-La fuerza electromagnética es la que nos da la interacción entre partículas... -Explicaba la señorita Caceres mientras escribía algunas fórmulas en el pizarrón, realmente Poché no se consideraba una estudiante que le gustara la física, al contrario, la odiaba, sin embargo, por alguna extraña razón estaba juiciosa anotando todo lo que su profesora decía y prestando atención a cada palabra
-Psss –Poché escuchó a su mejor amigo Alejo llamarla desde el escritorio de atrás suyo –Pochas –
-Dime –Respondió Poché sin apartar la mirada del pizarrón y sin dejar de escribir
- ¿Te emborrachaste el sábado? –Preguntó Alejo sonriente esperando que su amiga lo sorprendiera con la respuesta
-No –Dijo Poché tranquilamente
-Tú siempre –Respondió Alejo burlándose
-De hecho, casi no estuve en la fiesta –Confesó Poché sonriendo pícaramente al recordar todo
- ¿De qué hablas? –Se confundió Alejo –¿En dónde estabas entonces? –
-Pues si fui a la fiesta, pero... -
-María José –Interrumpió la señora Caceres –¿Puede hacer silencio? –
-Perdón –Dijo la peli azul inmediatamente
-Disculpa señorita Caceres –Se escuchó desde la puerta una voz que interrumpió la clase –Podría tener unas palabras con Poch... María José por favor –
-María José te buscan –Dijo la profesora antes de que la peli azul se levantara de su escritorio para dirigirse a la puerta
- ¿Está todo bien? –Preguntó Poché confundida
-Si todo está bien, sígueme –Indicó Isabella y la peli azul obedeció, después de caminar unos minutos llegaron a la oficina del director
-¿Qué pasa? –Preguntó Poché un poco asustada de verse ahí
-No te preocupes, ya vi tu rostro de miedo jaja no es nada grave –Indicó Isabella –Siéntate ahí –
-Si señora –Dijo Poché con sarcasmo
-Isa, necesito respuestas –Insistió Poché –Porque créeme que estoy aterrada, la única vez que he venido hasta aquí fue en primer año cuando me matriculé –
-Ya te dije que no te preocupes, no es algo grave, de hecho, es algo bueno... creo –Respondió dirigiendo sus dedos a los extremos de la boca de Poché para colocarle una sonrisa
-Te ves más linda sonriendo –
-María José Garzón –Dijo la secretaria que trabajaba para el director –Adelante –Poché miró a Isabella confundida y se levantó para dar unos pasos antes de llegar a la oficina
-Pasa adelante –Dijo el señor antes de sentarse, María José se acercó a la silla en frente –¿Cómo estás? –
-Bi..bien –Respondió la peli azul nerviosa
-Me alegro –Dijo el director buscando algo en sus archivos –Vamos a ver –Continuaba pasando hojas mientras Poché miraba alrededor por toda la oficina, observando –Aquí está –
- ¿Qué es? –Preguntó Poché al ver la hoja que el señor había colocado en frente
-Es una carta que el colegio te ha escrito para que envíes a las universidades en España –Admitió el hombre con una sonrisa –En la carta están los créditos aprobados –
-¿Qué? –Preguntó María José confundida –¿De qué habla? –
-Usted solicitó los créditos... -
-Ya lo sé... pero yo no pedí ninguna carta para universidades en España –Admitió la peli azul frunciendo el ceño
-Pues usted misma lo aclaró en la carta que envió a nuestra oficina –Respondió el hombre también confundido –Ya sé que puede sonar un poco precipitado porque realmente aún no cumples con todos los créditos extra... pero la entrenadora me ha insistido en que eres una excelente jugadora de beisbol y mereces tenerlos por adelantado... -
