Yoongi abrió las puertas del auto, volviendo a tomar el cuerpo aún inconsciente de Jimin entre sus brazos.
Con el corazón en su garganta se adentro rápidamente a su casa, hasta su habitación, donde lo deposito suavemente contra el colchón de su cama. Sus rodillas tocaron el suelo, al lado de la cama.
Tomó las pequeñas manos del rubio entre las suyas, besando cada nudillo de esta preocupado. Por primera vez en su vida, rezando para que su Omega abriera sus ojos grises, deseaba tanto ver aquellos ojos otra vez.
No supo cuando sus ojos se llenaron de lágrimas, solo que una suave caricia le removía con ternura y delicadeza.
- Jimin... -susurro con miedo, tenía tanto jodido miedo.
Se levantó del suelo, sentándose a su lado en la cama para apreciar aquella carita ahora pálida, con una mirada llena de dolor y soledad, sin ningún brillo en ella.
- Bebé ¿Qué pasó? -pregunto ahogado- ¿esta bien? ¿Qué tienes?
Aquella sonrisa que le dedicó Jimin, fue la más rota que le había brindado hasta ahora, y eso... Le destrozó.
- Lo sabe... -susurro con voz ausente, rota.
- Bebé ¿Quién sabe qué? Por favor dime... -rogó angustiado cuando los ojos de Jimin se volvieron a llenar de lágrimas, los cerró fuertemente y tragó el nudo en su garganta, recordando aquel momento tan doloroso.
- Lo sabe... -pronunció con más fuerza, sentándose en la cama para abrazar a Yoongi, lo necesitaba ahora o se terminaría de romper definitivamente.
- Bebé... Cuéntame... -pidió Yoongi, sin saber que hacer más que acariciar su espalda y su rubia cabellera.
- Yo... Yo...
- Tú puedes...
- Yo... Lo perdí... Yoongi. -reveló dejando congelado al Alfa- Perdí a mi bebé...
- ¿Como...? No... No entiendo... -pronunció apretándolo más contra su cuerpo.
Jimin cerró fuertemente sus ojos al recordar aquella madrugada, solo, en el baño de aquella casa, con el pequeño feto que abortó de forma natural su cuerpo.
- Yo... Yo no sabía Yoongi... El doctor me dijo que era infértil, que no podía tener hijos... Un año después... Comencé a tener mareos y asco... Yo pensé que esos síntomas me lo estaba imaginando... Que no podía estar en cinta... Aquella mañana... Me dolía mucho... Y-yo... Fui al baño pero por mis rodillas sentí líquido... Era sangre... -Yoongi tenso su cuerpo al imaginárselo-... Mis rodillas cedieron y entonces dolió mucho más y algo cayó entre la sangre... Era un pequeño cuerpo Yoongi, era mi hijo... -sollozo rompiendo en llanto, recordándolo.
Todo el cuerpo de Yoongi se sacudió entre dolor y llanto al imaginárselo, podía imaginarse a Jimin, allí, solo, sin nadie a su lado, viendo el pequeño cuerpo de él que sería su hijo.
Ambos lloraron abrazados, consolándose mutuamente.
- ¿Quien...? -intento preguntar el Alfa cuando el llanto de ambos se había calmado, sintiendo su garganta seca.
- Nadie... -susurro Jimin sin poder abrir sus ojos, acomodándose más en el cuello del Alfa para inspirar su aroma- Pensé que solo lo sabía yo... Pero Namjoon me dijo que lo sabía... Que sabía mi pérdida, nuestra pérdida y que por ello se quedó a mi lado para intentar ayudarme a superarlo, a pesar de que había encontrado a su pareja.
- Excusas...
