El grupo de trabajadores en la oficina del director volvió a reunirse poco antes de la hora de la cena. Le había tomado a Harry y Severus una hora aproximadamente el identificar algunos pasajes en los libros escritos en Parsel que parecían ser los más potenciales y ameritaban una traducción inmediata. Harry había descubierto que al leer la traducción en voz alta hacia las plumas que Severus había encantado, no se confundía entre la lengua Parsel y el inglés, lo que liberaba al hombre para unírseles a Albus y Hermione.
Albus miró a Severus, resumiéndole su trabajo para Harry.
–Hemos echado un vistazo al hechizo que Voldemort utilizó. Todo indica que originalmente era un hechizo que inducía al sueño y preservaba a la persona por 100 años. Por lo tanto, en un principio poseía ambos componentes: dormir y mantener en animación suspendida. Una de las alteraciones que Voldemort realizó fue el eliminar la parte de la suspensión. A partir de modificaciones posteriores al tiempo y método del conjuro, el Ministerio estima que esos 100 años se acortaron a dos o tres meses, y bueno, sus cálculos parecen razonables.
–No consideramos el despertar a los muggles como una opción viable. Los hechizos antiguos demuestran ser notoriamente difíciles de romper, más con la ausencia de un contra hechizo o evento capaz de disolverlo.
Albus había sido el líder de las teorías en cuanto al problema de la preservación, así que hizo una síntesis de esa parte del trabajo.
–Harry, las formas que tenemos hoy en día de poner a alguien en un estado de animación suspendida están todas basadas en la utilización de pociones, la más extrema es la Pócima de los Muertos Vivientes; también existen otras apegadas a esa rama pero no son tan poderosas. Una poción no es una opción viable en este caso ya que muchas no funcionan ante la ausencia de magia, ciertamente no tenemos suficientes de ellas como para administrarlas a todos los muggles del mundo ni tampoco como repartirlas, y es extremadamente peligroso el intentar inducir a alguien en estado de estasis mediante una poción si ya han sido sumidos en la inconsciencia por algún otro hechizo o brebaje.
–Encontramos algo en ese capítulo que tradujiste del séptimo libro que nos ayudó a formular algunas ideas para un hechizo. Había una referencia a un encantamiento sanador que ya era antiguo cuando Salazar lo escribió. Antes de que existieran las pociones curativas o magos con entrenamiento médico, lo que la mayoría podía llegar a esperar en casos de enfermedad o malestar era que el cuerpo de un mago o muggle tuviera suficiente tiempo como para curarse a sí mismo. Éste hechizo sanador podía ser lazado a alguien que ya se encontrara en coma o algún otro estado de inconsciencia, o podía ser administrado en conjunto con una droga o encantamiento para dormir, y básicamente ayudaba a mantener su condición física en estasis mientras el individuo se encontraba inconsciente. Si la enfermedad que aquejaba a la persona podía ser algo que dependiera del tiempo para ser resuelta, cuando se recuperaban y estaban listos para despertar, el hechizo se desvanecía. Si el malestar era algo que el cuerpo no pudiera combatir por su cuenta, la persona normalmente moría, pero al menos mientras dormía y no presa del dolor.
–Es un hechizo muy básico y esperamos que pueda funcionar. Normalmente, nos gustaría realizar algunos análisis antes de utilizarlo, pero no contamos con el tiempo para eso. Le pediré a Madame Pomfrey que revise si funcionó mientras nosotros esperamos que lo haga, y asumiendo que ése sea el caso, creemos que es nuestra mejor opción hasta el momento.
Harry y los demás giraron sus ojos esperanzados hacia Hermione; el muchacho asumió que el conjurar este hechizo a nivel mundial representaría un desafío. Sin embargo, si la respuesta, o por lo menos una pista de ésta, estaba en un libro o en algún otro lado, había probabilidades de que la chica ya lo hubiera leído o al menos lo encontrara. No los decepcionó.