-Pero... -
-Si no quiere la carta pues no se preocupe, simplemente no la firmo y no se la entrego... es decir, si ha sido un malentendido –
-No –Contestó la peli azul inmediatamente –Está bien, si necesito la carta –
-De acuerdo, solo déjeme firmar –Dijo el hombre tomando un bolígrafo antes de trazar una firma elegante en la hoja –Aquí tiene, espero que pueda ayudarte con tus universidades –
-Gracias –Dijo Poché rápidamente antes de salir casi corriendo de la oficina
-Wow, ¿Qué ha sido eso? Fue rápido –Admitió Isabella mirando a la peli azul salir agitada –¿Estás bien? –
-Estoy confundida, eso es todo –Admitió Poché –Debo ir a clase –Dijo antes de caminar rápido
-Tu clase es del otro lado Poché –Gritó Isabella y la peli azul dio media vuelta –¿Estás bien? ¿Qué pasó ahí? –
-No tengo idea de mucho de lo que está pasando en mi vida Isa, siento que hay personas controlándome, personas que están detrás de todo –Dijo Poché respirando agitadamente
-Si me explicas la situación podré entender –Añadió Isabella –¿Qué ocurre? –
-Hace unas semanas alguien envió una carta... haciéndose pasar por mí y pidiendo la oportunidad de créditos extra... sabes.... Lo dejé pasar porque fue algo importante y además quería estar en un equipo desde hace mucho... pero ahora –Confesó sin dejar de jugar con sus manos de lo ansiosa que estaba –Ahora están enviando cartas sin control, y pretenden que yo matricule en otras universidades en el extranjero... es un desastre –
-¿Qué? –Preguntó Isabella sorprendida, o al menos así parecía estarlo
-Si, todo esto es un desastre –Admitió Poché antes de suspirar –En serio me voy a clase, nos vemos –
-Adiós –Dijo Isabella antes ver desaparecer a Poché en el pasillo
-María José –Dijo la señorita Caceres mientras Poché llegaba al salón de clase y se daba cuenta de que no había nadie
-¿Y las personas? –Preguntó la peli azul sorprendida
-Pues las personas ya están almorzando probablemente –Dijo la profesora –Las clases acabaron –
- ¿Qué? –Preguntó María José sorprendida, había perdido la noción del tiempo
-Aquí tiene su boleta de castigo –Dijo la profesora entregándole un papel a Poché
- ¿De qué habla? –
-Estás castigada Poché, el sábado por la mañana te espero aquí –
-¿Pero por qué? –Preguntó la peli azul desesperada –¿Qué hice? –
-Se ausentó casi veinte minutos de la clase, por ende, es escape –
-Pero usted me dio la autorización –Confesó Poché –No entiendo –
-Le di permiso de tener unas palabras con Isabella, no de que se fuera de aquí –La profesora puso su bolso en el hombro lista para salir del salón
-Pero estaba en la oficina del director –Dijo Poché casi desesperada –Ese día es mi cumpleaños, por favor no –
-Si estabas con el director entonces pídele la autorización por escrito y que me justifique, de otra manera estarás castigada, aunque sea tu cumpleaños –Dijo antes de abandonar el salón de clase
-Mierda –Dijo Poché molesta cuando ya no había nadie en el salón de clase, empacó sus cosas rápidamente para salir del colegio, había decidido escaparse y no asistir a más clases por el resto del día, caminó varios kilómetros para llegar a su terreno donde estaban todos los botes de pintura; miró la pared y comenzó a dibujar, eso la tranquilizaba y la hacía olvidarse de todo lo demás.