- No son excusas Yoongi... -susurro en voz baja- Yo me encerré, fue prácticamente dos meses enteros en los que no salí de mi habitación, no comía ni dormía, soportando solo el dolor... Fue Tae el que finalmente forzó la cerradura y entró, sin preguntar nada me ayudó. -sorbe su nariz- Yo sabía que internamente Tae le echaba la culpa a Nam... Y yo no dije nada... Pensé que era mi secreto... Mi bebé... Mi dolor... -balbuceo volviendo a llorar.
- ¿Dónde...?
- Que... -pregunto tensándose.
- Jimin... -susurro Yoongi, abrazándolo mas fuerte.
- ... Lo deje en una pequeña caja y la enterré en el patio trasero de la casa, al lado del árbol en el que solía pasar las tardes leyendo o durmiendo. -reveló sintiendo un horrible nudo en su garganta y un peso en su pecho al recordar aquella madrugada- Aunque después de aquello no volví a hacerlo... Puede sonar retorcido... Pero lo quería cerca, recordándome... que...
- Mi mocoso... -susurro Yoongi besándole la sien, imaginando el dolor de su Jimin. Con delicadeza alejo el cuerpo del rubio y ahueco sus mejillas con sus manos, se acerco y beso cada rastro de lágrima- Estaremos bien. -susurro terminando con un beso en su frente.
- Duele... -susurro en respuesta, volviendo escondiéndose en el cuello del Alfa la sentir sus lágrimas nuevamente.
- Ya no más Jimin, ahora estamos los dos en esto. -prometió.
- No... Tu me vas a odiar...
- Claro que no... -casi gruño su respuesta.
- Si... -lo abrazó con más fuerza, pensando en la posibilidad de que después no tendría la oportunidad.
- No. -volvió a negar más seguro y duro.
- Yo... Yo... -la respiración de Yoongi se cortó, ansioso por saber lo que Jimin le intenta decir-... Lo siento...
- ¿Por qué?
- Por que te mentí, soy un Omega Yoongi... Yo... Lo siento... Pero realmente necesitaba alejarme y... Y... Yo... -sollozo.
- Lo sé Jimin, lo sé. -sonrió suave.
- No, no entiendes... -negó sin escuchar.
- Si mocoso, si te digo que lo sé es por que lo sé. -le aseguró logrando que Jimin se alejara cauteloso, limpiando sus lágrimas.
- ¿Como...? -pronunció sintiendo que le daban otra oportunidad.
- Lo descubrí una mañana que desperté a tu lado, tu cuerpo estaba emanando de forma natural aquel aroma a miel y Limón... -pronunció con ternura, atrapando el rostro de Jimin por ambas mejillas, limpiando con su pulgar las lágrimas-. No te mentiré, me sentí confundido y enojado al principio, mas al recordar el pasado pero... Ver como tomabas tu maleta dispuesto a irte, a alejarte de mí... No pude... Todo mi interior gritaba que no te dejara ir y no lo hice... Luego use esas semanas para acercarme y confirmar lo que sentía. Escuchar la risa de mi cachorro junto a la tuya... En la Laguna comprendí que eran mis tesoros, y que los cuidaría más que a nada. -termino de contar, dándole un suave beso.
- Tonto... Tonto... Tonto... -comenzó a repetir Jimin mientras le golpeaba sin fuerza el pecho a Yoongi. Sintiendo paz al ya no tener que esconder nada más.
- ¿Por qué? -pregunto divertido, atrapando aquellas manos para besarlas.
- ¿Sabes lo que sufrí pensando en si debería decírtelo y cómo decírtelo? -pregunto algo resentido, recibiendo otro beso.
- ¿Y entonces yo que? -pregunto alzando una ceja- ¿Sabes los celos y rabia que me daban al pensar que cuando llegue tu celo te irías lejos de mí? ¿Para pasarlo solo o quizás con algún tipejo? -gruño al pensarlo.
- Tonto... -volvió a susurrar antes de ser consumido por los labios de Yoongi.
- Si y todo lo que quieras.
