-Ya llegué –Dijo Germán apresurado entrando por la sala principal del hospital, el padre de Daniela se había encargado de financiar la estadía de Poché en el hospital privado y con la mejor atención por parte de los médicos, Daniela al ver a su padre corrió a abrazarlo y empezó a llorar en su hombro
-Papi –Dijo entre sollozos
-Tranquila mi amor, todo va a estar bien, te lo prometo –Dijo el hombre para calmarla, sin embargo, Germán cruzaba los dedos para que esta vez si tuviera razón en sus palabras
En la sala de espera se encontraba Daniela, Juan Carlos, Alejo, Valentina, Mario, las chicas de Ventino y Paula; todos estaban desesperados especialmente la familia de la peli azul, su mejor amigo, Mario y su novia quién tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
-Germán –Dijo Juan Carlos levantándose de la silla en la que se encontraba sentado para acercarse al hombre
-Amigo –Respondió Germán otorgándole un abrazo al padre de Poché –Lamento mucho lo que está pasando –
-Gracias, ha sido una locura –Dijo Juan Carlos, aunque su voz estaba cortada de lo nervioso que se encontraba –Gracias por estar aquí, probablemente usted tenía cosas más importantes que hacer –
-No diga estupideces, tenía un viaje a Marruecos en el que el vuelo salía en una hora, pero jamás podré irme sabiendo que uno de mis mejores amigos está con su hija en el hospital, además de que resulta ser la novia de mi hija la que está ahí –
-No tengo como agradecerle que haya pagado todo esto –Dijo Juan Carlos con sus ojos amenazando una lágrima, intentaba estar fuerte pero poco a poco no podía aguantarse
-No hay de que, en serio Juan Carlos...debería sentarse... yo iré por agua –Dijo el padre de Daniela alejándose para ir por un vaso con agua
-Dani, todo va a estar bien –Decía Paula consolando a su mejor amiga mientras las demás chicas de Ventino la abrazaban
-Te juro que Poché derramó mucha sangre –Dijo Daniela en lo que fue casi un susurro, no quería que la familia de Poché escuchara eso porque no quería preocuparlos –Tuvieron que haber visto la escena –
-Todo va a estar bien, tú sabes que Poché es de hierro –Confesó Makis mientras acariciaba el cabello de Calle
-Te juro que no puedo ni mirarlo –Admitió Daniela refiriéndose a Mario quien estaba en una esquina con su móvil y con los ojos amenazando llorar
-No quiero defenderlo Dani, pero... ha sido un accidente, él jamás querría que su amiga esté en un hospital por su culpa –Dijo Camila y todas asintieron excepto Paula
-No fue su culpa, pero si hubiera sido un poco menos intenso tal vez Poché estuviera comiendo pastel y no derramando mucha sangre en un hospital –Dijo Paula casi gritando para que Mario la escuchara, y tuvo éxito
-Pau –Regañó Juli a la chica rubia
-Perdón –Dijo Paula encogiéndose de hombros
-Dani solo ten paciencia, Poché estará bien –Dijo Natalia acariciando el brazo de Daniela
-Tú sabes como es tu hermana Vale, ella siempre sobrevive a todo –Dijo Alejo intentando calmar a Valentina, quién estaba junto a Juan Carlos; Alejo estaba muy nervioso por su mejor amiga, no podía imaginarse una vida sin la peli azul y no quería llorar, ya que sabía que si lo hacía Valentina se preocuparía más y no quería que la sala de espera se convirtiera en un mar de lágrimas
-Debiste haberla visto en esa ambulancia –Dijo la chica menor llorando –No era mi hermana la que estaba ahí –
-Poché es muy fuerte, amor –Interrumpió Juan Carlos la escena –Ella va a salir ilesa de aquí, yo la he conocido por dieciocho años y sé muy bien todo lo que es –
- ¿Ves? Hasta tu padre lo dice –Admitió Alejo fingiendo una sonrisa
-Voy al baño –Dijo Valentina levantándose de la silla para después de unos minutos desaparecer a lo lejos
-Juan Carlos no sé como actuar en un momento como este, Valentina no puede preocuparse, es solo una niña –Confesó Alejo moviendo sus manos nerviosamente
-Poché va a estar bien, algo dentro de mí me lo dice, solo espero no estar equivocado –Admitió el padre de la peli azul –Creo que Valentina se está tranquilizado un poco –
-Igualmente tengo que estarla tranquilizando –Dijo Alejo seguro de sus palabras
-Creo que a la que deberías estar tranquilizando está ahí atrás –Admitió Juan Carlos señalando al grupo de Ventino, Paula y Daniela: quien estaba sollozando como una Magdalena
