Fragmentado (South Park)

By Electro_Gun

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Todos hacemos locuras para proteger a quienes son importantes para nosotros, a veces no son las mas adecuadas... More

Cambio forzado
Vana esperanza
Olvidado
Germinación
Nuevo
Remordimiento
Tu poder
El efecto de tu poder
Cosas que pasan

Tormenta, calma y tormenta

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By Electro_Gun


—...am... ¡Adam! —

Se exaltó de forma violenta al escuchar la voz de Tweek alzarse a su lado, alejándolo de aquel mundo en su mente en donde sólo existían preguntas sin respuesta, paranoias y problemas que no tenían solución.

Cuando ya pudo reaccionar correctamente se dio cuenta que estaba sentado frente a un televisor, sosteniendo un mando de videojuegos mientras en el aparato se mostraba la pantalla de pausa de dicho juego.

Volteó su mirada en todas direcciones, dándose cuenta que ahora se encontraba en lo que parecía ser la casa de Tweek, apoyado en el suelo con sus piernas cruzadas y codos apoyados en sus muslos.

¿Cuándo llegó a ese lugar? Lo ultimo que recordaba era estar en la calle junto a su novio, caminando pacíficamente entre el mar de gente que se aglomeraba a esa hora del día. Stan había aparecido para perturbar ligeramente el ambiente que tenían ambos... le dijo algo al oído que lo dejó paralizado del susto.

Un jadeo ahogado salió de sus labios al rememorar aquello, pero antes de volver a adentrarse de lleno en sus pensamientos que no llegaban a ningún lado una cálida mano se posicionó en su frente, haciéndole dar un pequeño salto en su lugar.

De inmediato se giró para ver de quien se trataba, pudiendo apreciar aquella mirada llena de preocupación apuntando a su persona.

¿Adam? ¿... te encuentras bien? —preguntó el blondo mientras acariciaba su mejilla — ¿tienes fiebre? —siguió su interrogatorio sin apartar su mano ni por un segundo —. Pareces estar ausente...

Se quedó estático en su lugar, aguantando un poco la respiración sin saber muy bien porque, sintiendo como un intenso calor iba creciendo en el lugar donde esa suave mano estaba posicionada.

Lo... lo siento... estaba pensando en algo... —dijo con su voz ligeramente temblorosa, sin despegar sus ojos de esa tierna sonrisa que ahora le mostraba Tweek en señal de alivio.

¿De verdad? —cuestionó suavizando su mirada, recibiendo un afirmativo movimiento de cabeza de Gilipollas —. Y ¿en que pensabas? ¿en mi?

¿Eh...? —se quedó paralizado por un segundo, no entendía el significado de dicha pregunta y la mano que ahora se adentraba en sus cabellos para enredarse en ellos en una caricia juguetona no le ayudaba a pensar en nada.

Sus orejas ardían como el fuego, el sonrojo que en ellas se pintaba no podía ser más intenso mientras eran bañadas por los cálidos rayos del atardecer que se colaban por la ventana del salón.

Yo... Yo... —las palabras no salían, tartamudeaban en su garganta mientras sus ojos temblaban si parar, y aquello sólo empeoró cuando la otra mano de Tweek se dejó caer suavemente en su otra mejilla.

¿En serio estas bien? Te ves muy agitado —comentó acercando su rostro al del mayor para verlo fijamente por varios segundos.

Estoy... bien... —mencionó apartando la mirada a un lado de aquellos ojos azules que recorrían su rostro tan fervientemente en búsqueda de alguna anomalía que amenazara su salud —. Sólo estoy... algo distraído... —declaró, sintiendo como el corazón prácticamente se le subía hasta la garganta al escuchar cada una de las palabras que salían de la boca del rubio.

Su voz era tan suave, demostraba tanta calma y seguridad, además de una genuina preocupación hacía su estado. Esa tierna mirada inquieta que lo trataba de analizar al detalle, como si quisiera descifrar y ver el contenido de su alma, y esas suaves manos con uno que otro dedo cubierto por bandas adhesivas que acariciaban su rostro y cabello.

