Viviendo con el Nerd | vkook.

By gguktaebae

3.4M 409K 387K

Kim Taehyung es el chico más estúpido, pito alegre, popular y guapo de la escuela. Jeon Jungkook es el chico... More

Prólogo
Booktrailer
#1: ¿Mi madre no había pagado la renta?
#2: Dime que esto no es real
#3: Kim Taehyung es un simio idiota
#4: Rival
#5: ¡Garfield!
#6: Y aquí íbamos otra vez
#7: ¿Caballero?
#8: El auto lo vale
#9: Perfecto yerno
#10: Jung Hoseok
#11: Problemas
#12: "¿Me vas a violar?"
#13: "Está lloviendo"
#14: Momento de película
#15: Quiere volverme loco
#16: Su preciada Beyoncé
#17: Intentando mantener la calma
#18: Borremos la tristeza
#19: ¿Qué había sido todo eso?
#20: Él es la razón
#21: Un amigo
#22: Hay fiesta, y pizza
#23: Borrachera
#24: Limpiar el desastre
#25: Vayamos al cine
#26: Complicado
#27: Parque
#28: Cementerio
#29: Contigo
#30: Te quiero
#31: "¿Las palabras mágicas?"
#32: ¿La verdad?
#33: Desconfianza
#34: Un malentendido
#35: El perdedor del juego
#36: Para eso están los amigos
#37: Actuemos por instintos
#38: No te vayas [Final]
¡SEGUNDA TEMPORADA!
Prólogo
#1: Cómo empezó todo
#2: Para llegar a la cima
#3: Sufrir, por separado
#4: Es Seúl
#5: Bajo la nieve
#6: Dejado de lado
#7: El precio de la fama
#8: Nuestra conversacion
#9: Te tengo una propuesta
#10: El romanticismo
#11: El club
#12: Amo tus besos
#13: Lo que quería
#14: Plan actuación
#15: Mal presentimiento
#16: Me hizo la vida imposible
#17: Perder
#18: Piedad
#19: Momentos con él
#20: Cayendo por ti
#21: Mi propio monstruo
#22: Su novio
#23: Actos del karma
#24: Destrucción de una relación
#25: Arrepentimiento
#26: Resolver y crear problemas
#27: El amor está en el aire
#28: Pequeñeces
#29: Despiértame
#30: Avanzando
#31: "Llámame"
#32: Alguien mejor
#33: Jamas podré olvidarte
#34: Dejar de amarlo
#35: Aeropuerto
#36: Déjate caer
Epílogo
Especial navideño
El gran día Pt.1
El gran día Pt.2

Epílogo

45.6K 5K 5.7K
By gguktaebae

TAEHYUNG'S POV:

Presioné el botón por vigésima vez en el día, cambiando el canal otra vez, y sintiendo lástima de mí mismo.

Ya todo había acabado, no había vuelta atrás. Jungkook se había ido a Nueva York y yo me había quedado en Seúl, sufriendo, totalmente devastado.

Sólo debían pasarme un helado, una manta y una película de romance, y ya parecería una de esas típicas chicas lloronas de las que tanto me burlaba hace tiempo.

"Te amo". ¿De verdad que esas palabras no valían nada para Jungkook? Yo lo amaba, al menos en lo que yo mismo podía comprender. Era imposible amar a alguien con apenas pasar una semana con esa persona, pero a mí me había pasado y había sido desgraciadamente inevitable.

Su cabello color negro, sus ojos cafés que me habían intimidado desde el primer día, su sonrisa de conejito; él entero me encantaba y me convertía en el más idiota troglodita algunas vez conocido. Él era el único chico que lograba hacerme babear con un simple movimiento, hipnotizarme con tan sólo mirarme a los ojos y enamorarme completamente con una una sonrisa.

Por Dios, necesitaba hablar con Hoseok, ya me estaba dando el ataque de cursilería.

