Hielo ❄️

By taesdreamgirl

32K 3.9K 564

AU En un mundo donde las condiciones ambientales dificultaron la existencia humana y obligaron al cuerpo muta... More

1. Tirano
2. Adiós
3. Prisión
4. Encuentro
5. Misión
6. Objetivo
7. Dudas
8. Pequeño
9. Promesa
10. Secreto
11. Aceptación
12. Cena
13. Confianza
14. Ceremonia
15. Caos
16. Verdad
17. Memorias I
18. Memorias II
20. Memorias IV

19. Memorias III

489 61 7
By taesdreamgirl


Han pasado meses desde aquel incidente, por ahora procuro llevar mi vida como es de costumbre o al menos es lo que Celestino me dice que haga. Supongo que es lo mejor, sin embargo la situación se ha vuelto más tensa y la seguridad dentro y fuera del castillo ha aumentado, pues mis padres y el mismo pueblo temen a que pase algo así, ya que muchas personas no sólo perdieron sus vidas con ese ataque, sino que también hubo quienes perdieron sus pertenencias, hogares y familiares por culpa de aquellas personas que aún se desconoce su paradero y además las intenciones que tenían.

Mis recuerdos de aquellos días aún están dispersos y no puedo recordarlos con claridad. Siento que pasé años encerrado ahí, pero todos me han dicho que sólo fueron dos semanas. Todo pasó tan rápido y ahora mi identidad tiene que ser un secreto. Nadie salvo el personal del palacio sabe de mi existencia, mis padres me han dicho que es por mi bien y el del continente. Mari aún sigue en tratamiento debido a su mala condición y todo el día se la pasa bajo atención médica, ahora no hay nadie con quien pueda pasar el día, mi hermana siempre ha sido mi mejor amiga y supongo que es culpa mía el que ella terminara de esa manera. Si tan sólo no la hubiera hecho salir ese día, ella estaría sana y mis padres no tendrían que llorar todas las noches.

Salgo de mi habitación por aire fresco, al menos podía salir al jardín sin tener que romper las reglas ¿no? Ya he cumplido con mis estudios por el día de hoy, así que supongo que puedo disfrutar un poco mi tiempo libre. Durante todo este tiempo, después de haber recobrado mi condición física he visitado la biblioteca, leo mucho y en especial libros sobre medicina, sé que de esa manera tal vez pueda encontrar la cura a la enfermedad de mi hermana. Muy pronto las cosas estarán como de costumbre.

Dentro del palacio todo está tranquilo, no como antes, ya que ahora mis padres tienen juntas todo el tiempo con personas del extranjero y tocan temas que yo no logro entender. Hace pocos días que empezó la primavera, así que como es de costumbre los cerezos comienzan a florecer así que es mi primera opción.

Camino hasta el cerezo más grande del jardín y a lo lejos puedo identificar a una persona que se encuentra recostada en el tronco de aquel árbol. Observo alrededor de la zona y no veo a los sirvientes cerca, la persona que está en frente de mi parece ser alguien ajena al castillo, su apariencia pareciera ser la de un ángel con su cabello largo con un color plateado que resplandece incluso más que el mismo sol y su piel es pálida. Me acerco lentamente dudando sobre cada paso que doy hasta estar frente a él.

—Di-disculpa —toco su hombro intentando despertarlo, pero fracaso en la tarea—. ¿Te has perdido? Esta zona está prohibida para los visitantes —insisto. A pesar de que no debería ni siquiera estar aquí por ser una persona desconocida, sin embargo por alguna razón estoy aquí parado frente a una persona desconocida mientras duerme. Puede ser la oportunidad perfecta para regresar y mantener mi identidad oculta.

Al ver que aquella persona no responde y parece estar profundamente dormida, me pongo de pie con la intención de regresar.

—Perdón —dice a penas abriendo los ojos, los cuales son de un color azul como el cielo pero a la vez tan profundos que cualquiera podría ahogarse en ellos como el mar— sólo quería descansar.

Sólo es un niño como yo, pero su presencia emana una madurez tan lejana a la mía. No respondo nada y me doy la vuelta antes de meterme en problemas, no obstante su mano que sostiene a la mía impide que dé un paso adelante.

—Espera, no huyas. Solo soy un invitado, es decir, mis padres lo son. Así que venimos en son de paz —el tono de su voz es profundo y con una pizca de amabilidad— perdón si mi presencia te asustó, sé que están pasando por una situación difícil por lo que no es raro que se pongan en guardia cuando de extraños o extranjeros se trata —continua al notar mis pocas intenciones de hablar— me sentía mal así que vine a descansar a este lugar, que para ser sincero no sé como llegué a él.

