I'm gonna getcha good!

By MissGinsey

30.5K 1.4K 307

Colección de relatos/oneshots/spinoffs de «Nuestro momento», spinoff de «Las dos caras del amor» (contiene sp... More

Un flashback de «Las dos caras del amor».
D2 - Feliz Navidad
D3 - Sin pilas.
D6 - Juegos en Barcelona
D8 - Varias quemaduras.
D9 - En sus manos.
D10 - Gracias.
D17 - El chico perfecto.
D19 - Explorar otros campos.

D0 - Putas hormonas.

4.5K 180 49
By MissGinsey

—Apenas se te nota —dijo Luna, apoyando la mano sobre su vientre y sonriendo al instante, porque quizás entonces sí lo notó—. Jamás habría dicho que ibas a quedarte embarazada.

—Le queda bien —opinó Raven, que sonrió antes de atrapar la pajita con los labios.

—A ver si opinas lo mismo cuando esté de nueve meses.

—Entonces sabrás si es amor verdadero o no —se metió Luna con ella.

—Lo sé ya —afirmó y Raven y ella se sonrieron.

Luna protestó al ver la escena y se levantó a por más bebidas. Odiaba muchísimo no poder beber cuando salían con su amiga, pero confesaba que a veces le resultaba divertido ver cómo Luna y su novia se emborrachaban, porque era raro ver a Raven en ese estado, pero cuando salían con Luna se dejaban llevar. Raven también se levantó y recogió las copas vacías que había sobre la mesa antes de mirarla con diversión.

—¿Te has acabado el zumito?

—Sí, ¿me traes otro?

—Lo que sea por mi chica.

Puf, ¿era normal seguir así por ella?

Elevó el rostro para recibir aquellos labios tan increíbles, y suspiró porque sabían muy bien a vino tinto. ¿Sería ese su secreto y por eso se mantenía tan bien? ¿Raven Reyes sería como Jennifer López y nunca envejecería? Joder, qué calor hacía en aquel bar, ¿no?

Observó a Raven y a Luna interactuar desde la mesa, y sintió que se le atascaba la respiración al ver a Luna apoyar la mano en la baja espalda de su novia mientras se inclinaba a besarla en la mejilla. Y no eran celos, de verdad. No, no, Alex, por Dios, no fantasees con ellas. Putas hormonas.

Se mordió el labio antes de mirarlas otra vez, Raven en esos momentos le acariciaba el pelo mientras esperaban a que la camarera sirviera las bebidas que habían pedido y su mente imaginó cómo sería que se besaran en los labios, pero no con esos picos que había visto alguna vez, no. Un beso en condiciones, con Raven agarrándole la cara como le hacía a ella y gimiéndole en la boca porque Luna consiguiera darle el placer que necesitaba. ¿Cuántas veces habrían follado en el pasado? ¿Cómo de satisfecha se quedó Raven aquellas veces?

Joder, si es que le habían advertido que el quinto mes de embarazo iba a estar necesitada sexualmente y antes de salir a encontrarse con su amiga había suplicado a Raven que hiciera de su magia con la lengua entre sus piernas, porque estaba tan cachonda que era insoportable. Y otra vez lo estaba, imaginándose cómo sería verlas follar. ¡Joder!

Volvieron a la mesa y vio que Raven adoptaba aquella expresión que ya conocía y sabía leer, un «¿por qué estás cachonda ahora?», porque de verdad que el quinto mes se le estaba haciendo cuesta arriba e incluso pensó en darse de baja para poder tocarse todas las veces que necesitaba, pero cómo iba a salir Dahlia si seguía teniendo un orgasmo tras otro. Miró su zumo una vez lo tuvo delante, y dio un largo trago para intentar refrescarse.

—¿Te encuentras bien?

Miró a Luna, que la observó confundida por el gesto.

—Podríamos ir a casa tras esta ronda, ya sabéis que me canso rápido estos días —mintió, pero es que de repente quería hacer realidad su fantasía.

* * *

Había leído en miles de páginas web que el quinto mes iba a ser satisfactorio sexualmente, pero se estaba encontrando con que no lo pasaba del todo bien por ese deseo que le provocaba las hormonas del embarazo. Raven y ella lo hacían varias veces al día y siempre quería más, casi siempre adoptando un papel muy pasivo, porque quedaba agotada en varios minutos. Aun así, continuaban haciéndolo porque sabían que iban a practicarlo poco una vez Dahlia estuviera en sus vidas.

Cada vez que pensaba en ella o la mencionaba, sonreía. Tenía muchísimas ganas de conocerla, de tenerla en sus brazos, de cuidarla, de verla crecer, de enseñarle cosas... Quería experimentar todo lo que conllevaba ser madre, pero sobre todo «ser madre junto a Raven Reyes».

