-María José Garzón –Pronunció el tipo que leía los nombres de los estudiantes en la graduación
Los Garzón, los Calle y Paula se pusieron de pie a aplaudir a la peli azul que caminaba por su título de graduanda, de verdad lo había logrado, después de todo lo que pasó en su vida al fin Poché podía decir que una de sus metas se había cumplido, sus ojos se iluminaban con lágrimas mientras sonreía y abrazaba al que le entregaba su título. Daniela desde su lugar la miraba con lágrimas de orgullo mientras aplaudía, lo mismo pasaba con Juan Carlos, eran ellos dos los únicos que conocían a Poché desde el alma y comprendían lo que ese momento significaba para ella
-Felicidades –Dijo el mismo tipo al tiempo que Poché posaba para una fotografía en la tarima, con su profesor de historia a su izquierda y la señorita Cáceres a su derecha, la sonrisa de Poché era probablemente la más grande que había puesto en su vida entera
-Isabella Vega –Continuó el tipo con los nombres de los estudiantes, la morena se levantó de su silla para caminar e ir por su título tan deseado, subió la tarima e igualmente posó para su fotografía con ambos profesores –Quién además cumplió con todos los créditos necesarios para una beca en el extranjero –Añadió el hombre y todos en el público aplaudieron a la chica quién no dejaba de sonreír, Daniela desde su asiento rodó los ojos pero agradeció que Isabella se iba al fin, ya era bastante todo lo que les había hecho a ella y su novia
-Por fin –Dijo Valentina al oído de Paula y esta rió
El acto de graduación se extendió una hora más de la esperada, fue emocional cuando se estaba acabando, todos diciendo adiós y con lágrimas en los ojos recordando todos los momentos que vivieron, Poché incluida, aunque había estado ausente un año
-A ti no te voy a extrañar mucho –Dijo Alejo a su mejor amiga en un abrazo –Porque te veré todos los días –
-Somos mejores amigos, nunca dejaremos de vernos –Respondió Poché con lágrimas en su mejilla, estos momentos la ponían muy sentimental, especialmente cuando recordaba que su madre no estaba ahí para verla cumplir uno de sus muchos sueños
-Eso espero –Dijo Alejo con una media sonrisa
-Pochas –Interrumpió Sebastián desde lejos
-Sebas –Contestó Poché corriendo para ir a abrazarlo –Tú eres de los que más me van a hacer falta –
-Y tú a mí –Confesó el chico con lágrimas también –Ir a Australia va a ser muy difícil –
-Es como dejar una vida atrás –Dijo Poché limpiando sus propias lágrimas
-Te lo juro que eso es lo que más me duele de todo, el hecho de que no puedo llevarlos a todos ustedes conmigo, ni siquiera a María Laura –Respondió Sebastián con tristeza –Porque todo lo demás va a ser excelente –
-Estoy muy orgullosa –Dijo Poché con una sonrisa
-¿Tú que vas a hacer? ¿Ya te decidiste? –Preguntó Sebastián y Poché bajó la mirada
-Aún no –Respondió la peli azul con honestidad
-Bueno, hagas lo que hagas recuerda que tus sueños son más importantes que los de tu padre ¿ok? –Dijo Sebastián y Poché sonrió un poco antes de volver a abrazarlo
-Poché –Interrumpió una voz conocida, la peli azul dio media vuelta antes de que Sebastián se marchara con otras personas
-Isabella –Dijo Poché con un tono frío y de decepción
-Probablemente esta sea la última vez que me veas –Dijo la morena y Poché sonrió con sarcasmo –Y sé que probablemente has esperado este día como quién espera un tren a mitad de la noche... -
-¿Pero...? –
-Pero quiero que sepas que hiciste mis días aquí un poco diferentes de lo que estaba acostumbrada –Confesó Isabella mirando a los ojos verduzcos de la peli azul
