Eran las tres de la tarde, otro de los ensayos de la graduación, las palabras de la profesora eran las mismas y me taladraban en la cabeza. Estaba formado en el frente y a mi lado se encontraba Halsey, pero no me habló, en la cuarta fila se encontraba Brendon, charlando de lo más tranquilo con Spencer, quién se encontraba de tras de él. Me sentía excluido y traicionado por mí mejor amigo.
¿Como podía estar tan tranquilo después de haberme mentido en la cara?
Piensa en frío, Josh. Brendon no pudo haberle hecho esas marcas, ¿Pero por qué Tyler recurrió a él y no a mí? ¿Por qué cada vez lo notaba más lejano? oh mierda, no quería que perdiera la confianza en mí después de todo lo que pasamos juntos, me costó un huevo y la mitad del otro conseguir la confianza de Tyler, y perderla ahora por culpa de un tercero no me agradaba para nada, lo peor que ese tercero ¡probablemente sea mi mejor amigo!
―"¿Sabes cuál fue la mejor parte?, cuando lo mordí" ―dijo Brendon hablándole a Spencer.
― "¿Ah si? ¿Era suave?
― Podría vivir haciéndolo...
La sangre me comenzó a hervir, apreté los puños y me importó una mierda que la profesora estuviera hablando, y me importó una mierda interrumpir este ensayo innecesario para la puta graduación que iba a echar a perder, por darle una paliza a Brendon.
― ¡Tú, maldito vómito de mierda! ¡¿Como se te ocurre hablar de eso en mi presencia?! ―grité agarrándolo de la camiseta empujándolo hasta la pared―. ¡Eres un puto traidor! ¡Te voy a romper la cara a patadas!
― ¡¿Pero q-que haces?! ¿De que estas hablando, Josh? ―él forcejeó, pero afiance el agarre, esta vez no se iba a salvar.
Los gritos de mis compañeros se convirtieron en murmullos, el sonido fuerte de mi puño dando de lleno en la cara de Brendon, los gritos no se detenían, sentía tirones en mi camiseta. Ahora mi mejor amigo estaba gritándome que me detuviera, y de pronto, su puño estampó mi nariz, logrando que me tambaleara hacía atrás.
― ¡¿Que mierda te pasa?!
― ¡Eres un mentiroso! ¡Hijo de puta! ―volví a empujarlo, cegado por la rabia que me consumía, escupía insultos y sangre por el labio lastimado, él se cubría y yo no dejaba de golpearlo.
― ¿Pero qué... ? ¡Ah! ¡Detente, Josh! ¡Basta entendiste todo mal!
― ¡Cierra la boca!
― ¡Josh te está diciendo que te detengas!
― Halsey, tú no te metas. ―volteé a advertirle con la mirada de un demente, probablemente, ella viró los ojos y Brendon aprovechó para bloquearme, pero con mi codo le golpeé el estómago y este me soltó, caí de bruces al suelo e intenté reincorporarme, pero el peso de un cuerpo sobre mí me lo impidió.
― Te dije que te detuvieras. ―dijo Halsey sentada en mi espalda, hija de... intenté sacarmela de encima pero no quería hacer tanta fuerza.
― ¡Frente traidora! ―ignoré a Halsey y seguí gritándole a Brendon, quién se encontraba jadeando con una mano en su estómago. Sentí el sabor metálico de la sangre llegar hasta mis labios, que asco, hasta los codos me dolían por la fuerza que hacía para sostenerme.
― No puedo tomarte en serio si usas "frente traidora" como insulto... ―habló el susodicho.
― Muérete.
― Josh, cálmate, por favor. ―insistió la peliazul, que poco a poco iba aflojando su peso sobre mi espalda.
― ¡Saquenlo de aquí! ―grité señalando a Brendon―. ¡Saquenlo antes de que vuelva a romperle la cara!
― ¡Es tu mejor amigo! ¿Qué te pasa?
― ¡¿Mejor amigo?! ―solté una risa sarcástica―. Los mejores amigos no mienten, no traicionan, no se meten con la persona que te gusta...
― ¿¡Que?! no Josh, eres un idiota importante, si es por las marcas...-
― ¡Cállate! ―lo interrumpí, joder, ni siquiera podía mirarlo a la cara.
― Claramente eres un idiota importante, tratemos de hablar y resolver este malentendido. ―finalmente Halsey se bajó de mí, y me ayudó a sentarme.
