerrarla.

La niña quien triste y sorprendida se quedó parada en medio de la sala de estar comenzó a llorar a mares segundos después de que su mejor amigo se haya ido de su casa tras decirle tantas verdades.

Era muy mala amiga e hija.
























Frío... Completamente fría estaba la habitación, aunque el propietario de esta no lo sentía ni un poco. La oscuridad gobernaba en el lugar por las ventanas cerradas y la luz apagada.

Soy mala amiga... Soy mala amiga...

-¡Jungkook!- Las pesadillas de nuevo, desde que llegó a este lugar las has tenido constantemente. Aunque... no parecían pesadillas, si no recuerdos... recuerdos que quedaron desvanecidos desde hace mucho tiempo.

La puerta de la habitación se abrió, dejando ver a la enfermera que lleva cuidando de ti esas dos semanas. Es muy buena contigo, no has tenido ni un solo problema con ella, es muy amable y cariñosa logrando crear confianza entre ambas.

-Dime por favor que esta vez si comiste al menos un poco- Desde aquel encuentro con tu "Psiquiatra" tu apetito a desaparecido notoriamente, ocasionando que hasta dejaras tu comida entera sin al menos revolver un poco.

Amber observó tu plato del almuerzo viendo como al menos habías devorado un poco del arroz que te habían servido.

-Bueno, al menos es un avance...- Tomó el plato en sus manos y te miró con una sonrisa cansada en su rostro.

-La Doctora López te espera en su oficina... Me envió a buscarte...- Te quedaste unos segundos inmóvil, observando fijamente a Amber quien esperaba una respuesta de tu parte. Te levantaste de la cama donde te encontrabas recostada sin decir una sola palabra, te dirigiste a la puerta sin rechistar y Amber solo te siguió.

Cómo cada tarde ibas a la oficina de la doctora y era lo mismo todos los días. Ella hablaba y tu no. Solo preguntaba como había ido tu día y si ya habías pensado sobre la dichosa verdad.

-Buenos días ____ ¿Cómo amaneciste hoy?- Sin decir palabra alguna te sentaste en el sillón que se encontraba frente a la doctora.

-Bien... Dime ¿Ya has recordado sobre lo que te dije? ¿Ya aceptaste la verdad?- Esta doctora tenía muy poco tacto, siempre quería ir al grano sin dar tantas vueltas, era muy directa.

Como siempre no obtuvo respuesta alguna de tu parte, se comenzaba a impacientar por cada sesión que ambas tenían, el silencio que otorgabas la mataba y la hacía enojar.

-____ se que es muy difícil aceptar todo lo que está pasando, pero tienes que hacerlo por tu propio bien, esto te está haciendo daño. La negación es la primera etapa pero tienen que aprender a supera-...-

-Nunca voy a aceptar que Jungkook está muerto...- Por fin después de tanto tiempo de tu boca salían palabras, no ayudaban en mucho pero para la doctora era un avance.

-Tus padres están muy preocupados por tu salud mental... siempre que han querido venir a verte los rechazas, no tienes que ser tan dura con ellos solo te quieren ayudar de este agujero negro que te está cegando de toda la verdad...-

-No hay ninguna verdad que contar, nada de lo que dices es cierto y yo lo sé, no estoy loca, yo no debería estar aquí. Jungkook está vivo y yo lo he visto, lo he sentido... ¿Cómo pueden explicar eso?- Es cierto que para ti Jungkook está vivo. Después de haberte enterado que Jungkook en realidad no existía y que había muerto cuando tu apenas tenías 10 años de edad. Todo solo era producto de tu imaginación... la culpa lo había hecho.

-No hay peor ciego que el que no quiere ver...- La doctora se levantó de su asiento y se acercó a ti a paso lento, posicionándose detrás de tu asiento y tomando tus hombros delicadamente.

-Sé que sientes culpa por todo lo que pasó, te sentiste tan mal y la culpa te carcomía por dentro... siempre te culpaste por la muerte de tu amigo, ocasionando que tu mente al querer olvidar estos sucesos construyera un escudo que te protegería de toda la verdad. Le hiciste creer a tu mente que todo lo que había pasado solo era una pesadilla y que en realidad nunca pasó... creando una alucinación que reemplazaba al verdadero Jungkook...- Enojada retiraste las manos de tus hombros y te levantaste mirando fijamente a los ojos a las doctora.

