Dariem

SaylaTrack tarafından

2M 201K 24.9K

Luego de que Narel defendiera a un muchacho, de la golpiza que le estaban propinando unos vándalos, descubre... Daha Fazla

SINOPSIS
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43: Pasado
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
Epílogo
🎄Especial de Navidad🎄

CAPÍTULO 12

43K 4.6K 628
SaylaTrack tarafından

—¿Qué demonios quieres ahora tú aquí?

La observó extrañado ¿Por qué estaba tan molesta? Y antes de preguntárselo, su olfato lo alertó.

—¿Estás lastimada? —le inquirió preocupado, acercándose a ella.

—Sólo me corté un poco el dedo ¿Qué quieres aquí, Dariem?

—¿Segura es un poco? Déjame ver.

—Sí, sólo es un pequeño tajo.

La tomó de la mano, y observó el corte. Su vista incluso en la noche era buena.

—¿Qué haces? —le inquirió extrañada, incómoda, al ver que él acercaba el dedo a sus labios.

Y sin decirle nada, lo lamió, estremeciéndola.

—N-No hagas eso, es asqueroso —se quejó quitándole la mano.

—Es para que deje de sangrar.

—A eso iba al baño, a desinfectarme la herida y ponerme una bandita —le dijo caminando hacia él.

Dariem la siguió por detrás, y observó como ella tomaba una caja blanca que guardaba en una de las gavetas, y sacaba una botellita de agua, tirándose un poco en el dedo.

—Aún no respondiste porqué estás aquí ¿qué quieres? —le preguntó mientras se echaba agua oxigenada.

—No volviste al asentamiento.

—Tú si que eres un cara dura, Dariem. ¿Te lavas la cara con cemento?

—¿Qué? —le preguntó extrañado.

—Huiste la otra noche, te desapareciste por días ¿Y me preguntas por qué yo no volví?

Se colocó la bandita, y lo miró molesta.

—Ya tuve que aguantar un estúpido ésta noche, dos no.

—No sé a quien te refieres, pero si estoy aquí, es porque Luna te extraña.

—No pongas a la niña como excusa.

—Es la verdad. Intenté que te olvidara, que se distrajera con una chica de nuestra familia, pero ella se niega a que no seas tú.

—¿Y así lo resolviste tú, verdad?

—No sé a que te refieres.

—¿Tú también te distrajiste con una mujer de tu especie?

—Esto no viene al caso, estoy aquí por Luna.

—Iré a verla.

—¿Cuándo?

—Mañana, mañana temprano estaré allí.

—De acuerdo, gracias.

—Yo tampoco lo hago por ti, Dariem, lo hago por Luna.

***

—¿Qué te parece si a éste lo pintamos de amarillo?

—Déjame sola —se quejó la niña, tapando su dibujo—. Yo no quiero estar contigo.

—Pero Dariem me pidió que te cuidara hasta que regresara.

—Vi como lo besabas —le dijo molesta, afilando sus pupilas.

—Eso es algo que hacen los adultos.

—Yo no quiero que te bese a ti, no te quiero a ti, prefiero a Narel.

—Pues que lástima, niñita, a Dariem no le gustan las humanas. El prefiere a las mujeres de su especie.

—Él no te quiere a ti.

—¿No? ¿Eso te dice? Te miente, Dariem me quiere. Y cuando tengamos hijos, tú-

—¡Mi papá no va a tener hijos contigo! —le gritó molesta, con lágrimas en los ojos.

—Si lo haremos, y no sé que será de ti, ni siquiera eres su hija.

Sus ojitos se aguaron, y comenzó a llorar, cubriéndose el rostro con ambas brazos.

Rubí rodo los ojos, fastidiada.

—Ya, deja de llorar, que si...

Escuchó las pisadas de alguien subiendo rápido las escaleras, y no necesitó voltearse para saber quien era.

—D-Dariem —balbuceó en un tono nervioso.

—Luna ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? —le preguntó tomándola en brazos.

La niña no dijo nada, solo se aferró a su cuello, sollozando.

—Ya cariño, tranquila, estoy aquí ¿qué pasa?

Al no recibir respuesta, se giró para mirar a la castaña, esperando una explicación.

—N-No lo sé, ella sólo se puso a llorar.

—M-Mentira —sollozó contra el pecho de Dariem—. E-Ella dijo... D-Dijo que t-tú ya no me i-ibas a querer... Q-Que no e-eres mi papá —lloró angustiada lo último.

—No, la niña entendió mal, tú sabes que yo no le diría eso Dariem, yo-

—Sólo vete —le dijo abrazando a Luna, sin mirarla.

En cuanto la muchacha se fue, se sentó con la niña en brazos, acariciándole el cabello y la espalda.