― Ya te dije, Halsey, saquenlo de mi vista, o le partiré en dos la...-
― Joshua Dun. ―interrumpió esa voz que conocía muy bien, no sólo eso, también me trajo recuerdos de aquella vez que tuve una pelea con Rutherford. La directora estaba en frente de mí, mirándome con desaprobación, no me había dado cuenta de que mis compañeros ya no estaban a nuestro alrededor―. Brendon Urie, ambos, a mi oficina ya. Y usted señorita Frangipane vuelva a clases.
Otra vez no...
/ ... /
No podía explicar el asco que sentía estar en ese lugubre despacho, con el perfume de vieja hija de puta impregnado en mi nariz. Brendon estaba a mi lado, con una mancha morada en el pómulo derecho, mantenía la mirada a cada movimiento que hacía nuestra superior.
Ya estaba preparado para el sermón de siempre, porque como toda Institución de mierda dejaban pasar las situaciones así, y millones más que no quisiera nombrar. Ahora la directora probablemente dirá "los problemas fuera de la escuela" y entonces se pasará la situación por el ano.
¿Estaba equivocado? si, que idiota importante era. Porque la directora tiró una pila de archivos en su escritorio, está vez no hubo sermón, se venía una gorda, y no era mi pene esta vez.
― De verdad, no quiero saber el porqué de su pelea, no me interesa. Los problemas...-
―... fuera de la escuela, ya sabemos esa manera ignorante que tiene de pensar. ―interrumpí―. Me extraña que aún no haya perdido al ochenta porciento de los alumnos.
― Le conviene cerrar la boca, Dun.
― ¿O qué? ¿Llamará a mí madre?
― Si, claro, es más, ya llamé...―sonrió de lado tomando la carpeta de archivos en sus arrugadas manos―. Alguien debe saber que está definitivamente expulsado ¿no es así?
― ¿Qué? ―exclamamos Brendon y yo al mismo tiempo.
― Urie, puede irse, sé que es demasiado torpe como para iniciar una pelea e interrumpir un ensayo importante. Déjeme a solas con su compañero.
― P-pero directora, la culpa es de ambos, no puede echar a uno. Expulseme a mí también.
Miré de reojo a Brendon, ¿En serío el estaba haciendo eso por mí? pero sus estudios, todo el bendito esfuerzo por llegar hasta el último año y finalmente graduarte, yo había perdido eso, no él.
― No lo escuche. ―dije rápidamente― Está mintiendo, fui yo quién inicio la pelea. Brendon vete de aquí antes de que me arrepienta y te deje ir a la verga y a la miseria conmigo. ―murmuré sin mirarlo.
― P-pero Josh...
― Urie, fuera. ―ordenó la directora, y el nombrado obedeció, no sin antes mirarme con tristeza. Aquella carpeta de archivos que aún sostenía la directora volvió al cajón donde pertenecía―. ¿Que hace aún aquí? Vacie su locker y larguese.
― Con gusto, no sin antes decirle que usted y todo este sistema educativo es una mierda. ―sonreí balanceándome en la silla―. ¿Sabe? yo que usted no estaría tan tranquila ―chasqueé la lengua― descuide, todo termina saliendo a la luz, usted no es la excepción.
― ¿Disculpe?
― Ah, lo siento, debo ir a vaciar mi locker. ―di golpecitos al escritorio antes de abandonar ese horrible lugar para siempre.
Me sentía tan poderoso, que no me molestaría ir a mearle en la cara a la vieja esa, pero todo se fue al carajo cuándo vi a mi progenitora en la puerta de la Institución echando humo por las orejas, parece que hoy te fríen los huevos, Joshie.
No me habló en todo el trayecto a casa, tampoco me preguntó cómo me estaba yendo en el día... bueno, creo que eso no era necesario, al menos ahora. Bajó del auto sin esperarme, quise golpearme con un tubo de hierro en la cabeza, pero corrí tras de ella.
― Mamá, perdona...-
― ¿Que te perdone? ¡¿Que te perdone, Joshua?! ¡Te echaron de la escuela, te echaron a dos malditas semanas de graduarte! ¿No podías esperar a pelearte después de la graduación?
― Créeme que no.
― ¡No estoy bromeando! ―me lanzó un florero con agua, rápidamente lo esquivé.
― Estás demente, Laura.
― ¡Cállate! ¡Vete a tu cuarto! ―señaló las escaleras, oh mierda, había empezado a llorar.
― Oh, mamá, por favor, no llores...
― ¡¿Que no llore?! ―exclamó con la mayor indignación del mundo―. Hijo, acabas de echar a perder todo, m-me decepcionaste... eras mi orgullo, finalmente ibas a graduarte, ¿Que no eras consciente? lo estropeaste todo y... seguramente por una estupidez, no quiero escucharte, sólo lárgate a tu cuarto. Piensa en lo que hiciste, e-en todo lo que echaste a perder.