–Harry, el conjuro que encontraste en el séptimo libro debería ser un hechizo de animación suspendida viable, pero no podemos hacerte pasar otra vez por lo que hiciste para despertar a toda la población mágica. Hay demasiados muggles, repartidos en demasiado espacio. El intento se quedaría corto y seguramente te mataría. El Profesor Snape recordó el hechizo que utilizaste en las Tierras del Invierno para sellar la piedra en el suelo sobre el Pozo de la Desesperanza. Terra Fas Sigillum Protego. Tú comandaste a la Tierra que sostuviera rápidamente la piedra, y lo hizo. Consulté el libro donde encontramos ese viejo hechizo, y había algunos otros basados en "comandar a la Tierra", incluyendo uno que lanzaba una orden Real para distribuir algo a través de ésta. Podemos combinar el encantamiento de animación suspendida junto con ése; se llama Regius Procuratio Per Obis Terrarum; y lanzar el hechizo a nivel mundial.
–Incluso comandando a la Tierra de ésa forma y ayudados por las Líneas Ley, no estoy muy seguro de que el poder de un solo mago lo logre, Hermione –Comentó Harry con preocupación.
–Bueno, no serás solamente tú. Debes lanzar el hechizo de comando, por supuesto, porque tú eres el único que puede realizar todo el tema Real, pero ¿recuerdas el conjuro que utilizo el profesor Dumbledore para unificar nuestros esfuerzos en ayudarte en el campo de Quidditch? Es bastante optimista de que funcionará en ésta oportunidad, para agrupar la magia de otras personas junto con tu hechizo de suspensión. Podemos preguntarle a tanto magos y brujas que se encuentren en el castillo para ayudarnos, y sumado a la cooperación de la tierra, y nuestros poderes cruzados con el tuyo, deberíamos ser capaces de hacer esto.
Harry asintió con la cabeza no sin algo de temor mientras miraba alrededor de la mesa hacia esas tres maravillosas personas.
–Esto es increíble. Que hayan logrado reunir ideas tan asombrosas, en tan poco tiempo y bajo tanta presión; no sé qué decir. Gracias.
Severus sonrió hacia Harry, pero sacudió levemente su cabeza.
–No nos agradezcas todavía. Esto es solo teoría. Nadie ha hecho este trabajo antes. Ahora, ustedes dos vayan al Gran Salón para cenar; necesitan un descanso y una fortalecedora comida para recuperar sus energías. El Director y yo necesitamos un poco más de lo mismo, pero haremos una parada en la enfermería para pedirle a Madame Pomfrey que evalúe el hechizo sanador, y luego nos reuniremos con ustedes para cenar.
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Harry estaba prácticamente boquiabierto mientras Hermione y él entraban al Gran Salón, dónde la cena acababa de aparecer en las mesas. La habitación, habitualmente grande, era ahora al menos tres veces su tamaño normal, ocupada con un nuevo número de mesas de caballete, todas llenas con gente. El ojiverde buscó a Sirius y Remus en la mesa de profesores, y se sintió alegre de verlos sentados juntos, hablando calmadamente. Él sabía que habían estado muy ocupados todo el día saliendo con los alumnos para buscar a sus familiares, por lo que era normal verlos agotados.
La ferviente esperanza que Harry mantenía de poder acomodarse en su asiento sin llamar demasiado la atención no fue escuchada, mientras las miradas y los susurros comenzaron inmediatamente cuando él y Hermione caminaron hacia sus amigos. Ron y Neville hicieron espacio para ellos y rápidamente ocuparon sus asientos e ignoraron el revuelo.
–Ron, gracias por todo tu trabajo en las misiones de rescate. ¿De qué me perdí?
Ron, Neville y Seamus tenían todos historias para contar acerca de sus excursiones fuera del castillo o de aquellos que se reportaron con ellos por otros que habían salido. Algunas eran alegres y otras tantas trágicas. Bastantes "nacidos de muggles" habían descubierto que en realidad eran hijos de squibs, quienes no sabían acerca de su magia. Miembros de familias muggles fueron encontrados y traídos al castillo siendo entregados al cuidado de Madame Pomfrey; ¡Ya había alrededor de 2000 muggles durmiendo en el colegio! Casi 500 squibs encontrados y traídos a Hogwarts entre familia, amigos e incluso vecinos que habían deambulado tratando de encontrarle sentido a la horrorosa devastación y preguntándose por qué nadie más estaba despierto. El lado trágico era de miembros de familia que perecieron en accidentes e incendios mientras dormían. Sólo algunos de ésos habían recibido misericordia, pero cada pérdida era sentida profundamente por todos.
