-Yo no entiendo que está pasando aquí –Dijo Aida muy confundida al mirar la escena donde su mejor amiga quién estaba muy ebria de repente volvió a la cordura, también su esposa estaba muy ebria y no paraba de reírse, mientras que su gran amiga Paula resulta ser amiga de su mejor amiga también y una chica que la acompaña parecía que hubiese visto un fantasma.
-Calle –Dijo María José mientras tragaba en seco. La música sonaba, pero ella no escuchaba nada, toda la intensidad del momento consumía sus pensamientos y borraba inmediatamente cualquier cosa que estuviera pasando a su alrededor.
-¿Eres amiga de Poché? –Preguntó Paula, con el ceño fruncido, a su amiga Aida.
-Poché es mi mejor amiga –Admitió Aida mirando fijamente a Paula y adoptando el nuevo apodo de María José a su vocabulario.
-Dani –Dijo Paula al ver que su mejor amiga estaba pálida de ver a María José –Ella es Dulceida –Añadió, presentándolas por primera vez.
-H... Hola –Respondió Daniela con la voz quebrada; siempre había admirado la carrera de Dulceida y siempre había esperado en conocerla, justo cuando estaba pasando resulta que su ex también estaba ahí, su ex que hizo automáticamente que Dulceida ya no fuera su centro de atención.
-Y ella es Alba... la esposa de Aida, pero eso tú ya lo sabes –Confesó Paula un poco nerviosa también, en la mente de la rubia pasaban muchos pensamientos, y todos eran acerca de lo mucho que le iba a costar a Daniela superar esa noche.
-Yo soy Alba señorita –Respondió Alba ebria, sin parar de sonreír
-Hola –Respondió Daniela con una media sonrisa
-Y pues... ya conoces a Poché –Fue lo único que pudo decir Paula para no hacer más incómodo el momento.
Dulceida aún seguía con el ceño fruncido, su mente dando vueltas con muchas preguntas y su confusión era obvia
-Ella es... ella es Daniela Calle –Se pronunció Paula e inmediatamente todas las dudas que tenía Aida se aclararon mágicamente, su boca se abrió en sorpresa, no se esperaba que ella fuese la ex novia de su mejor amiga, ahora lo entendía todo.
-Mucho gusto Daniela –Respondió Aida ocultando su obvia sorpresa.
-Dani y yo iremos a hablar con uno de nuestros diseñadores que se encuentra en la fiesta –Dijo Paula inmediatamente después de presentarlas, era obvio que necesitaba sacar a Daniela de esa escena incómoda lo más pronto posible –¿Dani? –
-Si... si –Respondió Daniela por inercia –Fue un placer conocerlas –
-Nos vemos ahorita –Añadió Paula antes de tomar el brazo de su mejor amiga y retirarse
Aida, Alba y María José miraron a ambas chicas perderse entre la multitud, ninguna decía ni una palabra, el momento que había pasado nadie se lo esperaba, por lo tanto, ninguna sabía que decir; la música sonaba de fondo mientras las demás personas bailaban alrededor de ellas, María José miró al techo mientras suspiraba.
-Eso fue incómodo –Pronunció Alba después de un par de minutos de estar todas en silencio.
-Necesito más vodka –Dijo María José abandonando a sus amigas para irse a la barra de las bebidas
-¡No! –Gritó Aida antes de perseguir a su mejor amiga por toda la multitud, por otra parte, Alba se quedó bailando sola y ebria. –¡María José! –Continuó gritando, pero su mejor amiga no le hacía caso.
María José continuaba caminando, sabía que Dulceida venía detrás, tratando de hablar del tema, sin embargo, no quería pronunciarse al respecto.
- ¡Poché! –Gritó Aida esta vez y su mejor amiga la volteó a mirar.
-¡Déjame! –Respondió María José, ya había llegado a la barra.
-Hola señorita, ¿Qué desea beber? –Preguntó el bartender con una enorme sonrisa, la cual era fingida por supuesto, tenía más de 4 horas de estar trabajando y preparando bebidas a personas que ni siquiera agradecían.
-Necesito vodka –Dijo María José en un tono de desesperación –Todo el vodka que tenga –
-No puedes ocultar tus problemas en el alcohol –Interrumpió Aida, sentándose junto a su mejor amiga
-No puedo creer que esté aquí –Admitió la más pequeña en un suspiro –Es que me bajó todo el alcohol que tenía en mi organismo –
-Lo sé –Admitió Aida mirando a su mejor amiga con tristeza –Se notó –
-Aquí tiene señorita –Interrumpió el bartender, entregándole a María José un trago de vodka.