Lentamente el cuerpo de Jimin fue recostado nuevamente en la cama, Yoongi encima de él, devorando aquella exquisita cavidad bucal muestras le acariciaba las mejillas con ternura.
Sabía que no podía quitarle aquel dolor a su Omega, pero al menos lo podía hacer sentirse amado, querido, todo lo que necesitara y más.
- Mi... Celo... -susurro el Omega, sintiendo de golpe todo el calor, recién percatándose de cómo su aroma combinado con el de Yoongi invadía toda la habitación.
- Desde ayer bebé... -susurro divertido, volviendo a besarle.
- No me digas que fue por tu culpa que no encontré los supresores desde ayer. -acusó cuando el beso se rompió, dejándose cuando el Alfa comenzó a desabrochar botón por botón de su camisa.
- Mi idea era que te presentaría ante todos hoy como mi Omega y luego vendría aquí para reclamarte en tu celo. -sonrió burlón, besando la piel expuesta cada vez que desabrocha un botón de la camisa, sacándole suspiros entrecortados a Jimin.
- Tramposo, lo tenías planeado. -susurro cerrando sus ojos, disfrutando de la atención que ahora Yoongi le brindaba a sus pezones.
- Eres mío Jimin, no iba a dejar que te alejaras de mí por nada en el puto mundo. -gruño mordiendo ligeramente el erguido y rosa pezón- De todas formas, creo que lo deje en claro.
- Ah~... -gimió el Omega, retorciéndose en la cama sin importarle lo último que pronunció el Alfa, estaba más concentrado en su maravillosa boca y lengua.
- Dirás mi nombre, te haré gritar mi nombre, bebé. -aseguró mientras subía, succionando y dejando un camino de manchas púrpuras y rojas hasta llegar el oído de Jimin.
- Tonto Alfa cavernícola. -susurro con tono juguetón, sintiendo cada vez más presente el calor de su celo.
El lubricante natural pronto comenzó a surgir, manchando levemente su entrepierna, su bóxer y sus pantalones aún puesto.
Yoongi jadeo al poder sentir por completo el aroma del Omega, golpeando hasta lo más profundo de su cuerpo, excitándolo.
- ¿Qué esperas Yoongi...? -pregunto en un jadeo, levantando sus caderas para chocarlas contra el cuerpo del Alfa.
Sus ojos se dilataron, brillando en lujuria cuando sintió la dureza del miembro de Jimin contra la suya.
- Muy mal mocoso... -susurró con una sonrisa ladina, desabrochando los pantalones del contrario.
- No los bajaras hasta que tu también te quites algo de ropa. -exigió deteniendo las manos del Alfa.
- Mm... Hazlo tú. -ordenó quedándose quieto, aunque eso llevó más determinación y fuerza de lo que planeaba.
Sonriendo Jimin los dio vuelta, sentándose sobre el abdomen del Alfa, su trasero rozando peligrosamente el miembro marcado a través de la ropa.
Ambos jadearon, el Omega inicio inconscientemente un balanceo con sus caderas, de adelante hacia atrás, acercándose cada vez más a la erección del Alfa hasta que estuvo sentado sobre esta.
Jimin jadeo disgustado cuando unas grandes manos apresaron su cadera, impidiendo que siguiera con su balanceo.
- Hm, hm. -negó Yoongi, sin poder hablar bien ante la sensación- Ropa.
Relamiendo sus labios, Jimin se inclinó hacia adelante, besando con pasión los labios de Yoongi. En medio del beso, sus manos que se encontraban en el abdomen subieron hasta el pecho, comenzando a desabrochar a ciegas los botones.
Las manos de Yoongi inevitablemente bajaron hasta atrapar cada glúteo del Omega, apretando con fuerza. Ambos jadearon en medio del beso, Jimin se volvió a enderezar su espalda con Yoongi siguiéndole para seguir besándole.
