Narras tú
–Oh no, no te atrevas a besarme– me alejé rápidamente y ella rió.
–No seas exagerada– apreté mis labios cuando fue a besarme y me dio un pequeño golpe –Abre la boca– negué –Es solo una arañita– reí sin abrir mi boca –¿No vas a besarme?– negué nuevamente y se alejó levantándome su dedo medio.
–Sabes que te amo, pero las arañas me superan, no podré besarte en mucho tiempo– hizo un puchero.
–¿No vas a besar estos labios que te vuelven loca?– los miré y luego reí.
–No me hagas esto– puso sus manos en mi camiseta.
–No vamos a tener sexo mientras no me beses, ¿Estás al tanto de aquello?– mordí mi labio.
–Tenemos 18 años, hay muchas cosas que podemos hacer en vez de tener sexo– asintió.
–Luego no te quejes– reí y me acerqué a ella para besar su frente –La araña estuvo allí– fruncí mi ceño y luego limpié mis labios con mi antebrazo.
–Voy a lavar mi boca– rió y le di un pequeño golpe.
–Vas a besar mi boca– miré sus labios –Y luego yo besaré otra cosa– apretó mi miembro por sobre el pantalón.
–Amor...– lo apretó de nuevo.
–Dame mi regalo de cumpleaños atrasado– reí ya que su fiesta había sido ayer.
–Ya te di mi regalo ayer– negó.
–Quiero otro regalo– choqué contra la pared, me tenía acorralada.
–Aunque sea lávate los dientes primero– rió y acercó sus labios a los míos.
–¿Me estás diciendo que no?– levantó sus cejas y negué enseguida –Entonces bésame– nuestros labios estaban a pocos milímetros y entró Finneas en la habitación para hablar con Billie, por lo cual suspiré aliviada y corrí hacia el cuarto de mi novia.
–Ni creas que te salvaste– me encontraba recostada en su cama.
–Solo lávate la boca, y la cara– rió y se subió gateando a la cama.
–¿No quieres esto?– se quitó el gran chaleco que tenía puesto y noté que no tenía el brazier puesto.
–¿No prefieres una maratón de American Horror Story?– apretó mi miembro que ya se encontraba duro.
Quitó su mano y sacó la liga que se encontraba en su muñeca para amarrase el pelo en una coleta y me miró.
Sin decir nada metió su mano a mi pantalón luego de desabrocharlo y suspiré al sentir su suave mano al rededor de mi miembro. Subí mi vista hacia su rostro y mordía su labio, lo cual me excitó muchísimo más de lo que me encontraba.
Sacó mi miembro y comenzó a masturbarme lentamente, acercó su boca y le dio una lamida a la cabeza.
–¿Quieres que siga?– asentí rápidamente y mordí mi labio.
Avanzó hasta dejar su boca frente a la mía y por la excitación olvidé que aquella araña había estado allí, así que llevé mis manos a su cuello y lo acaricié mientras nos besábamos apasionadamente.
Mis manos bajaron hasta sus pechos acariciando todo su cuerpo, apreté suavemente uno de sus pezones y soltó un gemido.
Se separó del beso y bajó hasta llegar a mi erecto miembro. Me miró y le sonreí.
–No te molesta que ponga mi boca aquí, ¿Verdad?– negué y me acomodé cuando sonrió.
Abrió su boca y mordí mi labio cuando metió la cabeza de mi miembro en ella. Pasó su lengua por el glande y lo mordió muy cuidadosamente
Volvió a meter un poco más y me hizo gemir cuando chocó con su garganta.
Comenzó un vaivén rápido que me hacía apretar levemente mis manos en el colchón.
Siguió así unos dos minutos más y luego se puso de rodillas en la cama.
Yo me levanté y quité mi camiseta junto con mi brazier. Me acerqué a ella y acaricié su desnudo abdomen. La acomodé bajo mi cuerpo y seguimos besándonos.
–Te amo demasiado, aunque a veces hagas cosas raras– reímos y besé su cuello.