-Con gusto –Respondió Poché dando media vuelta antes de ser interrumpida por la mano de Isabella atrayéndola hacia ella de nuevo
-No he terminado –Dijo la morena y Poché instantáneamente se soltó de su agarre –Gracias por no delatarme... -
-Agradécelo a Calle –Confesó Poché honestamente –Ella no quería arruinarte tus planes, y no quería arruinarle el puesto de trabajo a la entrenadora –
-Como sea, gracias –Dijo Isabella antes de suspirar y mirar hacia abajo, Poché estaba muy sentimental, cuando eso pasaba se arrepentía de muchos de sus actos y decidió no tratar mal a Isabella, aún y cuando se lo merecía
-¿Sabes? –Añadió Poché, la morena levantó la mirada hacia los ojos de la peli azul –Nunca te agradecí tus lecciones de física... creo que gracias a ti hoy me pude graduar –
-No fue nada... sabes que lo hice con gusto –Contestó Isabella y Poché puso una falsa sonrisa
-Y felicidades porque te vas a España –Dijo la peli azul suspirando
-Inglaterra –Interrumpió Isabella –Me iré a Inglaterra –
-Pues bueno... a donde sea que vayas... felicidades –Dijo Poché antes de sentir dos brazos rodear su cuello y darle media vuelta, eso antes de sentir los labios de su novia en los suyos
-Felicidades mi amor –Dijo Daniela antes de volver a besarla
-Gracias amor –Respondió Poché
-Son para ti –Añadió Daniela antes de entregarle un enorme ramo de flores a Poché –Son Margaritas, porque sí –
-Me encantan –Admitió Poché al mirarlas con una sonrisa –Y me encanta el hecho de que son margaritas –
-Nuestra flor –Dijo Daniela rápidamente con una sonrisa
-Si –Sonrió Poché –Nuestra flor –
-Hola Isabella –Dijo Juan Carlos a la morena quién le devolvió una sonrisa
-Poché... mira... yo me voy –Confesó Isabella, pero se vio ignorada antes de retirarse
-Felicidades Poché –Dijo Juan Carlos antes de abrazarla, siendo seguido por Valentina y Paula respectivamente
-¿Pau? –Dijo Poché sorprendida –Pensé que no podías venir –
-Al final la sesión de fotos se canceló y logré regresar a Bogotá –Admitió la rubia mientras abrazaba a la peli azul –No podía perderme la graduación de mi pequeña cuñada –
-Gracias por venir, significa mucho, en serio –Confesó Poché con una sonrisa y lágrimas en sus ojos
-¿Vamos a cenar ya? –Preguntó Alejo acercándose a la escena
-Papá reservó un restaurante por toda la noche –Admitió Daniela mientras intentaba buscar a su padre entre la multitud
-No tenían que hacer eso –Dijo Poché seriamente –Papá, diles algo –
-Lo intenté, tu sabes como son los Calle de modestos –Admitió Juan Carlos encogiéndose de hombros
-Calla Poché, yo si quiero tener un restaurante para mí toda la noche –Dijo Alejo y todos rieron
-Listo –Apareció Germán de entre la multitud –Ya vendrán por nosotros –Añadió antes de mirar a Poché con el enorme ramo de flores que era más grande que ella –Poché, muchas felicidades, estoy muy orgulloso –dijo antes de abrazarla
-Gracias –Respondió Poché con una sonrisa
Ambas familias junto con Alejo se dirigieron al restaurante una vez habían pasado por ellos Javier, el chofer de los Calle, Poché no había parado de sonreír y de llorar, estaba muy orgullosa de sí misma, pero a la vez se sentía muy confundida, sabía que quería dedicar su vida al arte, también sabía que su padre no apoyaba su idea de ser artista o de no tener una carrera universitaria formal, también sabía que aún tenía la oportunidad de una beca para estudiar en el extranjero, al menos la tenía hasta ese día a mitad de la noche, por lo tanto le quedaban unas horas para decidir todo.