Colocó las bebidas sobre la bandeja, se giró para ir al salón y servírselas a Raven y Luna, pero se encontró a su novia mirándola desde la puerta.

—¿Estás bien, Alex? —preguntó preocupada, porque seguro que pudo leer en su rostro que se había puesto cachonda en el bar, pero que quisiera ir a casa la descolocó un poco.

Recordó lo que había imaginado y sintió la excitación recorrerla completamente al pensar en cómo sería ver que se besaban en la realidad.

—Yo... Necesito algo —dijo y su voz sonó enronquecida.

Dejó la bandeja de nuevo en la encimera y rodeó la cintura de Raven cuando estuvo libre antes de atraparle los labios con habilidad. La latina le atrapó la cara entre las manos y suspiró cuando introdujo la lengua en su boca de forma agresiva. Díselo, Woods, dile lo que deseas.

—Quiero que Luna y tú folléis.

Raven se separó de ella y observó su rostro por todos lados buscando alguna actitud juguetona que le indicara que estaba de broma.

—¿Qué?

—Quiero ver cómo folláis. Os he visto antes en el bar y he recordado que lo hicisteis en el pasado, quiero ver cómo lo hacéis ahora también.

Raven pestañeó varias veces y dio un paso hacia atrás.

—¿Qué? ¿Hablas en serio? —estaba incrédula, más que molesta, y ella suspiró antes de hacerse de nuevo con la bandeja.

—No importa, Raven, olvida lo que he dicho. Seguramente me arrepentiría más tarde.

—Alex... —la llamó.

—Olvídalo —dijo suavemente y se obligó a sonreírle antes de ir hacia la puerta—. ¿La abres, por favor?

Raven fue hacia ella y lo hizo, dejándole paso para que fuera hacia el salón, donde colocó la bandeja y esperó a que Luna se hiciera con su copa.

—Por fin. Ya habéis tardado.

—¿Queréis ver algo en la tele? —preguntó, haciéndose con el mando, y Raven se sentó entre su amiga y ella.

—Oh, Dios, seguro que pone la tele para coger el sueño, como los abuelitos...

—¿Tú no lo haces o qué? —Miró a Luna, inclinándose hacia delante para poder hacerlo, ya que Raven daba un sorbo a su copa de vino.

Observó a su novia de reojo mientras Luna le contestaba que no, pero no encontró su mirada. ¿Le habría molestado? Era una cabeza hueca, no tenía remedio. ¿A quién se le ocurre pedir a su pareja que se acostara con otra? Solo a ella. Bueno, y seguro que a otra gente, pero no en su caso. ¿Y si hubiera sido al revés? ¿Le habría gustado que Raven se lo pidiera? Seguro que había quedado como una pervertida, joder, y justo cuando estaban esperando a su primera hija. Idiota. Era superidiota.

—Siempre he querido ver esa película, ponla, Alexa.

Raven señaló cuál en concreto y ella pulsó para que empezara a cargarse. Tardó tan solo unos segundos en reproducirse y se echó contra el cabecero para resoplar en silencio antes de decidir centrarse en la película.

Idiota, idiota, idiota... ¡Idiota!

Putas hormonas, de verdad.

Sintió alivio al sentir a Raven entrelazando los dedos con los suyos y manteniendo las manos unidas sobre su pierna.

* * *

Vaya aburrimiento de película. ¿Dónde tenía el gusto Raven? Estaba claro que el gusto sexual era exquisito, porque solo tenía que verse, pero el de esa película... puf.

—Bueno, tendré que irme ya.

—Puedes quedarte a dormir, Luna —le ofreció.

—No sé si quepo en la cuna —se burló, y ella sonrió, porque la habitación de invitados había sufrido un gran cambio.

—Puedes dormir con nosotras, es una cama grande —dijo Raven de repente.

Ella la miró con la respiración agitada, haciéndose un poco de daño en el cuello por el giro dramático, y Luna observó a Raven con el ceño fruncido, buscando una respuesta. Es más, abrió la boca para preguntar, pero de repente Raven estaba besándola. Oh, Dios. Oh, Dios.

Se dejó caer en el suelo y apartó la mesa de café para poder tener un mejor ángulo del espectáculo, sintiendo cómo una oleada de calor recorría su cuerpo al ver cómo Luna respondía el gesto de forma algo desesperada antes de separarla rápidamente, sujetando a Raven por los hombros, e intentar recuperar el aliento respirando por la boca.

