69 SEGUNDOS PARA CONQUISTARTE...

By jonazkueta

3.9M 509K 148K

COMPLETA. En librerías y Wattpad. Premio WATTYS 2020. En su segundo año de carrera, Andrés continúa siendo u... More

69SPC
EN PAPEL y WATTPAD
ANDRÉS, ANDRÉS FORUA...
UNA VECINA PECULIAR
EL PURÉ DE VERONY
VOLVEMOS A VERNOS
EL TRAYECTO EN ASCENSOR
UNA NOVELA ROMÁNTICA
LA CHICA DEL ASCENSOR
SESIÓN DE CINE
LA SEÑORA RODRÍGUEZ
EL PISITO PLAYBOY
UN MUÑECO CABEZÓN
PÍO, PÍO
¿Y LA CHICA?
ELLA
ELLA HUELE A LIBRO
A LEER
UN FANTASMA
SE ACABÓ
LA NOTA
ENCONTRADA
EL MENSAJE
O UNA PESADILLA
CRATERS
LA UNIVERSIDAD
EN CLASE
X
EL DELFÍN
MARTA
LA POLI Y EL ARRESTADO
TONTEO
BUNNYTO
UNIVERSO
MAÑANA
ASCENSO DEL LUNES
Anuncio del autor
ASCENSO DEL MARTES
UN REGALO
ASCENSO DEL MIÉRCOLES
LA DISCULPA
ASCENSO DEL JUEVES
A LA FIESTA
LOS SEIS
INFLUENCER
VERDAD O ATREVIMIENTO
DIBUJAR
¿AQUÍ?
CHANTAJE
LO DIGO TODO
ASCENSO DEL VIERNES
AL DESPERTAR
ANDRÉS JONES
AL TELÉFONO
VEINTITRÉS
DXABON
VELFONY
UNA MONTAÑA RUSA
LA INVITACIÓN
LA CAMARERA
LA CHEF
SAN JUAN DE GAZTELUGATXE
LA CUENTA
CUBO DE RUBIK
SOBRE REBECA
ERECTUS
CINCO PAVOS
¿Y EL SEGUNDO?
SUPERSTICIOSA
LOS DELFINES
EL MÓVIL
UN ENFERMERO
NO ESTÁN
EMERGENCIA
LA ESPÍA
EL QUIÉN ES QUIÉN
ROCADRAGÓN
A BERMEO
¿REBECA?
Anuncio del autor
LA MUESTRA DE AMOR
IDEAS
A LA ERMITA
AMUMA
LA DESPEDIDA
EL MARCAPÁGINAS
UN MES MÁS TARDE
FIN
EPÍLOGO (EXTRA)
Agradecimientos
En librerías
EXTRA I
EXTRA II
HUYENDO DEL VICIO en papel
EL ÚLTIMO AMANECER DE AGOSTO

EL CÓDIGO

48.3K 6.1K 1.6K
By jonazkueta

«Son las siete de la mañana. Estamos a jueves. Hace un día soleado, maravilloso para ir de pícnic, para correr en el parque o para...»

—Cagarme en todos tus muertos —murmuro con la cabeza hundida en la almohada y apago el despertador de un zarpazo.

Odio despertarme con la voz del presentador de radio a todo volumen, pero es lo más eficaz. Antes tenía música y me quedaba escuchándola entre las sábanas hasta que volvía a dormirme.

Miro a mi alrededor. Tengo a mi lado el libro de John Green que me dejó ella, y por lo que veo gracias a un pañuelo que utilicé de marcapáginas, anoche leí más de la mitad. No quiero ni imaginar hasta qué hora estuve despierto.

Me levanto, salgo de la habitación y camino como un zombi hasta el baño.

—Buenos días —me saluda alguien al entrar.

Me froto los ojos, centro la vista y...

—¡Maria! —Está sentada en el retrete—. ¡Qué asco!

Empiezo a escucharla orinar. Pretendo huir y doy la vuelta rápidamente, pero calculó mal y me como el marco de madera de la puerta.

—Te veo un tanto dormido, amigo. —Se ríe.

Salgo del baño y cierro la puerta con brusquedad.

—¡La próxima vez echa el pestillo! —añado mientras me llevo la mano a la frente, y palpo la zona dolorida—. Como me salga un moretón...

—Los moretones son de tipos duros. ¡Estarás sexi! —me responde la meona.

Suspiro, ignoro su comentario y espero apoyado en la pared a que salga.

—Ya. —Abre la puerta—. Podéis pasar.

—¿Podéis? —Miro a mi alrededor. No hay nadie más.