Ron concluyó sus historias diciendo:
– ¡Y luego están los Mortífagos!
Harry no había pensado en eso. Sabía que Severus estaba cansado, pero por lo demás, parecía estar bien. Por supuesto, su Marca Tenebrosa había sido resguardada bajo el poder del Director.
– ¿Qué pasa con ellos?
Ron le contó acerca de los dos adolescentes de Slytherin que aún permanecían en la enfermería, peligrosamente drenados de su magia. También le contó del disgusto de Draco al encontrar a su padre en semejante estado, a pesar de que Lucius estaba pronosticado con una recuperación completa. Luego estaban las historias de los hijos de Mortífagos. Los afortunados encontraron a sus padres en la misma situación que Lucius, mientras que otros se encontraban en alarmantes condiciones. Hasta el momento, solo alguna información escueta había sido pasada a través de Draco, pero Ron creía que al menos dos padres Mortífagos habían muerto por el drenaje, y algunos probablemente no recuperarían su magia al nivel de poder ejercer como magos nunca más. Iban a ser squibs, o incluso muggles.
–El-que-no-debe-ser-nombrado les chupó por completo la magia, sin ningún cargo de conciencia de lo que les pasaría.
Harry se dio cuenta de lo difícil que sería obtener una lectura solida acerca de la situación de los Mortífagos ya que muy pocos habían admitido públicamente el haber tomado la Marca Tenebrosa, pero ¿quizás Severus podría filtrar algunos nombres en el Ministerio para que alguien los inspeccionara? Quizás fuera útil dejar que el mundo se enterara de lo que les había ocurrido para desilusionar a los seguidores de Voldemort y lograr que algunos lo abandonaran. Hablaría más tarde con Severus y Dumbledore.
Para sus amigos, Harry repitió sus agradecimientos por todos sus esfuerzos. Hermione comenzó a responder preguntas acerca del trabajo que estuvieron haciendo durante la tarde, y Harry dirigió su atención hacia ella, esperando que los demás se fijaran en la chica y le permitieran terminar su cena. ¡Estaba famélico!
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Varias mesas a la distancia, en un una parte distinta de la habitación, Petunia se encontraba sentada junto al grupo de personas más normales que había logrado encontrar. Había regresado de los invernaderos, sucia y con moretones, pero fuera de eso sin daños de su encuentro con esas horribles plantas, para ir hacia el dormitorio a cambiarse y refrescarse para la cena. Estaba un poco sorprendida de encontrar su cama arreglada con nuevas sábanas, algunas toallas limpias listas para su uso, e incluso las ropas que había llevado el día anterior estaban lavadas y ubicadas dentro del cambiador junto a su cama con el resto de cosas que había traído desde su casa; también notó que faltaba su maleta. Bueno, podría tener problemas con el personal y la calidad de personas en ése lugar, pero al menos quienquiera que proveyera el servicio sabía cómo hacerlo correctamente. En realidad, nunca vio un sirviente o alguien del personal de limpieza, pero tenía que admitir que todo estaba siendo tomado bajo control de manera rápida y eficiente; y tenía que asumir (otra vez, por sus revistas de moda) que la meta de aquellos en servicio debía ser mantener todo en orden sin molestar a los huéspedes. Bañada y con ropas limpias, Petunia se sentía un poco más confortable ahora.
La gente a su alrededor en la mesa tenían todos diferentes tareas asignadas. Una mujer mayor había pasado el día en un "laboratorio de pociones" y comentaba sin parar sobre cortar y hervir cosas en calderos. ¡Qué espantoso! ¿Y estas personas usaban eso como medicina? La mujer miro a Petunia con una extraña mirada en respuesta a su comentario.
–En realidad, Hogwarts es reconocido por las pociones preparadas aquí. El Maestro de Pociones, Severus Snape, es famoso a lo largo del mundo mágico y sus pociones son altamente solicitadas. Estamos remplazando brebajes no solo para nuestra propia enfermería, sino también para San Mungo y el Ministerio, que según escuché, está compartiéndolas con las instituciones extranjeras. ¡Sin mencionar el hecho de que, Snape, está enlazado con Harry Potter!
El último comentario trajo murmullos del tipo "¡Suertudo!" y expresiones celosas; Petunia casi se ahoga con la boca llena de comida insípida.