-Daniela tiene mucho apoyo por ahí –Confesó Alejo mirando la escena –Se nota que en serio ama a Poché –
-De eso no hay duda Alejo –Admitió Juan Carlos suspirando –Las he observado, ellas tienen un amor... diferente a todo lo que he visto en mi vida –
- ¿Diferente cómo? –Preguntó el menor curioso
-Diferente... no lo sé, veo en la mirada de mi hija algo, algo que veía en su madre cuando me miraba a mí –Dijo Juan Carlos volviendo a suspirar
-Amor –Dijo Alejo inmediatamente
-Si... amor –Confesó Juan Carlos con una media sonrisa con un poco de tristeza en ella
-Ya encontré la sala –Interrumpió la voz de una chica casi gritando mientras hablaba por teléfono y entraba a la sala de espera
-Mierda –Dijo Alejo en voz baja antes de voltearse para mirar a Daniela
-Cuida tus palabras muchacho –Dijo Juan Carlos escuchando la reacción de Alejo
-Perdón... es que esto se va a poner feo –Admitió el chico más joven
-¿De qué hablas? –Preguntó Juan Carlos mirando la escena
-Ella es Isabella ¿la recuerdas? –Preguntó Alejo de vuelta
-Ella estudia con Poché... creo –Contestó Juan Carlos frunciendo el ceño –No comprendo –
-Esa chica quiere algo con Poché, todos tenemos esa teoría... y pues ella y Calle no se llevan de la mejor manera –
Isabella observó la sala y se acercó caminando hacia donde estaban ambos hombres, caminando en tacones gigantes que hacían que todos en la sala escucharan sus pasos, incluida Daniela
-Me tienen que estar jodiendo –Dijo Calle mirando a la chica acercarse a Juan Carlos y Alejo
-Ok, esto no se va a poner mejor –Dijo Makis mirando a Calle y a Isabella rápidamente
-Esa estúpida tiene que estar de broma –Añadió Daniela levantándose, pero sintió una mano que la atrajo de vuelta a su asiento
-Tú no te mueves a ninguna parte –Dijo Olga seria –No queremos que esto se convierta en una discusión –
-Olga ¿Qué te pasa? Déjame ir –Exigió Daniela enojada
-Odio decir esto, pero Olga tiene razón –Dijo Natalia sujetando la otra mano de Calle –No queremos problemas –
-No te preocupes amiga, yo iré a hablar unas palabras con ella –Dijo Paula pero Makis y Juli la detuvieron
-Ninguna de aquí va a ir a "hablar" con Isabella, así todas queramos matarla no va a pasar ninguna discusión, ella solo está aquí porque le preocupa Poché –Dijo Camila seria
-Vaya que le preocupa –Dijo Daniela con sarcasmo
Valentina salió del baño, limpió sus lágrimas y se dirigió de vuelta a la sala de espera, miró a Isabella hablando con su padre y Alejo y frunció el ceño confundida, "que rayos" pensó mientras caminaba acercándose a la escena
-¿Cómo sigues? –Preguntó Alejo al ver a la menor
-Mejor –Respondió Valentina mirando a Isabella
-Hola Vale –Dijo Isabella acercándose a la chica en un abrazo –Poché es muy fuerte, ella saldrá de esto –
-Lo sé –Dijo Valentina fríamente –¿Qué haces aquí? –Preguntó la menor antes de mirar hacia donde estaba Calle con sus amigas, todas parecían estar discutiendo y mirando la escena desde lejos
-Estoy aquí porque tu hermana es mi amiga y me importa su bienestar –Dijo Isabella mirando a los ojos de Valentina –Si a mi me duele no puedo imaginarme lo que están sintiendo ustedes –
-No tienes idea –Dijo Valentina con sarcasmo
-Oh mira, allá está Calle... debe de estar destrozada, iré a hacerla sentir mejor –Dijo Isabella dando un paso antes de sentir a alguien deteniéndola
-No se te ocurra hacer eso –Dijo Alejo inmediatamente –Yo que tú mejor me quedo aquí sentada esperando –
- ¿Qué pasa? –Preguntó Isabella confundida
-Nada más no te acerques a ese perímetro –Dijo Alejo refiriéndose a donde estaban las demás
-Ok... -Dijo la morena antes de sentarse en un asiento junto al de Alejo, sin embargo, bastaron dos minutos para que se volviera a levantar al ver que el médico se acercaba, todos en la sala hicieron lo mismo
-¿Cómo está mi Poché? –
-¿Está viva? –
-¿Puedo verla? –
-Voy a entrar –
-¿Y Poché? –
-Doc ¿qué pasa? –
-¿Son buenas noticias? –
Eran algunas de las preguntas que todos los de la sala le hacían al mismo tiempo al doctor quién no podía concentrarse en ninguno
-Todos vayan a sentarse por favor, sólo hablaré con el padre –Dijo el médico y todos le obedecieron, excepto Daniela que se quedó cerca tratando de escuchar lo que se hablaba
