Agita su té de hierbas con una pequeña cuchara y mira por la ventana. -¡¿Que?!. ¡Dime, que no me estás echando Scar!- sonaba la voz de Klaus como eco en su mente. Una horrible presión en su pecho hizo que varias lágrimas rodaran por sus mejillas. -No quiero seguir pensando...- limpia sus lágrimas y le da el primer sorbo a su taza. En eso escucha que alguién entra a la cocina. -Buenos días prima- saludó acercandose a ella. -Buenos días Elijah- respondió sonriendo un poco. Él se queda viéndole y nota sus pestañas un poco húmedas.
-La tristeza...cruel asesina del alma. Como lo es la ira, el odio, a veces...el amor- comentó el hombre mirando por una de las ventanas. La ojigris tensa traga saliva dificultuosamente. -¡Buenos días a los dos!- entraba Rebekah a la cocina sonriendo.
-Buenos días- respondieron los dos al unísono. -¡Que hermoso se ve el cielo sin nubes el día de hoy!- decía sentandose en uno de los taburetes frente a la barra de la cocina. Scarlette en silencio miró la taza, meditando en lo que le estaba pasando.
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En el despacho se sienta en el sofá con un vaso de bourbon en sus manos. Las imágenes del híbrido en su mente son incesantes.
Lágrimas ruedan por sus mejillas. Intenta bloquear el recuerdo de todo lo que pasó la noche anterior pero le resulta prácticamente imposible. Un dolor punzante en su pecho crecía y crecía sin poderlo controlar. De repente escucha a alguién entrar y limpia sus lágrimas rápidamente. Los pasos de la persona avanzan hasta el escritorio. Scarlette alza la vista y lo ve allí sirviéndose un poco de bourbon. Su ritmo cardíaco y su respiración parece van a estallar en cualquier momento. Abrumada suelta el vaso, se pone de pies y se va a su habitación.
Niklaus aprieta la mandíbula sin voltear a verla. Camina hacía la puerta y enojado lanza el vaso de cristal contra la pared.
La mujer camina de una lado para el otro en su habitación. Sin saber si llorar o salir corriendo a buscarlo. -No quiero sentirme así- pensó echándose a llorar. -...no debía de ser así. ¡Esto no se supone que pasara!- pensó y se detuvo frente a la abierta puerta del balcón. -¡¿Ahora quieres alejarte?!- preguntó enfadado. Scarlette nerviosa se limpia las lágrimas. -¿Que haces aquí?- preguntó la ojigris.
-¡¿...vas a ignorarme?!- preguntó aproximándose a ella lentamente. -¡Vete de aquí Klaus!- habló nerviosa en un tono de voz un poco alto. El hombre se desplazó de un lado a otro y por la espalda rodeó su cintura violentamente. -¡Sueltame Klaus!- dijo luchando por safarse de su agarre.
-¡No!- le dijo al oído de manera autoritaria. -No quieras fingir que nada de esto te importa, porque yo sé que si te importa- decía ansioso. -¡Dejame en paz!- gritó desesperada. -¡Yo sé que tú me quieres Scar!. ¡Lo sé porque tu cuerpo me lo confesó!. ¡Lo sé porque vi como temblabas!- decía apretandola aun más contra su cuerpo. La pelinegra poco a poco iba perdiendo fuerza. -¡Tus ojos también me lo confesaron...y tus labios!. ¡Aunque no quieras aceptarlo...es así!. ¡Sabes que tengo razón!. ¡Estoy en tu corazón, también estoy en tu mente y en cada pedazo de tu piel brujita!-
La joven bruja se detuvo y cerró sus ojos. Derramando varias lágrimas, iba perdiendose en el sonido de su voz. En eso el híbrido la hace girar y la pega de la pared salvajemente. Se apodera de su boca con un hambre voraz, contra su voluntad. La mujer intenta empujarlo pero Niklaus en un ágil movimiento aprisiona las manos de la chica contra la pared. Y con su cuerpo hace presión en ella para inmovilizarla. Scarlette poco a poco comienza a ceder a lo que el híbrido demandaba. Levantando las manos de su alma, se rindió ante él. Klaus baja la guardia y libera las manos de la pelinegra, seguido convierte el beso en uno lento, apasionado. Entragandose a ese beso rodea el cuello del ojiazul. Las manos del hombre viajan a las caderas de la chica. -Mejor es que sigas con el plan. Haces el hechizo para Mayte y te devuelvo tu preciado medallón. Y más vale que lo hagas. Voy a estar esperando tu llamada. Tik tok, tik tok el reloj avanza Scar- recordó lo último que Damon le había dicho en el baño del hotel la noche de la fiesta. -Tengo que parar. ¡Esto no puede continuar!- pensó y haciendo un esfuerzo sobrehumano, lo empujó para luego abofetearlo.