—¿Qué...? ¿A-a qué ha venido eso? —Su amiga la observó después a ella, buscando respuestas y con un «lo siento» dibujado en la cara—. Y-yo no quería, Alex.

—Sí que quieres, Luna —dijo Raven, acariciándole el cuello, y la chica volvió a mirarla, y ella iba a explotar en ese instante, mejor quedarse callada—. ¿No lo has echado de menos?

—Sí, pero estás con Alexa. Yo no quiero causaros problemas.

—Alexa quiere que esto pase.

Raven consiguió que dejara de sujetarle los hombros y la tumbó en el sofá de un empujón.

—¿En serio?

Luna estaba muy sorprendida, pero no podía dejar de mirar a Raven, que se levantó y se quitó los zapatos antes de tumbarse sobre ella.

—Quiere ver cómo follamos —murmuró mientras le acariciaba los labios con el índice, y de repente sonrió. Joder con Reyes—. ¿Quieres follarme, Luna?

Su amiga volvió a mirarla, y ella contestó con un movimiento de afirmación antes de morderse el labio al ver cómo Raven le besaba la barbilla antes de bajar hasta su cuello. Recorrió el cuerpo de su novia con la mirada, ¿así de sexi era la imagen cuando ella estaba debajo de su cuerpo? Qué mal no tener otros ángulos mientras lo hacían. Deberían grabarse alguna vez, porque se estaba muriendo nada más con la curva de su trasero en aquella posición. Trasero que Luna ya acariciaba, pero no iba a juzgarla, había tenido que echarlo de menos todos esos años.

Suspiró de forma pesada al ver cómo las lenguas de Raven y Luna volvían a encontrarse y se besaban de forma salvaje sobre el sofá. Joder, estaba empapada y ni habían empezado. Putas hormonas.

Raven acarició el brazo de Luna antes de apretar uno de sus pechos sobre la ropa y después se sentó a horcajadas sobre su abdomen para quitarse la camiseta que llevaba y de paso el sujetador.

—Oh, joder.

Luna y ella, a la vez, al ver a aquella mujer semidesnuda. Raven sonrió con orgullo y entonces la miró fijamente.

—Si quieres que esto pase tienes que participar tú también.

Raven dominatrix, allá voy.

Se levantó rápidamente y no le dio tiempo a hacer nada cuando tuvo el puño de su novia apretándose en su camiseta y sus labios besándola con ganas. Gimió, completamente necesitada, cuando una mano se apretó entre sus piernas, y entonces vio a Luna, sonriendo con picardía mientras apretaba su labio inferior con los dientes y no dejaba de tocarla.

—Hacía tiempo de esto, ¿eh, Woods?

—Te morías de ganas por recordarlo —le respondió sin aliento, y miró de nuevo hacia abajo para ver cómo Raven le desabrochaba el pantalón y comenzaba a bajárselo, tarea que terminó Luna por ella antes de retomar sus caricias—. Joder.

—Vamos a la cama, estaremos más cómodas.

Buena idea. Las ayudó a levantarse, y nada más estuvieron de pie, Luna la besó en los labios, y ella lo respondió como buenamente pudo, porque Raven se dedicó a subirle la camiseta y quitársela antes de hacer lo mismo con la ropa de Luna. Cuando miró a la latina ya la vio tan solo con el culote, y no pudo evitar besarla con urgencia y agarrar sus piernas para cogerla en brazos antes de ir avanzando hacia la habitación. Estaba desesperadísima, y necesitaba un orgasmo pronto, porque no aguantaba más, y le daba igual quién fuera la afortunada.

Apretó los muslos de su novia con los dedos y disfrutó de cómo Raven giraba la cabeza para besar a Luna, que estaba detrás de su cuerpo una vez llegaron al dormitorio. Agarró a Raven con un solo brazo y con la mano libre buscó la intimidad de Luna, introduciendo la mano debajo de sus bragas y disfrutando de cómo gemía en la boca de la latina. Estaba tan acostumbrada a Raven que olvidó la sensación de otras mujeres en los dedos, y disfrutó mucho de la anatomía de Luna.

Raven la volvió a besar mientras bajaba las piernas y se separó de ella con media sonrisa y acariciándole los labios, soltándole un «espero que te guste». Iba a preguntar que el qué, pero vio cómo agarraba a Luna de la nuca y la atraía con ella a la cama. Observó la escena desde la distancia, disfrutando de cómo se terminaron de desnudar y la tumbaba y se colocaba sobre ella una vez más. Caminó hasta los pies de la cama y se mordió el labio mientras sentía una corriente eléctrica recorriéndola completamente con las vistas desde allí. Se acariciaban mutuamente y gemían entre besos, y el culo de Raven era increíble.