Dios, ¿qué le estaba sucediendo? ¿por qué se ponía tan nervioso con aquello? se había olvidado por completo de lo que estaba pensando hace no más de tres minutos atrás. Ahora toda su atención era dirigida a las sensaciones inexplicables que le generaba Tweek en todo el cuerpo.

Era como una enorme tormenta de sensaciones en su interior que se expandía con violencia.

Te traeré algo de agua —murmuró con una sonrisa tierna en su rostro, estremeciéndolo ligeramente para después retirar sus manos del rostro de Gilipollas y levantarse para ir a la cocina.

Gracias a eso pudo volver a respirar con normalidad otra vez, su ritmo cardíaco disminuía lentamente hasta encontrarse como siempre.

Desconcertante. Era la palabra que mejor definía su situación. No entendía absolutamente nada de lo que su cuerpo estaba experimentando, no era la primera vez que se encontraba con el rubio a solas, ni menos era la primera vez que este le acariciaba el cabello como para sentirse tan nervioso e incluso alerta de lo que pudiera pasar.

¿Qué demonios era eso que le obligaba a permanecer tan preocupado e inquieto?

¿Será por que ahora eran novios? Podría ser una opción, después de todo para Adam era la primera vez en toda su efímera existencia que tenía a alguien en su vida que pudiera llamar así.

¿Cómo debía comportarse? ¿cómo debía hablar? ¿debía hablar siquiera? ¿su poder no influenciaba en el rumbo de la relación o en la toma de decisiones? ¿Tweek estaba tan calmado por culpa de su poder?

Si hacía memoria a esos momentos en los que Craig y Tweek estaban a "solas" ignorando su existencia olímpicamente para darse mimos, recordaba que Tweek siempre estaba con los nervios a punto, temblaba y a veces gritaba cuando el azabache le tomaba de la mano o se le acercaba para besar su mejilla.

Ahora eso parecía como una escena del pasado de la cual apenas quedaban rastros.

Estaba tan calmado revolviendo las vajillas de la encimera en búsqueda de una vaso de vidrio, tarareando una melodía que él no recordaba haber escuchado nunca, mientras sonreía suavemente a la nada.

Todo era tan extraño y ajeno a lo rutinario de los días pasados, pero aun así la confusión era opacada por ese abrumador sentimiento de alivio y felicidad al verlo tan diferente, tan calmado y lleno de alegría.

«¿Seguridad...?»pensó en un instante de iluminación y como si hubiese encontrado la respuesta todo en su mente comenzaba a cobrar más sentido.

No era que su poder hubiese cambiado a Tweek, sólo le hizo disipar cualquier duda respecto a ambos.

Con Craig, aunque los dos sabían que se amaban Tweek no dejaba de sentirse inseguro a cada momento; sobre su actitud, su apariencia, sus múltiples arranques de nervios que creía molestaban al de chullo azul, por eso siempre estaba inquieto y con los sentidos demasiado alertas.

Con Adam las cosas eran diferentes y sólo porque su poder disipó en la mente de Tweek cualquier duda sobre su relación, el rubio estaba cien por ciento seguro de que se amaban y tenía la confianza para creer ciegamente que su actitud no era un problema que pudiese molestarle.

El amor que su poder le entregó a Tweek era ciego, libre de toda duda, prejuicio y sólo se intensificaba con el pasó del tiempo. No cabía tiempo para molestarse o preocuparse por si algo iba a salir mal, porqué ese amor que se aferraba como una raíz y crecía a un ritmo alarmante le impedía pensar en otra cosa que en la felicidad de estar juntos.

Aterrador. Su poder era demasiado aterrador, ¿cómo podía tener algo que creaba un sentimiento tan puro y poderoso y que podía incrustarlo en el corazón de la persona que él quisiera? En verdad... ¿qué era exactamente su poder? iba más halla de la empatía como había dicho Kenny, era demasiado peligroso.

¿Aún sigues en las nubes? —la voz de Tweek y la humedad del vaso con agua que fue depositado en su frente provocó que diera un respingo en su lugar.