Apagué la televisión, cogí el teléfono y marqué el numero de mi amigo, la única persona que conocía que era capaz de ayudarme en este aspecto. Me había apoyado siempre, podía confiar en que ésta vez no me defraudaría.

Supongo.

—¿Hola?— dijo la voz adormilada de Hoseok.

—Hola, Hoseok— dije recostándome de nuevo en el sillón y abrazándome a mi mismo con mi mano libre—. ¿Estás ocupado?

—Estaba ocupado durmiendo, si te sirve de algo— respondió él, para luego lanzar un bostezo al otro lado de la línea.

—¿Puedes venir a mi casa?— pregunté pasando ahora mi mano por mi cabello, frustrado.

—Hay escuela...— suspiró él—. Allá voy— y dicho esto de su parte, la llamada se colgó, dejándome en completo silencio en la sala de estar.

Un total silencio que seguramente si Jungkook estuviera aquí no existiría.

Unos pasos bajando por las escaleras me hicieron reaccionar, haciéndome pensar inevitablemente en que era Jungkook bajando para buscar algo en la cocina, charlar sobre algo conmigo o que estaba buscando a Garfield...

Hablando de Garfield, ¿dónde se había metido ese gato?

Mi decepción fue enorme al notar que era simplemente mi madre bajando a verme. Un suspiro salió de mis labios a la vez que ella sonreía débilmente, acercándose a mí.

—¿Cómo estás?— me preguntó acariciando mi mejilla, para luego hacerse un pequeño espacio en el sillón, sentándose a mi lado.

Desvié mi mirada de la suya y mi ánimo cayó en picada inmediatamente. ¿Qué cómo estaba? Pues estaba tan bien que quería cortarme las venas, que me arrollara un camión y que Capitana Marvel me diera un puñetazo.

¿Exagerado? Oh no, créanme que antes faltaron cosas por decir.

—Oh, vamos, ¡Fighting!— dijo ella con la voz más ronca de lo normal, cómo si estuviera enferma—. Jungkook no es el único chico del mundo. Hay muchos chicos y chicas allá fuera que harían lo que fuera por una oportunidad contigo, bebé.

—Pero a mí no me interesa, mamá, entiende— dije frunciendo el ceño y fijando mi mirada en la suya—. Yo quiero a Jungkook.

Lo amaba.

Ella suspiró soñadora, acariciando mi mejilla nuevamente mientras sonreía, cómo la típica imagen maternal.

—Lo sé, hijo, lo sé...— dijo suavemente—. Lo amas, y él a ti... pero fue una semana, debes entender que quizás fue muy rápido...

¡Ella sí que sabía subirme el ánimo!

Por si acaso, es sarcasmo, un buen y gran sarcasmo, muchas gracias.

Fulminé con la mirada a mi madre y me di media vuelta en el sillón consentidamente, sin querer escucharla, como un completo niño muy pequeño.

Y muy enamorado.

Ella suspiró, yo la miré por el rabillo del ojo.

—Bueno, mi niño, no puedo decirte mucho tampoco... no estuve aquí la última semana— dijo encogiéndose de hombros—. Pero... puedo decirte una cosa y es que... estoy muy orgullosa de ti.

¿Orgullosa porque su hijo era un estúpido, le hizo daño a la persona que amaba y lo dejó ir a Nueva York?

—Conociste el verdadero amor, Taehyung... ahora sabrás reconocerlo y no dejarlo ir otra vez, espero— murmuró mirándome con suavidad y apoyando una de sus manos en mi hombro, intentando hacerme sentir mejor.

Pero el problema era que yo sabía que verdadero amor sólo había uno y yo ya lo había dejado ir.

Había dejado ir a Jungkook...

Mí Jungkook.

<...>

Unos golpes en la puerta hicieron que me despertara de la pequeña siesta que había decidido tomar luego de hablar con mi madre.

Me levanté del sillón y caminé hasta la puerta principal, para abrirla y dejar entrar a mi mejor amigo a la casa: Hoseok.

—Hola, viejo— dijo dándome palmadas en la espalda.