-¿Sabe qué? –Respondió la chica desesperada –Deme toda la botella y no lo molesto más –
-¿Está segura? –Preguntó el chico al ver el estado de desesperación.
-Que si ¡Démela! –Contestó María José molesta.
-Pensé que Daniela Calle era más guapa –Admitió Aida confundida, María José había agarrado la botella y comenzado a beber desde esta. –Quizá necesites una copa o un vasito... ¿algo? –
-Puedo beber desde la botella Aida, gracias –Respondió María José molesta
-Como te estaba diciendo... Pensé que Daniela Calle era más guap... -
-Ya te había escuchado Aida –Interrumpió la más pequeña, Aida miró al suelo –Ya sé –Suspiró –Yo también creí verla mejor hace unos días cuando la encontré cantando en mi fiesta de compromiso –
-Estaba muy maquillada tal vez... -Dijo Aida, su mirada de lástima enfocada en su mejor amiga
-Te juro que Daniela Calle es preciosa –Confesó María José en un suspiro, antes de darle otro sorbo a la botella –Es obvio que algo le está pasando –
-Es que... si es linda pero cuando tú me la enseñaste en fotos lucía como una diosa griega –Admitió Dulceida, intentando ser lo más honesta y cuidadosa posible, sabía que el tema de Daniela era delicado para su mejor amiga.
-Ya te dije que ella es preciosa, pero algo le sucede –Confesó María José bebiendo de nuevo –Me entra la curiosidad por saber qué le pasa –
-Hazte un favor y deja de beber, Poché –Admitió Aida mirando a su amiga beber el Vodka como si fuese agua –Aquí está tu ex y muchas personas famosas, no vayas a querer dar una mala reputación –
-No me digas que hacer –Contestó María José molesta, antes de levantarse de la silla –Mejor vete a cuidar a Alba –
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- ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? –Preguntó Daniela con ironía a su mejor amiga.
Ambas se encontraban en una de las zonas verdes del enorme lugar, Paula sabía que seguir hablando con Aida mientras su mejor amiga y María José estaban en el mismo lugar no era lo indicado.
-Créeme que si yo supiera ya te hubiera dicho, amiga –Confesó la rubia en un suspiro mientras miraba el celular
-Tal vez el destino me odia –Dijo Daniela llevando ambas manos a su cara –Tal vez le hice mucho daño a alguien en otra vida y en esta el karma se está vengando de mí y... –
-No digas esas cosas –Interrumpió Paula, llevando su brazo alrededor de su mejor amiga –Quizá sea al revés –
-Pau... -
-Quizá el destino te está poniendo estas situaciones en tu vida porque son necesarias para lo siguiente que te va a pasar –Continuó hablando la rubia con una sonrisa, sabía que si hacía eso iba a animar a Daniela –Y estoy segura de que lo siguiente que te va a pasar en la vida va a ser algo muy positivo –
-Necesito alcohol –Confesó Daniela con frustración
-No te voy a dejar probar ni una sola gota de alcohol –Dijo Paula con autoridad –No tienes el mejor pasado con el alcohol y lo sabes –
-Pau, pero... -
-Nada, Dani –Pronunció Paula mientras seguía en su teléfono, Daniela rodó los ojos
-¿Qué tanto haces? –Preguntó Daniela al ver que su mejor amiga no dejaba el celular
-Pido un Uber –Respondió la rubia sin apartar la mirada
-¡No lo hagas! –Dijo Daniela de inmediato –Es tú gran fiesta, no nos vamos a ir por una ex –
-Si tenemos que irnos, Dani –Admitió Paula mirando a su mejor amiga, estaba siendo muy honesta, no quería ver a Daniela sufriendo más
-Yo la estoy pasando bien –Confesó Calle con una sonrisa, obviamente fingida –Quiero pasarla mejor, y sabes que si nos vamos ya pasaré en el departamento muy triste –
-Dani... -
-Pau, en serio –Insistió Daniela, con su mirada que tanto usaba cuando pedía algún favor
-¡De acuerdo! –Exclamó la rubia en un suspiro –Pero ni se te ocurra alejarte de mí o acercarte a María José Garzón, ¿me entendiste? –
-Si, Pau, promesa –Contestó Daniela con una sonrisa. Ambas chicas entraron a la fiesta de nuevo.
Pasaba que Daniela sabía cuán importante era esto para Paula, sabía que su mejor amiga estaba pasándola muy bien y necesitaba conocer muchos diseñadores o marcas más; Daniela se estaba sintiendo muy mal, pero tenía que fingir una sonrisa por su mejor amiga.