Gracias... —dijo recuperándose del micro infarto que aquello casi le provoca, tomando el vaso de agua con ambas manos y tragar aquel liquido de un simple sorbo.

Si que tenias sed —río por lo bajo amortiguando aquel tierno sonido con sus dedos, mismos que ahora se posicionaban en los labios de Adam, surcando aquella franja ahora húmeda por el agua con delicadeza.

¿... Tweek? —abrió sus ojos a más no poder al sentir la yema de los dedos del rubio recorrer tan suavemente aquel carnoso surco.

¿Si? —y como sí estuviese provocándole le dirigió una sonrisa juguetona y una mirada profunda que se centraba en el suave y hermoso color de los labios contrarios.

Tragó en seco al sentir esos ojos tan intensos pero al mismo tiempo tan suaves que le hacían esperar expectante por lo que seguiría aquel acto que tentaba en contra de su espacio personal.

¿Puedo besarte...? —preguntó el rubio sin siquiera dudar o dejar de sonreír de manera tierna.

¿¡Qu... —tenía que admitir que fue tomado completamente por sorpresa, más que nada porque ¿aquello siquiera se preguntaba? ¡maldición no!. Hacerlo solo volvía todo más vergonzoso y parecía hacerle gracia al blondo el como se peleaba internamente con sus emociones. Eso era jugar realmente sucio —... haz... haz lo que... quieras... —murmuró girando su cabeza a un lado para no tener que mirarlo a los ojos.

Gracias... —las manos de Tweek se encargaron de que Adam volviera a mirar al frente, con suavidad posicionó sus dedos en sus mejillas y moviéndose lentamente llegó hasta los labios del peliplata y comenzó a devorarlos con dulzura.

Adam cerró con fuerza sus ojos dejándole la iniciativa a Tweek, y es que el rubio tenía mucha más experiencia en ello, o al menos más que él, la cual era nula e inexistente.

Movimientos delicados, tímidos que generaban un vaivén inexperto pero ciertamente agradable. La suavidad de ambos labios se acoplaban y movían en un compás silencioso.

Tweek de rodillas en el suelo, Adam sentado con sus piernas cruzadas en la madera, sin saber que hacer con sus manos que ahora se aferraban con fuerza a su pantalón mientras el rubio levantaba un poco su cara y sujetaba sus mejillas como si quisiera impedirle escapar de aquel acto tan dulce.

Sintió un cosquilleo en su estomago, como burbujas de aire removiéndose inquietas en su interior. ¿Dónde había escuchado sobre eso? no lo recordaba y poco importaba, sus sentidos ahora se dedicaban a guardar en su memoria cada sentimiento que aquel beso le provocaba.

Se separaron un instante para dedicarse miradas profundas, volvieron a juntar sus labios y nublar sus sentidos con esa melodía tan perfecta que hacían sus bocas al moverse al unísono, atrayéndose hasta perderse en la inmensidad del deseo de nunca soltarse.

¿Cómo podía existir una sensación tan salvaje y a la vez tan perfecta?
Eso era algo que Adam se ocuparía de averiguar, dejándose arrastrar por el amor y la codicia de Tweek...

♣♠♪♥♦

Yay~ nuevo capítulo, Banzai!!

Lamento la demora, aunque fue más corta que la vez anterior *galletita para mi*

Un par de aclaraciones post-lectura:

1°- Si se lo están preguntando, no, Adam no es un Tsundere, simplemente no sabe lidiar con lo que no conoce.
2°- Todavía Adam no tiene una "posición" definida de Uke o Seme, ya que él nunca a experimentado nada así en su vida, y por culpa de su poder todo le esta llegando demasiado rápido. Así que no se emocionen o enojen si Adam parece demasiado sumiso ¿que esperan de un chico flojo e inexperto? ¿qué se le tiré a Tweek como perro en celo? Entiendanlo un poquis, aun es un niño en cuanto a emociones y a como llevarlas.

Dicho eso, muchas gracias por su atención, se despide de ustedes Electronic§§ 😘😘

Gracias por sus votos y comentarios, me ayudan mucho a seguir adelante >/////<

P.D: me disculpo por las faltas de ortografía.

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