-Bienvenidos al kog restautant –Dijo un tipo recibiéndolos en la entrada una vez que habían llegado al restaurante, ambas familias pasaron, todo el restaurante estaba decorado hermoso, había luces por doquier y habían contratado a un músico por toda la noche
-Esto está genial –Dijo Alejo mirando alrededor
-Hay otra sorpresa –Interrumpió Daniela antes de gritar –PASEEN –
Poché la miró confundida antes de entender que muchos de sus amigos se acercaban a abrazarla fuerte, entre ellos las ventino
-No puede ser –Dijo Poché sonriendo mientras abrazaba a todos, muchos de los invitados eran solo amigos de Daniela, había muchísimas personas en todo el lugar, Poché ya había entendido por qué alquilaron todo el lugar toda la noche
-¿Qué les parece si empezamos esto con algo bueno? –Dijo Germán antes de que un chico entregara micrófonos a las ventino y estas se dirigieran al pequeño escenario a cantar
♬ Me hiciste mil promesas y hoy te vas
Me dejas con la soledad
Me quedo con mi soledad
Yo nunca he sido buena para odiar
Porque nunca aprendí a llorar
Mis ojos no saben llorar♪
-Amo esa canción –Admitió Poché antes de sentir la mano de Daniela en la suya
-Vamos a bailar –Pidió la morena y Poché sin pensarlo asintió, no era mucho de bailar baladas, pero por Calle lo hacía, con Calle hacía todo, siempre
Muchos de los invitados estaban en la pista de baile, era una balada que todos conocían, realmente sus amigas cantaban muy bien y todos lo sabían
♬ Me equivoqué, te vas y no me dejas nada
Ahora lo sé, yo nunca estuve enamorada♪
Bailaron algunas canciones más, antes de ir a comer, en la cena todo pasó de maravilla, estaba todo delicioso y por primera vez en la vida habían logrado hacer beber alcohol a María José quién ya parecía estar poniéndose mareada, sin embargo, Poché estaba consciente de que la estaba pasando muy bien, todos sus amigos estaban ahí, su novia estaba ahí, su familia estaba ahí, todo lo que necesitaba estaba bajo un mismo techo y era feliz.
-¿Quieres ir afuera? –Preguntó Daniela al oído de su novia, después de un par de horas que habían pasado en el restaurante bailando o comiendo
-Está muy frío afuera –Admitió Poché, pero no dudó en seguir a su novia, sabía que no importaba lo que dijera o hiciera, siempre Daniela la iba a controlar
-Vamos, sentémonos por allá –Sugirió Daniela una vez estaban afuera del lugar, era una pequeña banca con luces alrededor, era perfecta para tomar fotografías
-Pues dime –Dijo Poché mirando a los ojos de su novia cuando ya se habían sentado
-¿Por qué supones que tengo que decirte algo? –Preguntó Daniela con ironía
-Porque te conozco –Admitió la peli azul y Daniela rodó los ojos mientras sonreía -¿Sabes lo hermosa que te ves cuando pones esa expresión en tu rostro? –Dijo Poché, quién quería explotar de todo el amor que sentía por Daniela
-¿Cuál expresión? –Preguntó Daniela confundida –¿Está? –Dijo y volvió a rodar los ojos mientras sonreía
-Te amo –Dijo Poché antes de acercarse a los labios de su novia, besar a Daniela era lo que más amaba hacer la peli azul, era como colocar la última pieza en un rompecabezas, o sea, lo completa
-Te amo más –Pronunció Daniela con su respiración entre cortada después del beso –Me entregaron el título hoy por la tarde –Dijo después de varios minutos de estar jugando con las manos de su novia
-¿Qué? –Dijo Poché con sorpresa
-Como escuchaste –Respondió Daniela con una sonrisa –Sorpresa –
-Amor –Dijo Poché antes de abrazar a su novia muy fuerte, con una enorme sonrisa en su rostro, parecía que en todo el día eso era lo que más estaba haciendo: sonreír
-Quería contarte antes, pero decidí decírtelo aquí –Dijo Calle sonriendo y Poché la miraba con mucho orgullo –Otra de las razones por las que mi padre alquiló este lugar –
-No puedo poner en palabras la alegría que siento en este momento mi amor –Dijo Poché sin dejar de sonreír –Lo lograste Daniela, lo lograste –
-Lo logré –Dijo Calle con una voz dulce y una sonrisa
-Yo no tengo un ramo de flores para darte –Admitió Poché haciendo pucheros –¿Qué procede? –
-Puedes darme un beso –Sugirió Daniela con una mirada de picardía
-Espera –Dijo Poché de inmediato, levantándose por una flor que miró escondida entre las pequeñas lucecitas que las rodeaban
