Este es un libro que voy a traducir para ustedes, yo NO soy la autora. Todos los derechos a @thefreakoffreaks. Por si te lo preguntas... @thefreakoffreaks me dio permiso como la única traductora de su obra el día 21/02/2014
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Capítulo 23 - Espero y él se sienta culpable
RIVER'S POV:
Siempre he odiado los domingos, por que siempre dejo los deberes para la noche de estos. Y, al igual que cualquier otro domingo, no soy capaz de sentar mi culo y hacerlos, se que tengo que hacer un ensayo de Inglés, otro de biología y los deberes de la clase de Fotografía.
Fotografía... Al pensar en esa palabra llega a mi mente la imagen de Lea en mi habitación viendo las fotos que tome. Ella no las hubiera visto si yo hubiera terminado el álbum que no he empezado, si notaste que no soy capa de sentar mi culo en una silla para hacer los deberes, sabes que no haré ese álbum. Suspiro y recuerdo a Lea llorando. Ella obviamente no sollozó en frente mío, pero pude ver una lágrima resbalar por su cara, y eso fue más que suficiente para que detuviera mis pasos.
No quiero ni imaginar su rostro al entrar en su habitación, pero supongo que lloro más.
¿Por qué tienes que ser tan estúpido, River?
Yo la bese, y te puedo decir que ese fue uno de los momentos más felices de toda mi vida. ¿Pero cuanto tengo de conocerla? ¿Solo unos días? Pero ella me marco, como si hubiera sido visitado por cupido o algo así.
Lo admito, ella en realidad me gusta.
No se por qué, no sé cómo, pero me gusta. Cuando la vi esa noche afuera de su demolida casa, lo primero que pensé fue ''Wow, ella es muy bonita''. Y luego, cuando la vi por segunda vez pero media hora más tarde en mi casa, me encontraba confundido pero excitado (en el buen sentido, mal pensadas) ¿Por qué estaba emocionado? Ni puta idea. Solo ella parecía ser... diferente.
Pero lo que yo pienso que me atrae de ella es su torpeza. Ríete todo lo que quieras, pero me pareció lindo que ella fuera tan torpe. Pero no solo linda, ella me recordó a mi hermana Emily. Así que, cuando la primera noche que la vi pensé en que podríamos ser amigos, y podríamos pasar el rato juntos.
Sin embargo, el tirón que sentí al día siguiente no me lo permitió, porque en el camino hacia la escuela termine tratándola horrible. Pero cuando ella se bajó del coche me sentí la peor persona del mundo, lo que no entiendo es por qué la trato así de mal, lo peor de todo es que lo volví a hacer. Hice que se enojara de nuevo conmigo.
Nunca me preocupo de cómo se sienten las personas, creo que eso es al revés, ellos se preocupan de cómo me siento yo. Sin embargo, yo soy el que persigue a Lea, que es, todo lo contrario a lo que suelo hacer, no estoy acostumbrado a eso.
Y lo que hace esta situación más interesante y más rara es que ella me gusta.
Y lo repito, solo han pasado tres días desde que, si es que se puede decir así, la conocí. Lo raro es que solo me tomo tres días revelarle secretos que a mis amigos se los revele tras pasar un año de conocerlos. Te juro que no había planeado ni pensado en decirle lo de Emily y mi adopción, pero cuando estaba con ella sentí que era el momento, que era lo correcto. Porque yo confío en ella.
Tres días: Alguien debe de contarlos, ¿verdad?
Solo que no he hablado con ella desde que hablamos en el pasillo. No me atrevo a dar siquiera un paso hacia su habitación, porque sé que cuando una chica se enoja, es como si fuese el mismísimo diablo en persona. Pero desde ayer siento una pesada carga en mis hombros que se llama culpa, sé que dejare de sentir eso cuando hable con ella y me disculpe. O al menos tratare de arreglar las cosas.
Pero no puedo hacer eso, porque a diferencia mía, ella si es un ser humano decente, ella piensa que el beso fue un error, simplemente porque no estoy solo. Para una chica como Lea besarse con alguien que tiene pareja va en contra de todos sus principios, y respeto que este enojada conmigo. Pero no puedo dejar de hacerme la misma pregunta, ¿ella me gusta de verdad o no?