—Tú y tu amiguito. Él sí que parece estar bastante despierto... —responde y marcha.

—¿Cómo que...? Mierda. —Observo mi entrepierna—. ¡Maria, eres una pervertida!

—¡Lo sé!

—¿¡¿Os podéis callar de una maldita vez?!? —nos llega la voz de Verony, que debe de seguir en la cama. Cada vez va menos a la universidad.

En silencio, me meto en la ducha, y gracias al agua fresca me despierto. Ahora, lo único que me queda de zombi son las ojeras y el hambre. Lo primero no tiene remedio, pero lo segundo, sí. Me visto, me dirijo a la cocina y desayuno un cuenco de cereales con leche. Una vez tengo la tripa llena, ya puedo irme:

—Adiós, Maria.

Me asomo a su cuarto para despedirme sin hacer demasiado ruido.

—Venga, hasta luego —me devuelve el saludo, sin siquiera mirarme. Está entretenida eligiendo el modelito que llevará hoy a la peluquería canina.

Salgo de casa y monto en el ascensor. Amenizo el viaje leyendo. Pienso aprovechar los ratos libres para avanzar con la lectura, porque, como que me llamo Andrés Forua, que voy a acabarla hoy mismo.


Horas después 


—Joder. Es imposible que la acabe hoy —me desanimo.

Estoy en la biblioteca, he cogido sitio en una de las mesas del fondo para que nadie me moleste y poder leer a gusto, porque aún me quedan muchas páginas.

Avanzaría más rápido si no prestara tanta atención a los apuntes que ella hizo en los márgenes de las páginas, pero me es inevitable fijarme. El libro entero está lleno de notitas, palabras subrayadas... Además, he logrado descifrar su código de anotación mediante distintos tipos de subrayado:

Siento que este libro me acerca cada vez más a ella, que me ayuda a conocerla. Se me ponen los pelos de punta al pensarlo. Qué ganas tengo de que nos volvamos a ver y podamos charlar sobre la novela, una novela que, o me pongo las pilas, ¡o no voy a acabar!

—Vamos a ello.

Me espabilo, me concentro y me vuelvo a sumergir en la historia.

—¿Qué pasa, chaval?

—¡Eh! —Pego un brinco sorprendido.

Alzo la vista de las páginas y me encuentro con Dan, uno de mis compañeros de clase.

—Aquí ando...

—¿Sigues leyendo? —observa—. Ese libro tiene que ser la polla.

—Está bien.

Toma asiento a mi lado.

—Tengo que pasar apuntes a limpio. Tú ya has empezado a estudiar para los exámenes finales, ¿no?

—No te creas...

Dan me mira confuso, a la espera de que diga algo más. Llevamos siendo amigos desde primero de carrera, cuando el profesor separó la clase en pequeños grupos. A él y a mí nos tocó en el mismo equipo, un equipo que aún mantenemos y al que llamamos Los Seis, porque está formado por seis integrantes. La originalidad no nos acompañaba cuando lo bautizamos.

Desde entonces, Dan y yo no nos hemos separado, y ya me conoce lo suficiente como para saber que siempre intento preparar los exámenes con mucha —muchísima— antelación.

—¿No te creas? Chaval, ¿desde cuándo eres tú el que pasa de estudiar? ¿Estás enfermo?

Aunque Dan y yo congeniamos muy bien, la verdad es que no nos parecemos en nada. Él dedica las horas que pasa en la universidad a examinar a las compañeras en vez de a estudiar. Y no le va mal. Con sus dotes de copiar en los exámenes, ha aprobado todas y cada una de las asignaturas, y con sus dotes de seductor, ha probado todas y cada una de las bocas de compañeras que se ha propuesto... Aunque el mérito no es solo de su palabrería, digamos que con su aspecto de chico malo lleno de piercings y tatuajes, y con su musculado cuerpo digno de salir en un anuncio de gimnasio, aumenta bastante la probabilidad de éxito en la conquista.

—No estoy malo, es que tengo otras cosas que hacer —le explico—. Estudiar no es mi prioridad ahora mismo.

Me apoya la palma de su mano izquierda sobre mi frente, y se la retiro con brusquedad:

—¡No tengo fiebre!

—Ya... —Posa su mirada en mi libro, se rasca su cabeza rapada y me pregunta—: No te lo tomes a mal pero ¿por qué estás perdiendo el tiempo con esa novelita?

—No lo entenderías.

—Prueba —pretende que me sincere—. Estás muy raro, y me empiezo a preocupar.

Cierro el libro y me vuelvo hacia él. Lo miro, dubitativo. Si no le he hablado de la chica del ascensor aún, no es porque piense que no puedo confiar en él, es porque... me da vergüenza admitir que me estoy obsesionando con alguien que apenas conozco.