Los chasquidos de sus lenguas era lo único que se escuchaba mientras Jimin terminaba de deshacerse de la camisa y chaqueta del Alfa. Alejando una de las manos de aquellos glúteos, Yoongi jaloneo fuertemente la camisa, rompiéndola en el proceso.
- Oye. -se quejó una vez su boca se vio libre, rodeando con sus brazos el cuello de Yoongi.
- Tienes más, te compraré más. -gruño volviendo sus manos al pantalón de Jimin.
- Hm, hm. -negó esta vez él, levantándose del regazo del Alfa, ignorando el temblor de sus piernas.
- ¿Mocoso que...? -el aire abandonó sus pulmones al ver como Jimin terminaba de quitarse la ropa que le quedaba, el lubricante escurriendo entre el interior de sus muslos.
Jimin desnudo, con el cabello pegado a su transpirada frente, con el camino marcas que había hecho desde su ombligo hasta detrás de su oído derecho y más el lubricante cada vez escurriéndose más, era la imagen más erótica que había tenido en su puñetera vida.
Lo mejor, era aquel miembro pegado a su abdomen, con la punta brillante por el pre-semen que ya liberaba y solo con algunas caricias.
- Mierda... -susurró cuando sintió que ya podía hablar nuevamente, corriéndose para sentarse en la orilla de la cama.
Jimin sonrió lascivo, sabiendo de sus atributos y feliz de lo que provocaba en el cuerpo de Yoongi. Se arrodilló en el suelo, entre las piernas de Yoongi y alzó sus manos para desabrochar el pantalón de este.
Bajando el cierre ya podía ver el marcado miembro en el bóxer negro de Yoongi, que buscaba una forma de salir. Mordió su labio inferior deseoso, acercando su rostro para tocarlo suavemente con la punta de su nariz, juguetón.
- No más juegos. -gruño Yoongi sin poder creer que aguantaría un minuto más sin estar dentro de Jimin.
- ¡Yoongi! -chillo el Omega cuando se vio alzado por el aire y luego depositado nuevamente en la contra la cama. Riendo.
- No más mocoso. -susurro con una sonrisa peligrosamente atractiva y provocadora, quitándose rápidamente el resto de su ropa.
- Yoongi... -jadeo Jimin cuando sintió la mano de este acariciar el interior de su pierna, empezó desde la rodilla hasta subir donde el lubricante seguía escurriendo de aquel botón arrugado-. ¡No! ¿Qué haces? -pregunto asustado cuando el cuerpo del Alfa se inclinó y la cabeza de Yoongi desapareció entre sus piernas, abriéndolas más.
- Quiero probarte entero. -susurro sentándose sobre sus tobillos, inclinado hacia adelante, tomando las piernas de Jimin las subió sobre su hombro y luego lo alzó apreciando aquella pequeña entrada húmeda y palpitante.
El cuerpo de Jimin tembló en una torrente de emociones y sensaciones, sintiendo aquella lengua jugar con él al redondear su entrada, entrando y saliendo solo con la punta de su maldita lengua.
- Y-yoongi... Te necesito... -llamó urgido, con una de sus manos acercándose a su miembro en busca de una liberación.
- No. -gruño en una orden al percatarse de ello, bajando las piernas de sus hombros para dejarlas a su alrededor y acomodándose más cerca entre ellas.
- Por favor... -jadeo sin soportar más.
Sonriendo Yoongi tomó su miembro, gimiendo ante la sensación y la vista de aquella pequeña abertura extrayéndose ansiosa cuando acercó la punta, alineándose.
La respiración de ambos se cortó, ansiosos. Yoongi ingreso solamente la punta, conteniéndose. Luego observó el rostro de Jimin, inclinándose para volver a besarle con pasión mientras ingresaba lentamente, hasta que estuvo por completo dentro de aquellas apretadas y húmedas paredes.
Subió ambas manos para apresar las pequeñas de Jimin y entrelazar sus dedos justo cuando daba la primera estocada, tragándose el gemido del Omega.