- ¿Qué haces? –
-Aquí –Pronunció la peli azul llevando la pequeña flor detrás de la oreja de su novia –Te ves hermosa con esa nueva decoración –
-Quisiera verme y comprobarlo –
-Si miras a través de mis ojos puedes ver lo hermosa que te queda esa flor –Confesó Poché mirando fijamente a los ojos de su novia
-Si miras a través de mis ojos verías lo perfecta que eres siempre –Dijo Daniela también, mirando a los ojos de su novia
-¿Pueden entrar? –Interrumpió Germán –Van a repartir el postre –
-Ya vamos –Dijo Poché instantáneamente
-Las espero –Añadió el papá de su novia antes de entrar de vuelta al restaurante
-Vamos –Dijo Poché a su novia extendiéndole la mano
-La estamos pasando bien, espérate –Respondió Daniela inmediatamente, ignorando la mano de su novia –¿Por qué le temes a mi padre? –
-Yo no le temo a tu padre –Pronunció Poché un poco nerviosa
-¿Ah no? –
-No –
-Poché, admite que mi padre te intimida –Dijo Daniela levantando una ceja
-No me intimida, simplemente lo respeto –Confesó la peli azul –Es algo que acostumbro hacer con mis mayores –
-No te creo ni la mitad –Dijo Calle riendo –Mi padre te intimida y eso me causa gracia –
-¿Por qué te causa gracia? –Preguntó Poché sonrojada
-Pues porque conmigo eres muy intimidante –Contestó Daniela riendo –Y cuando llega mi papá a hablarte pareces una bebé inocente –
-Eso no es gracioso –Dijo Poché cruzándose de brazos, aún con sus mejillas sonrojadas
-Para mí lo es –Confesó Daniela antes de sentir el beso de su novia
-Entremos ya –Dijo María José después del beso
-¿Ves? –Rió Daniela, pero Poché la ignoró, mientras entraban
-¿Sabes? ¿Puedes entrar tú? –Pronunció Poché deteniéndose, Daniela la miró confundida –Tengo algo que hacer antes –
-De acuerdo, solo no te tardes ¿ok? –Dijo Calle antes de dar un rápido beso en los labios de su novia y entrar al restaurante, Poché la miró y después se dirigió a otro lugar cerca de la banca en la que se encontraban sentadas minutos antes, tomó su teléfono, suspiró y marcó un número telefónico, le tomó varios segundos para presionar el botón "llamar"
-¿Hola? –Dijo una voz al otro lado de la línea
-Hola –Contestó Poché en un suspiro –Señor Hugo, soy yo... María José Garzón –
-María José, hola –Respondió el hombre con algo de emoción en su voz –Estuve esperando tu llamada toda la noche –
-Si... yo he estado intentando llamarlo toda la noche –
-Espero que ya tenga su mente clara, ya que mañana a primera hora enviaré todas las solicitudes de becas –Respondió el tipo
-No ha sido fácil, he de confesar –Dijo Poché en un suspiro, sus manos jugaban con su vestido
-¿Y bien? –Preguntó el señor, con curiosidad en su voz
-Lo he pensado mucho, desde el primer momento en que la oportunidad se presentó –Admitió la peli azul en un suspiro –Tengo muchas personas valiosas en Bogotá –
-Ajá... -
-Y también tengo un sueño muy grande de ir lejos a estudiar lo que más amo –
-¿Entonces? ¿Tú corazón a donde se fue? –Preguntó Hugo antes de toser un poco –¿Se queda con sus seres amados? ¿O se queda con tus sueños? –
-Esto es como un juego –Confesó Poché nerviosa
-Es porque en realidad es un juego María José –Admitió el señor –Es una batalla entre la felicidad suya o la felicidad de los demás –
-No lo haga más difícil de lo que ya es, señor –Dijo Poché con los ojos cerrados
-Sólo te estoy presentando las cosas como son –Contestó el hombre –¿y bien? ¿Firmo tu solicitud de beca o no? –
Poché miró hacia el restaurante, cerró los ojos, suspiró y volvió a acercar el teléfono en su oído
-No –Dijo la peli azul rápidamente –No la firme –
-¿No irás? –Preguntó de nuevo el señor
-No –Repitió María José –Con una gran confusión en el corazón le respondo que no –
-Si está confundida... -
-No, disculpe, pero si sigo hablando con usted de seguro me va a convencer y no quiero cambiar de parecer –Admitió la peli azul aún con los ojos cerrados
-De acuerdo, perdón –Dijo el hombre del otro lado de la llamada –Ha sido un placer hablar con usted, cuídese María José, espero no se arrepienta de su decisión –
-Adiós –Respondió la peli azul antes de suspirar y mirar al cielo lleno de estrellas –Yo tampoco espero no arrepentirme –Cerró los ojos con esperanza en su corazón
