Tome mi café y salí hacia el estacionamiento para irme a la empresa, mis ojeras eran notables y mi aspecto era fatal. Pasaron tres días desde que vi por ultima vez a Mia, estaba asustado de hablarle y dejar las cosas así como así, de decirle la verdad.
Mi hermana llegaría hoy y podría tener a alguien con quien hablar, a quien contarle mis malditos problemas.
Le di un sorbo a mi café negro y Sonreí al recordar como conocí a Mia, gracias a su perro y el café. Llegue a la empresa y subí hasta el ultimo piso donde se encontraba mi oficina.
-Señor Laresl- dijo mi secretaria saludando.
-Buenos días- dije secamente, en realidad mis ánimos estaban por el piso y no había nada que me hiciera cambiarlo a excepción de Mia pero no podía ser tan egoísta y tenerla ahí para mi sin ofrecerle algo más, sin ofrecerle lo que ella realmente merecía.
Solo como una amante, ella no merecía ese puesto. Merecía ser tratada como la mujer valiente y hermosa que es, cosa que yo no podía hacer.
Entre a mi oficina y vi esa melena oscura de la mujer que inundaba mis sueños todos los días y hacia que mi corazón latiera a mil por hora.
-Mia- salude y me senté en mi escritorio sin más, tenia que hacerle creer que no me importaba y que solo era un maldito busca sexo.
Creo que seria menos doloroso eso a que le contara toda la verdad.
-¿Puedo saber por que me estas ignorando?- entrecerró sus ojos buscando mi mirada pero yo no podía enfocarla en ella.
Me arme de valor y la mire, vi su rostros cansado y triste, sabía que estaba así por mi. Me sentía una mierda.
-Es difícil de explicártelo Mia.
-¡Explicate!
-No...
Busque las palabras adecuadas pero no encontraba, no encontraba ninguna que me justificara así que volví a cerrar mi boca.
-¿Que? Christopher a ver dime ¿Que dirás? ¿Que solo era sexo?
Apretó su agarre a la silla en donde estaba sentada, pude ver sus ojos brillantes tratando de ahogar sus lágrimas.
No nena, no llores por mi.
-Si es asi, Mia. ¡Tu misma lo dijiste! ¡Solo sexo!
-¡Te dije que te amaba Christopher!- una lagrima corrió por su mejilla y estaba tan tentado a pararme, abrazarla y quitarle ese dolo que sentía.
-Yo no te respondí, no te dije que te amaba.
-Tienes razón, yo me ilusione- se levanto y tomo sus cosas. -Cuando quieras sexo, aquí estoy.
-No quise hacerte sentir mal.
-Tranquilo, yo me ilusione sola- tomo sus cosas y se fue, dejándome noqueado.
Grite de la furia y me sentía un puto cabron por tratarla así cuando ella lo que en verdad necesitaba era amor.
Sonó la puerta abriéndose y yo me encontraba mirando hacia el gran ventanal que había en mi oficina, teniendo mis manos apoyadas en este.
-No quiero hablar con nadie- dije entre dientes.
-¿Ni con tu hermana? Traje la botella...
Voltee y la mire ahí parada con su cabello esta vez de color rosa y sus ojos azules, tenia una botella en su mano y corrió hasta abrazarme.
Estaba tenso y no pude devolverle el abrazo, al separarme de ella caí al piso y comencé a llorar como un puto crío.
-¿Que paso?- se unió a mi en el piso y comenzó a acariciar mi rostro.
-La cague, perdí al amor de mi vida Cassandra.
-¿No dejaste a Sara?- negué con mi cabeza. -¿Por que? Chris.
-Esta embarazada Cassandra ¡Seré padre!
-¡Maldita sea Christopher! ¿Que no sabes ponerte un puto condon?
-¡No me regañes! ¡La perdí Cassandra, la perdí!
-Esto es una mierda Chris, ¿Que le dijiste?
Le conté lo recién ocurrido y ella solo estaba ahí escuchando atentamente a mis palabras.
-Deberías de decirle la verdad Chris, ella se merece saberlo.
-No puedo, no es fácil ¡Joder Cassandra!- frustrado de nuevo golpee la pared con mi puño cerrado.
-¡Imbecil! ¡Que te vas a lastimar, pendejo!
Tomo mi mano y me sentó en uno de los sillones de cuero de la oficina y me observó detalladamente.
-Cassandra, perdí a el amor de mi vida- dije mientras miraba el techo en busca tal vez de que todo fuera una maldita pesadilla y en unos minutos despertara con ese olor a vainilla del cabello de Mia.
-¿Tu lo crees así?
-¿Y que coño paso? ¿Eh? Dime a ver, dime que todo va a estar bien cuando es una total mentira. No me engañes pequeña, soy un maldito mentiroso que se busco un desastre como vida.
-¡Christopher por amor a Cristo! ¡Puede ser una mentira de Sara para amarrarte! ¡Puedes luchar por ella! Pero eres un maldito cobarde que prefiere quedarse aquí sentado llorando por la perdida del amor de su vida.
-¡Ella me mostró la jodida prueba Cassi! ¡¿Que mierdas crees que crea?!
-¡Helou! ¡Pudo haberse acostado con otro! Tu pene no es de oro para que solo este contigo además de que era una perra sin escrúpulos.
-No lo creo Cassi, no la creo capaz de que juegue con eso.
-¡Que iluso eres! ¿No ves que esa mujer haría lo que fuera para que estés con ella? Y tampoco me sorprendería que nuestro querido padre este detrás de esto.
-Tendría que investigar, pequeña.
Dije teniendo una cierta esperanza de que todo esto solo fuera una mentira por parte de Sara y me dolería que mi padre también estuviera involucrado.