El híbrido sobó su mejilla y enojado da un puñetazo en la pared muy cerca de la cabeza de Scarlette. Golpe que hace esta se sobresalte. -¡Tú no vas a pulsar conmigo Scar!- dijo en voz alta apretando los dientes a solo varios centímetros del rostro de la mujer. Ella asustada veía como los ojos de este habían cambiado de su color azul celeste a un dorado intenso. La esclerótica de un blanco a un negro intenso y sus párpados inferiores llenos de sobresalientes capilares sanguíneos.
Niklaus percibiendo el miedo de Scarlette, hizo un esfuerzo por controlar su ira. -Puedes negar lo que sientes por mi, cuantas veces quieras. Anda corre busca a Kol o a quién te venga en gana. Intenta borrarme de ti...no vas a poder, no lo vas a lograr- habló esta vez sonriendo arrogante. -Eres mía y siempre lo serás. Te guste o no- susurró en el oído de la chica. Alocando aun más su pulso y su agitada respiración. Segundos después Scarlette abrió sus ojos pero él ya no estaba allí.
Impotente se echó a llorar, cayendo al suelo de rodillas. -No puedo pelear contra esto...- habló sollozando mientras tocaba su pecho. -¡Madre, padre ayudenme por favor!- decía meciendose un poco. -¿Scar?- escuchó y luego unos fuertes brazos le rodearon. Scarlette apoyó su cabeza de su hombro y lo abrazó llorando desconsoladamente. Detalle que destrozó el corazón del chico. -Ssshhhh tranquila, aquí estoy- decía este sobando la cabeza de la mujer. Minutos después la calma llegó a su atormentada alma. El hombre la aparta de él. -¿Que pasa?. ¿Por qué lloras?- preguntó preocupado.
-No me sentía bien. Es que extraño a mis padres- mintió. Él suspiró sin saber que decir. Luego Scarlette frunció el ceño al ver que el vampiro no le reclamaba por lo sucedido la noche anterior. -¿Kol dónde estabas anoche?- preguntó dejándose llevar por su intuición. El vampiro se tensa un poco. -Por ahí- respondió encongiendose de hombros. -¿Por qué me preguntas?. ¿Fuiste a buscarme a mi habitación anoche?- preguntó sonriendo.
-No, es que me acabo de dar cuenta que no sabes anoche hice el amor con tu hermano- Scarlette exhaló pasando una mano por su pelo y sonrió un poco. -Si...pero también quería saber donde habías estado- mintió otra vez poniendose de pies. Kol la imitó y sonriendo tomó el rostro de ella entre sus manos. La miró fijo a los ojos por varios segundos. -Mi dulce Annette, en estos días hemos estado distantes uno del otro...-
La mujer se quedó mirando sus penetrantes y selváticos ojos marrones por unos segundos. -Kol- escuchó un susurro en su interior. Cerró sus ojos inconscientemente. Suspiró y los abrió, como si estuviera bajo alguna especie de trance. Sonrió mirandolo fijamente. -Te extraño mucho- habló con su corazón latiendo a mil por segundo. Kol notando algo diferente en sus ojos...un peculiar brillo en su mirada le besó.
La ojigris rodeo su cuello con sus brazos. El vampiro la tomó por las caderas y pausadamente se movió en dirección de la pared. Hasta que la espalda de Scarlette chocó contra la misma. -Te amo Annette- susurró sobre los labios de la chica. Palabras que impactaron rápido, directo y extrañamente a su corazón. -Y te necesito, quiero que te quedes conmigo. Hasta el fin de los tiempos. Hasta el día en que tu corazón deje de latir-
La ojigris mirandolo a los ojos sintió una flama arder dentro de su pecho. Todo su ser parecía se elevaba más y más del suelo. Ella acarició su rostro y le besó apasionadamente. Kol con su corazón desbocado le correspondió con todas las ansias de su ser. En eso sintió poco a poco regresar en si misma. Se apartó de él y frunciendo el ceño lo miró confundida. Abrió su boca para hablar pero su garganta no emitía ruido alguno. Se soltó de Kol lentamente y sin despegar sus ojos de él salió de la habitación.
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