-¡Eso no es verdad! ¡Nada de lo que dice es verdad!... ¡Jungkook está vivo! ¡Yo lo vi! Lo conocí en la secundaria y ha sido el único que ha estado aquí para mi, es el único que me ha apoyado en los momentos difíciles...- La doctora te observó unos segundos para luego suspirar pesadamente. Se acercó a su escritorio y se sentó nuevamente en su silla.

-Y dime ____ ¿Por qué crees que nadie se te acerca? ¿Por qué crees que te tienen miedo y lastimas? ¿Acaso no recuerdas nada de eso?- En tu cabeza la imagen de tus compañeros de la escuela vinieron de inmediato, todas las personas a tu alrededor.

Como siempre Jungkook se colocaba en el último puesto de la fila, este puesto siempre estaba sucio y garabateado, por suerte y no se cae de lo viejo que está. Tu siempre le has dicho a Jungkook que hiciera algo al respecto pero este siempre contestaba que aquel puesto le gustaba mucho, le traía muchos recuerdos, tu por ende dejaste de insistir y dejaste a Jungkook con su "lindo" puesto. Nadie nunca se había sentado ahí

-¿Ahora que quieres Namjoon?-El día que Jungkook desapareció, estabas sentada debajo del árbol que tu y Jungkook frecuentaban mucho, pero... Estabas sola.

-RM, cariño, llámame RM...- aquel chico alto y piel morena sonrió egocéntrico mientras se pasaba la mano por su despeinado cabello.

-¿Qué es lo que quieres? ¿Molestarnos como siempre?-

-¿Molestarlos? Cariño... ¿En qué mundo vives?- Estabas sola, no había nadie a tu lado... Jungkook no estaba a tu lado.

-me gustaría vivir lejos en un mundo donde tú no existas, pedazo de mierda...-

-¿Ves? A esto es a lo que me refiero, siempre intentamos ser amables contigo pero tu siempre nos lanzas mierda ¿Por qué te escondes?- Solo querían hablarte... querían ver como te encontrabas y tu...

-porque ustedes son unos grandísimos idiotas que no hacen más que molestarnos a mí y a Jungkook todo el tiempo- los chicos quedaron perplejos al tu terminar tu oración, estos no dijeron nada y solo se fueron sin más. Ahora entendías porque habían reaccionada de esa manera.







-profesor...-

-¿Si?- este levantó su mirada hacía arqueando una ceja en señal de que prosiguieras.

-bueno es que me gustaría saber dónde está Jeon Jungkook... No lo encuentro en ninguna parte ¿Le pasó algo?- el profesor palideció al escuchar tu oración, pudiste ver como este intentaba articular una palabra pero no lo lograba.

-emmm bueno... No importa, lo buscaré yo misma...- Jungkook no estudiaba ahí.
















Nuevamente te despertaste en la habitación, probablemente te habías desmayado. Tu vista se fijó en el techo y no moviste ni un solo músculo. No sabías que pensar luego de todo eso, estaba confundida.

-Es extraño ¿no?- Una voz masculina resonó en toda la habitación haciéndote sobresaltar de inmediato.

-Siempre has sido mi mejor amiga y el único próposito que tenía en mi vida era protegerte, pero... solo te estoy haciendo daño...- Jungkook se encontraba de pie en una esquina de la habitación observándote con una mirada meláncolica.

-Jungkook...-

-Cuando Namjoon te habló en el receso supe que realmente estaba haciendo mal, esto te estaba afectando...- Miraste a Jungkook con lágrimas en los ojos con el corazón en la boca sin palabras que pudieran salir de la misma.

-Te abstuve de tener una vida normal, de tener amigos, de crear una relación con tus padres...-

Jungkook se acercó a ti sentándose en el colchón sin dejar de mirarte en ningún momento.