-¿Versace? –
-No –
-¡Claro que si! Esa pasarela fue hace seis meses –
-Fue el año pasado cuando ocurrió eso –
-No, fue seis meses atrás –
Paula hablaba con sus amigas quienes también eran modelos, tenían casi una hora de estar discutiendo que había pasado en cuales de las muchas pasarelas que siempre hacían juntas. Daniela estaba bailando incómoda mientras bebía de un ponche de frutas que extrañamente había en una fiesta como esas; la música que el DJ reproducía no era la mejor, sin embargo, no quería sentarse y parecer aburrida, sabía que si lo hacía Paula en cualquier momento se iba a querer ir, y eso no era lo que Daniela quería para su mejor amiga.
- ¿Acaso tú no hablas de moda? –Interrumpió un chico, acercándose a Calle
-No soy modelo –Admitió Daniela mirando al chico de abajo hacia arriba, tenía un outfit bastante elegante y sus ojos eran de un azul intenso –Pero al parecer tú si –
-Soy Ethan –Contestó el chico de ojos azules, con una sonrisa y su mano extendida, esperando por ser estrechada por Calle.
-Soy Daniela –Respondió la chica después de varios minutos sin captar que estaba esperando con su brazo extendido
-Daniela –Repitió Ethan con una sonrisa –Lindo nombre –
-Gracias –
-¿Qué haces tú aquí? –Preguntó el chico sin apartar la mirada de los labios de Calle
-Mi mejor amiga si es modelo –Respondió Daniela un poco nerviosa
-¿Quién es? –
-Paula –Dijo Daniela, volteándose para señalar a la rubia; el chico de ojos lindos simplemente aprovechó que Daniela se volteó para mirarle el trasero –Aquella de allá –
-Ya veo –Admitió Ethan pícaramente –No la conozco –
-Ella es modelo, muy reconocida, por cierto, deberías de... -
-¿Quieres ir a otro lugar? –Interrumpió Ethan con esa pregunta
-Es que... estoy con... -Volteó a mirar a su mejor amiga, pero Paula estaba demasiado ida hablando de moda con sus amigos –Si, claro –
-Muy bien, entonces vamos –Dijo Ethan con una media sonrisa, antes de tomar la mano de Daniela
Ambos chicos se dirigieron afuera del lugar, otra de las zonas verdes de la enorme propiedad donde se realizaba la fiesta
-¿A qué te dedicas, Daniela? –Preguntó Ethan mientras caminaban de la mano
-Soy actriz, y bailarina –Admitió Daniela sonriente, no sabía quién era ese chico, pero extrañamente había logrado sacar a Poché de su mente –¿Y tú? –
-Ya te dije que soy modelo –Respondió el chico de los ojos azules riendo al ver lo distraída que era Daniela
-Perdón –Rio Daniela también –Puedo ser muy torpe a veces –
-Descuida –Contestó Ethan –Sentémonos aquí, ¿te parece? –
-Si –
-¿Quieres beber algo? –Preguntó el chico sacando una petaca con licor
-No debería –Dijo Daniela con honestidad
-De acuerdo –Contestó Ethan antes de él darle un sorbo a la petaca –Eres Colombiana –
-Si –
-No era una pregunta –Añadió Ethan con su mirada misteriosa –Ya lo había notado, por tu acento –
-¿Has visitado Colombia? –Preguntó Calle antes de sentir los labios de Ethan en su cuello, haciéndola estremecerse de la sorpresa
-Como cinco veces he ido –Respondió el chico antes de continuar depositando besos en el cuello de Daniela.