- ¿Qué pasa doctor? –Dijo Juan Carlos nervioso
-María José está estable, ha perdido bastante sangre y tuvo un impacto fuerte en su cráneo –Confesó el médico mirando a los ojos de Juan Carlos –Además presenta una leve fractura en su brazo izquierdo debido al impacto, pienso que se lo ha hecho al intentar frenar el golpe –
-Hola –Interrumpió Germán acercándose
-Hola Germán ¿cómo está? –Dijo el médico estrechando la mano del señor Calle, eran buenos amigos –María José está estable como ya le dije al señor presente –
-Que alegría escuchar eso –Admitió Germán
- ¿Está viva? –Se escuchó la voz de Valentina de fondo y todos la miraron de inmediato
-Si amor –Gritó Juan Carlos –Poché está viva –El corazón de Daniela empezó a desacelerar del alivio que sentía al escuchar al padre de su novia decir esas palabras
-Poché puede recibir visitas, pero sólo dos personas –Indicó el médico –Recomendaría que usted por ser el padre lo hiciera –
-Si eso haré –Dijo Juan Carlos decidido hasta que miró de reojo la preocupación de Daniela y de Valentina, pensó en lo mucho mejor y más tranquilas que ambas se sentirían si pudieran hablar con Poché –De hecho, sé que a Poché le haría mejor la visita de otras personas –
-Como usted ordene, pero solo deben ser dos –Dijo el médico
-Poché puede recibir visitas... pero únicamente dos personas –Indicó Juan Carlos en voz alta para que todos en la sala lo escucharan
-Yo me ofrezco –Dijo Isabella inmediatamente y todos la miraron con el ceño fruncido –O no... -Añadió al darse cuenta como la miraban
-Vale, Calle.... Ustedes son las más cercanas a Poché, así que vayan ustedes –Indicó Juan Carlos y Daniela no tardó en correr hacia donde estaba el médico, Valentina seguida de ella
-De acuerdo –Dijo el médico mirando a ambas chicas –Primero necesitaré que firmen esto –Dijo entregándoles una hoja a ambos padres, ya que ambas chicas eran menores de edad –Normalmente los menores de edad no tienen autorización de hacer una visita sin algún adulto, pero como la sala está reservada y el dinero es de ustedes haremos la excepción –Dijo el médico a Juan Carlos y Germán
-Necesito ver a Poché –Dijo Calle interrumpiendo las palabras del hombre
-Si, disculpen... antes de dirigirnos a la habitación de María José, necesitan saber que la chica sufrió un golpe en el cráneo, por lo tanto, el impacto fue muy fuerte y probablemente pueda estar un poco inconsciente de las cosas, como indicaciones: no deben hablar rápido, no la presionen, es normal que ella no recuerde bien lo que sucedió, no hablen al mismo tiempo y no le den alguna mala noticia ni generen algún tipo de discusión ¿de acuerdo? –Preguntó el médico y ambas chicas asintieron –De acuerdo, síganme –
El señor caminó y ambas lo siguieron, por varios segundos recorrieron el pasillo hasta llegar a la enorme habitación, desde lejos se veía a una chica con el pelo azul acostada en la camilla con una sonrisa pequeña y un brazo enyesado
-¿Cómo es que la llaman? –Preguntó el médico en voz baja antes de entrar
-Poché –Respondió Calle
-Hola Poché, aquí están tu hermana y tu amiga, ellas vienen a cuidar de ti por unos minutos –Indicó el señor sonriendo
-Yo soy la novia –Dijo Calle corrigiendo al tipo
-Mi error –Respondió el médico disculpándose –Tienen cinco minutos solamente –Dijo antes de retirarse
-Hola Pochas –Dijo Valentina acercándose a su hermana
-¿Tú quien eres? –Preguntó Poché frunciendo el ceño, Valentina y Daniela se miraron inmediatamente preocupadas –Estoy bromeando, hola pequeña –
-Eres una idiota –Dijo Daniela inmediatamente
-Perdón, solo quería ponerle un poco de humor a la situación –Respondió Poché con una media sonrisa
-Hola mi amor –Dijo Calle acerándose a Poché antes de plantar un suave beso en sus labios
-Vaya cumpleaños tuve –Dijo Poché con sarcasmo
-¿Cómo te sientes? –Preguntó Daniela ignorando el comentario de su novia
-Pues me duele todo el cuerpo, especialmente mi brazo y mi cabeza –Admitió la peli azul arrugando la cara
-Eres muy valiente –Dijo Valentina abrazándola levemente –Pensamos que te había pasado algo –
-Yo también pensé lo mismo, cuando desperté en esta habitación de hospital –Confesó Poché sin dejar de mirar a Calle