-No fue tu culpa y nunca lo será... aunque mis padres digan lo contrario para mi siempre serás un ángel...- Las frías manos del contrario tomaron tus rostro y con sus pulgares limpiaron las lágrimas que resbalaban por tus mejillas.

-Te amo y siempre lo haré... Pero por esa misma razón debo dejarte ir- Sus manos se despegaron de tu rostro rápidamente levantándose con velocidad de la cama dejándote con ganas de que sus manos siguieran acariciando tu rostro con delicadeza.

-Jungkook... Por favor... No lo hagas...- El antes nombrado caminó lejos de ti mientras en su rostro se mantenía una sonrisa llena de melancolía ocasionando que tus lágrimas salieran disparadas.

-Ya verás que es esto es lo mejor para los dos...-

Sobresaltada, sudada y con lágrimas en los ojos te despertaste de la cama de aquella habitación. Miraste a todas partes intentando buscar algún rastro de tu mejor amigo pero... No había nada, estaba vacío.


















-¡Jajaja! ¡Que buen chiste Phillip!- tu madre reía a carcajadas mientras una de sus manos sostenía una botella con alcohol. Tu padre junto al padre de Jungkook estaban levantados frente a una parrilla esperando que la carne y salchichas que estaba en el fuego estuviesen listas. La madre de Jungkook con una gran sonrisa en su cara tomó de tu vaso de vino y rió ante el esfuerzo de su esposo para que todo quedará perfecto.

Al otro lado del jardín se encontraba Jungkook viendo cómo en el cielo azul pasaban de vez en cuando alguna que otra ave. El viento soplaba un poco refrescandolo.

-¿Me puedo sentar?- Jungkook alzó su vista encontrándose con una triste ____ quien lo miraba esperando su repuesta.

Este sólo alzó los hombros desinteresado mientras volvía su vista al cielo. La chica solo se agachó para poder sentarse al lado de su amigo, tendió sus piernas y al igual que Jungkook solo observó el cielo.

-Es un día muy bonito...- Jungkook no contestó, sólo siguió con su vista al cielo sin despegarla.

-Lo siento...- El pequeño volteó hacia su amiga y confundido esperaba que prosiguiera.

-Sé que soy una muy mala amiga... Soy muy egoísta... Sólo he pensado en mí misma todo este tiempo y no he pensado en cómo se sentían las demás personas... Sobre todo tú...- Está vez la atención total de Jungkook estaba concentrada en ____. La cabeza de la pequeña bajo refugiándose entre sus piernas.

-No quiero perderte....- Sollozos se comenzaron a escuchar alarmando a Jungkook haciendo que este se dirigiera con rapidez hacia ____ para poder alzar su cabeza y así la pudiese ver. Los ojos de la antes nombrada estaban llenos de lágrimas que caían deprisa hacia su libertad.

Jungkook miró a su amiga conmovido ocasionando que sus ojos comenzarán a picar anunciando la salida de las lágrimas. Antes de que ____ pudiese verlo llorar, abrazó a la niña con tanta fuerza que casi la deja sin aire pero esta lo dejó, porque al igual que él, ella necesitaba ese abrazo.

-Y eso es lo que quiero hacer... ¿Qué dices?- Jungkook pensativo miraba a sus padres, no sabía si aceptar lo que ____ le estaba proponiendo pero tenía que admitir que era muy tentador.

-¿Sería la última vez?- Jungkook alzó su meñique hacía su amiga.

-Será la última vez...- Y así juntaron sus dedos cerrando aquella promesa.

-¡Mamá! ¡Papá! ¡Jungkook y yo vamos a ver televisión!-

-¡Bien amor, que se diviertan!-

-____ Ya no estoy seguro de esto...- La niña con cuidado escaló la casa de su vecino.

-Vamos Jungkook, hicimos una promesa, esta va ha ser la última vez que juguemos... Tu sólo vigila que nadie venga- El niño miró a su amiga y sin más que decir solo asintió.





-¡Esto va a ser divertido!- Riendo la niña tomó varios globos con agua que anteriormente habían comprado en la pequeña tienda que quedaba un poco cerca del lugar, tenían pensado hacerles una broma a algunos de los vecinos que pasaran por ahí aunque implicara que luego los reprendieran.