- Bro, ¿estás bien?- Ky pregunta al dejar de ver la pantalla que esta atornillada en la pared y me mira. – Pareces un poco... distraído.- Dice. Mis ojos lo miran y pienso en una respuesta.
- Sí, estoy bien.- Respondo en voz baja, y miro de nuevo la televisión, solo que no me centro en la película.
- No, no lo estas. Has estado tranquilo durante todo el día.- Dice Jake. Se levanta y queda sentado con una postura derecha en el sillón, levanta la mirada y nos ve a Ky y a mí. – Debiste de verlo esta mañana, él solo estaba sentado en la cama de su habitación con la mirada puesta en la pared, no hacía nada. Digo, ¿Quién hace eso?-
Miro a Jake y me recuesto en el sillón, ignorando lo que dice y los ojos curiosos de Ky. Ahora sé que estamos viendo ''White Chicks'' y puedo ver que la película va en la parte en que las rubias están en el desfile de moda. Es difícil centrarse en la película cuando tienes dos pares de ojos viéndote fijamente. Cruzo los brazos sobre mi pecho y miro la pantalla de 72 pulgadas.
- Sí, definitivamente algo anda mal.- Ky dice y se inclina hacia adelante, recargando sus codos en sus rodillas.
- No hay nada malo, estoy bien. ¿No pueden dejar de mirarme y concentrarse en la película?- Les digo.
Lo último que quiero hacer es decirles a los chicos que tengo problemas con una chica que conozco desde hace tres días. Todo aquí es extraño; No creo que ellos sepan algo sobre ''Me gusta una chica y eso que apenas la conozco''.
- ¿Problemas con alguna chica?- Jake pregunta y es como si hubiese leído mi mente. – Porque tú sabes que puedes meterte con cualquier chica y Georgia no se enteraría.-
Respiro profundamente; lo último que quiero hacer es hablar de Georgia.
¿Por qué no rompes con ella?
Porque... no puedo.
¿Así que si puedes engañarla pero no puedes romper con ella?
- ¿Es sobre Georgia?- Ky pregunta y frunce el ceño.
- Chicos, ¿no pueden simplemente dejarlo? Estoy tratando de ver una pel-
- Solo tienes que respondernos.- Ambos dicen.
- No, no lo haré.- Respondo de mala gana.
- ¿Algo le paso a Emily?- Ky pregunta apresuradamente y preocupado.
- No.-
- ¡Ya se!- Jake grita. - ¡Acabas de enterarte de que tienes una ETS!- (Enfermedad de Transmisión Sexual)
Y después de decir aquello nos quedamos callados, procesando lo que acaba de decir Jake.
- ¿Qué mierda?- Ky mira a Jake con el ceño fruncido.
Jake levanta las manos como defensa propia, - Solo era una sugerencia.-
Pasan unos segundos y seguimos mirándonos raro, ¿Qué tipo de pregunta es esa?
-No, no tengo una ETS.- Digo riendo.
-Entonces... ¿Es por una chica?- Ky pregunta y entrecierra de más los ojos al hacerlo.
Pero yo no tengo nada que decir, porque sí, se trata de una chica. Una chica que pensé que no era mi tipo.
-No es Lea, ¿verdad?- Jake dice y me mira como si estuviera estudiando mi reacción.
Silencio.
Y más silencio.
Gracias a Dios el televisor esta encendido, de lo contrario el silencio hubiera sido horrible e incómodo.
-¿Qué demonios has hecho?- Ky dice, su expresión es una mezcla entre preocupación y decepción, como si supiera lo que hice.
Gilipollas... Lea tenía razón al ponerme así, no hay mejor palabra que me describa.
Total y absolutamente avergonzado, levanto la mirada y veo a Ky por una fracción de segundo, para después dejar caer mi cabeza y mirar la alfombra. Por unos minutos mi mirada se quedó pegada en la alfombra, observé su diseño de color rojo y naranja, que crean un zigzag. Acerco una de mis manos a mi cara y froto mi ojo derecho, quito mi mano y la dejo caer en el sofá. Levanto la mirada y me encuentro con los ojos curiosos de Jake y Ky.
No falta mucho para que ellos se den cuenta.
- Tengo que hacer los deberes.- Digo sin rodeos, antes de pararme del sofá y comenzar a caminar hacia la puerta.
