-¿qué ocurre? -preguntó Connor al verme sentada en las escaleras con la cabeza entre las manos.
-Sólo me mareé un poco, ya te había dicho que no desayune bien.
¿Qué me estaba pasando? Todo marchaba bien, luego llegan esas alucinaciones y en un instante todo marcha mal. Necesitaba buscar ayuda, pero no sabía a quien (el psicólogo no era una opción)
Hice que Connor fuer a trabajar con la condición de llamarle si me sentía mal de nuevo, y era obvio que no le llamaría, aunque seamos hermanos todavía no tengo es confianza de pedirle favores, era complicado.
Saqué las cosas de mi bolso, ordené todo, tome lo que restaba del agua embotellada y luego tire el envase. Estaba muy cansada y la cabeza todavía me dolía levemente, decidí tomar una ducha. Entre la lluvia artificial y el jabón la cabeza me empezó a dar vueltas, las imágenes de la realidad y el terrible recuerdo se mezclaron. Como pude cerré el agua caliente para que sólo cayera fría, fue así como pude liberarme de esas imágenes. Mi respiración estaba acelerada. Cerré la llave que dejaba correr el agua y me puse mi bata de baño y aún toalla en la cabeza. Me recargué en el lavamanos y limpié el espejo para poder ver mi rostro. Tenía los ojos rojos y las pupilas dilatadas. Me separé rápidamente del espejo debido a un ruido provocado en la planta baja. Abrí silenciosamente la puerta y camine lentamente por el pasillo que daba hasta las escaleras, me asome a la sala y cocina para ver si había alguien. Baje poco a poco los escalones. Un "hola" hizo que saltará del susto. Era Liam que estaba sentado en el sillón. Estaba tan enojada que agarré uno de los cojines y se lo aventé en el rostro.
-¡casi me da un infarto! ¿No puedes llamar a la puerta como una persona normal?
-lo siento, no pensé que te asustarías.
-no importa...
Fui a la cocina a buscar una baso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza. Le expliqué a Liam que eran cosas de mujeres, no quería que nadie supiera lo que me estaba pasando, y no era la primera vez, jamás me gusto que los demás supieran lo que me pasaba o como me sentía, de toda maneras no podía hacer nada, soy yo la que tengo que hacer algo o simplemente huir, la segunda fue siempre me mejor opción.
-Es ya de noche, no te esperaba... Bueno, no esperaba a nadie, de hecho. -dije desde la cocina.
-te dije que te vendría a ver y aquí estoy... Pero si quieres que me vaya...
-nunca dije eso. Me subiré a poner algo de ropa. -señalando a que estaba con mi bata de baño únicamente.
Al poco rato baje con la pijama puesta y me senté en el sofá con Liam.
-¿quieres algo de tomar?
-esa pijama -se le dibujó una sonrisa en el rostro- la llevabas el día que me conociste.
Vi mi pijama y era cierto, llevaba ese pantalón negro con el escudo de Batman por todas partes. Sentí que mis mejillas ardían, no quería que pensara que era para que recordará eso, no me había dado cuenta.
Después de un largo silencia Liam dijo: -¿te puedo dar un beso?
Hizo qué lo mirara a los ojos. No sabía que decirle, me resultaba ajeno por los días que no nos hablamos. Toqué delicadamente su mejilla donde su barba rapaba la Panamá de mi mano, me gustaba esa sensación, era como sí cientos de pequeñas y bebibles aguazas se te clavara, era placentero. Liam tomó mi cara entre sus manos y poco a poco nos fuimos acercando. Sentí sus labios carnoso ya húmedos sobre los míos, sus movimientos eran lentos y delicados, que hacia que sintiera un vuelco en mi estómago.
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Este capítulo lo iba a subir ayer por el cumpleaños de Liam *u* pero tuve que salir por lo que hasta ahora lo estoy subiendo.
También quería aclararles que el rubio que le había dado el agua a rayita no es Niall, pronto sabrán por qué.
ÚLTIMOS CAPÍTULOS.
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LAS AMO!!