—Deja de golpearme— demandé yo, arqueando una ceja y cerrando la puerta nuevamente.

—"Hola, amigo, gracias por venir a pesar de que pudiste haber seguido durmiendo, te debo una"— dijo imitando mi voz—. Claro, no te preocupes, para eso estamos los mejores amigos— se respondió luego él mismo ahora con su propia voz.

Nos sentamos al mismo tiempo en el sillón, uno a cada costado.

—¿Y qué pasó? ¿Por qué me llamaste?— me preguntó despreocupadamente, subiendo los pies y apoyándolos cómodamente sobre la pequeña mesa de la sala.

Suspiré.

—Es sobre Jungkook— declaré, haciendo una mueca.

Él frunció el sueño.

—No pensé que... que de verdad fuera tan importante para ti— dijo pensativo—. Tú eres de otra clase de chico... yo...— suspiró frustrado, dejando un espacio—. También has de recordar que creó problemas entre nosotros— dijo él, haciéndome recordar aquella pelea que hubo entre nosotros por Jungkook.

Asentí con la cabeza.

—Lo sé, Hoseok, pero esta vez... él es diferente. Esta vez fue diferente. Tú sabes que él siempre me importó más— dije, queriendo que supiera lo mucho que lo quería.

Él se encogió de hombros.

—Supongo. No se puede esperar mucho de nosotros de todas formas: yo estaba con Jennie y tú aún eres conocido como el chico más mujeriego de todos... malas reputaciones, nada más, Tae— dijo él, negando con la cabeza y poniendo sus manos tras su nuca.

Asentí lentamente con la cabeza. Él estaba en lo cierto, era lo único que se podía esperar de nosotros: decepción. Éramos un desastre, aunque lo era más yo en comparación.

—¿Y? ¿Qué hay sobre Jungkook? ¿Algo más que tengas que contarme además de que vive contigo?— cuestionó mirándome con una ceja arqueada.

Aguanté las putas lágrimas.

—Ya no vive aquí, Hoseok— aclaré, pasando mi mano por mi cabello.

—¿Ah no? ¿Y dónde está ahora?— preguntó casualmente, ya que claramente no sabía nada sobre el tema aún.

Tragué saliva, intentando no derrumbarme ahí mismo.

—En Nueva York— respondí en un débil susurro, mi voz amenazando con quebrarse.

Un silencio se formó en la sala.

—¿Qué?— reaccionó, preguntando incrédulo.

—Se fue, Hoseok... ya debe estar en el avión— respondí, encogiéndome de hombros, sintiendo cómo las lágrimas se acumulaban inevitablemente en mis ojos y pasando saliva como si eso fuera a eliminar en nudo en mi garganta.

Mi amigo volteó para mirarme, frunciendo el ceño.

—¿Y ahora vas a llorar?— preguntó.

Negué con la cabeza. Claro que no iba a llorar, yo era un un hombre, era lo suficientemente fuerte como para no dejar que lágrimas salieran de mis ojos. Yo era fuerte, era un hombre...

¡Y Jungkook me decía simio!

Luego, sin siquiera darme cuenta, estaba llorando desconsoladamente.

—Oh, vamos, Tae, estarás bien— dijo Hoseok, intentando subirme los ánimos dándome golpes amigables en la espalda.

Subí la cabeza y lo miré a los ojos.

—No arruines el momento con tus palmadas incómodas— lo corté, provocando que él retirara su mano de mi espalda de inmediato.

Volví a apoyar mi rostro en las palmas de mis manos y continué llorando, lamentándome sin poder evitarlo. Era un imbécil por haber dejado ir a Jungkook, un estúpido por haberle dicho que todo había sido una apuesta...

Yo sólo quería a mi Jungkookie de vuelta.

"Te amo... por favor no me dejes, Jungkook, por favor". Esas fueron las palabras exactas que le habían dicho unas cortas horas atrás, esperando que él me hiciera caso y no se fuera, que se quedara, conmigo.