Solo les toma un par de segundos reaccionar, Jake es el primero en acercarse a mi, Ky se encuentra detrás suyo.
- Los deberes mi culo. Siéntate.- Dice Jake, me toma del cuello de la camisa y me arrastra hasta tirarme en el sillón.
Solo te diré que no deberías de meterte con Jake, no físicamente. Porque el boxea, y cuando digo box, quiero decir que él ha ganado campeonatos nacionales, sí el tío es feroz y salvaje.
- Ahora cállate y habla.- Él dice y se inclina ligeramente hacia mí.
Me acomodo en el sofá e inclino mi cabeza en el respaldo, y siento escalofríos correr por mi cuerpo al sentir la tela del sofá en mi cuello. Me río al darme cuenta de lo que ha dicho Jake.
- ¿Qué debo hacer, callar o hablar? Lo pregunto por qué no entendí tu intimidante orden.- Respondo sin mirarlos. Ky ahora se unió a Jake en su fase de intimidante-bad-boy.
Ambos se ciernen sobre mí, están hambrientos como cualquier chica chismosa por saber lo que paso.
- Sabes lo que significa, ahora, responde. ¿Qué has hecho?- Ky habla, su rostro refleja seriedad (como si fuera mi papá).
En este momento, Ky puede hacer el papel de un padre y Jake el del hermano mayor cotilla e intimidante. Ambos quieren saber, y es como si su vida dependiera de ello. ¿Por qué siempre quieres saber lo que hago o no hago?
-¿Saben que si yo quisiera contarles ya habría abierto mi boca y les hubiera dicho?- Cierro los ojos e inhalo profundamente. – Ahora, salgan de mi camino.- Abro de nuevo los ojos, me levanto del sofá y los empujo.
Me las arreglo para llegar hasta la puerta de madera, extiendo la mano para agarrar el mango, sin embargo, me detengo o al oír lo que dice Ky.
-Bien, si tú no nos quieres decir iremos con Lea. Estoy seguro de que ella felizmente nos dirá lo que está pasando, te diré algo, creo que le gusto. Tal vez y aprovecho eso para que me diga lo que pasa. Ella confiara en mí porque creo que le gusto.- Dice Ky.
Él sabe exactamente lo que está haciendo. Está tratando de darme celos. Él trata de hacer que diga algo, y me conoce demasiado bien.
-Vete a la mierda Ky, ella no te quiere ni le gustas. A ella no le gusta ninguno de nosotros. Está enojada por eso.- Miento y me volteo a mirarlos.
Yo no creo que le guste y no creo que le guste alguno de nosotros. Pero esa no es la razón por la que esta enojada. Ky se ríe al escuchar mi respuesta y sé que acabo de cometer un error.
La bese.
No debí de haberla besado.
No lo digo por que no haya querido, pero antes de besarla le había mandado un mensaje a Georgia, y ya sabía que ella vendría. Pero aun así la engañe, y ya le había prometido que no lo haría de nuevo.
Eres patético, River.
Mira lo que has hecho, has dejado que se meta en tu cabeza.
Tres días, solo tres días y ella ya se ha metido en mi cabeza.
Ky ahora sonríe con satisfacción, sabiendo que ahora tiene mi atención. Y de nuevo, el me pregunta: - River, ¿qué has hecho?-
Lo miro y mantengo la mirada puesta en él por unos segundos, me volteo a Jake. Jake tiene los brazos cruzados sobre su pecho, esta haciendo su típica pose intimidante. Él esta impaciente por que suelte la sopa. Miro de nuevo Ky y me regreso al sillón. Me siento y recuesto la cabeza por tercera vez en el respaldo, y de muy mala gana hablo.
- La bese.-
LEA'S POV
- ¡Lea! ¡Una amiga tuya está en la puerta!- Miro la puerta, me levanto de la cama y me arrastro por el suelo hasta llegar a la puerta.
Gracias Dios. Necesito a Marissa.
Aunque prefiera quedarme acostada y con la mirada puesta en el techo lo que queda de la tarde en la gigantesca cama de la habitación (que es lo que he estado haciendo desde ayer, ya que no quiero salir por la pelea que tuve con River) Pero bueno, yo necesito hablar con alguien, y no hay mejor persona que Marissa, mi mejor amiga. Solo quiero que me consuele un poco. Necesito que alguien me diga que yo no soy la puta de nadie.