-Oye –Pronunció Calle al sentir la mano del tipo acariciar su pierna
-Dime –
-No creo que deberíam... -
-Shhh –Dijo, interrumpiéndola antes de besar su boca; Daniela ya estaba muy incómoda y quería regresar adentro con su mejor amiga
-Ethan... -El tipo continuó besándola, luego su cuello y la mano empezó a subir de su pierna al busto de Calle
-Sabes que no quieres que pare –Respondió el tipo antes de sentir un golpe en la cabeza –¿Qué demonios? –Preguntó sorprendido y muy molesto, antes de volverse y mirar a una chica
-¡Victoria! –Exclamó Daniela antes de correr a abrazarla
-Eres un pervertido –Dijo Victoria a Ethan quién estaba frotando su cabeza del fuerte golpe que le había dado la chica –Vámonos Dani –
-¿Qué haces aquí? –Preguntó Daniela mientras caminaba junto a Victoria
-Paula me invitó, ¿recuerdas? –Confesó la chica un poco molesta
-Perdón por no avisarte que venía –Dijo Daniela arrepentida
-No te preocupes, al menos me hubieras mentido –
-Vic, en serio no tenía ganas de venir, estaba muy deprimida y si estoy aquí es porque Paula significa mucho para mí y... -
-No tienes que darme explicaciones –Interrumpió Victoria molesta –Solo prométeme que la próxima vez no te vas a dejar influir por cualquier idiota que encuentres en una fiesta –
-No sé qué estaba pensando –Admitió Daniela arrepentida, tomó la mano de Victoria
-Pues yo si sé que estaba pensando él –Contestó la otra chica –Y créeme que no era nada lindo –
-¡Daniela! –Gritó Paula, antes de correr preocupada a abrazar a su mejor amiga –¿Dónde estabas? –
-Tomando aire –Mintió Daniela, Victoria soltó su mano
-Adiós –Se despidió la otra chica, pero Daniela no quería que se marchara
-Pau, espera –Pidió Daniela mientras perseguía a Victoria –¡Vic! ¡Oye! –
- ¿Qué? –Preguntó Victoria después de haber caminado por varios minutos, Daniela tomó su cara y plantó un beso
-Gracias por salvarme de ese tipo –Admitió Calle pero Victoria rodó los ojos y siguió caminando
- ¿Sabes? Yo también te hubiera salvado –Interrumpió una voz conocida, Daniela se volteó y ahí estaba María José, sentada en unas pequeñas escaleras con una botella de Vodka, después se puso de pie y empezó a caminar hacia ella –Te hubiera salvado si tan solo tú no me hubieras abandonado en Bogotá –
*FLASHBACK*
-Dani –Dijo Melissa con uno de los teléfonos de la casa en mano –Poché te está llamando –
Daniela miró a Melissa con preocupación, antes de tomar el teléfono y cortar la llamada
-¡Pero era Poché! –Exclamó Melissa confundida –¿Por qué le cortaste? –
-Ya sé que era Poché –Confesó Daniela llevando una de sus manos a su cabello –Estoy evitándola a toda costa –
-Pensé que ya se habían arreglado –Dijo Melissa frunciendo el ceño.
-Si –
-¿Entonces? –Preguntó la mujer mayor.
-Como que andas de preguntoncita hoy ¿verdad? –Respondió Calle rodando los ojos, Melissa se sorprendió ante la respuesta.
-¿Pasa algo? –Preguntó de nuevo Melissa; había trabajado muchos años para los Calle, sabía que algo le pasaba a Daniela.
-Meli –Dijo Daniela en un suspiro, antes de ir a uno de los sofás y cubrir su cara con sus manos
-Dani, sabes que puedes decirme lo que sea ¿cierto? –Admitió la chica mayor preocupada al ver a Daniela así –Puede que yo sea la cocinera de tu casa, pero también soy tu amiga –
-Vienen tres de los directores de la universidad de California –Confesó Calle suspirando –Estoy matriculada en esa universidad, no sé por qué –Melissa frunció el ceño, estaba confundida y no sabía a donde quería llegar Daniela
-Ha de ser un error lo de tu matrícula –Opinó Melissa mirando a Daniela
-El problema aquí es... -Empezó a decir, sin embargo, no le salían las palabras
-Dime, confía en mi –
-Le prometí a Poché que no iba a asistir a esa universidad –Admitió Calle mirando a Melissa en busca de respuestas –¿Cómo les digo a los directores que no fui yo quién matriculó? –
-Es fácil, Dani –Dijo Melissa acomodándose en el sofá –Ellos lo que quieren es tu dinero, diles que fue un error o que ya cambiaste de opinión –Añadió acomodando el cabello de Daniela detrás de la oreja, después hubo un silencio –Algo me dice que ese no es el problema... ¿verdad? –
-Estoy preocupada –Confesó la morena con total honestidad –¿Qué pasa si digo que no a esa universidad por amor y después por alguna razón termino mi relación con Poché? O ¿Qué pasa si me voy a la universidad y por eso termino con el amor de mi vida? Meli yo no sé qué hacer –