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- ¿Y bien? ¿Qué piensas hacer para el cumpleaños de Poché? –Preguntó Paula quién estaba comiendo yogurt en la cama de Daniela –Y no me respondas algo indebido porque no quiero saberlo –
-No seas idiota –Dijo Daniela lanzando una almohada a su mejor amiga –Aún no lo tengo pensado, tienes que ayudarme –
-Pues... dime ¿Qué le gusta a Poché? –Preguntó la rubia prestándole atención a su mejor amiga
-Pintar, bailar, las galletas de dinosaurio –Continuó diciendo la chica
-Dani todos sabemos eso, pero que quiere de regalo... es decir, estos últimos días ¿qué te ha dicho que quiere o que comentarios te ha dicho? –Insistió Paula antes de darle otro bocado al yogurt –
-Pues... estos últimos días hemos estado peleadas así que no mucho... -Confesó Daniela antes de que su celular se iluminara al recibir un mensaje
-Uyyy ¿Qué querrá Poché? –Dijo Paula mirando el móvil de Calle –Daniel.... ¿quién es Daniel? –Leyó en el nombre del remitente
-Nadie –Dijo Calle quitándole el celular a su amiga inmediatamente
-Daniela Calle –Dijo Paula tratando de quitarle de nuevo el celular a su mejor amiga
-Olvídalo –Dijo Daniela escondiendo el móvil
-No señora... yo quiero el celular –Paula dijo lanzándosele prácticamente a su mejor amiga
Entre ambas empezaron una discusión por quien se quedaba con el celular, hasta que ambas terminaron en el suelo despeinadas, Paula había ganado
-Es mi celular, respeta mi privacidad –Dijo Daniela desde el suelo
-Soy tu mejor amiga, eso hacemos –Paula se levantó y desbloqueó el celular para leer el mensaje que al parecer era un correo –Señorita Daniela Calle Soto, es un honor para la universidad de California, Los Ángeles haber recibido su solitud, le comunicamos que según parece usted es una fuerte candidata para estudiar en nuestras instalaciones, cuando reciba su titulo estará más que confirmada su admisión aquí se despide... -Paula continuaba leyendo y mientras lo hacía sus gestos en el rostro cambiaban
-Pau –Intentó decir Calle
-Calle ¿qué es esto? –Preguntó Paula de inmediato señalando el celular
-Es... -
- ¿No me pensabas decir? –Preguntó Paula un poco molesta –Te lo tenías muy guardadito ¿eh? –
-Pau a nadie le he dicho –Admitió Daniela quitándole su celular a su mejor amiga
-Si claro, te creo mucho... según tú me voy a tragar el cuento de que no le has dicho a Poché –
-No le he dicho a Poché –Admitió Daniela seriamente –No le he dicho a nadie, porque esto no es algo concreto... aún no sé a qué universidad voy a ir Pau, en serio que no tengo idea... solo estoy enviando solicitudes y al parecer la universidad de California ya respondió –
-¿Te irías tan lejos a estudiar? –Preguntó Paula seria –Es decir... una carrera universitaria toma mucho tiempo Calle, ¿en serio estás dispuesta en dejar tu vida actual, ya sabes... a tu padre, a Poché... a mí por ir a estudiar tan lejos? –
-Ya te dije que no es concreto –
-Pues enviaste la solicitud allá, eso quiere decir que si pensaste en estudiar lejos –Dijo Paula sorprendida
-Sabes que amo Los Ángeles –
-Va a destruir a Poché si te vas Daniela –Confesó Paula preocupada
-Poché va a estar bien –Admitió Calle –Al parecer la que no va a estar bien es otra... -Dijo con sarcasmo
-Oh créeme que yo lo superaré –Admitió la rubia –De Poché no estoy muy segura amiga –
-No quiero que hables del tema –Admitió Daniela seria –No lo vuelvas a tocar, mucho menos en frente de Poché... aún quedan varios meses, y estoy recibiendo clases virtuales para obtener mi título –
-Yo no comprendo como una universidad así puede estar interesada en ti –Dijo Paula burlándose –Es decir, no me lo tomes a mal... pero tu historial académico no es el mejor –
-Con dinero puedes mover montañas amiga –Dijo Daniela tratando de no ofenderse –Pero por favor, no le digas nada a nadie –
-No lo haré –Confesó Paula y Daniela se acercó en un abrazo
-Lamento interrumpir el momento de cariño –Dijo Iván entrando a la habitación –Tú padre te llama para que conozcas a unas personas –
-Cierto, es la junta del campo margarita –Dijo Calle soltándose del abrazo de su mejor amiga antes de que ambas se dirigieran escaleras abajo, Iván simplemente se quedó en la habitación de Daniela con una sonrisa pícara sabiendo que había escuchado toda la conversación y ya tenía su manera de joderle la vida a Calle.