Lo lamí con cuidado y bajé con delicadeza hasta sus pechos para dedicarles un rato. Luego seguí bajando hasta llegar al elástico de su pantalón y lo quité, bajé mi pantalón y lo saqué junto con mis zapatos.
–¿Tienes condones?– mordí mi labio y negué –Hay en ese cajón de allá– miré y fui hacia allá, lo abrí y reí al ver que habían muchos, saqué uno y fui donde ella.
–¿Quieres que los ocupemos todos hoy?– pregunté pervertidamente y rió.
–Con suerte llegarás a ocupar 2 _____– puse una mano en mi pecho ofendida.
–¿Perdón?– me subí a la cama y rió.
–En algún momento llegarás a ser el semental que necesito, por ahora me conformo con lo que duras– le levanté mi dedo medio y ella también lo hizo.
–Te amo– reímos y quité su braga.
Llevé mi mano hasta su feminidad y gimió cuando introduje uno de mis dedos. Mordió su labio y metí otro dedo comenzando a penetrarla repetidamente con ellos.
Con mi dedo pulgar estimulé sus labios y cuando sentí que estaba lo suficientemente mojada abrí el condón y me lo quitó cuando iba a ponerlo.
Sin decir nada lo puso en su boca y me lo puso con ella, dejándolo con un poco de su saliva. La besé y me posicioné entre sus piernas, guié mi miembro hasta su centro y empujé unos cuantos centímetros.
–Oh...Aunque dures poco, admito que tienes una buena polla– sonreí y me incliné para besarla.
Nuestros labios comenzaron un beso sincronizado y sin avisarle metí de golpe todo mi miembro, provocando que de la impresión mordiera mi labio.
Noté una pequeña gota de sangre pero sin importarle volvió a besarme con sus manos acariciando mi cuello.
Tomé un ritmo algo rápido con mis embestidas y Billie soltaba leves gemidos entre el beso de vez en cuando.
Corté el beso y llevé mis manos a sus piernas para dejarlas dobladas, las separé un poco para tener un mejor acceso a su feminidad.
Mis embestidas comenzaron a ser más rápidas y el choque de nuestros cuerpos comenzó a sonar.
Sin salir de ella me paré a un lado de la cama, arrastrándola hacia la orilla, y puse sus piernas en mis hombros para seguir provocándonos placer.
–¡_____!– sus gemidos eran demasiado sexys y siempre me hacían ir más rápido para escucharlos mucho más.
Le di una leve nalgada y como su piel era blanca se enrojecía fácilmente. Seguí embistiendo cada vez más fuerte y la respiración de mi novia indicaba que en cualquier momento se correría.
–¡_____! ¡Ah!– afirmé sus piernas con algo de fuerza ya que yo igual me encontraba a punto de correrme.
Di 3 embestidas más y sus manos apretaron fuertemente las sábanas, sus ojos se cerraron y gimió mi nombre fuertemente.
–Oh Billie– cuando sus músculos se contrajeron provocaron que me corriera dentro del condón.
–Te amo– sonrió algo atontada por el orgasmo y reí sacando con cuidado sus piernas de mis hombros para abrazarla –Aún no se acaba mi regalo, ¿Cierto?– besé su cuello negando y sonó su celular.
Estiró su brazo para alcanzarlo y contestó. Escuché la conversación y suspiré.
–¿Seguimos luego?– asintió con un puchero y salí de ella. Nos vestimos y la acompañé a su estudio de grabación del nuevo single que sacaría.
–¿Estuviste comiendo carne, hermanita?– levanté una de mis cejas y ella rió.
–Pero si a ella no le gusta la...Oh– reí a la vez que Billie se reía de mi.
–Solo estaba disfrutando un regalo de cumpleaños atrasado–.
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Admito que no la conocía muy bien, pero ya me empezó a gustar sjskjsk, y gracias a cubanserenity que me dio los datos de Billie pa escribir el shot, te amo :v❤️