-Entonces si quieres ir a estudiar ahí –Dijo Melissa como una afirmación
-Si –
-¡Wow! –Exclamó la chica mayor –Eso si es algo complicado, Dani –
-Ni me digas –Dijo Calle en un suspiro, su desesperación era obvia
-¿Poché te dijo que no fueras a la universidad? –Preguntó Melissa después de un silencio
-Ambas lo decidimos así –Aclaró Daniela, recordando el momento en que hablaron eso
-Entiendo... -
-Necesito un consejo Meli –Dijo Daniela desesperada –Por favor, tú eres como quince años mayor que yo, tú debes saber de la vida mejor que yo –
-No quiero influir en tus decisiones, Dani –Admitió Melissa, pero Calle hizo un puchero –Es que después de doy un consejo y te sale mal, luego creerás que fue mi culpa –
-Prometo no culparte –Dijo Calle con honestidad –Es que ni siquiera había pensado en culparte –
-Ok mira –Dijo la chica mayor acomodándose en el sofá para mirar mejor a Daniela –No es un consejo lo que te voy a dar, pero es mi historia de vida y tal vez ahí encuentres algo de motivación –
-Dime –Dijo Daniela expectante
-¿Cómo empiezo? –Dijo Melissa nerviosa –Mmmm –Daniela la miraba esperanzada a encontrar una respuesta –Yo también tenía un sueño cuando era de tú edad –
-¿Cuál? –
-Pues en lugar de cocinar para un millonario, yo quería ser una millonaria y que me cocinaran a mí –Admitió Melissa antes de suspirar –Mis papás me pagaron la universidad, estaba estudiando derecho y era muy buena estudiante –Melissa se estaba poniendo sentimental y Calle podía notarlo –Era mi tercer año, y conocí a un chico, Armando Villegas, nunca olvidaré su nombre –
-¿Qué pasó con él? –Preguntó Daniela, concentrada
-Nos hicimos novios, y decidimos mudarnos y vivir juntos –Continuó Melissa con la historia –Era amor del bueno, te juro que nunca había estado tan enamorada de alguien como lo estuve de él –Una lágrima corrió por la mejilla de Melissa e inmediatamente la limpió –Un día de tantos lo encontré con una tipa en nuestra propia cama –
-¿Qué? –Dijo Calle sorprendida
-Si –Confesó Melissa mirando al suelo –Renuncié a mi sueño de ser la abogada más exitosa de Colombia por un tipo que creí amar y en realidad me arruinó la vida –Daniela tenía los ojos cristalinos al ver el sentimentalismo que tenía Melissa al contar esa historia –Y pues bueno, ahora trabajo para ustedes –
-Meli, ¿por qué nunca me contaste eso? –Preguntó Daniela antes de abrazar a su amiga
-Nunca se lo cuento a nadie, es muy humillante –Admitió Melissa en un suspiro, Daniela miró al suelo –Con esta historia no quiero decirte que Poché vaya a hacer lo mismo contigo, de hecho, considero a Poché como una hermanita mía... pero si tenías que saber como cometí el error más grande de mi vida –
-Meli... -
-Hay personas que renuncian a cosas, para estar con el amor de sus vidas y si resulta, de hecho, a veces es mejor quedarse con el amor –Continuaba diciendo Melissa –Pero sea cual sea tu decisión, Dani, quiero que estés muy segura y lo pienses muy bien –
Los ojos de Daniela estaban aún cristalinos, Melissa la había llenado de dudas, sin embargo, algo dentro de ella se vio identificada con esa historia
-Dani –Interrumpió Germán –Están aquí –Añadió, refiriéndose a los directores.
Horas más tarde Daniela se encontraba abriendo la puerta de su nuevo apartamento en California, aún no podía creer que tomara la decisión de dejar a Poché en Bogotá. Se sentía mal y quería llorar, sabía que era normal sentirse así los primeros días sin ella, pero también sabía que tenía que llamarla eventualmente y explicarle las cosas. Y Había algo que temía aún más: que todo se terminara.
Una llamada interrumpió sus pensamientos, muy asustada pensó que se trataba de Poché, sin embargo, miró su teléfono y era su padre
-Hola –Dijo contestando la llamada
-Hola amor, ¿ya estás ahí? –Preguntó Germán
-Si –Confesó Daniela en un suspiro
-Perfecto –Dijo su padre quién sabía que Daniela no se encontraba bien –Pronto llegarán unas personas a amueblar el departamento como tu quieras, y sabes que tienes tu tarjeta con todo el dinero que necesites –
-Papá –Interrumpió Daniela, sabía que su padre ocultaba algo –Por favor no me mientas, y dime que pasa –
-No me p... -
-Por favor, no me mientas –Suplicó la morena en la llamada, después escuchó un suspiro departe de su padre
-Poché llegó a buscarte hace una hora –Confesó Germán y las lágrimas caían en la mejilla de Daniela –Le dije que te fuiste –
*FIN DEL FLASHBACK*