-¡Si!- A lo lejos visualizaron a uno de los niños con los que siempre jugaban. Este era en momento perfecto. Cada uno tomó un globo y se preparó hasta que llegara el momento perfecto.

-¿Estás listo?- preguntó susurrando la niña.

-Más listo que nunca...- al ver a su primera víctima bajo sus narices contaron para luego lanzar con fuerza aquellos globos sobre el pequeño cuerpo del niño quien gritó enojado al ser cubierto de agua.

Los mejores amigos rieron fuertemente mientras veían al niño irse corriendo mientras lloraba con fuerza. Con lágrimas en los ojos por causa de las carcajadas los chicos se miraron con alegría. Al parar de reír ambos se miraron con una sonrisa en sus bocas.

-¿Sabes Jungkook?- ____ se acercó a su amigo aún con su sonrisa en el rostro.

-Siempre he querido hacer algo...- Jungkook nervioso intentó caminar lejos de su amiga evitando sea lo que sea que estaba haciendo.

-¡Esto!- Sin previo aviso ____ estampó uno de los globos a la cara de Jungkook mojandolo por completo. Sin parar de reír puso sus manos en su estómago debido al dolor producido por sus carcajadas. Estaba tan distraída que no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, hasta que el grito de su amigo la hizo reaccionar.

Abrió los ojos para saber el motivo del grito de Jungkook, pero al darse cuenta de que este no estaba en ninguna parte, temió lo peor. Asustada corrió con rapidez hacia el costado del techo intentado encontrar a su amigo en el suelo del jardín rezando porque no le haya pasado nada tras la caída. Pero...

Definitivamente... esa fue la última vez que jugaron... juntos.

-¡ES TU CULPA! ¡POR TU CULPA MI PEQUEÑO ESTÁ MUERTO!-
























20 años después.

-Ya han pasado 20 años desde que me enteré lo sucedido contigo, y 17 años desde que salí de aquel horrible lugar. Fue duro, fue muy difícil todo el proceso por el que pasé pero... pude hacerlo. A pesar de todo lo acontecido logré formar mi propia vida... como dijiste y... lo he hecho bien. Pude lograr aceptar lo que pasó pero... nunca lo voy a olvidar, ni tampoco lo voy a superar por completo.

Al final era cierto, intenté convencer a mi mente de que todo lo que había pasado no era más que una horrible pesadilla, lograndolo... ocasioné que mi mente construyera una imagen de ti que desafortunadamente jamás podré saber si serías así, supongo que era así como te veía cuando era más pequeña.

Impedí que mi vida prosiguiera, alejé a todas las personas que realmente quisieron ayudarme, como mis padres.

Sé que nunca fue mi culpa, jamás hubiese imaginado que algo así pasaría. Aún sigo teniendo sueños contigo, es algo que no puedo evitar. Solo quería decirte... que estoy bien, todo está bien. Mis padres y yo logramos arreglar toda nuestra relación y... ahora estoy felizmente casada con un hombre maravilloso... de verdad espero que lo aceptes, es una buena persona. También hace poco nos enteramos que la familia se extenderá. Es una hermosa niña... solo me faltan 8 semanas ¿no es fascinante? Estoy tan ansiosa, no puedo esperar. Pude hacerme el trasplante de corazón, por fin puedo vivir sin miedo a morir en cualquier momento... eso me pone tan feliz- Miraste por última vez la tumba de tu mejor amigo. Dejaste las flores que sostenías en el césped y te levantaste mientras secabas las lágrimas de tus ojos.

-Nos vemos... Amigo... Te quiero tanto y siempre te querré.-

















Wow... a pasado tanto tiempo desde que publicaba algo y lo siento, fue un poco difícil terminar esto, pero por fin lo hice... Han sido momentos difíciles pero estoy de vuelta, y espero que todo esto mejore. Gracias por el apoyo y las tantas vistas, nunca me imaginé que fuesen tantas.

Espero que les haya gustado esta segunda parte, me costó mucho hacerla.

Los quiero un montón, y esperen pacientes al próximo capítulo. No les puedo decir con exactitud cuando será pero si habrá, no se preocupen.

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