– ¿Qué? ¿Enlazados? ¿De qué diablos están hablando? ¡¿Y quién en su sano juicio querría tener algo que ver con ese infeliz de Potter!? – ¡La gente a su alrededor estaba mirándola a ELLA como si tuviera algo malo! – El muchacho es un fenómeno, siempre lo ha sido.
La gente estaba tratando visiblemente de mantener toda la distancia posible con esa harpía. La vieja mujer respondió
–Es un extraordinario y poderoso joven, y recientemente reconocido como el Rey del mundo mágico. Es el que nos despertó a todos del hechizo lanzado por El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado. Si no lo hubiera hecho, estaríamos todos dormidos, y muchos de nosotros no estaríamos despertando. Verdaderamente tienes descaro para decir semejantes cosas acerca de él.
Petunia empujó con desánimo la insípida comida alrededor de su plato. En realidad había creído que la gente de apariencia normal entendería su percepción de aquel horroroso muchacho con el que había tenido que cargar años atrás, y simpatizaría con ella. ¡Nunca pensó que la gente normal se pondría del lado de aquel fenómeno, y le darían la espalda a una refinada mujer como ella!
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Casi al final de la cena, Harry vio a Madame Pomfrey acercarse a la Mesa de Profesores, para interrumpir al Director y a Severus en una corta conversación. Comentaron juntos de manera breve, y luego Severus se fue con ella. El corazón de Harry palpitó con la esperanza de que pudieran realizar el hechizo, y pronto.
Un momento después, el Director se puso de pie para dirigirse al atiborrado salón.
– ¡Les doy la bienvenida a todos a nuestra primera cena como una familia mágica extendida! Tenemos varios miembros de las familias de nuestros estudiantes uniéndose a nosotros, al igual que muchos otros que no sabían que tenían magia hasta el día de hoy, y estamos todos encantados de extender la hospitalidad del Castillo de Hogwarts para ustedes. ¡Gracias a todos aquellos que participaron en los esfuerzos de reunirnos aquí hoy! Tengo un contrapunto para el oscuro evento que todos hemos experimentado. Gracias al Profesor Snape, a la señorita Hermione Granger y, por supuesto, Harry Potter, ¡hemos formulado un plan para ayudar a los muggles, más allá de aquellos que logramos traer a Hogwarts! Esto es algo que nunca se ha hecho antes, pero nos mantenemos optimistas de que funcionará, y tenemos confianza en que la acción que realizaremos no dañará a ninguno de nosotros. Será un lanzamiento de encantamiento en grupo. El señor Potter lanzará un Comando Real hacia la Tierra para desperdigar un antiguo hechizo sanador, o de estasis, alrededor del mundo, y nos uniremos todos en su ayuda para lograrlo. Varios de nosotros realizaremos el hechizo "lunctum" para unir nuestra magia a la del señor Potter en una gran explosión. Invitamos a todos los magos y brujas adultos, incluidos a nuestros huéspedes y a todos los estudiantes del quinto año en adelante, a participar. Nos reuniremos afuera, junto a los invernaderos, y procederemos como grupo fuera de los muros del castillo, bajo la protección de los guerreros de las Tierras del Invierno. La participación es completamente voluntaria. Si tienen preocupaciones o reservas, no se sientan presionados a unírsenos y nosotros entenderemos. Sin embargo, si desean participar, por favor repórtense en los invernaderos en media hora. Gracias.
La Mesa de Profesores comenzó a vaciarse inmediatamente, mientras todo el personal y el resto de los invitados a la mesa principal salían para prepararse. El resto del salón estalló en conversaciones mientras todos parecían querer comentar acerca del plan detallado. Aquellos en la mesa de Gryffindor se encontraban muy emocionados de poder participar en algo que aún no había sido probado pero que probablemente hiciera algún bien. Los Ravenclaws discutían la historia, desarrollo y teoría de todos los hechizos mencionados. Los Hufflepuffs estaban excitados de formar parte en un grupo unificado mientras que los Slytherins querían saber cómo es que Hermione Granger se había visto involucrada en todo esto.
