― ¿Ahora no vas a hablar, escoria? ―las manos tatuadas de Jesse presionaron con más fuerza el cuello de Tyler, joder, su cara estaba volviéndose roja.
Sentí como la respiración me fallaba, ver a Tyler tan vulnerable, asustado, y que no pudiera hacer absolutamente nada para detener la situación me rompía el corazón. Quería salir de esta pared, enfrentarlos a ambos, moler a golpes a Jesse, pero debía pensar en frío, siquiera tenía idea de por qué lo estaba atacando, debía informarme por qué estaban haciendo aquello. ¿Que hacía Debby ahí? ¿Acaso... ella y Jesse estaban juntos? Mis dedos se aferraron a la pared, intenté no respirar por la boca, necesitaba escuchar cada una de sus hirientes palabras.
― Hey, Jesse te está hablando ―habló Debby con toda la rabia del mundo, como si el simple hecho de que Tyler existiera la irritaba―. ¿Estás sordo, acaso?
― Lo s-siento... ―murmuró él apenas.
― ¡Ay que ternurita! ―exclamó la perra de Debby, obviamente estaba siendo sarcástica. Sus manos apretujaron de mala manera las mejillas de Tyler.
― Se verá más bonito cuando le deje un par de marcas en el cuello. ―dijo Jesse aflojando el agarre del cuello de Tyler, pasando sus dedos por su piel, dejándolo congelado por tal acto.
― Y se verá incluso más bonito cuando nos haga ganar dinero.
¿Dinero...? ¿De que carajo estaban hablando? Apreté mis puños con rabia, estaba desesperado, no sabía como interrumpir, joder, no podía exponer lo que tenía con él, no, no, no, yo mismo me iba a delatar si lo defendía. Pero en que situación de mierda me encontraba, esperé un poco más, Tyler, esperame sólo un poco más, rogué para mis adentros.
― Ya me lo puedo imaginar ―agregó Jesse, de repente, un gemido de dolor me hizo sobresaltar, el pánico me invadió entero al ver a Tyler de cuclillas, levantó su indefenso cuerpo y volvió a estamparlo contra el contenedor, Jesse dejó escapar una risa burlona, lo tomó de la camiseta y repitió la acción―. ¿Así te gusta o más fuerte, perra?
"¡¿Que haces ahí mirando como un imbécil?!"
"Haz algo, joder, ¡ahora!"
Sin embargo no podía moverme de mi posición, no le hice caso a esas voces que rogaban que saliera, simplemente no podía. Pero la situación se me fue de las manos cuando el mismo Jesse le propinó dos puñetazos seguidos en la mejilla derecha, otro sonido de dolor salió de la persona con la que desperté ayer con besos y almohadazos cariñosos, la persona con la que reía y moría de ternura a la vez, ahora estaba sufriendo, me agarré los cabellos de la desesperación, cerré mis ojos con fuerza, mi garganta vibró al soltar un grito un tanto débil.
― ¡Detente!
Ambos agresores giraron para verme, Jesse ni se inmutó, era obvio que esperaba mi presencia, en cambio, Debby parecía hasta sorprendida al verme ahí parado.
― ¿Que mierda quieres, Dun? ―vociferó Rutherford, aún sosteniendo a Tyler contra el contenedor―. ¿Por qué habría de detenerme?
"Porque estas dañando a mi pequeño, y si te metes con él, te metes conmigo hijo de puta, te voy a desfigurar la cara si sigues lastimando a la persona que más quiero"
― Sólo déjalo, él no te ha hecho nada. ―dije evitando mirar a Tyler.
― ¿Crees que me voy a detener sólo porque me lo estás pidiendo tú? ―soltó una carcajada exagerando en ironía― ¿Acaso te importa lo que le haga a esta escoria?
Debby me miró elevando una ceja, esperando a que respondiera a la pregunta. Yo tragué saliva nervioso, me estaban poniendo a prueba, joder.
― No, no me importa ―mi voz sonaba dura, sin sentimientos, pero todo era parte de la actuación, para que estos dos se tragaran mis palabras. Me dirigí hacia Debby―. Creí que eras más inteligente para aliarte a este idiota. No pensé que fueras tan mierda como él.
― ¿Me estas vacilando, Joshua? ¿Me estas diciendo "mierda" a mi cuando tú no fuiste sincero del todo? ¿O te olvidaste que me dejaste así de la nada? ―atacó ella acercándose, sus ojos me miraban con indignación―. Me heriste, joder, te quería y me dejaste sola. No me dijiste las razones, pero no creas que no las sé, no soy estúpida.
Jesse parecía disfrutar de la escenita, relamió sus labios antes de hablar. Miré de soslayo a Tyler, sólo mantenía la mirada puesta en el suelo, aún recargando su peso en el contenedor. El nudo en mi garganta comenzó a doler.