-¿Qué recuerdas? –Preguntó Daniela mirándola
-Recuerdo que el tarado de Mario me estaba siguiendo y después de eso ha sido un hoyo negro en mi memoria –Confesó la peli azul
-Shh, no importa, no intentes recordar, no hagas esfuerzo con tu mente –Ordenó Daniela sentándose a la orilla de la cama de su novia y sujetándole su manito
-Todo estaba tan bien –Confesó Poché sonriendo un poco al recordar
-Todo estaba bien hasta que Daniela decidió organizar una fiesta –Dijo Valentina molesta
-Bien que estabas disfrutándola –Dijo la chica más alta mirando a la hermana de su novia
-Todo lo malo que le pasa a Poché tiene que ser por culpa tuya –Respondió Valentina molesta
-Tú eres una niña rencorosa, que no puede olvidar el pasado –Se defendió Daniela, no soportaba la manera en la que Valentina la ha odiado desde el primer día
-Tú eres... -
-Basta –Interrumpió Poché –Me duele la cabeza, y ustedes pelean –
-¿Estás bien? –Preguntó Calle preocupada
-No, no estoy bien –Respondió Poché –Y no sólo se trata del accidente, se trata del hecho de que ustedes son las dos mujeres más importantes en mi vida y he intentado que se lleven bien desde el primer día y después de meses aún sigo sin lograrlo –
-Pochas... -
-Si hubiese muerto... mi último deseo en la vida sería poder ver a mi hermana y a mi novia conviviendo felices, como amigas, como familia –Dijo Poché un poco alterada –Pero aquí están discutiendo... hasta en estas situaciones, no puedo creerlo –
-Amor... -
-No, amor nada –Interrumpió Poché a su novia –Quiero que se vayan de aquí –
-No –
-Si, quiero que se vayan y envíen a mi papá y Alejo –Confesó Poché molesta –Ustedes no saben cuidarme ni quererme –
-Queremos estar aquí contigo –Dijo Valentina haciendo pucheros –Casi te perdemos y no queremos estar alejadas de ti –
-Entonces quiero que hagan las paces aquí y ahora –Ordenó Poché –Háganlo –
-Pochas... -
-Ok, hablaré con el médico –Se defendió la peli azul
-Está bien –Dijo Daniela –Lo haremos –
-Habla por ti misma –Dijo Valentina cruzándose de brazos
-Escucha –Añadió Calle levantándose de la cama para estar cerca de la menor –Sé lo mucho que herí a tu hermana, lo sé... y sé que fui una persona del asco y no merezco a Poché... pero Vale, ahora somos novias y la amo más que a nada en este planeta y créeme que no le haré daño nunca más, porque la amo y soy feliz de tenerla en mi vida –
-Calle –
-Escucha –Interrumpió Daniela –Poché tiene razón, yo tengo dieciséis y tu ya estás mayor para comprender lo que pasa, así que perdóname y te voy a perdonar –
-Vale, responde –Dijo Poché frotando su cabeza, en serio le dolía mucho
-De acuerdo... tienes razón, creo –Dijo la hermana de la peli azul con los brazos cruzados –Te perdono –
-Amo esto –Dijo Poché con una media sonrisa
-Dame un abrazo –Dijo Valentina sonrojada y Daniela sonrió
Ambas chicas se abrazaron y continuaron hablando con la peli azul, Poché estaba con mucho dolor en su cabeza, y Daniela sabía cuando estaba adolorida, la conocía muy bien y se sentía muy mal e impotente el no poder hacer nada para ayudarla.
Poché estuvo en el hospital hasta el miércoles, todo el resto de la semana Calle le cocinaba postres y se los iba a entregar para que su novia los comiera, además Alejo y Paula la visitaban constantemente y por sorpresa Mario había escrito una carta antes de haberse marchado hacia Medellín, Poché quería leerla, pero se sentía incapaz de hacerlo, además Poché recibió la visita de algunas del equipo de beisbol, de Isabella una que otra vez, de Ventino, Sebas y obviamente su padre siempre estaba ahí.
El miércoles la habían dado de alta, y ya estaba fuera del hospital, ese día reposó en su casa con el cuidado de toda su familia y de su novia, quién no podía faltar en consentirla cada minuto del día.
Poché decidió regresar a clase el viernes de esa semana, primero porque siempre había sido responsable en sus cosas, segundo porque sabía que la esperaban problemas por escaparse de detención el día de su cumpleaños y también quería salir de cama ya que estaba cansada de estar acostada sin poder hacer nada, su padre la llevó hacia el colegio donde esperaba que nadie le preguntara sobre el accidente, lo cual no fue posible, ya que llevaba su mano enyesada y varios moretones en su piel.