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Las semanas pasaron, los días de diciembre y enero eran los favoritos para Calle y Poché, ya que las tardes reflejaban el hermoso sol escondiéndose en el ocaso, y aprovechaban para ir al campo margarita a remar en botes, jugar golf, ya que Daniela estaba empezando a enseñarle a Poché, y por supuesto hacer picnics en el hermoso lugar, como lo estaban haciendo esta vez
Melissa había preparado bocadillos para que ambas chicas fueran a su picnic, habían pasado un verano hermoso, lleno de amor y alegría, sin embargo, sabían que el futuro estaba a la vuelta de la esquina y no podían esquivarlo, María José se había propuesto la idea de estudiar arte más adelante, cuando ya tuviera una carrera universitaria "seria" como quería su padre, y sabía que estudiar derecho iba a ser su pan de día a día, Daniela por otro lado tenía muy claro que iba a estudiar a Los Ángeles, sin embargo no había encontrado la manera de decirle a Poché; siempre que surgía el tema Daniela respondía con palabras como "Aún no lo sé" "Estoy insegura", Daniela no entendía por qué tenía tanto miedo de expresarle la verdad a la persona que más amaba en el mundo, si sabía que Poché siempre le decía que iba a estar con ella a pesar de todo, y siempre ha querido que todos sus sueños se cumplan, Daniela sentía miedo de perder a Poché, y su miedo la estaba carcomiendo por dentro, al igual que la culpa.
-Creo que mi correo tiene una falla –Dijo Poché mirando a su laptop mientras tenía su cabeza recostada a las piernas de Daniela, quién comía uvas mientras veía lo que hacía su novia
-En cualquier momento te responderán –Contestó Calle al ver la preocupación de su novia, Poché pasaba todos los días revisando el correo, había enviado su historial académico a todas las universidades en Bogotá, sin embargo, ninguna había respondido por el momento –Las universidades tardan en hacer todo el proceso de admisión –
-Amor, tengo un mes de estar esperando –Dijo Poché con frustración
-En cualquier momento, amor –Respondió Daniela inmediatamente para calmar a su novia –Cierra tu laptop y disfruta del atardecer –
-Lo único que quiero hacer es llorar –Dijo Poché con exageración en su expresión
-Lo único que quieres hacer es comer, y lo sabes –Contestó Daniela mientras le pasaba un sándwich a su novia
-Como me conoces –Dijo Poché sonriendo antes de levantarse y sentarse como su novia –Oye ¿y tu qué? –Añadió Poché después de darle un mordisco a su sándwich
-¿Yo qué de qué? –Preguntó Daniela frunciendo el ceño mientras comía otra uva
-Tu universidad –Contestó Poché y Daniela rodó los ojos –Ya se te está acabando el tiempo, se que siempre te pregunto, pero amor, es que me preocupas –
-No tienes por qué preocuparte por mí ¿ok? –
-Es que siempre me cambias de tema o me ignoras cuando te pregunto –Confesó Poché con honestidad, Daniela solo miraba a las uvas en su mano –No entiendo que tanto estás esperando para matricular en una universidad, el tiempo pasa –
-Estás exagerando –Dijo Daniela antes de suspirar
-No lo hago –Respondió Poché antes de levantar la barbilla de su novia para que la volviera a ver –Escúchame, solo quiero que empieces a estudiar y te gradúes pronto para poder casarnos y tener nuestra propia casa y nuestra propia familia –
-Poché –Interrumpió Calle –Deja de estar estresándote por el futuro, no tenemos siquiera veinte años, relájate –
-Es que hay que pensar en el futuro, amor –Confesó Poché
-Pareces mi madre –Dijo Daniela riendo –Ya bájale a tu preocupación, cuando yo decida matricular lo haré ¿Ok? –Añadió la chica más alta, aunque por dentro sabía que hace dos meses había matriculado y sido aceptada en California
-Bueno, me calmo –Confesó Poché
Ambas chicas pasaron la tarde ahí, sin embargo, cuando empezó a oscurecer Daniela y Poché se dirigieron a la casa de los Calle, ya que ahí estaban también los Garzón, últimamente ambas familias eran muy unidas; Daniela había advertido a su padre de que no digiera nada de su universidad, Germán consideraba que era una mala acción por parte de su hija, el no decirle a Poché nada, sin embargo, respetaba la decisión de Daniela.