Joder, todo pasó tan rápido que no había podido responder antes de que mamá se fuera a su habitación, pestañeé varías veces, algo aturdido... Fui al patio trasero, Jim estaba cogiéndose al oso de peluche con el que jugaba todas las tardes, en otra ocasión me hubiera parecido divertido, pero ahora sólo quería echarme en el césped y no hacer nada.
Supongo que mi paciencia tenía un límite, porque no pensé antes de golpear a Brendon, no pensé en como reaccionaría mi familia ante mi expulsión, no pensé en mis abuelos que hablaban de mi graduación cada vez que nos veíamos.
Tampoco entendía porqué tan de repente la directora tomó esa decisión, no tenía coherencia, no es que tuve muchas peleas fuertes en todo el año, aquí había algo raro. Brendon, no sabía que pensar sobre él, necesitaba hablar con Tyler, joder, mi cabeza era un lío incontrolable, ¿por qué mejor no me muero? creo que sería mucho más fácil.
/... /
Estuve debatiendo por horas si salir de mi habitación o no, para hablar con Tyler, hace días que no lo veía, y sinceramente sentía un hueco en el pecho desde que dejamos de hablar. Eran más de las nueve de la noche, sabía que aún no dormía porque él dormía a las diez, un poco más. Ah, hasta me sabía sus horarios, lo extrañaba mucho, joder.
Oí unos pasos detrás de la puerta, el baño estaba del otro lado así que supuse que alguien entró al baño, una fragancia de hombre inundó mi nariz, sentí como el corazón se me aceleraba, conocía perfectamente ese perfume, era de Tyler. Comencé a peinar mi cabello frente al espejo, mi labio inferior estaba roto, y tenía algunos raspones, pero eso no me impedía ser hermoso.
Apenas salí de la habitación, él salía del baño, nos quedamos viéndonos sin decir nada, hasta que me adelanté al ver que estaba a punto de irse.
― Hola. ―dije yo.
― Hola ―saludó de la misma forma.
Bien, esto ya era una avance. ¿Ahora? observé su vestimenta, no tenía el pijama celeste de muñequitos, él vestía un hoodie amarillo, un pantalón color negro y sus zapatillas negras.
― Ehm... ¿vas a salir?
― ¿Ah? s-sí voy a salir.
― ¿Dónde? ―pregunté curioso.
― A una fiesta ―se encogió de hombros, cómo restándole importancia al asunto, pero claro que era importante, iba a salir solo.
― ¿Desde cuando vas a fiestas, tú?
― Es tarde, debo irme... ―dijo rápidamente evitando mi pregunta.
― Ah no, claro que no, tú no te vas a ningún lado. ―me paré frente a él, logrando intimidarlo―. ¿Tú no irás a esa fiesta con Brendon o si?
Se quedó callado y bajó la cabeza, creo que esa reacción ya me daba una respuesta, no hacía falta decir que la sangre comenzó a hervirme.
― Él me invitó, eso es todo ―respondió finalmente, jugando con las mangas de la prenda inferior.
― Pero... es ¡Brendon! va dejarte solo, ¿Que harás solo en una fiesta? ―reí incrédulo―. Te desconozco, Tyler, de verdad. ¿Ahora sales a fiestas? ¿Que sigue, que te drogues junto a tu novio Brendon? ―mi último comentario hizo que abriera los ojos más de lo normal―. ¿De qué te sorprendes si es cierto? ¡Adelante, lárgate a esa fiesta con tu novio Brendon! ―elevé la voz.
― No es lo que tú crees, Josh, él n-no es mi novio. ¿Que dices? ―arrugó el entrecejo, molesto.
― ¿Ah no lo es? ¿Y estos chupones qué? ―tiré del cuello de su jersey, él se sobresaltó.
― Déjame, p-por favor... ―tragó saliva―. Es tarde, debo irme.
― ¿Ya estás listo, hijo? ―la voz llena de entusiasmo de Chris hizo que soltara a Tyler rápidamente, no nos había visto de todos modos, porque venía subiendo las escaleras. Cuando llegó al piso nos quedó viendo algo extrañado―. ¿Todo bien, chicos?
― Ehm, si, claro. ―sonreí falsamente―. Yo... es tarde, me iré a dormir. Que te diviertas en la fiesta, Tyler.―dije mirándolo fijamente, y con las palabras cargadas de resentimiento.
Tenía un mal presentimiento de aquella fiesta, joder, uno muy malo.