—A ver cómo te lo cuento —comienzo, y él asiente lentamente, me incita a avanzar—. Digamos que estoy así por...

—¿Por?

—Por una chica. —Al grano—: Creo que me estoy pillando.

—¿¡¿Cómo dices?!? —Me mira extasiado—. ¡Chaval, es genial!

—¡Chssst! —nos manda bajar la voz Emilia, la bibliotecaria, desde su mostrador de la entrada.

—Andrés, pero... —susurra Dan—. ¡Qué tío! —Me pega con el puño en el hombro—. ¿Llevo alrededor de dos años contándote todas mis aventuras y tú no eres capaz de contarme la tuya? Me alegro mucho de que al fin me hables de ello.

—Sí... También me hace ilusión contártelo. Para mí es bastante especial.

—O sea que te mola mucho, ¿no?

—Bastante, aunque no sé muy bien qué siento por ella. Es que apenas la conozco...

—¿Es una chavalita de clase? —se interesa—. He visto que Claudia te mete ficha. Es ella, ¿verdad?

—No, no es Claudia. Es...

Me mira impaciente, con sus ojos resplandecientes de emoción. Será un malote, pero le gusta como a nadie un buen cotilleo. Y yo ya no puedo retroceder. Voy a decirle toda la verdad. Al fin y al cabo, es mi amigo y merece saberla. Además, tal vez me dé consejos para conquistarla.

—A ver, atento... —comienzo a narrar.

Le cuento lo sucedido en el ascensor, mis conversaciones con Maria y Verony, mis pensamientos, sentimientos... Se lo cuento todo. No sé cuánto tiempo llevaré hablando, me he venido muy arriba. Me siento el personaje principal de una novela juvenil. Y cuando al fin acabo mi detallado monólogo, él parece necesitar unos pocos segundos para procesarlo.

—¿Qué piensas? —me impaciento.

—Qué locura, chaval —reacciona—. ¿La pelirroja esa está buena?

—A mí me gusta. Todos estamos buenos según qué ojos nos miren.

—Eh... Sí, sí. Pero según mis ojos, ¿está buena? —reformula la pregunta—. ¿Es del estilo de la rubia que vive contigo? ¿La que trabaja bailando en la discoteca?

—¿Maria? —Me río—. Para nada. Son como el blanco y el negro.

—Dirás amarillo y rojo —bromea.

—¿Me tengo que reír?

—Qué seta eres. Así no vas a conquistar a la chavalita, eh. —Lo miro con mala cara, y recula—: Es una broma. Caerá rendida sobre tus delgaduchos brazos.

—Capullo... —musito—. Espero que poco a poco nos vayamos conociendo. Hoy volveré a verla en el ascensor, y sé que todo irá genial. Lo presiento.

—¿Hoy? ¿Has venido en coche?

—¿En coche? No tengo.

—Pues si es verdad que siempre coge el ascensor sobre las 21 h... Chaval, ya puedes correr. —Señala el reloj que hay en la pared. Son las 20.45 h.

—Oh, ¡mierda! —Me levanto de golpe. Al final, ni he leído el libro, ni he estudiado... y tal vez ni llegue al esperado encuentro—. ¡Mierda, mierda!

—¡Andrés, silencio! —me llama la atención de nuevo Emilia, pero estoy tan nervioso que me da igual.

Recojo a toda prisa y sin siquiera despedirme de Dan, salgo corriendo.

—¡Suerte, chaval! —lo oigo gritar.

—¡Chssssssst! —se desespera Emilia.

—Siento el escándalo —me disculpo—. ¡Pero es una emergencia!

Me alejo a toda prisa, preguntándome si... Joder... ¿Llegaré?



----------

¿Llegará? Lo sabremos el domingo... 

¡Muchas gracias por leer! Se avecina uno de mis capítulos favoritos, ¡espero que os guste!

Ah, y... ¿Qué os está pareciendo la historia? ¿Y los personajes? ¿Tenéis favoritos? ¡Os leo!


Continue Reading

You'll Also Like

35.7K 1.9K 26
Selena quiere cumplir su sueño siendo la protagonista de la nueva película Zombies 4, pero la vida le pone algún que otro obstáculo de por medio, ent...
11.1M 1.1M 41
«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gustando.» La vida de Andy está rodeada de d...
52.9K 5K 19
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cu...
22.2K 854 78
Encontrar a su pareja en el acto mismo de infidelidad la llevará a ingerir en su sistema digestivo una cantidad exorbitante de alcohol. Ein Morlyng c...