—¿Ya estás mejor? —le preguntó al sentir que ella dejaba de llorar.

—No.

—No sé que fue lo que pasó, pero tú sabes que yo te amo, que eres mi hija.

—Pero no de verdad.

—Sí, de verdad. Eres mi hija de verdad porque te amo, porque te siento así, porque amaba a tu mamá, porque soy yo quien te cuida. ¿No me dijiste el otro día que era tu papá?

—S-Sí.

—Entonces no importa nada más —susurró besando su cabeza—. Sólo lo que ambos sentimos.

—Quiero ver a Narel.

***

—¿Y ahora quién demonios es? —pronunció irritada, saliendo de la cama.

Estaba intentando relajarse, leyendo un libro, pero el timbre de su casa no dejaba de sonar, y por lo que parecía, no dejaría de hacerlo hasta que ella fuera a abrir la puerta.

Narel, Narel, soy Luna.

—¿Luna? —pronunció confundida, al escuchar la voz de la niña.

Se dirigió rápidamente a la puerta, y abrirla, se encontró con el alto moreno, cargando en sus brazos a la niña, que al verla, sonrió radiante.

—¡Narel!

Sonrió y la tomó en brazos, abrazándola.

—¿Qué haces aquí, traviesa? Es muy tarde.

—Quería verte, te extrañaba mucho.

—Ow guapa —pronunció abrazándola una vez más—. Yo también te extrañé mucho.

—¿Por qué no venías al asentamiento?

—Am, estaba enferma.

Dariem cerró la puerta, mientras Narel se dirigía con la niña en brazos hacia la sala.

—¿Estás enferma aún?

—No, ya me siento bien. Mañana mismo iba a ir a verte.

—Me gusta tu casa —le dijo asombrada, mirándola—. Es muy bonita.

—Gracias —sonrió.

—¡Tu televisión es muy grande! —exclamó sorprendida, haciéndola reír.

—¿Quieres ver algo?

—Sí, sí, por favor —pronunció entusiasmada.

Se sentaron ambas en el sofá, y la encendió, colocando un canal infantil. Se había olvidado completamente de Dariem, hasta que sintió que se sentaba en el otro extremo del sofá.

Estuvieron más de media hora viendo caricaturas con Luna, hasta que sin previo aviso, la niña se durmió contra su pecho.

Narel sonrió, y acarició suavemente sus orejitas, sintiendo como ella se aferraba a la camiseta de su pijama.

—Lamento llegar tan tarde, no tenía como avisarte, y Luna quería verte.

—Está bien, no me molesta —sonrió—. Ella es tan linda.

—Sólo contigo porque le agradas.

—¿Por qué dices eso? —le preguntó curiosa.

—Antes de venir aquí, le pedí a una amiga que la cuidara. Cuando llegué, Luna estaba llorando. No la quiere a Rubí, y dijo que ella le había dicho cosas hirientes.

—¿Y no le creíste?

—Me cuesta creer que Rubí haya dicho eso. Ella es tan atenta con Luna. Y sé que la niña se siente celosa.

—Es tu hija, deberías creerle a ella —le recriminó en un tono molesto—. Más si la pequeña estaba llorando, no seas estúpido.

—Okay —sonrió divertido—. No es tampoco para que insultes.

—Me molestan los tipos calientes que se olvidan de las hijas, cuando aparece una mujer a sacudirles la cama.

—Yo no soy así —gruñó frunciendo el ceño.

—Una de las tantas amantes del padre de Camille, le hacía la vida imposible, y su padre tampoco creí en ella. Hasta que la tipa fue descubierta en un video de seguridad, robándole dinero. Si no fuera por ese vídeo, el estúpido hubiese seguido creyendo que Camille era la que le robaba el dinero, y no su amante. Y todo por no escuchar a la hija.

Dariem la observó en silencio, y luego miró a Luna... Quizás Narel tenía razón.

...

Último cap. Por hoy 😘❤

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

9.7K 400 2
. ❝ La ambición es nuestra guía, que arde en nuestros corazones y nos impulsa a reclamar nuestro lugar en el trono...❞ ...
3.5K 308 44
Cuando lo vi ese día en el parque...supe que mi vida cambiaría completamente, de ser tranquila sin preocupaciones a ser una montaña rusa de aventuras...
18.1K 973 15
Nadhel Vlad Daimon, el ancestral, poderoso y maligno vampiro ha engendrado un hijo, desconociendo que la mortal elegida para ello, es la heredera del...
43.7K 3.2K 17
Horas de estudio de la Independencia de México han llevado a cuatro chicas shippeadoras a esto, el amor prohibido entre Vicente Guerrero y Agustín de...