"Yo también te amo". Y esas fueron las palabras que él respondió, haciendo que me sintiera el chico más feliz del mundo y a la vez el más desafortunado al verlo partir.

<...>

—Oh, ¿enserio, Kim? ¡Ya van dos semanas!— exclamó casi exasperado Hoseok.

Hundí mi rostro en la almohada una vez más.

—Déjame una semana más... o las que me queden de vida— supliqué, no queriendo siquiera moverme del cuarto.

Quizás estaba exagerando con todo el show que estaba dando, pero no podía evitarlo. No quería ir a la escuela, estaba muy decaído como para hacerlo, ademas en la escuela tendría que preocuparme por estudiar, en cambio en casa podía deprimirme en paz.

Suspiré. Jungkook me hubiera obligado a ir a la escuela.

—¡Jungkook se fue!— dijo pausadamente—. Es pasado. ¿Conoces esa palabra?— preguntó ya irritado por mi comportamiento.

—Es amor. ¿Conoces esa palabra?— le respondí yo.

—Ya no lo soporto— dijo él—. Te ayudé todo lo que pude. Por si no te diste cuenta, Jungkook se ha ido a Nueva York. ¡Al otro lado del mundo, imbécil! No lo volverás a ver, ya supera todo esto, hermano...

Suspiré profundamente.

—No puedo superarlo, Hoseok... es complicado— le expliqué, esperando que comprendiera un poco por lo menos mi situación.

Negó con la cabeza.

—Sí puedes hacerlo. Pero te niegas, pareciendo una niñita consentida que no quiere olvidarse de su pony— dijo él, señalándome acusadoramente con su dedo índice.

Reprimí una carcajada.

—¿Un pony, Hoseok? ¿Enserio?

—Cállate y escucha— demandó enfadado—. Te vas a levantar de esa cama, vas a bañarte hasta que se te vaya el olor a vagabundo y vas a vestirte con algo digno de usar, ¿me oíste, hijo de tu madre?

Desvié mi mirada de la suya. No podía seguir así, él tenía razón, pero no podía admitirlo, simplemente era incapaz de hacerlo.

Sin darme cuenta Hoseok me tiró de mi cama.

—¿¡Pero qué es esa violencia!?— pregunté alterado levantándome del piso.

Él alzó ambas manos, demostrando que era estúpidamente inocente.

—El aire estaba muy fuerte— dijo él haciéndome fruncir el ceño.

—La ventana está cerrada, tú fuiste— declaré, mirándolo fijamente.

—Sí, yo fui, ahora ve a bañarte— dijo, para luego darme una patada en el trasero dirigiéndome a mi baño privado y después salir de mi habitación.

Necesitaría un recordatorio donde explicara por qué mierda ese ser anormal que decía llamarse Hoseok era mi mejor amigo.

<...>

—¡Bienvenido a la escuela, pequeño imbécil!— exclamó Hoseok mientras ingresábamos por el aparcamiento del establecimiento en su auto.

—Hace mucho no volvía a esta cárcel— dije y él rió.

Se sentía raro salir del encierro después de dos semanas completas, verdadera y curiosamente extraño. La pregunta que se quedaba en mi cabeza era: ¿cómo se sentiría una semana sin Jungkook? Sin humillarlo, burlarme de él en la escuela... de acuerdo, eso no se oía para nada bien.

Hoseok estacionó el auto y ambos bajamos, yo disfrutando el poder pisar ese aparcamiento de nuevo y Hoseok disfrutando... ¿ver a un chico?

Me acerqué a Hoseok lentamente, arrastrando mis pies un tanto aburrido. Me detuve a su lado, él todavía sin darse cuenta de mi presencia, y mi mirada se fijó en el chico al que observaba.

Park Jihoon, o más bien dicho, el tierno Wink boy. Un chico de cabello castaño, ojos cafés y una hermosa sonrisa. Las pocas veces que había hablado con él fueron suficientes como para darme cuenta de que era un chico simpático, tierno, tímido y sonriente.