— ¿Ya se ha atendido con un doctor? Si se siente mal no puede dejarlo como si nada.

—Solo es una fiebre insignificante. Debe ser al cambio de clima, pero nada por qué preocuparse —suelta mi mano—. Y bien, ¿puedes mostrarme tu rostro? Necesito que me muestres la salida.

—Lo siento, tengo que irme, no puedo estar fuera mucho tiempo —no debería de estar rompiendo la promesa que hice con mis padres. Empiezo a regresar por donde había llegado.

— ¡Espera! —Grita acompañado con un sonido de queja. Debido a ello volteo a verlo, pero él se encuentra totalmente en suelo.

—Se ha desmayado.

Puesto a que solo soy un niño de siete años ¿qué puedo hacer? ¿Cargarlo? Para mi fuerza sería imposible. Lo acerco como puedo al lugar donde lo encontré para que al menos el árbol le dé un poco de cobijo.

—Bien, si lo dejo aquí alguien tendrá que venir por él ¿no? —Sin embargo no puedo evitar sentirme ansioso y preocuparme por él.

En cuestión de minutos voy por algunos trapos, agua y un poco de jarabe para su fiebre. Cuando regreso a ese cerezo el aún se encuentra dormido. Al tomar su rostro me doy cuenta que arde en fiebre así que coloco un trapo mojado sobre su frente y con ayuda de una jeringa le doy un poco de jarabe para bajar su fiebre. Estudiar un poco con libros de medicina tendría que servirme de algo ¿no?

Para evitar que estuviera incómodo tuve que ponerlo en mi regazo, al menos tendría que esperar a que despertara para que se fuera por su propia cuenta. La tarde que empieza a matizarse con colores rojizos y la persona que sigue durmiendo sobre mí sigue sin despertar, pero al menos su fiebre ha bajado.

Toco su rostro con el dorso de mi mano recorriendo cada parte de él y efectivamente tiene características muy finas y muy delicadas. Sus ojos, su piel y su cabello son tan inusuales a lo que he visto anteriormente, me causan conflicto y curiosidad sobre saber de él. No puedo sospechar de él aunque quiera, pues se ve tan indefenso que sería imposible que fuera alguien de peligro. Sin duda es una persona bella y sin razón alguna me hace sentir tranquilo, pues mis ataques de ansiedad que se hicieron presentes después del rescate por primera vez no los he sufrido, al menos por hoy.

— ¿Has despertado? —Aparto mi mano en cuanto veo que sus ojos poco a poco se abren —Será mejor que te marches de este lugar. No está permitido que cualquier persona esté en él —se levanta de mi regazo y observa hacia los alrededores.

—Es gracias a ti que me siento mejor ¿no es así? —Sonríe. Al parecer ha ignorado lo que le he dicho—. Mi nombre es Viktor Nikiforov —extiende su mano después de presentarse.

Él espera con su mano extendida, mientras mi mente es un mar de dudas sobre si es buena idea o no que una persona desconocida sepa de mí. Sin embargo es solo un niño y no puedo sentir malas intenciones viniendo de él.

—Yo soy Yuri —sólo mi nombre basta. No tiene que saber que soy el príncipe, al menos es una manera de protegerme. De protegerlo a él. Estrecho su mano y puedo sentir una energía cálida recorrer por mi cuerpo, su mano es suave y a pesar de que su piel pareciera ser de hielo, su temperatura no se asimila a nada a él.

—Yuri, muchas gracias por ayudarme —agradece— mis padres están en una reunión, o bueno, quizá por la hora ellos ya hayan terminado sus deberes. ¿Podrías ayudarme a regresar? Cuando llegué aquí no me enteré cómo lo hice, pues me sentía demasiado mal.

—Lamento tener que dejarte ir solo de regreso, puedo indicarte el camino.

— ¿Eh? ¿Por qué? Ya es tarde, supongo que tus papás estarán preocupados por ti —expresa con preocupación y toma mi mano.

—No es así, te lo aseguro. Ya que nada malo puede pasarme aquí —suelto nuestro agarre y trato de calmarlo.

—Si yo tuviera un hijo tan guapo como tú claro que me preocuparía aunque se perdiera en su misma habitación —me río de su comentario, lo que causa que rápidamente voltee a verme—, ¿o será que eres un ángel que vino a curarme la fiebre?

—Viktor, será mejor que regreses. Por lo que puedo ver tú no eres de por aquí, así que supongo que tus padres estarán más preocupados que los míos.

Logro convencer al niño de cabello plateado a regresar, por lo que le indico el camino a seguir para dar con el jardín principal.