Jaja, si claro, tu no eres una puta... ¡Pff! Tú más que nadie sabe lo que has hecho y ya no hay vuelta atrás.
Resoplo al saber que mi conciencia está diciendo la pura verdad, eso es lo irritante. Doy un paso hacia el frente y así sigo hasta llegar a la puerta de la habitación, siento como si tuviera amarrada a mis tobillos un costal de piedras. Al llegar hasta la manija de la puerta estiro mi brazo y la abro con pereza, pero solo la abro un poco. Asegurándome de que no hay nadie en el pasillo, salgo de la habitación. Uff, nada de testosterona para hoy, por favor.
Avanzo por el pasillo y trato de caminar lo más rápido que puedo, ya que el piso esta heladísimo. Maldigo por lo bajo y llego a las escaleras. Desde donde me encuentro puedo ver a Marissa de pie en medio del pasillo con mi madre y Brenda haciéndole compañía. Ellas se encuentran hablando pero noto que Marissa está metida en sus pensamientos y observa con asombro cada mueble de la gigantesca casa. Sus ojos inspeccionan todo el lugar, después deja de mirar la sala y voltea a las escaleras.
Ella sonríe.
- ¡Lea!-
- Hey Marissa.- Respondo para nada entusiasta. – Vamos arriba.-
- Marissa, si quieres puedes quedarte a cenar con nosotros. Serviremos en aproximadamente una hora.- Brenda le dice con una sonrisa sincera.
- Oh, muchísimas gracias, pero no me gustaría causar molestias.- Marissa le responde cortésmente, sonriendo.
- No, no. ¡Sería un placer! Pero bajen a tiempo, si la comida se enfría sabe mal.- Brenda le dice sonriendo, luego se da la vuelta y camina hacia la cocina, mi madre la sigue por el pasillo (Creo que ellas serán buenas amigas).
Yo sé que Brenda no es la madre biológica de River, pero la sonrisa de ella y la de él con idénticas. Tal vez él aprendió a sonreír así gracias a ella.
No pienses en él. No pienses en él.
Genial, fantástico. Ahora lo tengo pegado como un chicle en mi cabeza. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? Ah, ya se la respuesta. Es por que todo lo que pienso me lleva a hacer una extraña comparación con él. Todo me recuerda a él.
- Vamos, sube conmigo.- Le digo a Marissa que observa embobada la casa.
- ¡Yo sabía que River tenía dinero! Pero no que era multimillonario!- Ella chilla al tocar el barandal de la escalera, lo acaricia con demasiada delicadeza.
- Baja la voz.- Rio, - Pero que te puedo decir, yo pensé lo mismo cuando entre en esta casona.- Le digo y observo la decoración de la casa, juro que lo podrías llegar a confundirla con un museo por su decoración islámica y por todos esos muebles antiguos que hay.
- Su madre se ve que es muy buena gente, ¿Por qué él es un idiota?- Ella susurra amargamente, y pisa el suelo de la segunda planta.
Sigo caminando y escucho sus pasos, sé que ella me esta siguiendo.
Me entraron unas tremendas ganas de decirle que ellos no se relacionaban en nada, pero recordé que River me pidió de favor que le guardara el secreto, y me dejo muy claro que ni siquiera Marissa podía saberlo. Y yo nunca rompo mis promesas, sin importar lo que haya pasado entre él y yo.
- No lo se.- Murmuro y miro hacia otro lado.
Ella ya ha llegado hasta mi lado derecho. Puedo sentir su mirada en mí, creo que ella sabe que le estoy ocultando algo. Y vaya que oculto demasiadas cosas.
...
Ninguna de las dos habla en el trayecto a la habitación. Empujo la puerta y entro, esperando que Marissa también entre, sin embargo, ella se detiene en el marco de la puerta y no hace ningún esfuerzo por entrar. La expresión de su rostro refleja asombro y emoción, su mandíbula se encuentra abierta y forma una O con sus labios.
- Vamos, entra... - Le digo pero no soy capaz de ocultar la diversión en mi tono de voz.
Marissa siempre sabe cómo hacerme reír, incluso si ella no lo intenta.
Después de unos segundos sin respuesta alguna de La-paralizada-Marissa, estiro mi brazo y la tomo de su codo, empujándola hacia adentro. Una vez que ya he cerrado la puerta de color blanco con pestillo, me giro y miro a Marissa. Y noto que no se encuentra en donde la deje, ahora esta viendo el baño.