Un chico, en pocas palabras, completamente contrario a Kim Jennie, la ex de Hoseok. ¿Por qué Hoseok se interesaría en él?

Segundos después Jihoon volteó su cabeza, posando su mirada en Hoseok accidentalmente. Sonrió alegremente y corrió hasta mi mejor amigo, para luego abrazarlo fuertemente y él corresponder el abrazo.

¿De qué mierda me había perdido?

Llegaba un día lunes y Hoseok ya tenía esposo, ¿o sea qué mierda?

—¿Cómo estás, Jihonnie?— preguntó Hoseok al chico cuando dejaron de comer pan frente al pobre.

—Bien— sonrió dulcemente él—. ¿Y tú?

—Bien también— respondió Hoseok, mirando al chico con tanto amor que ya veía como un arcoíris le salía por la boca.

—Y yo también estoy bien, ¿eh?— agregué, intentando salir de mi lugar de violinista.

Jihoon posó su mirada en mí.

—Hola, Taehyung— sonrió, para luego acercarse a mí y darme un pequeño e inocente beso en la mejilla.

—Hola, Jihoon. ¿Me explicarían qué demonios está pasando aquí?— pregunté, aún perdido y sin ser capaz de comprender por qué tanto cariño entre ese par.

—Pues... yo...— dijo nervioso Hoseok, bajando la mirada un tanto avergonzado.

Jihoon rió suavemente.

—Somos novio— respondió, abrazando a Hoseok por el cuello.

Alcé ambas cejas, sorprendido.

De acuerdo, esa no me la ví venir, es decir, me voy dos semanas y Hoseok ya tiene novio. ¿Se imaginan lo hubiera dejado más tiempo? Já, cuando vuelva y ya tendría una nueva vida formada en Dubai.

Por eso amigos, es que no hay que dejar a Hoseok solo, hasta la próxima.

—Me voy a clase, Hoseoki, nos vemos luego— dijo dulcemente el chico a su novio, para después plantarle un corto beso en los labios e irse alegremente de allí en dirección a la entrada de la escuela.

Me crucé de brazos y miré a Hoseok con "la mirada".

—¿Qué?— preguntó, intentando hacerse el inocente.

—¿Cuándo pensaba el señor decirme que tenía novio?— pregunté, escuchándome ridículamente celoso.

—Perdóname, esposo mío, prometo no volver a engañarte— bromeó él, empezando a caminar a las puertas de la escuela.

—Que te perdone Dios, porque yo no— dije antes de que ambos comenzáramos a reír mientras nos dirigíamos a nuestro salón de clase.

Él había superado a Jennie y ahora estaba completamente feliz con otra persona.

Quizás, sólo quizás, yo podría hacer lo mismo y superar a Jungkook.

Suspiré para mí mismo.

Esto sería complicado.









Fin



















O tal vez no....

Continue Reading

You'll Also Like

40.5K 1.3K 9
𝑺𝑨𝑮𝑨: 𝑷𝑨𝑹𝑨𝑭𝑰𝑳𝑰𝑨𝑺. • ɪɴᴛʀᴏᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴ 𝙻𝚊𝚜 𝚙𝚊𝚛𝚊𝚏𝚒𝚕𝚒𝚊𝚜 𝚜𝚘𝚗 𝚙𝚊𝚝𝚛𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚌𝚘𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘 �...
7.8K 330 23
JUNGKOOK Y TAEHYUNG UNA PAREJA FELIZ Y PERFECTA A LOS OJOS DE LOS DEMÁS... TAEHYUNG UN CHICO HERMOSO DE LINDOS SENTIMIENTOS QUE AMABA PLENAMENTE A SU...
455K 63.6K 42
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
7.3K 584 12
Triángulos amrosos, vida escolar y todo lo tóxico de Hisollumi -Esta es una historia más de Hisollumi. -Aqui no existe Nen, ni el tipo de acción de...