Draco explicó, para el entretenimiento de aquellos al final de la mesa, que había sido en realidad Hermione quien encontrara todos esos ancestrales hechizos Reales y se los enseñara a Potter. Muchos Slytherins buscaban poder y prestigio para su gloria personal, pero un igual número se encontraban felices de susurrar en los oídos de los poderosos. El rol de Hermione en todo esto marcaba un nuevo significado para ellos "el poder detrás del trono" y estaban todos, debidamente aunque a regañadientes, impresionados.
Mientras los grupos hacían su camino hacia los invernaderos, era evidente que todos los estudiantes del quinto año en adelante, todo el personal, y todos los adultos en posesión de una varita se dirigían hacia los terrenos. Mientras Harry caminaba entre medio de los Gryffindor, su partida fue seguida, y docenas de sus compañeros de todas las casas, se acercaron para apretar su mano o brazo en un gesto de apoyo. Se encontró a si mismo conmovido por la demostración de su preocupación.
Sirius, Remus y la señora Longbottom se encontraban entre los adultos trabajando junto al personal para las preparaciones finales. Se necesitaría una pequeña cantidad de tiempo para enseñarles a todos el hechizo. Había algunas discusiones acerca de la forma más conveniente de ubicar a todos aquellos que participarían en el acto, para habilitarles el concentrar su magia en un punto específico en el suelo. A medida que fueron notando la enorme cantidad de magos y brujas que estaban dispuestos a participar, fueron necesarios algunos ajustes de último momento para que todos lograran entrar, pero lo resolvieron sin ningún problema.
Los guerreros formaron una barrera protectora alrededor de los muros del castillo, y mientras los participantes llegaban y eran instruidos en sus posiciones para lanzar el hechizo, se movían para protegerlos a todos a medida que se trasladaban desde los muros a sus lugares asignados. Era una gran multitud, todos de cara a una colina inclinada. Harry había señalado hacia un punto donde vio una intersección de Líneas Ley, y decidió que ahí debía ser donde lanzaran el hechizo. Sirius marcó el sitio con una brillante y ardiente flama. Cuando todos se encontraban en posición, Severus caminó junto a Harry hacia un punto frene a la multitud que había sido reservado para ellos, y Albus, Sirius, y la señora Longbottom se situaron al final del numeroso grupo. Se hizo el silencio entre los participantes, todos mirando atentamente mientras Harry tomaba su lugar, y se giraba de cara a ellos aplicando un encantamiento sonoro para amplificar su voz.
–Primero voy a lanzar el hechizo para pedirle a la Tierra que reciba y disperse el encantamiento sanador. Una vez hecho esto, todos deberemos lanzar el hechizo que acaban de aprender, y sostenerlo lo más que puedan. La señora Longbottom, el Profesor Dumbledore y el señor Black realizarán entonces el encantamiento lunctum para unir nuestros esfuerzos en un pulso masivo de magia. Puede que lo escuchen, y sientan una oleada de magia, pero no se distraigan. ¡Sostengan el encantamiento sanador! Apunten hacia el punto frente a ustedes marcado por las llamas. Estoy tan orgulloso de estar haciendo esto con todos ustedes, y de su generosidad al unirse. Gracias a todos.
Severus sonrió ante la elección de palabras de Harry; pedirle a la tierra, ¡si claro! ¡Cualquiera que supiera Latín se daría cuenta que la tierra estaba siendo exigida a colaborar!
La mayoría de los presentes saltaron al escuchar el poder en la voz de Harry comandando a la tierra. Los que no podían escucharlo se encontraban impresionados por el impacto que su hechizo tuvo en las flamas que marcaban el punto donde el encantamiento debía ser lanzado. Había sido una brillante flama ardiente de alrededor de un metro de alto, pero para el momento en que Harry había terminado su hechizo, era diez veces más alta.
Mientras que Harry comenzó a lanzar el encantamiento sanador, su voz fue acompañada por otras. Al rojo destello disparado de su varita se le unieron otros cientos. Detrás de él los hechizos lunctum fueron lanzados, presionando una cantidad masiva de poder a través de ellos para finalmente unificar todos los destellos en una sólida pared de luz roja que se fundió en la llama. Despacio, la luz blanca de la llama se tornó más amarilla, y finalmente roja, igualando el destello de sus varitas. Justo cuando Harry sentía que no tenía más energía o fuerzas, la brillante flama roja desapareció hacia la tierra. Había terminado.