- Mierda. Este espejo es enorme.- Dice una vez que entro en el baño.
Las dos miramos nuestros reflejos en el espejo que cubre toda la pared. Y concuerdo con Marissa, es un espejo muy grande. Es la primera vez que me veo en un espejo desde ayer, y te puedo decir que me veo horrible, tanto así que estoy irreconocible. Para empezar, tengo ojeras grandes y oscuras. Parece como si no hubiera dormido desde hace una semana. Mi cabello se encuentra sujetado en un moño desordenado que cae ligeramente hacia la derecha. Mi piel se ve pálida y seca ya que todas las cremas hidratantes se encuentran entre los escombros de mi demolida casa.
¿Necesito más excusas para estar deprimida?
Oh, por favor no lo olvides. No tienes nada de ropa.
La voz de mi conciencia me recuerda.
- Mierda... ¿trajiste algún cambio para mí?- Le pregunto a Marissa preocupada.
En mi interior me encuentro rezando, ojala y ella si haya traído ropa para mí. No quiero ir a la escuela en pijama, mi estatus social ya es muy bajo como para suicidarme socialmente otra vez.
- ¡Oh sí! No te preocupes. Está en el coche, tuviste suerte porque me acorde antes de irme de casa.- Ella sonríe al presumirme que no es tan olvidadiza como cierta persona que conozco muy bien.
- ¡Oh, gracia a Dios! ¡Muchas gracias Marissa!- Exclamo felizmente y envuelvo a mi amiga en un gran abrazo de oso. – Pero definitivamente tenemos que ir de compras en uno de estos días, no podré estar usando tu ropa siempre.- Digo y la aprieto un poco más.
- Uh... ok... okey... podrías... soltarme... no puedo respirar.- Ella habla entrecortadamente debido a la falta de aire.
- Lo siento, es que... bueno es que finalmente escucho algo bueno. Estos días todo ha sido horrible.- Le digo y la suelto. Pongo mis brazos a cada lado y juego con el dobladillo del short.
- Lo siento. Debe de ser duro pasar por todo lo que tu estas pasando, y luego también súmale los problemas que tienes con ''cierto chico''.- Ella dice y hace comillas con los dedos al hablar.
Y lo dijo.
- No sé de qué estás hablando.- Digo la típica respuesta cliché que dicen los chicos y chicas que no quieren hablar acerca de algo en especial.
Sin esperar respuesta alguna, salgo del baño que hay en la habitación y camino hacia la desordenada cama, Dios, en la cama hay como una especie de poso que fue formado por mi cuerpo. Después de todo, me la he pasado ahí desde ayer.
Eres patética, Lea.
Todo esto, toda esta depresión y tristeza, es ¿por un chico?
Y lo peor es que no puedo hablar acerca de esto con Marissa.
- Por supuesto que sabes de que estoy hablando. No soy una estúpida, puede que sea una loca, pero no soy estúpida.- Marissa dice y me sigue.
Al mismo tiempo, las dos nos dejamos caer en la cama, provocando que se hundiese un poco debido al peso de las dos. Ella juega con el edredón; sus ojos observan con atención el hilo que horma figuras en este.
- Yo sé que no es asunto mío, pero que es lo que está pasando entre tu, alias la chica normal, y el gilipollas?- Ella deja de mirar el edredón y me mira confundida.
Sonrió a medias, incluso utilizamos el mismo apodo para referirnos a River. Gilipollas.
Suspiro y miro por la ventana del balcón que hay a mi lado izquierdo. El sol se está metiendo, dejando una hermosa mezcla entre los colores rosa, naranja y celeste. A esta misma hora pero ayer, yo me encontraba en la habitación extrañamente ordenada de River.
- No se.- Respondo y miro los árboles verdes que hay delante del patio, son como una especie de línea que separa el bosque de la casa.
Quiero decirle a Marissa que ayer River me beso, pero no soy capaz. Quiero decirle que soy una puta por besar a un chico con novia, pero no le diré. Quiero decirle cada una de las cosas que me dijo River, pero no puedo.
No puedo simplemente decirle que River me llevo a un hospital porque ella me preguntaría que hacíamos ahí, y esa es otra promesa que le hice a River. En fin. No puedo decirle nada.