- Te haré el amor lentamente... -susurro sobre sus hinchados labios, volviendo a besarle sin dejarle hablar antes de volver a balancearse hacia afuera para ingresar lentamente.
Era un tortuoso ritmo lento pero a la vez tan abrazador, las emociones que se estaban demostrando en ese encuentro eran demasiadas como para explicarlas una por una. La ternura con la que se movía, la suavidad y pasión con la que se besaban, el amor silencioso que se confesaban.
Los hermosos ojos grises de Jimin volvieron a recuperar aquel brillo, admirando la forma en que el Alfa le besaba, como se movía y como le miraba.
Pero necesitaba más.
- Yoongi~... -gimió bajito, soltándose de las manos del Alfa.
- ¿Qué sucede? -pregunto preocupado, dejando de moverse.
- Esto... -susurro tomándolo de los hombros y moviéndolos para darle vuelta, agradeciendo que Yoongi se dejara mover tan fácilmente.
Yoongi observó como una sonrisa como Jimin quedaba arriba suyo, sus abultada mejillas sonrojadas mientras tenía una pequeña sonrisa traviesa. Sus manos en cuestión de segundos estaban rodeando la cadera del Omega.
- Vamos... -le incito moviendo sus caderas hacia adelante.
Gimiendo, Jimin mordió su labio inferior mientras se inclinaba y comenzaba a mover sus caderas en un balanceo placentero para ambos.
- Tan... Bueno~... -jadeo Yoongi, teniendo que contenerse para no mover su caderas.
El rito que dispuso Jimin ero uno igual de lento y tortuoso que el del Alfa, combinando sus movimientos entre balanceos y saltos. Sus gemidos, jadeos y quejidos satisfactorios era lo único que se escuchaba en la habitación. Las manos del Omegas apoyadas en el blanquecino pecho de Yoongi.
- Jimin... -gruño Yoongi, buscando la boca del Omega para un profundo beso lleno de pasión y amor.
Jimin respondió de la misma forma, subiendo sus manos para enredarlas en el cabello del Alfa.
Pronto los dientes de Yoongi comenzaron a picar, teniendo que abandonar aquella boquita adictiva, dejando por fin al Omega jadear y gemir en su nombre, algunas lágrimas de placer brotando y sus saltos un poco más rápidos y bruscos.
- Jimin... Yo...
- Muerde... Por favor... Márcame... -se adelantó inclinado su cuello sumiso por primera vez ante Yoongi, sus ojos grises con un amor infinito al igual que él.
- Te amo... -confesó, justo antes de inclinarse en el cuello y encajar sus dientes para penetrar la tierna piel.
- ¡Yoongi! -jadeo Jimin ante todas las emociones y sensaciones golpeándolo de golpe, sintiendo aquel calor en su cuello y como el lazo se iba formando.
Un lazo más fuerte.
Un lazo entre los dos.
El "te amo" de Yoongi no le dejó en ningún momento, ni cuando se vino gritando su nombre, ni cuando Yoongi de vino dentro de él, llenándolo con su caliente esencia y besando su nueva marca.
- Te amo... -susurro cerrando sus ojos, cansado. Volviendo a sentirse amado y protegido.
Yoongi sonrió, besando suavemente por última vez a Jimin antes de que este se rindiera y se acomodara en su cuello, lo rodeo con sus brazos protectoramente hasta que la hinchazón de su miembro bajo. Entonces les dio vuelta, acomodando a Jimin a su lado para tirar de las sabanas y cubrir sus desnudos y sudorosos cuerpos.
El dolor de Jimin, ahora también era el de él, y juntos lo superarían.
Por que Jimin, era su Omega y él era su Alfa. Y nadie cambiaria esa verdad.
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Mi bebé 😭😭😭💕
Cuídense mis copitos, veré si mañana puedo subir otro 😘