-Hazlo hermanito y lucha por ella ¡Que prevalezca el amor caramba!
Sonreí por su manera de animar, extrañaba sus concejos aunque anteriormente entre nosotros solo hubieran peleas ella siempre estuvo para mi cuando la necesitaba.
-A ver y tu chicuela, ¿Algún cabron?
-La verdad hay un cabron pero es el rey de los pendejos.
Empezó a contarme su historia con un tal Max y todo se basaba en que era una persona cerrada y convencional mientras que ella era alguien que quería vivir su visa loca y experimentar. Con esto ultimo me refería a tríos y esas cosas.
-¡¿Que hombre en su sano juicio no quiere un trío?!- pregunto exasperada alzando sus brazos.
-Uno que te quiere para el solo y en mi opinión Cassandra creo que escuchaste mucho la canción Vive la vida loca se Ricky Martin.
-¡Se llama Livin' la vida loca!
-Eso, Cassi no soy el único que no esta luchando por el amor de su vida.
-Hermano, no quiero lastimarlo porque se que el es una persona muy buena para mi.
-¿Que crees que siento yo con Mia?
Cruce mis brazos y soporte el peso de mi cuerpo en mi escritorio, el mismo en donde tome a Mia bruscamente aquella vez. Cerré mis ojos recordando el sentimiento que ella me brindaba cada vez que la tenia solo para mi, estaba completamente jodido.
-Cassandra, la amo con mi vida pero no me importó dañarla y engañarla cuando tuve la oportunidad y tampoco me importa seguir con ella cuando se que la estoy lastimando aun mas pero todo eso lo hago porque soy un puto egoísta que ama a una mujer y no quiere que sea de nadie mas.
-Estas enamorado hermano, no estás haciendo lo correcto pero no quita que la amas y estas locamente perdido por ella- tomo mis brazos y los acaricio con ternura, cosa que hacia mi mama cuando quería calmarme.
-Busca a ese cabron y dale una buena mamada hermanita.
-Cualquier hermano se pondría celoso y buscara la forma de encerrarme para no portarme como una loca pero tu no. ¡Por eso te amo!
Me abrazo y vi como salía en busca de ese hombre, Sonreí al pensar en mi pequeña hermana desquiciada.
Ahora quedaba buscar la verdad de todo esto.
Pov's Mia:
Me había ilusionado, primera vez que me sentía tan mal conmigo misma y deseaba buscar un lugar donde esconderme y no salir mas nunca de ahí. Tenia frío y las calles de Boston no ayudaban.
Observe como Denver me esperaba en la entrada y lo que menos quería era estar con el, recordándome a Chris a casa instante.
Salí sin que se diera cuenta y camine hasta la parada de autobuses que se encontraba a dos cuadras. Tome el primero que vi y este me dejo a unas cuadras del apartamento.
Las calles estaban oscuras y si no estaba loca, sentía un escalofrío y una sensación de que alguien estaba detrás de mi. Acelere el paso y unos minutos después voltee mi mirada hacia atrás para ver si lograba divisar a alguien pero no había nadie.
Seguí caminando y subí lo mas rápido que pude a mi apartamento, vi por mi ventana a una figura masculina en frente del edificio y este simplemente miro hacia mi ventana y saco por lo que logre ver un cuchillo.
Asustada retrocedí y cerré mi ventana con seguro igual que las demás. Llame a Clar para pedirle que se quedara conmigo esta noche.
Luego de unos minutos escuche la puerta de la entrada abrirse y cerrarse y fui hasta la sala con un cuchillo en mi mano.
-¡Muere maldito!- grite eufórica.
-¡Joder zorra desquiciada que soy yo!- dijo Clar tapándose el rostros con sus pálidos brazos.
-Lo siento, es que...estoy asustada.
-Ah claro y por eso tratas matarme. A ver cuéntame que paso.
Ella coloco una caja de pizza que estaba en el mesón en la pequeña mesita que había en la sala y se sentó en el piso alfombrado, seguí su acción y comencé a relatarle mi día.
-¿Hoy que día es?- pregunto ella, mordiendo un pedazo de su pizza con pepperoni.
-Miercoles dieciséis de noviembre ¿Por que?
-Porque pareciera un puto viernes trece, que suerte tienes.
-¡Gracias amiga! ¡Ese era el apoyo que quería escuchar!
-Amiga en realidad creo que Christopher esta confundido o hay algo mas porque puedo asegurarte que esta muy enamorado de ti, tu porque no ves lo embelesado que se ve cuando te mira o esta cerca de ti. El te ama Mia, lucha por el.
-¿Quieres que pierda mi orgullo?
-¿Que carajos importa el orgullo? Ha este punto ya estamos lo suficientemente grande como para ponernos con esas niñerías de adolescente. Claro, tampoco rogaras por su amor pero puedo asegurarte de que el te ama.
-No lo se, esperare a que el me busque. Es su turno Clar.
Luego de eso seguimos comiendo hasta terminar y luego comenzamos a pintarnos las uñas y esas cosas que se hacen en una pijamada de niñas.
-¿Que hay con Connor?- pregunte con una sonrisa pícara y vi como sus mejillas se tornaban un poco rosas.
-Es un necio.
-Pero te gusta, se nota.
Ella me miro y elevo sus hombros en forma de rendición, suspiró pesadamente y se sonrojo.
-Si me gusta pero es que la primera vez que me enamore fue del estupido de Andrew y puedes ver com acabo todo.
-Clar no por eso puedes cerrarte, tal vez tuviste una mala experiencia pero debes seguir intentando además Connor se ve que es amigable.
-Espero que me invite a salir...
-¡Clar tendrá sexo! ¡Clar tendrá sexo!- baile alocadamente y ella me pego en la cabeza.