Puf.

Ataca.

No parecía que la necesitaran.

¡Ataca!

Joder.

Apoyó las rodillas en el colchón y las manos en el culo de la latina, apretándolas antes de dejarse caer para sostenerse por los codos. Observó la intimidad de su chica, que estaba siendo atendida por los dedos de Luna, y besó una de sus nalgas, sonriendo al sentir las reacciones de Raven. Ay, Dios. Sacó la lengua y le dio igual lamer los dedos de su amiga en el proceso, porque disfrutó igualmente del sabor de aquella mujer. Se entretuvo un buen rato antes de bajar y hacer lo mismo con la intimidad de Luna, saboreando lo distinta que era. La mano de Raven se apartó para que lo hiciera mejor, pero no pudo evitar introducir dos dedos en su boca antes de soltarlos con media sonrisa al escuchar a la latina gemir y volver a disfrutar de su amiga.

Volvió a subir hasta la intimidad de Raven, la cual saboreaba con más ganas, la verdad sea dicha, y el placer fue mutuo al verla estremecerse y gemir de esa forma cuando su lengua se atrevió a subir un poco más arriba y a entretenerse por ahí. La escuchó decir algo contra la boca de Luna y entonces tuvo que separarse para ver cómo ambas introducían los dedos en la otra. La habitación se llenó de gemidos y de repente tuvo envidia de no ser ella la atendida, pero se mordió el labio e intentó aguantarse las ganas un poco más, acariciándolas y besando o lamiendo zonas de su piel. Le encantaba sentir las reacciones de Raven cuando le hacía caso a su espalda.

Se tumbó al lado de las dos y se dedicó a observarlas mientras paseaba de vez en cuando la mano por la piel de Raven, mordiéndose el labio todo el rato por verla disfrutar de esa manera. De repente, su ceño se frunció... ¿estaba disfrutando más que con ella? ¿Por qué gemía tan alto? ¿Y por qué no dejaba de decir el nombre de Luna? ¿Tan centrada estaba en ella que ni se le escapaba el suyo sin querer? Las vio besándose y dejó de acariciarla cuando vio la naturalidad y la forma en la que estaban disfrutando la una con la otra, siendo cómplices y sabiendo cómo tenían que hacerlo para conseguir más placer en la otra. ¿Se darían cuenta si se iba de allí? Dios, eso ha sido una mala idea...

—Sigue, Luna. Sigue follándome así.

Oh, no, en español guarrete solo le hablaba a ella.

Esperó paciente, porque sabía que Raven estaba a punto de correrse, y cuando la vio mojar la cama se tuvo que sentar y todo. Oh, no, no, no, eso solo lo conseguía ella, se lo había dicho millones de veces.

Páralas por Dios. Por tu salud mental, Alexa. ¡Para esta locura!

—Parad —pidió y vio cómo Raven seguía sobre el cuerpo de Luna, respirando agitada y con el rostro satisfecho y agotado mientras su amiga le acariciaba con cariño la espalda—. Ahora me toca a mí.

Pardilla.

—Ey —volvió a llamar.

Oh, joder, eres superpardilla, Woods.

Abrió la boca completamente indignada cuando, al tocarlas para que la miraran, pudo comprobar que se habían quedado dormida.

*

* *

* * *

* *

*

—¡No! —gritó, alargando las oes y extendiendo los brazos hacia delante cuando se sentó en la cama.

—¡Alex! ¿Estás bien? —escuchó la voz preocupada de Raven.

Se giró y la vio incorporándose mientras mantenía la sábana contra su pecho. Uh, estaba desnuda. Miró al otro lado y no estaba Luna.

—Joder.

Se dejó caer de nuevo sobre la almohada y miró al techo mientras bajaban sus pulsaciones de la decepción, y no tardó en aparecer el rostro de Raven. Dios, estaba guapísima, incluso con ese aire preocupado.

—¿Estás bien? —volvió a preguntar con algo de miedo en la voz.

—Estoy bien, mi amor. Ha sido un estúpido sueño.

—Dios, qué susto me has dado.

Raven suspiró y apoyó la frente en su pecho, y ahora fue ella la que se quedó mirándola preocupada por su reacción.

—¿Estás bien tú?

—Pensaba que le había pasado algo —dijo en un murmullo y fue a preguntar que a quién, pero que le acariciara el vientre con la mano le hizo saber a quién se refería.

Entonces recordó que Raven sufrió abortos en el pasado, y que el segundo de ello ya estaba de varios meses. Sonrió con cariño y la abrazó, acariciándole el pelo en el proceso.