—Yuri —dice a penas da unos pasos—, estaré por unos días aquí. Reunámonos nuevamente para jugar —es todo lo que dice para dar inicio a su regreso.

Poco a poco veo como su silueta desaparece de mi vista entre el jardín. Ni siquiera esperó por una respuesta, sin embargo no espero volver a encontrarme con él. Debido a mi situación tengo que evitar volver a tener un encuentro descuidado.


—Celestino —llamo a mi tutor mientras dejo mi libro en el escritorio— ¿mis padres están muy ocupados?

—Tienen que restaurar la capital después de lo ocurrido —voltea a verme—, así que supongo que después de unos días podrán visitarte —sonríe y trata de tranquilizarme con esas palabras. Ya las he oído antes—. Dime si tienes duda en algún concepto del libro —asiento mientras retomo la lectura— pero Yuri, ¿estás seguro que quieres dedicarte a ser médico? —su tono es de preocupación.

—Quiero ayudar a mi hermana. Ella está así por mi culpa y probablemente jamás pueda levantarse de la cama, pero estoy seguro que si estudio mucho podré lograr que se cure —Celestino no dice nada y sólo se limita a observarme.

—Para tener siete años eres un niño muy consciente. Odio tener que decirlo, pero tras aquel suceso eres más maduro, no sé lo que te pasó, pero me gustaría que hicieras más cosas de niños, tal como eras antes —comenta. Dejo el libro nuevamente sobre la mesa y lo miro a los ojos.

— ¿Crees que mamá y papá estarán más felices si me comporto como un niño normal? —La pregunta toma desprevenido a Celestino que inmediatamente aparta su mirada de la mía.

— No me refiero a eso —aclara su garganta— es decir, fue duro lo que pasaste ahí. Puedo imaginármelo, pero es mejor que vuelvas a ser aquel niño inocente y puro que solías ser hasta el día de tu cumpleaños. A pesar de todo mereces ser feliz, déjaselo a los médicos del palacio. Ellos se encargarán de que Mari vuelva a recobrar su consciencia.

—Perdón, pero no puedo. Sé que todos se preocupan por mí tanto como por Mari, pero desde que recobré mi memoria me prometí que dedicaría mi vida por ella y que haría lo que fuera porque recuperara su salud. Desde que llegamos no ha despertado y aunque sea duro para un niño como yo, ver que pasó todo por mi culpa me afecta más.

Escucho un pequeño suspiro por parte de Celestino.

—Creo que iré a dar un paseo —me levanto de mi asiento y me dirijo al jardín de cerezos. Ya pasó una semana desde aquel incidente así que no tengo porqué dejar de evitar ese lugar o salir de mi habitación.

Puedo ver claramente que los árboles están dando sus últimos retoños. Algunos cuantos ya se han quedado tintados de color verde al perder las flores que había en ellos.

—Pensé que jamás vendrías —dice una voz detrás de mí al llegar al gran árbol.

­ — ¿Viktor? ¿Qué haces aquí?

—Bien, pensé que si era constante al venir a este lugar tal vez volvería a verte. Príncipe Yuri.

— ¿Cómo es posible que sepas quién soy?

—Oh, pequeño Yuri —dice mientras se acerca a mi—, eres tan lindo —toca mi mejilla con su mano. Por alguna razón no puedo alejarme de él—. Muchas gracias por ayudarme la última vez.

—No es necesario que agradezcas. Y conforme a mi identidad por favor, mantenlo en secreto.

—He visto fotos tuyas en el palacio y tus padres ha menciona en una cena que perdiste la vida en aquel ataque. Así que pensé en dos cosas, eres un fantasma o tal vez tratan de protegerte ocultando tu identidad.

Bajé la vista al ver que él ahora sabía todo.

—No tienes por qué preocuparte porque sepa que sigues con vida —continua— ¿sabes? El día que te conocí supe que tenía que protegerte, una vez mi mamá me contó cuando conoció a mi padre, y cómo es el encuentro entre almas gemelas. Cuando conoces a la persona a la que estás predestinado, sólo quieres protegerle, esa persona es casi como un ángel para ti y no dejas de pensar en ella —pausa sus palabras y aclara su garganta. Toma mi mentón y hace que lo voltee a ver—. No he dejado de pensar en ti, príncipe Yuri.

Continue Reading

You'll Also Like

48.8K 9.1K 40
Cassiopeia Polaris, melliza de Draco y princesa de la familia Malfoy - Black, vuelve a Inglaterra luego de estudiar dos años en Durmstrang, pero.. po...
888K 131K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
203K 17.4K 36
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
213K 12.1K 20
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...