Gilipollas.
- No puedes decir que no lo sabes, no quieres hablar de ello, está bien.- Ella dice y me hace reír de nuevo.
- No.- Me reí entre dientes, - Es solo que ahora no quiero hablar de eso.-
- Eso es suficiente, está bien.- Ella dice y levanta las manos como si yo fuese la policía.
- Vamos a hablar de otra cosa, por favor. No quiero pensar en eso.- Suspiro y me tumbo en la cama boca arriba, levanto un poco la cabeza y miro a Marissa.
Ella siempre sabe cómo animarme.
- Está bien. Mmm... ¿tú sabes que mañana todo el mundo estará hablando acerca de ti? Me refiero a los de la escuela.- Ella me recuerda y si, mañana es lunes, a la mierda mi vida.
Gracias Marissa, haces muy buen trabajo en eso de tratar de subir mi ánimo y de no tirarlo por la ventana.
- Hmnh.- Murmuro, mirando hacia el techo de la habitación.
Creo que ella ya se dio cuenta de que no estoy interesada en este tipo de comentarios, así que, después de un momento de silencio, cambia el tema.
- Ky fue muy dulce conmigo el viernes pasado, se aseguró de que llegara sana y salva a mi casa.- Ella dice en voz baja, la miro y noto que sus mejillas se han puesto rojas.
- ¡No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no!- Grito fuertemente y me siento verticalmente.
- ¿Qué?- Ella me pregunta inocentemente.
- No te puede gustar Ky, él no puede gustarte.- Le digo sin pensar.
Lea, ¿tú quién eres para decirle quien le puede gustar y quién no?
Me muerdo el labio, dándome cuenta de lo que acabo de decir, a Marissa le puede gustar quien sea.
- Lea, él no me cae bien.- Ella ríe y me mira como si tuviese dos cabezas, - Solo quería decirte que aunque los tres sean unos gilipollas, River, Ky y Jake. Creo que Ky es como... mejor que los otros dos.- Ella dice y suspiro aliviada.
- Oh...- Le digo y nuevamente suspiro.
- Espera... ¿Por qué no quieres que me guste Ky? Pregunta su ceja derecha se alza ligeramente.
- Yo... no lo sé. Simplemente no quiero, pero no sé por qué.-
Ella tiene razón; Ky, a diferencia del otro par de idiotas, es normal. Él es un poco más sensible y simpático. Todavía recuerdo lo que me dijo en el pasillo, justo antes de ir con el capullo de River, antes de ir a ''almorzar'' con él. Recuerdo que fue muy amable y para nada idiota.
- Bueno, de todos modos no tienes nada de qué preocuparte por que él no me interesa. La escuela es primero y no necesito que un chico me distraiga.- Ella concluye y sonríe en mi dirección.
Ella siempre está feliz, ojala yo siempre estuviera como ella.
Por el rabillo de ojo, veo que algo se mueve en el jardín trasero de los Parker. Automáticamente, mis ojos se mueven por el jardín y observo cada una de las plantas, solo para encontrarme con unas personas debajo de los árboles. Me centro más en una persona, que es la que sale primero. Ky sale sobándose el cutis, seguido de Jake, quien parece estar sacudiéndose algo de las manos, probablemente la tierra. Luego, por último, River sale debajo de unas ramas, sus manos están metidas en sus bolsillos y sus ojos miran al suelo mientras camina.
- ¿De dónde vienen?- Marissa mira en la misma dirección que yo, ella observa cada uno de sus movimientos. Igual yo.
Lo más probable es que vengan de la cabaña.
- No se.- Le digo sin dejar de mirar a River, él solo sigue caminando con la mirada puesta en el suelo.
Entonces, inesperadamente, él levanta la cabeza y mira hacia el balcón de la habitación en la que estamos, mira ''mi habitación''. Sigue mirando mi habitación hasta quedar fuera de mi vista, yo se que él no pudo haberme visto, ya que él está demasiado lejos y ya está muy oscuro, pero seguramente y si escucho los fuertes latidos de mi corazón. Pienso que a juzgar por la expresión de su rostro, tal vez, solo tal vez, él se siente igual que yo.
Espero y él se sienta culpable, igual o unas cien veces peor.
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DianaIssabel.