-¿Entonces? ¿Quién quiere más ponche? –Preguntó Germán mientras miraban el partido de fútbol en el enorme televisor
-Yooo –Respondieron todos al mismo tiempo, incluidas María José y Daniela
-Ya vuelvo –Dijo Germán levantándose de donde estaba
-Y bien Dani –Dijo Juan Carlos entre risas –¿Cómo vas con tus planes de la universidad? –
-Ay no –Dijo Daniela rodando los ojos y Poché rió
-Perdón por molestar –Bromeó Juan Carlos
-Estoy un poco indecisa –Admitió Calle, Iván la miraba con riendo, él sabía perfectamente todo lo que estaba pasando
-Pues te estás tardando ya –Dijo Juan Carlos y Poché asintió
-Siempre le digo eso –Confesó la peli azul –Pero Poché es una insistente mi mi mi –Añadió y todos rieron, excepto Iván que se levantó en busca de algo en la cocina, Daniela lo miró y lo siguió
-Al parecer no hay más botanas –Dijo Iván a Daniela, él sabía perfectamente que la chica estaba detrás suyo en la cocina
-Melissa preparará más, supongo –Contestó Daniela con los brazos cruzados
-Qué pena –
-¿Qué quieres? –Preguntó Calle inmediatamente
-Botanas –Respondió Iván bromeando
-No das nada de gracia, tú sabes a lo que me refiero –Dijo Daniela un poco molesta –Sé que en cualquier momento vas a hablar y decir toda la verdad, ¿Qué quieres para mantener tu boca callada? –
-No sé de qué hablas –Confesó el hombre con ironía
-Eres un idiota –Dijo Daniela molesta –Lo peor del caso es que ni siquiera sabes disimular –
-Escucha, yo siempre podré ser un idiota –Confesó Iván –Pero al menos yo no soy un idiota con mis novias... ¿Qué no quieres decirle a Poché que te vas a California a estudiar? Pues ese es tu problema, pero yo no soy el que está engañando –
-En serio eres un idiota–Admitió Daniela acercándose –Te conozco y sé lo mucho que estás deseando algo a cambio para mantener tu boca cerrada –
-No quiero nada, solo botanas Dani –Contestó con sarcasmo el hombre antes de caminar hacia la sala, Daniela dio media vuelta, pero se encontró con una Poché anonadada
-¿Te vas a estudiar a California? –Preguntó Poché pálida
-No puede ser posible –Susurró Daniela para sí misma
-¿Te vas a estudiar a California y no me habías dicho nada? –Gritó Poché quién ahora se había tornado roja del enojo –Daniela Calle –
-Poché... -
-Respóndeme –Dijo Poché con enojo y lágrimas amenazando en salir
-Si –Contestó Calle con lágrimas en sus ojos –Yo no quería que te enteraras así es que... -
-¿Tú tienes idea todo lo que yo he hecho para apoyarte? ¿Tienes idea a todo lo que renuncié por estar junto a ti? –Dijo Poché y ambos Germán y Juan Carlos se acercaron al ver lo que estaba pasando
-¿Qué pasa? –Dijo Germán preocupado
-¿Y esos gritos? –Añadió Juan Carlos
-¿Acaso no soy la persona en la que más confías? Daniela yo... -Gritó Poché, ignorando a ambos padres
-Poché yo no quería que pasarán así las cosas, ese idiota de Iván sabía que tu estabas escuchando es que yo... -
-No es culpa de Iván, no lo culpes a él... todo esto es tu culpa –Dijo Poché, Calle nunca la había visto de tal manera
-Mejor vamonos, esto está intenso –Dijo Germán, sabiendo perfectamente de que hablaban
-Tienes razón amor... es que he tenido miedo, yo no pensé que pasaran estas cosas en serio no quería, Paula me dijo pero yo no confiaba en decírtelo aún y... -
-Paula sabía –Dijo Poché limpiando las lágrimas –Ok, con eso basta –
-Poché –Gritó Daniela al ver que Poché caminaba rápido hasta abandonar la casa, lágrimas corrían por todas las mejillas de Daniela, sabía que este era el fin de todo, lo sabía.
*NOTA AUTORA*
UN CAPÍTULO MUY DECISIVO
GRACIAS POR LOS MENSAJES DE CUMPLEAÑOS, QUE LINDOS SON TODOS
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