—Dahlia —dijo en voz alta, recordando el sueño.

—¿Qué?

—En el estúpido sueño iba a llamarse Dahlia.

—Me encanta —dijo de repente y se miraron a los ojos—. Me encanta Dahlia.

—¿De verdad? —Sonrió—. A mí también.

—Me gusta más Dahlia que Danielle o Rana Gustava.

Soltó una carcajada al escucharla y le sonrió cuando besó de forma dulce su mejilla.

—Sería la más guay de clase si se llamara Rana Gustava.

—Te odiaría si la llamaras así.

—Dahlia Reyes.

Raven sonrió al escucharla y entrelazaron los dedos cuando volvió a apoyarse sobre su hombro.

—Suena bien. ¿Te gusta a ti?

—Me encanta.

—Podrías llamarte Alexa Reyes.

—Podrías habérmelo dicho el lunes, aunque tendría que hacer mucho papeleo para que conste en contratos, el banco, el seguro del coche...

Raven se rio y ella la abrazó más fuerte con el brazo que tenía libre. Hacía unos días habían firmado los papeles donde constaban que eran pareja para tenerlos en regla para cuando llegara la pequeña que crecía en su vientre y que constara que eran una familia. No hicieron ceremonia ni nada por el estilo, simplemente ellas dos solas y por ser un día especial para su relación pidieron pizza. Tras mucho meditarlo entre las dos decidieron que el apellido de sus hijos sería «Reyes», porque Phoenix estaba infectado de «Woods», su familia y la de su hermana.

—¿Qué has soñado?

Oh, vaya.

—Nada importante.

—¿Y por qué te has despertado gritando? —quiso saber, apoyándose en su pecho y observándola con curiosidad.

—Eh...

—¿Has vuelto a tener un sueño erótico? —Levantó la ceja y admitió que se puso un poco cachonda con el gesto.

—Puede.

—¿Qué has soñado para gritar de esa forma? ¿Tenías pene? —Soltó una risita—. ¿O tenía yo pene?

—Oh, Dios, Raven, ¿sabes con quién estás hablando? —se quejó, pero se contagió de su risa—. Hacíamos un trío con Luna.

—Interesante. —Esa vez alzó ambas cejas y se puso cómoda a su lado, apoyada en su mano—. Cuéntame más.

—Estábamos en un bar y entonces yo recordaba que os habíais acostado juntas. Entonces te decía que follarais, pero me dijiste que qué te estaba contando. Entonces después de ver una película le comías la boca. Entonces os miraba, pero al final participaba. Entonces os comía el conejo a vosotras mientras os tocabais...

—«Entonces»... ¿qué pasaba?

Soltó una risita y se puso de lado también.

—Entonces pasabais de mí y me quedaba sin orgasmo porque os quedabais dormidas.

—De ahí ese «no» tan trágico que has soltado.

—Así es.

—El quinto mes está manteniéndonos en forma, pero no pensaba que querías introducir a Luna en esa práctica.

—No, no te preocupes. Luna que se quede en su casa.

—Podemos cumplir tu fantasía.

—No, que me dejáis de lado. —Puso morros entristecida.

—Sabes que no te dejaría de lado nunca en la cama. —Raven la besó muy rápido en los labios.

—En mis sueños sí —continuó con la voz lastimera.

Raven se acercó más a ella y le habló de tal forma que sus labios se rozaban con cada movimiento.

—¿Quieres que te compense? —Afirmó con la cabeza y un murmullo—. ¿Qué necesitas?

Le acarició el hombro y ella se quedó pensativa antes de decirlo.

—Me encantaría un par de huevos revueltos con beicon y salchichas. Me muero de hambre.

—Esa es mi chica. —Le dijo con una sonrisa preciosa—. No tardo, tú quédate aquí.

—¿Desayuno en la cama? —preguntó con una sonrisa.

—Es sábado, creo que hoy todo va a ser en la cama.

—Mmm... —Sonrió gustosa—. ¿Tú que vas a desayunar? —le preguntó cuando se levantó y pudo admirar su cuerpo desnudo.

—Ya lo verás.

Y tras decirlo le guiñó el ojo y se colocó aquella bata corta que le quedaba tan sexi. Joder, qué buena estaba y, joder, esperaba que el desayuno fuera ella, porque se la podía comer entera si quería.

Putas hormonas.

Continue Reading

You'll Also Like

351K 35.3K 91
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
2.1M 222K 130
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
318K 45.9K 56
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...
62.8K 8.7K 45
Elladora Black es la hija menor de Orion y Walburga criada para ser una sangre pura perfecta, sin embargo no es lo que planearon. Narcisista, egoíst...