― Me gustaría escuchar esas razones, Debby... sólo para comprobar si mis sospechas eran ciertas.
― Este no es asunto tuyo, joder. ―respondió ella girándose hacia la dirección de Jesse―. Ya te lo dije, no te metas.
No entendía nada de lo que estaban hablando, y tampoco quería saber. Sólo quería que Jesse apartara sus sucias manos de Tyler, que lo dejara en paz de una puta vez.
― Hey Dun, lárgate antes de que te conviertas en cómplice de esto. No te conviene estar aquí. ―demandó Jesse, volvió a agarrar del cuello de Tyler, tirándolo al suelo, hizo un ademán de patearlo pero lo detuve.
― ¡No lo hagas, espera! ―logré acercarme un poco. Él no retrocedió, Debby tampoco lo hizo ―. ¿Son idiotas o qué? ¿No ven que él puede delatarlos? Déjalo ir, Jesse, harán que los expulsen.
― ¿Qué...? ―exclamó Debby confundida.
― ¿Desde cuando te preocupa los que nos pueden hacer? ¿Que él no es tu hermanito favorito?
― ¿Él? ―solté una risa fingida―. Él jamás será como un hermano, sólo es un infiltrado en mi casa. ―dije señalándolo.
― Oh míralo, está a punto de llorar.. ―Jesse sonrió satisfecho al ver a Tyler con los ojos brillantes, que hijo de puta, lo estaba disfrutando― Tú ganas.
Joder, ni siquiera era capaz de mirar a Tyler, pero todo lo que estaba haciendo era para nuestro bien, sólo esperaba que lo pudiera entender y que no hablaba enserio. Finalmente Jesse lo dejó escapar, mi corazón se encogió cuando vi que no tardó en salir corriendo como podía, tuve tantas ganas de ir tras él, abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien.
― Joder...
― Creo que tú y yo nos vamos entendiendo, Dun... ―el rubio me sonrió, fingió limpiar sus manos y me extendió la derecha para que la estrechara.
― Tampoco creas que vamos a ser amigos ―dije aceptando su saludo, joder, que asco sentía en aquel instante.
― Para nada, Joshua. Te debo una ―después de decir aquello simplemente se fue del lugar, con las manos en los bolsillos.
Dejé escapar un suspiro de alivio, apoyando mi espalda en la pared, olvidé que aún Debby estaba en frente mío, pero no me importó, algo me decía que no se tragó la escenita de complicidad que le hice a Jesse, también me di cuenta de que no dijo nada sobre las razones de por qué terminamos en frente de él, si las razones eran por lo que creo que eran tranquilamente pudo haber dicho todo, sacando a la luz mi relación con Tyler.
Ella caminó hasta apoyarse también en la pared, dejándose caer y sentándose a mi lado, comenzó a arrancar el césped evitando mirarme, la conocía lo suficiente, quería decirme algo.
― No quiero que pienses que soy cómo él.
― Te vi, joder. La forma en la que le hablabas, no puedo creerte después de lo que vi, Debby... ―quise arrancarme los cabellos nuevamente, maldita sea que puta desesperación ―. ¿Que estaban haciendo?
― Nada, Jesse sólo quería asustarlo. ―dijo casi en un susurro―. Él está obsesionado con... ―hizo un ademán con la mano, mirando el cielo gris pensativa.
― Tyler ―continúe algo molesto.
― Sí sí sí como sea que se llame.
― Mencionaron algo de dinero. ¿Qué pret...-
― No querrás saberlo ―me interrumpió rápidamente y antes de volver a hablar, susurró―. Él me está extorsionando, de verdad no quiero hacer esto.
― ¿No estarás involucrada en la trata de personas?
Debby me miró aterrorizada.
― ¡Claro que no! ¿Cómo puedes pensar eso?
― Serias capaz de hacer cualquier cosa ―me encogí de hombros―. Me gustaría creerte, Debby, pero después de esto no creo poder hacerlo.
― Me debes una.
― ¿Qu..-
― Cómo te dije anteriormente, no soy estúpida. Sé que... Tyler y tú tienen algo más que una relación de hermanastros. ―soltó una risa llena de amargura―. Lo miras con un brillo especial, joder, nunca te había visto de esa manera.
― Debby...
― No entiendo que haces aquí, idiota. Ve a buscarlo.
¿Por qué no podía creerle? estaba seguro de que todo esto era parte de una estrategia de su plan con Jesse, sin embargo, estaba sumamente preocupado por Tyler, dejé escapar un suspiro agotador y sin agregar nada más me largué de allí, con la esperanza de encontrar a Tyler, tenía el presentimiento de que todo se había ido al carajo, pero no iba a bajar los brazos, no ahora.