El personal suavemente condujo la marcha hacia el Gran Salón con promesas de chocolate y noticias ni bien se supiera si sus intentos habían funcionado. Muchos de los que eran demasiado jóvenes, o no poseían suficiente poder mágico para participar habían observado el lanzamiento desde varios puntos alrededor de los muros del castillo, y fueron corriendo para unirse a la cansada pero excitada multitud que lentamente se dirigía hacia el Gran Salón. En medio del gentío, rodeado por su familia y amigos, Harry caminaba junto al resto, demasiado cansado para notar las miradas y susurros que los seguían a él y Severus en el camino de regreso. Severus tenía su mano en la espalda baja de Harry, listo para sostenerlo si caía o tropezaba, o simplemente si necesitaba apoyo, pero no en una forma que era obvia para los demás. Parecía un gesto tan cuidadoso, provocando más de una mirada celosa de atontadas brujas rememorando imágenes del hombre en El Profeta.
Severus tenía la intención de llevar a Harry para que se sentara en la mesa de profesores, pero el chico se mantuvo firme en que se sentaría junto a sus compañeros, así que dirigieron su camino hacia la mesa de Gryffindor y luego el hombre continúo hacia la mesa principal solo. Personalmente creía que todo el despliegue de azúcar y chocolate caliente que ya estaba apareciendo en las mesas iba a hacer de ésta una noche miserable para todos aquellos que deberían mantener orden en el castillo, pero también había sido profesor lo suficiente como para saber que una vez que se prometía chocolate, faltar a esa promesa podría provocar un motín. Mordisqueó estoicamente una barra de chocolate, a pesar de haber pedido a los elfos un poco de té para beber.
Afortunadamente, la espera no fue larga. La mayoría se encontraban bebiendo de su primera taza de chocolate caliente, y quizás dando algunos mordiscos a una barra de caramelo, cuando Madame Pomfrey arribó desde la enfermería con noticias para el Director. Susurró urgentemente en su oído, y éste inmediatamente se puso de pie y llamó la atención de la sala para que escucharan las noticias.
–Madame Pomfrey me informó que ha confirmado sus resultados aquí con los del personal médico de San Mungo y otros hospitales a lo largo del mundo. Los muggles durmientes se encuentran todos en un estado de animación suspendida; ¡el prolongado sueño no los matara! ¡Su encantamiento ha funcionado!
Un fuerte alboroto se desató, y duró varios minutos mientras los estudiantes se ponían de pie, se abrazaban unos a otros y saltaban chocando sus manos. Sus familias, squibs e invitados no fueron más calmados. Era una estridente escena la cual Albus Dumbledore esperó pacientemente. Cuando por fin vio la oportunidad de continuar su discurso, añadió:
–Celebren esta noche; han ayudado al mundo a evitar una catástrofe de una enormidad que no podemos delimitar. Pero duerman bien; ¡el mundo necesitará todos nuestros esfuerzos y energía mañana!
En la Mesa de Profesores, el chocolate caliente (y el té de Severus) fueron remplazados instantáneamente con largos vasos de un excelente brandy. Severus aceptó las felicitaciones de parte de sus colegas y los demás sentados junto a ellos, y saboreó el rico sabor de la bebida mientras mantenía un ojo en Harry. Se encontraba en el centro de una gran concentración de estudiantes. Severus quería que disfrutara éste momento, pero sabía lo exhausto que el joven se encontraba y lo mucho que necesitaba un descanso, así que se mantenía alerta a cualquier señal de que necesitara sacar a Harry de ahí.
Fue de hecho Draco quien notó la mirada del hombre y le hizo una seña para que rescatara a Harry, quien prácticamente se estaba durmiendo de pie para el momento en que Severus llegó junto a él. Con sus propias ofertas de felicitación y agradecimiento hacia los estudiantes, gentilmente sujeto a su héroe de la mano y lo guio hacia sus habitaciones en las mazmorras.
Después de que Severus le hubiera dado su dosis de Pócima para dormir sin sueños, Harry se deslizó en la cama y descansó su cabeza en el pecho del hombre. Más que nada, quería la calmante música del latido del corazón de su compañero para arrullarlo hacia el sueño. Severus gentilmente sostuvo al joven en sus brazos, para seguirlo en un muy necesitado descanso.
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